domingo, 16 de junio de 2019

POEMAS DE WILLIAM STANLEY MERWIN


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(30 de septiembre de 1927, Nueva York, Nueva York, Estados Unidos - 15 de marzo de 2019, Haiku, Haiku-Pauwela, Hawái, Estados Unidos)


El deseo del poeta

…lector no creo
que ningún otro esté
esperando estas palabras
que quisiera que pareciera
que se te han ocurrido a ti
y que las llevaras contigo
como si te pertenecieran

Para el aniversario de mi muerte


Uno de estos años sin saberlo
cruzaré el día
en que los últimos fuegos se habrán despedido
y el silencio incansable viajero
habrá partido como el rayo de una estrella abatida

Será entonces que dejaré de sentir la vida
como si vistiera una extraña prenda
asombrado ante la tierra
el amor de una mujer
y la desvergüenza de los hombres

Haré sin saberlo
una reverencia ante lo desconocido
como hoy
que escribo después de tres días de lluvia
y concluido el torrente escucho cantar al reyezuelo

(Del libro The Lice, 1967)

Berryman


les diré lo que me dijo
en aquellos años justo después
de la guerra como entonces llamábamos
a la segunda guerra mundial
no pierdas tu arrogancia todavía dijo
podrás perderla cuando seas viejo
piérdela demasiado pronto y apenas
podrás reemplazarla con vanidad

sólo una vez me sugirió
cambiar el orden habitual
de las mismas palabras en un verso
para qué señalar una cosa dos veces

sugirió que le rezara a la musa
que me arrodillara y rezara
allí mismo en el rincón
y lo decía literalmente

era en aquellos días antes de que
se dejara la barba y de que bebiera
aunque ya estaba metido en su propia
vorágine que lograba sortear moviendo
el mentón hacia los lados y la cabeza levantada
como cuando un velero cambia de bando

era mucho mayor de lo que las fechas hacían
suponer mayor que yo él andaba en sus treintas
fruncía la nariz con un acento que creo
que había aprendido a imitar en Inglaterra

en cuanto a publicar me aconsejó
tapiza la pared de tu cuarto con cartas de rechazo
sus labios y los huesos de sus largos dedos tremulaban
con la vehemencia de sus ideas sobre la poesía

dijo que la gran presencia
que todo lo permite y lo transmuta
en poesía era la pasión
la pasión era el genio y elogió el movimiento y la inventiva

yo apenas había comenzado a leer
le pregunté cómo puedes llegar a estar seguro
de que lo que escribes de veras vale la pena
y me dijo no puedes

no puedes jamás podrás estar seguro
uno se muere sin saber
si algo de lo que uno escribió valía la pena
si tienes que estar seguro no escribas

         (Del libro Opening the Hand, 1983)

Oda al  margen


al seguir las negras
huellas el rastro
de palabras que han pasado
por allí antes que yo
vuelvo una y otra vez a
tu desierta playa

no es el final aún
pero no hay allí
nada más por ver
por leer por seguir
por entender
y cada vez vuelvo
para continuar
de la misma manera
al tiempo que respiro
para recobrar el aliento

mientras más amplio eres
más vacío y más inocente
de cualquier señal más
precioso me parece el texto
así lo siento al abrirme
paso a través de él consciente
de mí aguzando el oído
atento a cualquier sonido
que pueda provenir de ti

(Del libro Present Company, 2005)

Oda a los cables sobre nuestras cabezas


este es el año
en el que no volvieron las golondrinas
ustedes no se han dado cuenta

a lo largo de esta primavera
los mensajes nocturnos
han dejado de pasar a través de
las patas de esos pequeños pájaros que
emplazados en hilera
los sostienen a ustedes
con la nerviosa
telegrafía de sus voces

con las notas de esa música
que cambia conforme
parten una vez más
a navegar a solas o en parejas o
en bandada a través
del largo haz de luz
acaso planearán sobre los jardines
rumbo a los empinados pastizales
sobre el río
y volverán a sus lugares
para continuar contando
qué había allí mientras allí estuvo
—ustedes no los escuchan—
lo que ahora falta

(Del libro Present Company, 2005)
Traducción de: Rafael Vargas

Las uñas

Te di pena de colgar en tu pared
como un calendario de un color.
Llevo un lugar desgarrado en la manga.
No es tan simple como eso.

