domingo, 12 de septiembre de 2021

POEMAS DE CLIVE JAMES

 

(7 de octubre de 1939, Kogarah, Australia - 24 de noviembre de 2019, Cambridge, Reino Unido)



RETRATO DE UN ESCRITOR

 

 

 

Me deslumbra tu piel mientras me pintas.

 

Tus veinticuatro años: un milagro

 

de juventud turgente cuando esbozas

 

las manchas que hacen de mi cara guerra

 

perdida contra el tiempo.  Así comienzas

 

-dando profundidad a los contornos-

 

tu vida como artista.  Yo la acabo.

 

 

 

No omitas el relato que mi boca

 

posando inmóvil cuenta: cómo tuve

 

el don de entretener.  Fui un juglar;

 

solía fingir penas con esfuerzo.

 

Mis ojos legañosos, pozos secos,

 

antes brillaban, hoy segregan líquido.

 

Dales vislumbres del fulgor perdido.

 

 

 

Fiel a tu integridad, intransigente,

 

ignoras mis plegarias silenciosas

 

representando el daño de los años.

 

Procuras ser veraz aunque no guste.

 

Y lentamente surge este otro hombre,

 

que no es el yo que yo quisiera ser,

 

sino más bien el yo que tanto evito.

 

 

 

Imagina que escribo mientras pintas

 

tu descripción cabal.  Todos dirían

 

que el texto es irreal, inverosímil.

 

No hay nadie cuyos labios brillen tanto.

 

“¿A eso ha llegado?  ¡Seda por pestañas!”

 

Tu retrato en palabras suena incierto,

 

pero la vista atesta su verdad.

 

 

 

¿Creemos en lo bello si se muestra

 

ante nosotros?  Deja sin aliento.

 

La cuenta atrás mortal se reinicia,

 

hasta el último día tictaquea:

 

gocemos esta luz mientras podamos.

 

La pausa del almuerzo.  ¿Algún progreso?

 

Ah sí, soy yo –me temo-enteramente.

 

 

 

WHITMAN Y LA POLILLA 

 

 

En su vejez, Walt Whitman-cuenta Brooks-,

 

desnudo y con sombrero, sentado en un estanque,

 

atestaba de apuntes sus últimas libretas

 

nombrando los arbustos, las aves, los insectos…

 

 

 

No lo abatió la guerra, pero vio

 

horrores de hospital que hielan almas.

 

Al fin asegurada, la Unión se volvió ruin:

 

proselitista, al mando, reinaba la codicia.

 

 

 

Tiempos de desconsuelo.  Solo fueron paliados

 

viendo a la creación reinar suprema.

 

Se quebró una crisálida, surgió una mariposa:

 

América emergente despertó de su sueño.

 

 

 

A orillas del estanque, caminaba

 

y en barro dulce untaba pies dolientes.

 

Conoció a una polilla: trabaron amistad:

 

se posaba en su mano como en busca de sangre.

 

 

 

Pero algo los unía, sus respectivos límites,

 

el espacio de encuentro del Arte con mayúsculas:

 

Whitman bailó y cantó, volar le fue imposible;

 

la polilla no pudo crear Hojas de hierba.

 

 

 

Formaban una imagen de intercambio

 

entre la mente y todo lo que excede,

 

sin deber alejarse.  Nada raro

 

había en extender la mano amiga

 

 

 

a un ser tan frágil, suave como el polvo.

 

Sintiendo el frío estanque con luz de atardecer,

 

bendijo a la polilla, nueva vida

 

llegada a tiempo para ver su muerte.

 

 

LA SOMBRA LO SABE

 

 

Mira cómo la sombra del yo que fui en vida

 

recorre la cocina recogiendo los platos.

 

El lavaplatos rinde su tesoro escondido

 

de futuros fragmentos de un presente remoto.

 

Los tazones azules vuelven a la alacena.

 

 

 

Voy con frecuencia a casa, pues las sombras

 

son débiles y tienden al retorno.

 

Ahora que he acabado mi trabajo,

 

la paz que amo está aquí.  Y puedes escucharme

 

más claramente ahora que cuando hablaba ausente.

 

 

 

Soy la sombra y el viudo, pues corté

 

el hilo de la vida: tu inocencia.

 

Pero aquí estás, real, muy por encima

 

de todos mis triunfos.  Por ti pienso

 

en el amor que en otro tiempo fuimos.

