El ciego mar
no veo
me trasplanto
la boca de una flor
es un volcán hembra
horario y minutero
desfilan tierra adentro
pero yo me hallo en el mar
no veo
bebo
un cielo de revés
un torbellino blanco
estalla entre mis huesos
no veo
sino brazos transparentes
el color apenas mima su crepúsculo
no veo
sino el mar
yo soy el mar
De
"Poemas" 1988
El paso de los años
para mi hija Viveka
porque cogí la mariposa
no en el jardín
sino en el sueño
porque en mi almohada
oí cantar al río
al crepúsculo orar
porque el cielo breve
de la flor
me llevó lejos
porque el niño aún
(que fui que a veces soy)
despierta y ve
la mariposa
volar en el jardín
que ya no sueño.
Elegía
Amor que apenas hace un rato eras fruto
de resplandeciente interior en los ojos
de irreprochable dulzura, que sólo eras
una gota de agua resbalando entre los senos
apaciblemente diminutos de una joven;
ahora, al otro lado de las falsas paredes
pintadas con húmedos y empañados carmines,
entre la tarde nostálgica y la noche,
oh amor, has de ser guía certero del asesino
que ardientemente trabaja con un hilo de nieve
en torno de lo que ama.
De
"Detenimientos" 1947
Epitalamio
Cuando nos cubran las altas yerbas
y ellos
los trémulos los dichosos
lleguen hasta nosotros
se calzarán de pronto
se medirán a ciegas
romperán las líneas del paisaje
y habrá deslumbramientos en el aire
giros lentos y cálidos
sobre entrecortados besos
nos crecerán de pronto los recuerdos
se abrirán paso por la tierra
se arrastrarán en la yerba
se anudarán a sus cuerpos
memorias palpitantes
tal vez ellos
los dichosos los
trémulos
se imaginen entonces
peinados por
desmesurados
imprevistos resplandores
luces altas
desde la carretera
De "Bajo los
ojos del amor" 1950
Estancias 19
¡Qué sabor en el pan,
qué fáciles los pasos,
qué llevadero todo
sabiéndote a mi lado,
Amistad, cuánto gozo
en tu apretón de manos!
Estancias 22
Cuerpo a cuerpo,
Hombre y Mujer,
se irán quemando
en el fuego blanco
del amor.
Mano a mano
levantarán el árbol
de la vida,
y su aire y sus pájaros.
Hombre y Mujer,
descubrirán que el mundo
es compañía
y un mismo sol
calentará sus huesos,
y un mismo anhelo
los mantendrá despiertos.
Eventail
El clima de tus ojos es de otoño
y en su
follaje hay huellas
de
heridas uvas.
Así
de
rojo otoño
y
desvelada niebla
está hecho el vino donde tú me llegas.
Fuego absorto
Noche que fuiste día, pecho por donde entrara
como una mano de cristal, como un navío blanco
el sol que canta de claridad y canta a oscuras.
En ti está el día, noche, por tu cuerpo ha bajado
en una ardorosa marea de labios dispersos,
en un peso espacioso que a tus pies descansa.
El día eres, noche, resplandeciendo a tus plantas
sin el uso del trajín y los afanes, cerrado como un
cofre
donde el sueño y los astros, hogueras intangibles,
tocan entre la sombra, entre sus hojas respiran
algo del aire y del rostro del día ya lejano.
De "Vida
continua" 1989
Gravitación del retrato
¿Acaso no he tocado
tus palmas y tus yemas,
no he fluido a
través de ti, y en torno de tus talones?
¿Cómo entré? ¿No era
yo acaso tú y Tú?
Ezra Pound
Entre el agua y la sombra, a orillas
de una sedosa mirada nocturna
y en la mitad ardiente del abrazo
la lámpara nos une como una caricia,
como una flor espejeante a un hombro perfecto.
(No sé si he respirado los rayos de su luz
y si al mirarte una impalpable lágrima aproximo,
una abrigada pluma, una burbuja irisada,
un titubeante círculo de amor y de sueños).
Ajena al paso de mi voz, al incesante
fuego que va contra el olvido, retirada
a música inmóvil había de escucharte,
Detenido en silencio todo cuanto tocas,
rostro, vaso de fugaz derredor, madura espalda.