Entre ningún lugar mío y ningún lugar tuyo
, habrías pensado que ya conocería el camino por el simple
hecho de pensarlo.
Oh, sé
que no tengo excusa para quedarme atrapado aquí girando
Como un espejo en una cuerda,
Excepto que no es creíble cómo
Todo sigue cambiando.
La pérdida tiene una elección más amplia de direcciones
que la otra cosa.

Como si tuviera un sistema
, revuelvo las mentiras,
dándoles la vuelta, si tan solo
pudiera estar seguro de lo que había perdido.
Descubro mis huellas, yo
Empújalos hasta que los ojos se abran.
No recuerdan lo que parecía.
¿Cuándo lo usé por última vez?
¿Era como un anillo o una luz
o el estanque de otoño
que se atraganta y brilla pero se
vuelve más frío?
Podría estar todo en la mente. De todos modos,
nada me lo devuelve.

Y he sido para ver
Tus manos como árboles arrastrados por una inundación,
La misma película una y otra vez,
Y una vieja en eso, rompiendo su cuenta
Hasta el último de los dígitos, y nada
Y el espacio en blanco.

El rayo me ha mostrado las cicatrices del futuro.

He echado un largo vistazo a alguien
Solo como una llave en una cerradura
Sin lo que se necesita para girar.

No es tan simple como eso.

El invierno recordará tu cosecha iluminada
para la cual no hay ayuda, y la semilla
de la elocuencia abrirá sus alas
cuando te hayas ido.
Pero en este momento
Cuando las uñas besan los dedos, adiós
Y mi única
posibilidad es sangrar por mí,
cuando mi única oportunidad está sangrando,
por decir la verdad o la comodidad,
no tengo más lengua que una herida.

El río de las abejas
En un sueño regresé al río de las abejas.
Cinco naranjos junto al puente y
junto a dos molinos mi casa
En cuyo patio un hombre ciego siguió a las
cabras y se puso a cantar.
De lo que era más viejo

Pronto serán quince años.

Era viejo. Tendrá caído en sus ojos

tomé mis ojos
Un largo camino hacia los calendarios
Cuarto tras cuarto preguntando cómo viviría

Uno de los extremos está hecho de calles
Un hombre procesiones lo llevan
Vacías botellas sus
Imágenes de esperanza
Se me ofreció su nombre

Una vez una vez y otra vez,
en la misma ciudad en que nací,
preguntando qué diré que

habrá caído en su boca
Los hombres piensan que son mejores que la hierba.

Vuelvo a su voz que se eleva como un bocado de heno.

Era viejo, no es real, nada es real,
ni el ruido de la muerte que dibuja el agua.

Somos el eco del futuro.

En la puerta dice qué hacer. para sobrevivir,
pero no nacimos para sobrevivir,
solo para vivir

Los barcos están listos en silencio
Amarrados al mismo anillo:
La hora, la oscuridad y yo,
Nuestros compases encapuchados como halcones.

Ahora, el recuerdo de ustedes viene adolorido
Con un lavado de pedazos rotos que nunca abandonaron el puerto
En el que una vez planificamos los viajes,
Vienen a golpear como corazones preguntando:
¿Qué salidas en esta marea?

Aliento de tierra, aliento cálido,
aprietas el frío alrededor del ombligo,
aunque todas las orillas, excepto la primera, han sido extrañas,
y la primera no estuvo en casa hasta que la dejaste.

Nuestra elección es nuestra, pero no la hemos hecho.
Teniendo como lo hace, nuestro destino está
rodeado de pérdidas como con el coral, y
un destino solo hasta que se alcanza.

Te he dejado mi esperanza de que me recuerdes,
aunque ahora hay poco parecido.
En este momento no pude creer en ningún cambio,
el mástil
Vibrando perpetuamente entre las mismas constelaciones,
La noche nunca retirando su virtud oscura
> Desde el puerto en forma de corazón,
El mar latiendo como un corazón,
El cielo saltó como un corazón,
Donde Sé que la luz se romperá como un grito
Sobre un descubrimiento:
'Vacío.
¡Vacío! ¡Mira!'
Mira. Esta es la mañana.


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