 

 

 

PRIMAVERA NIEVE BAILARINA 

 

 

Nieve y hielo hasta abril. En las grajas de Gales,

 

corderos no nacidos fallecen congelados.

 

Si bien el aire hiere mis pulmones,

 

hay luz primaveral.  Brillante y gélida,

 

el alba falsa es nuevo ardid del frío.

 

 

 

Nací, viví, y aprendo a dar las gracias

 

por mi larga existencia, que se escurre,

 

no sin antes brindarme el espectáculo

 

de la contigüidad de vida y muerte.

 

Sirva de ejemplo el cuadro de esta tarde:

 

 

 

mi nieta, tan veloz como mis ojos,

 

dio pasos de ballet en la cocina.

 

Me quedé sin aliento por la suerte

 

de haber visto bailar a mi cordero.

 

Más pronto no podré volver a verla.

 

Clive James

Fin de fiesta

Traducción al español de Luis Castellví Laukamp

Pre-textos, 2021

Tomado de:

https://www.revistaaltazor.cl/clive-james-2/

 


ARCE JAPONÉS 

 

 

Tu muerte cercana llega fácil.

 

Se desvanece sin traer dolor alguno.

 

Mi aliento frágil

 

Incomoda. Al sentir la ausencia de energía, sólo tu pensamiento y la vista quedan,

 

quizá más.

 

 

 

Dime cuándo has visto tan delicada

 

belleza, cuales gotas de rocío

 

resbalan por las hojas del arce; saturan los muros rojos de ladrillo,

 

¿de tantos cuartos Ámbar de paredes reflectantes de cristal?

 

 

 

Todo se torna aún más profuso al anochecer.

 

De centellas se llena el aire

 

Infinitamente.

 

Le seguirá esperando cuandoquiera que la lluvia llegue.

 

Más allá de mi tiempo, que asumo ahora.

 

A petición de mi hija, un nuevo arce.

 

Otoño llega y sus hojas van de ceniza.

 

Vivir para ver eso debo. Así

 

Acabará este juego para mí. No obstante, esta vida sigue siendo igual

 

 

A puertas llenas del rocío de mis ojos,

 

Dando vida a una última ola de color

 

Mientras mi mente perece en llamas,

 

Fuego iniciado por una visión

 

de aquel mundo

 

que brilló tan resplandeciente al final,

 

Hasta extinguirse.

 

 

 

Traducción: Nathye Serrano



TIEMPO DE DESCUENTO 

 

 

Bonito truco del destino hacerme

 

pensar en que podría fallecer

 

mañana, y luego darme algo de tiempo.

 

Siento que me quedé más de la cuenta.

 

Cada noche me enfrento a la ascensión

 

que parece una cuesta hacia los cielos:

 

subir el Himalaya hasta mi cama,

 

muevo los pies como si los peldaños

 

fueran troncos rodantes, y allí sueño

 

que al alba sigo vivo y vuelvo abajo.

 

Este sueño podría ser real,

 

pero no perpetuarse. Mi libreta

 

un día yacerá sin ser usada

 

para mostrar el tiempo que tardó

 

el silencio en cumplir su cometido.

 

 

 

(Clive James, Fin de fiesta. Últimos poemas. Pre-Textos, 2021. Traducción: Luis Castellví Laukamp).

Tomado de:

http://www.jorgeordaz.com/2021/05/un-poema-de-clive-james.html

 

Esposa golpeando

La puerta se cierra de golpe

Hola cariño, estoy en casa

Anoche todavía está vívida en su mente

Platos rotos

Sangre arremolinándose por el fregadero

Los moretones todavía están en carne viva en su cuerpo

Ella finge felicidad

Él cambiará

Algún día

 

El bar 66

El bar estaba vacío

Acerqué un taburete

La camarera se acercó

Cerveza por favor

Horas más tarde me sentí tan vivo

Eléctrico

Extasiado

Rey del mundo

El bar todavía estaba vacío

 

Matadero surrealista

Mujer mortal

La femme fatale de la palabra

Estos inquisidores

Apelan a las brujas excéntricas

Como miran viejos espectadores

Más que atractivo El

sexo es mujer

Ella es verde

Ella con la envidia es más

Glamour se zambulló en el mar

Tomado de:

https://www.poemhunter.com/james-clive/poems/

 

 

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