De
"Detenimientos" 1947
Haiku
1.
La tinta en el papel.
El pensamiento
deja su noche.
2.
¿Qué canta el agua?
El agua canta el agua
canta el agua canta.
3.
Cascada de agua seca,
papel de cielo
iluminado
(Buganvilla)
4.
Bailan, ascienden,
ascienden, bailan.
Viejo jardín de fiesta.
(Fucsia)
5.
¡Cómo se obstina
la vida en la canción
de la cigarra!
6.
Con las penas
mido
la extensión de mi cuarto.
7.
Nada dejé en la página
salvo la sombra
de mi inclinada cabeza.
8.
No veo el florecer
del naranjo, oigo
subir su canto.
9.
En el silencio
del estanque arde
la lámpara votiva.
(Nenúfar)
10.
Blanca,
sencillamente blanca,
abierta al blanco espacio.
(Jazmín)
11.
Cerrado cielo.
En una callejuela
se rasca un perro.
12.
Un día más
y una jornada menos
llevándonos al cero.
De "Tres hojas
de herbolario"
La belleza, las nubes...
La belleza, las nubes.
¡Las nubes!
¿Hay alguien que se detenga a verlas
desordenándose en sus fiestas
lentamente?
¿Contemplarlas?
(No faltará quién diga ¡está en las nubes!
¡Ese hombre no se halla en sus cabales!)
Las flores, la belleza.
Si contemplamos una flor como quien contempla un rostro
humano
o escucha el alma en su pasión desnuda del canto límpido
del ave
(Igualmente será visto con sorna)
Las nubes, las flores, las aves: rostros de la belleza,
¿dónde arden sus huellas?
Sus rastros se perdieron en las aguas
como desmantelados barcos.
Por qué pues distraemos con tales baratijas!
Pero la belleza, las flores, las aves, sobre nuestras
cabezas,
las nubes en su callada música.
(pero ¿las nubes, la belleza?)
(pero ¿las
nubes, la belleza?)
De "Un trino en
la ventana vacía" 1991
La visita del mar
Soy un cuerpo que huye, sombra que madura
con un murmullo de hojas en tu mirada
igual al mediodía cruel y esplendoroso;
mar, ala perdida, párpados de nieve,
casto sonámbulo entre materias corrompidas,
ola sedosa en que tristemente espejeo.
Toda palabra es mía cuando estoy a la orilla
de tus ojos, mar, todo silencio es mío.
Extraño huésped que me dejas turbado,
instante en que habito sólo lentamente,
dichoso, melancólico, desierto, penetrante.
No estoy en mí, no soy mío, viento, son mis ojos,
mar, ahora que te miran, ahora que tu rostro
me alza largamente despierto en el vacío,
blanco corcel yo mismo, inmaterial, desnudo.
Pasos furtivos, mar, hacia ti me conducen
cuando la noche es que en ti una hoja de palma
y mi cuerpo no es sino blandísima nieve,
llorosa sombra, triunfante peso de oro.
En la altitud de la noche abro una ventana.
En mis ojos el sueño es un juguete de hielo,
una flecha preciosa que no alcanzará a herirme.
(Oído visible de la estrella, registradme).
Mar, desde tu pecho abre sus venas la zozobra,
canta el fuego fugaz de solitarias perlas;
mudo rayo terrestre que quema hasta el cabello.
El aire de la noche, tus dedos ciegos, celestes;
tu profunda seda, mar, ardiendo quietamente.
(La hermosa luz ya viene en unos pies danzando).
Playa pura, final, mar, donde no somos
sino un fantasma entre las flores de la aurora.
De "Vida
continua" 1989
Memento
Los que caímos más de siete veces
y aun en cada paso,
y, sin embargo, no somos los caídos;
sentimos un extraño dolor por los caídos;
nosotros, tú y yo, los que caemos,
con profunda unción de hijo a padre
encendemos de vida a los caídos:
la vida enajenada en las batallas,
en la turbia agonía de los tiempos;
esa vida que anida en el recuerdo
de los que son, de los que fueron, los caídos.
