(1 de julio de 1872, Baalbek, Líbano- 1 de junio de 1949, El Cairo, Egipto)
Una rosa que murió
Oh pájaros que buscan, ¿qué te buscan en tus andanzas?
Ellos respondieron:
Somos las esperanzas de la juventud; y aquí nuestro amado
vivió y sufrió.
Ella era la rosa en nuestro jardín, reinando
justamente con la sumisión de todos los que estaban allí.
Sin embargo, demasiado pronto la vimos caer de su trono y
luego desaparecer.
Y entonces nos ves buscando alguna vez un rastro de ella,
o acudiendo a donde solía estar.
Nerón
Esa gente que otorgó la victoria a Nerón
merece más vergüenza que él.
¿Qué era ese Nerón a quien adoraban?
Era grosero e ignorante,
un enano a quien criaron en la altura.
Se arrastraron ante él y él creció en arrogancia.
Lo glorificaron y extendieron su sombra
hasta que llenó la tierra de crimen.
Le dieron su poder, por lo que se
convirtió en un tirano sobre ellos, y peor.
El gobernante oprime solo cuando no tiene miedo
de la rebelión gobernada.
Algunos denuncian a Nerón, pero yo, la nación;
si lo hubiera desafiado, la retirada habría sido su
suerte.
cada nación crea su propio Nerón,
sea llamado "César" o
"Cosroes".
Tomado de:
Las pirámides
Erigió, levantó, construyó, consolidó
no en bien de la grandeza, ni tampoco en el suyo propio,
sino en aras de la misma tumba,
haciendo para ello esclavo a su pueblo coetáneo
y entregando a las cadenas a sus hijos
para darlos a sus enemigos el día de mañana.
Veo aquí mismo seres infinitos como granos de arena
demasiado numerosos para ser contados,
amarillo el rostro, húmedas las cejas,
como un forraje seco perlado de rocío,
corcovadas las espaldas, mudo el paso,
hormigas reptando, eternamente humilladas,
como mares confluyendo, como ríos divergiendo,
descendiendo, subiendo.
¿Es que todas estas almas que han de morir mañana mismo
edifican para un ser mortal un sepulcro sempiterno?
¡Ah de los difuntos! ¿No os ha hecho aguzar el oído
la voz del heraldo, que lanza su llamada una y otra vez?
¡Levantaos! ¡Contemplad a la plebe que os rodea
y pisotea cogotes de reyes disecados!
¡Levantaos! ¡Contemplad a vuestros enemigos
que ocupan vuestros lares
y gobiernan desde ellos, déspotas, todopoderosos!
¡En pie! ¡Contemplad vuestros cuerpos,
expuestos a la vista de todo aquel que guste de mirar!
Es la vuestra una resurrección en la que
cualquiera de nosotros, vaya o venga,
os pide cuentas de vuestras acciones ya pasadas.
No os libró que construyeseis alto,
que expoliaseis la tierra
o hicieseis esclavos a los reyes.
Más os valiera, en cambio, la buena memoria,
si hubierais humillado vuestra tumba a ras de tierra
y perseverado en el buen camino.
Yerra quien imagina que la tumba ha de serle fortaleza
y se protege de la muerte con la misma muerte.
Tomado de:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario