viernes, 19 de junio de 2020

POEMAS DE JEAN ARISTEGUIETA


(Guasipati, estado Bolívar, el 31 de julio de 1921 y falleció en Caracas el 8 de enero de 2016)

MUERTAS BELLEZAS

Museo Arqueológico. Madrid.


Fueron bellezas ahora están consumidas
en urnas en neblinas sin encuentro
donde los acantos alumbraron
las últimas oscilaciones de la sangre
Fueron bellezas sonámbulas
con desnudeces de oro de ansiedad
como la Dama de Ibiza resplandor
o como esa desconocida en medio de tesoros
conjurando la soledad del tiempo.

UN CANARIO


Quedó una pluma
              volando
                     sin volar
por entre la rutina
                   indiferente
de unos tiestos
               y otras cosas
quedó ilesa
           —última invocación
heredera de la vida—
transmitiendo un adiós mítico
La peregrina deseaba llorar
junto a tanta tristeza
el adiós indefenso
la flor dorada de su imagen
exánime todavía tibia
(Recordaba a Pelusa Pomerania
¿cómo estaría en ese instante
cuando todo es la nada?)
Resistió el temblor herido
        de las lágrimas
mientras unos niños
                 enterraban
el pequeño cadáver junto a un arbusto
que da flores semejantes a copas
Y allí metido en oscura hendidura
                    con una piedra negra como laude
                                                                             allí
se perdió
aquella figura que cantaba
aquella criatura que era
amarilis plumaje brillante inocencia.
Tomado de:


PAÍS DE LAS MARIPOSAS


6


Tendría catorce años la que escribe
y residía en una ciudad
construida entre colinas arenales
plantas maravillosas
colecciones de agua
comenzando por el Orinoco.
En esa edad se hizo solidaria
conservadora o quién sabe qué
revistiendo su habitación de adolescente
con la mayor festividad de mariposas.

Se acuerda que unos niños le ofrecían
en bandejas de arcilla
azules índigos
anaranjados sonámbulos
negros como las cabelleras de las Moiras
dorados de los álamos de otoño
Cuánta abundancia
de sonámbula claridad
cuánta invisible plenitud.

Ella lograba salvar
a mariposas violeta
a talismanes mariposas matizadas en ocre.

Era un país distante
con una flauta ignota alegrando su corazón
y el árbol de fuego
como visitante de la fantasía.

7


Ahora reposa en un plato ibérico
la rosa indefensa de una mariposa
puede surtirla como una elegía
pero es mejor la vida
cómo fue cómo fue cómo fue
Volaría entre las cayenas
y alrededor de las adelfas
en dualismo con pájaros
minúsculos duendes de un rojo tornasol.

IDEAL


Incendiar
las palabras falsas.

Terminar
con las promesas inútiles.

Romper
las sonrisas vacías.

Mirar el viento.
Ser como los pájaros.

Identificarse con los caminos.
Amar los insectos de oro.

Yo quiero eso,
nada más.

ELEGÍA A ALFONSINA


Ya tu nombre de luz pura se hace niebla
en la desnuda playa de lo arcano.

Viene cayendo, fina, la soledad sobre el nardo exquisito de tu espíritu.

¡Qué tristeza de brisa con recuerdo
coronando el ensueño de tu voz!

Un perfume de ausencia y de penumbra
tu partida define, peregrina.

Y qué suaves las visiones de la muerte,
añorando tu vuelo de cantora.

En el alma, la emoción levantada de tu adiós
vierte límpidos silencios...

FÁBULA DESTE ABRIL


«Y mis gemidos
se pierden en la noche silenciosa
que los recoge y a la mar los cuenta

Safo



Taciturna belleza,
Espíritu lejano,
Indefensa ternura;
Deseo de un deseo,
Azul de soledades.

Dame la mano,
Amor.
Un suspiro insondable
Atraviesa la sombra
De mi celeste sombra.

Te llamo tiernamente:
Misterio, dulce niebla;
¿Vendrás a darme olvido,
Noltalgia delicada?
Oh silencio de flor.

Angeles amarillos
Custodian esta llama;
Ay, qué amorosa queja
Rodea mi corazón;
¿Vendrás a libertarlo?

PARA TI, EN ABRIL


En la rosa encantada
De tu nombre,
Amo el perfume
De la belleza

En la brisa inasible
De tu sombra,
Evoco la tristeza
De la lluvia.

Esta llama de ardor,
De puro sueño,
Ante tu sonreír
Y su nostalgia.

INVOCACIÓN A SAFO


Amor que mis sentidos atraviesa
Y cruel hiere la rosa de mi nombre
Es antiguo en tus venas en tu sino
Safo por la pasión crucificada
Safo como bandera por el viento
Amor con alas con fatal desvelo
Se prende a mi verdad alucinada
Safo de la vehemencia degollada
Safo con aire vivo entre la muerte
Y azul de hierba en medio de la boca
Oh nube desolada por mi alma
¡Sálvame para siempre de temores!
Y Safo delicada lira pura
Me da su resplandor su poesía
Donde la flor con la esperanza ceden
Y todo en lágrimas yace sin ventura
Para caer de un ciego sentimiento
Ay diosa de grandeza verdadera
Dame por fin tu antorcha ya perezco
El amor del amor rodea mi aliento
Y gimo al tiempo irremediablemente
Safo pradera en sangre templo-aroma
Me pierdo entre tinieblas quebrantadas
Vienen la soledad la nada el polvo
Y quedo solitaria de infinito
Vuelve a mi corazón tu fe llameante
Que el amor es un mar atribulado
Un cielo con relámpagos de triunfo
Que el amor del amor mi pecho azota
Y lo enciende atormenta y fortalece
Safo del gran amor maravillado
Del poema caído en pleno fuego
Safo madona leve castigada
Dame la exaltación y sus raudales
Quiero morir amando para siempre
El torrencial secreto del amor.

AMOR

Amor en cuya entraña
Se detiene mi savia,
Amor en la certeza
De mi deslumbramiento.

¿Eres la primavera
Con flores y rumores?
¿Eres muerte gozosa
Con palmas y arroyuelos?
Amor en la intangible
Altivez del delirio,
Amor con desespero
Arrasador y límpido.

CANTO LIBRE

Alma pura te necesito porque sí
Pues ya mi corazón es un vértigo
Cedo al impulso del frenesí caigo en el vacío
Alma de mi alma apasionada clamo por ti
Oye este mi ruego con desespero con alas
Llamándote con los nombres más errantes
Esperando por tu aroma-secreto esperando
Todo me es indiferente me rindo a la melancolía
Alma pura distinta alma de rosa enamorada
Tuya es esta muerte mía esta muerte
Tómame como soy ardiente desolada visionaria
Escúchame alma con esperanza escúchame
Por la lealtad por la belleza torrencial
Es sed de tu infinito sed de amor maravillado
Lo que siento es temblor alucinado por la fe
Alma para quien ilumino estas estrofas
Brotadas del fondo de mi ser tumultuoso
Ven y levántame con tu claridad
Fatigada está mi sangre fatigada está
La dulzura se incendia en mis brazos
Y luego resucita resucita gracias a ti
Alma alma mía recibe mi voz incontenible.
Tomado de:



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