De "Bajo los
ojos del amor" 1950
Noción de la mañana
Voy de tu mano entre los limpios juncos,
entre nubes ligeras, entre espacios
de tierna sombra. Voy en tus ojos.
Voy de tu mano como quien respira
la pausa cálida del viento,
como quien pisa en el aire blandos frutos,
como quien bebe su risueño aroma.
(No he de perder el trino y la corriente
que te moja de libres claridades,
ni tu cabello suelto como el río
que apresura sus labios en la sombra).
De "Bajo los
ojos del amor" 1950
Nuevo día
del alba son los pálidos corceles
y el tumulto lejano de los sueños
con trémulas saetas el arquero
los encumbrados aires frescos hiende
mi morosa cabeza que sostienes
en un remanso de tu brazo abierto
a las nociones de la luz oriento
traspasando la orilla del durmiente
un nuevo día sí un exaltado
fulgurar de la efímera existencia
un hoy que en ser ayer tárdase apenas
a su presente incógnito ingresamos
una vez más del embeleso presas
semblantes de la luz mueven a engaño
Reloj de sombra
(Entre la tarde nostálgica y la noche)
Con una larga garra de tristeza busco
la pálida altura de una planta femenina;
tal como un viento quejumbroso busco
la intempestiva desnudez, sombra y efigie,
grito distante del pájaro que emigra,
pena con que hiere una imagen a su espejo.
Errante luz blanca bajo el vacío del cielo,
pequeño reloj que sólo fuera una lágrima,
hora en que todo ser es una pálida violeta,
estatua de pronto, arrastrada por la música
en un ramo de tinieblas y nevadas agujas.
Hora en que busco algo que no es tuyo ni mío
con una mirada puesta en lo que huye.
De "Vida
continua" 1989
Tomado de:
http://amediavoz.com/sologuren.htm
ESTANCIAS 9
Árbol, altar de ramas.
de pájaros, de hojas,
de sombra rumorosa;
en tu ofrenda callada,
en tu sereno anhelo,
hay soledad poblada
de luz de tierra y cielo.
ESTANCIAS 16
Mueves tus largos miembros
Hacia el mar que te aguarda,
musitando palabras
al mar de tu desvelo;
pero tus labios siempre
buscándole la boca,
Río, pero tú siempre
con tu canción de sombra.
POESÍA
Poesía, no me niegues tus dones
por más tiempo. Tengo el oído atento,
los ojos despiertos, abierto el corazón.
Poesía, ¿a qué eres igual,
cuál tu gemelo, cuál tu secreto?
Si es en soledad donde tus voces se oyen,
en ella te he aguardado solo con mi deseo.
Si el sueño es, otra cosa no he hecho
que vagar entre los signos de la noche,
llama en que me enajeno.
No. No te pareces al amor
¿No está para siempre en mí su garra?
Diría aún a la pena o al olvido
si no fueran el pan de cada día.
Pero qué cerca estás de mi sangre
y sólo creo en el dolor (¿de?) haberte visto.
Tomado de:
https://educared.fundaciontelefonica.com.pe/sites/literatura-peruana/sologuren2.htm
TOSTADA
La inquieta fronda rubia de tu pelo
hace
de mí un raptor;
hace
de mí un gorrión
la derramada taza de tu pelo.
La colina irisada de tu pecho
hace
de mí un pintor;
hace
de mí un alción
la levantada ola de tu pecho.
Rebaño tibio bajo el sol de tu cuerpo
hace de mí un pastor;
hace de mí un halcón
el apretado blanco de tu cuerpo.
Tomado de:
https://educared.fundaciontelefonica.com.pe/sites/literatura-peruana/sologuren2.htm
Poética de una vida
un cuerpo que es apenas nuestro donde
oscuramente triunfa el infortunio
una llama de sangre pronto exhausta
luego de su apartado canto y entre
el carnal terciopelo de las sombras
sueltas como una desflorada rosa
un cuerpo para quién o para qué
blanca semilla que el azar devuelve
con sigilosos signos y maneras
en postrer incremento de la tierra
un polvo tuyo y mío apenas nuestro
donde alza su vuelo el infortunio
(la
vuelta)
Tomado de:
https://www.vallejoandcompany.com/2018/09/27/javier-sologuren-impresiones-para-un-dia-roto/

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