Morgue No. 3
Ciego. Ensayando maneras de mirar
en mar de triquiñuelas y
la sombra abrazando. La
cabeza blindada
se observa
entre rejilla: quiero
captarme,
saber qué tanto soy
las figuraciones
que aletean mi cara… Todo
el color negro
me punzó los ojos. Aquí
pudo haber árboles, casas,
niños jugando; pero arrojamos
napalm,
truenos desfoliadores y
la confirmación
de que la bomba atómica
se puede generar
desde los genitales… Otro paisaje
que se desdobla. Apeñuscados
en posición de cuclillas
arañando acero,
y un movimiento de puntitas
en el atolladero: pasos
callados
para no despertar
al moribundo
que jala los talones…
EPIGRAMAS VENENO
I
¿Esperas que te dedique
mis epigramas, nuevo César?
Te los doy a beber.
Los hago con veneno.
II
Los poetas mediocres
responden a Huidobro:
“No pudimos hacer que
florecieran en el poema
…y ahora la usamos
prendida en el ojal”.
III
No persigo inmortalidad
ni fama en estos versos.
Yo sólo escribo
mi bosquejo de
mi voz que jode.
IV
Si escucharas al perico, Luis,
que del Dante recita
la Comedia en trocitos,
tu fama de culto perderías.
V
Al opresor:
Rodó la cabeza del zar Pedro;
la de Stalin, la de Hitler y la
de Mussolini. ¿Por qué la tuya
habrá de permanecer en su lugar?
XI
No sé por qué perdimos ese amor que nos
asombraba tanto. Los dos somos hijos de
la misma época desquiciada. Yo soy, sí,
uno de los peores… ¡y tú me ganas!…
XII
¿Quién como mi amada? NADIE.
Nadie… ¡¡y ahora ni ella!!
XV
Miel con vinagre
reciben los sedientos y
el hambre pasa quieta
merodeando almacenes.
XVII
Enemigo innombrable:
Te habrías ahorrado
muchísimos insultos
si desde la infancia,
siendo consecuente,
hubieras comenzado
por chingar a tu madre.
XVIII
Me saqué los ojos, como Edipo,
y los hijos de la chingada
esperan que sea cierto…
XIX
El único poder trascendente
lo tienen los gusanos
devorando cadáveres
a través de los siglos
y los siglos. Amén.
Tomado de:
https://circulodepoesia.com/2020/08/poemas-de-jose-vicente-anaya/
Poética
Me expongo en mi poesía.
Me enseñó a los desconocidos.
Y no sé si soy verdad, o qué,
porque después de darme
en el poema. Todo.
Quedo menos que brizna. Nada.
Profundidad desvanecida. Y temo.
Sin poder escaparme de mi miedo.
E s c a l o f r í o. Estoy allí,
incompleto y completo. Demostrado...
Autocrítica
Me observo en el espejo
y trato de encontrar a otro hombre
que no soy yo, que no puedo serlo;
el que fui y el que puede ser;
el poeta ramplón y el poeta maldito.
Pero me observo más
y tampoco soy un Dios
ni un hombre de trueno,
ni un héroe de aventuras irreales.
Soy este hombre que llora
sin que las lágrimas afloren,
pero que lucha
para que el llanto
no pierda el motivo de la vida.
En el trópico
Zumbas, mosquito,
y marcas la lentitud
del tiempo seco.
De Aludel trizado
(1974)
Tomado de:
https://dossemiofagia.blogspot.com/2011/06/poemas-de-jose-vicente-anaya.html
En el Trópico
Mosquitos ocultos en el aire
-t r a
n s p a r
e n t
e s –
escondidos en la luz, acechan.
Ojos de los locos:
MIRADAS de filosas navajas
que cortan
el abismo-
Junto al río Usumacinta
Mantos, sobre playa,
En parpadeante azul turquesa:
Miles de mariposas miles.
Palenque Chiapas
En
Puntas
De pirámides
El Sol posa su luz
Para abrazar contornos
Y demostrar el aura de la vida
Que en la selva centellea sus rayos
Como los leves parpadeos de mi corazón.
Vuelo de murciélago
Unas palmadas
(completamente oscuras)
en la oscuridad.
En el mar de Ciudad del Carmen (Isla) del Carmen
El día debería decir tu nombre
al enredarse
en tus cabellos.
La presente selección de poemas forma parte
de libro Peregrino
publicado en coedición: Alforja Arte y
Literatura, Gobierno de Chihuahua, CONACULTA, Instituto Chihuahuense de
Cultura, en la segunda edición (2007)
Tomado de:
https://www.revistaelgolem.com/2020/08/01/peregrino-jos%C3%A9-vicente-anaya/

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