domingo, 15 de noviembre de 2020

POEMAS DE PARVIN ETESAMI

(17 de marzo de 1907, Tabriz - 5 de abril de 1941, Qom, Irán)



La pequeña paloma

 

Tú, pequeña paloma, desde tu nido,

en lo alto del árbol.¡Vuela y aprende a saltar !.

¿Hasta cuándo quieres ser una niña??

Intenta aprender en los jardines, picoteando entre las hierbas...

La eternidad no puede ser domesticada. ¿Por qué te has dejado tú, domesticar?

 

Aprende a...marcharte.

No te preocupes por los cazadores.

En lugar de pensar en ellos,  aprende a ver  y observar .

Por el día, busca  tu agua y tu alimento .

Durante la noche, aprende la calma y descansa.

Fragmento de la Qasida numero 63

Tomado de:

http://www.heroinas.net/2020/03/parvin-etesami-poeta-irani.html

 

El lugar de una mujer

 

El lugar de una mujer

 

Un hogar sin mujer carece de cordialidad y afecto.

Cuando el corazón de uno está frío, el alma está muerta.

 

La Providencia no ha decretado en ningún libro o discurso.

que la excelencia es parte del hombre, el defecto de la mujer.

 

En el edificio de la creación, la mujer siempre ha sido el pilar.

¿Quién puede construir una casa sin cimientos?

 

Si la mujer no hubiera brillado como el sol sobre la montaña de la vida.

El joyero del amor en vano buscaba gemas en la mina.

 

La mujer era un ángel en el momento en que mostró su rostro.

¡Qué irónico, entonces, que Satanás calumnie al ángel!

 

Platón y Sócrates fueron geniales porque las madres

que los criaron también lo fueron.

 

Loghman fue socorrido por su madre en la cuna.

mucho antes de que la asistencia a la escuela lo convirtiera en filósofo.

 

Héroes o místicos, ascetas o juristas,

todos fueron los primeros alumnos de su escuela.

¿Cómo puede un niño sin madre aprender a amar?

Un reino sin gobernante no ofrece seguridad ni orden.

 

¿Quieres conocer los deberes del hombre y la mujer?

La esposa es el barco, el marido el marinero.

 

Cuando el capitán es sabio y el barco está sólidamente construido.

¿Por qué debería haber miedo a vorágines y tempestades?

 

Si el desastre golpea este mar de problemas.

ambos pueden confiar en la diligencia y el esfuerzo del otro.

 

Las niñas de hoy son las madres de mañana.

Sobre las madres descansa la grandeza de los hijos.

 

La ropa de los buenos hombres estaría hecha jirones

si las manos de las buenas mujeres no repararan sus agujeros.

 

¿En qué radica la fuerza y ​​el sustento del hombre? En el apoyo de su esposa.

¿Qué son las riquezas de la mujer? Amor por sus hijos.

 

Una buena esposa es más que la dueña de la casa.

Ella es su médica y enfermera, tutora y protectora.

 

En tiempos de felicidad es camarada y tierna amiga.

En tiempos de adversidad, comparte los problemas y es una ayudante.

 

Una esposa comprensiva no frunce el ceño en tiempos de escasez.

Un marido amable no se ensucia la boca con palabras feas.

 

Si la vida se vuelve inquieta como un caballo rebelde,

marido y mujer se ayudan mutuamente a tirar de las riendas.

 

Ese hombre o mujer triunfa a la grandeza

quien recoge frutos del huerto del conocimiento.

 

En el mundo de las artes y las ciencias se ofrecen bienes atractivos.

Negociemos en ese mercado.

 

Una mujer que se niega a comprar las gemas de la educación y el aprendizaje

ha vendido la joya de su preciosa vida a un precio demasiado bajo.

 

Vivos son solo aquellos que visten un manto de excelencia;

muertos son aquellos cuyo valor se mide por su desnudez.

 

La Providencia nos proporciona innumerables libros de ideas.

Los destrozamos todos en busca de un título o eslogan.

 

Cuando las escuelas se abrieron sabiamente, nos comportamos tontamente.

Cuando las artes florecieron, nos escondimos.

 

Si se derriba la caseta del egoísmo y la languidez del Diablo

, todos estaremos perdidos.

 

Nuestro tiempo lo gastamos en cosas como averiguar

cuánto cuesta el vestido de este, cuánto cuesta los zapatos.

 

Para nuestros cuerpos compramos adornos fantásticos.

Para nuestras almas solo confeccionamos abrigos de desprecio.

 

Socavamos los cimientos de nuestro edificio espiritual con vanidad.

pero construye nuevas tiendas en todas partes por el bien de nuestro cuerpo.

 

Esta actitud traiciona corrupción, ni dignidad.

Esta conducta representa abyección, no gloria.

 

No crecemos de forma silvestre como la maleza en las llanuras y orillas de los ríos.

No somos pajaritos contentos con algunas semillas.

 

Si nos limitamos a usar nuestro propio tejido en casa, ¿qué nos importa?

Si el brocado de otros ha subido o bajado de precio.

 

La tela gastada de nuestra propia fabricación es más bonita

Que la seda producida por extranjeros.

 

¿Hay manto más precioso que el del conocimiento?

¿Qué brocado es más bonito que el de aprender?

 

Cualquier clave tejida por el huso de la sabiduría

en el taller de la ambición se convierte en lino y seda.

 

No por usar aretes, collares y brazaletes de coral

, una mujer no puede considerarse una gran dama.

 

¿Para qué sirven los coloridos brocados de oro y los adornos brillantes,

si el rostro carece de la belleza de la excelencia?

 

Las manos y el cuello de una buena mujer, O Parvin,

merecen las joyas del saber, no del color.

 

Traducido por Heshmat Moayyed

Tomado de:

http://iranianarchives.org/poetry/parvin-etesami/179-a-woman-s-place-by-parvin-etesami

 

 

"Las lágrimas del huérfano"

Caminaba cierto día desfilando el rey por la calle mayor

Elevándose de toda calle y azotea, de fervor un clamor

y entre ellos la voz de un huérfano se oyó que preguntó

¿qué era aquello que le daba, a la regía corona esplendor?

Y fuele uno y respondiole, no sabemos nos de qué se trata

mas cierto es que nos encontramos, ante género de gran valor

y a ellos acercose una anciana, enjuta y corcovada que decía

lo que veis son lágrimas de mis ojos, y  sangre de vuestro corazón

con ricos ropajes y bastones de mando, a nosotros engañaron

y ya hace años que conoce a su rebaño, este lobo predador

en las mejillas de los huerfanos mirad, las gotas de lágrimas caer

para así saber donde residen , de las relucientes gemas el valor

¿de qué te sirve –Parvin- decir la recta verdad, a los que torcidos caminan

¿Acaso alguien a quien el correcto y recto hablar, no le cause sinsabor ?

Parvin-e E'tesamí , año 1921

Traducción del original en persa: Javier Hernández

https://www.facebook.com/desvelandooriente/posts/327754017568127/

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario