martes, 18 de agosto de 2020

POEMAS DE GABRIEL FERRATER

                        (20 de mayo de 1922, Cataluña - 27 de abril de 1972, San Cugat del Vallés, España)

Ídolos

Entonces, cuando yacíamos

abrazados frente a la ventana

abierta al desmonte de olivos (do

semillas desnudas dentro de un fruto que el verano

ha abierto violento, y que se llena

de aire) no teníamos recuerdos. Éramos

el recuerdo que tenemos ahora. Éramos

esta imagen. Ídolos de nosotros

para la fe sumisa de después.

 

Traducción de José Agustín Goytisolo

 

Kensington

 

La luz de estío nórdico es inmensa

-y aquellas tardes que no mueren nunca.

Tal la paz de después. Cuando ellas dicen

casi el viejo secreto que buscamos siempre

por sendas nuevas.

Y ella habla, y me cuenta

las imágenes que con ella recorren su camino:

su camino, tan lento, por donde la conduzco

hasta la cima.

«Siempre creo que me transformo.

Nunca sabrás las cosas que me haces creer,

cuerpo mío. Una vez yo fui Kensington,

esa extensión de calles tortuosas,

llenas de luz sin sol. Y hace un momento

te digo que me he vuelto una flor amarilla.»

Imágenes florales me son fáciles.

Du bist wie eine Blume, y en la mano

tengo aún el recuerdo de una flor carnívora,

la cosa que se abre hasta una flor

de húmeda carne, la corola abierta

vasta increíblemente, para que yo, insecto,

me entregue. Digo:

«Te conviertes en flor,

y hacia aquí todo el cuerpo te sube».

Me equivoqué. Luz pura. Todos los dibujos

que sé calcar, no sirven. Y corrige:

«No, no cuenta esa flor. Era del todo

amarilla. Te me he vuelto una flor amarilla».

 

Traducción de José Agustín Goytisolo

 

Engaño

 

«Di, ¿por qué me hiciste

confiar en mí?»

¿Te he podido engañar,

corazón tan perplejo?

«Me has querido sobornar,

cauto, sin orgullo.»

Sin espera, con orgullo,

te me entregaste.

«¡Y era para hacerme daño

cuando viniera hoy!»

Oh, ¿cómo te me has creído

que me serías fiel?

 

Traducción de José María Valverde

Tomado de:

https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-gabriel-ferrater/

 

Habitación de Otoño

La persiana, no del todo cerrada, como

un retenido espanto de caer hasta el suelo,

no nos aísla del aire. Mira, se abren

treinta y siete horizontes rectos, finos,

mas los olvida el corazón. Y sin nostalgia

va muriendo la luz, que era color

de miel, y ahora es color de aroma de manzana.

Qué lento el mundo, qué lento el mundo, qué lenta

la pena por las horas que se van

aprisa. Dime ¿te acordarás

de esta habitación?

«La quiero mucho.

Aquellas voces de obreros... ¿Qué son?»

Albañiles:

falta una casa en esta cuadra.

«Cantan,

y hoy no les oigo. Gritan, ríen,

y hace raro que hoy callen».

Qué lentas

las hojas rojas de las voces, qué inciertas

cuando a cubrirnos vienen. Soñolientas,

las hojas de mis besos van cubriendo

los escondites de tu cuerpo, y mientras tú ya olvidas

las hojas altas del estío, los días

abiertos y sin besos, en el fondo

recuerda el cuerpo: aún

mitad es de sol tu piel, mitad de luna.

 

Traducido por José Agustín Goytisolo

 

Canción del atreverse a poder

Atrévete a poder ser fuerte, y no te detengas:

atrévete a poder ser viejo, que si tienes hijos

un testamento les atará bien corto.

Atrévete a poder que no te guste mucho

ir testado por un mundo que se separa.

Si te sobran hijos, arréglales una guerra.

Atrévete a poder dar trabajo a “charnegos”.

Con tu sueldo, comprarán vino bastante agrio

para que en tres años les pudra los dientes.

No te dé miedo: tú toma el opio de los ricos

(opio, te llega de Escocia y de Roma).

Tú, muchacho nuevo, confía en años futuros.

Bastante tiempo tendrás de hacerte amigos virgilios

que te leguen eneidas que salvar.

Atrévete a poder hacerte persona augusta

cuando tengas tiempo. Y hoy, Octavio, chico,

atrévete a poder degollar a Cicerón.

Barbado Alfonso, emperador de España,

primo de un Santo, y Sabio tú mismo,

fíjate bien, que vendrán otros más sabios

a historiarte, y dirán que eres mal rey:

les has perdido una sucia batalla

que ellos se han atrevido a poderse hacer suya.

Fíjate bien, general, que una patria

se atreve a poner mucha esperanza en ti.

No te atrevas, no, a poder perder batallas.

Pero tampoco hace falta ganarlas todas.

Si tienes napalm con que sembrar campos del Norte,

atrévete a poder perder guerras del Sur.

 

Traducido por Pere Gimferrer, J.A. Goytisolo y José M. Valverde

 

El mutilado

Ya sé que no le quieres.

No lo digas a nadie

Los tres, si tú me ayudas,

guardamos el secreto.

Nadie más ha de ver

lo que tú y yo hemos visto.

Se esconderá de todas

las personas y cosas

que antes eran amigas.

Vendrán días de invierno,

muy lejos de las mesas

donde os servían antes

ostras y vino blanco.

En los días lluviosos

no mirará el asfalto

donde os habíais visto

cuando ibais a pie

porque no había taxis.

No abrirá más los libros

que le hablaron de ti:

ignorará qué dicen

cuando no hablan de ti.

Y sobre todo, puedes

estar segura, nunca

sabremos dónde está.

 

 (fragmento. Versión de Pere Gimferrer)

Tomado de:

http://epicavamurta.blogspot.com/2015/09/gabriel-ferrater-poemas-en-espanol.html

 

Amanecer

 

La noche se va, otra noche, y el ala

de un inmenso aeroplano se ha colocado

entre el ancho azul y la ventana, y me pregunto

si es el más tenue verde o plateado, frío

como la insistente finura del cuchillo raspando

la imposición. de vida excesiva

fuera del útero, o de la luz misma, cuando la mano del niño se

abre: se está cansando de cerrar el puño para

agravar a sus hermanos, pretendiendo que tiene algún

tesoro. Él regala a su presa, y sé

que no es nada que no estuviera en mí ayer

y desconsolado, y siento frío al mirarme.

otro día, hueso seco de una fruta, sin pulpa,

fuera de la noche.

 

Título del original: Punta de Dia , de Les dones i els dies . Copyright © 1968 por Gabriel Ferrater

 

Los aristócratas

 

¡Oh Borges, Lowell, oh

patricios americanos ! Tienes tu

historia tan cerca y el disgusto está vivo contigo.

La historia también está cerca de mí. Y me da náuseas.

    No sabría escribir los poemas detallados

que escribes. Quizás mi asco

(que se ha vuelto viejo porque nadie cuenta su historia),

como los tobillos de una gitana,

me permitirá ser piel y estar vivo bajo la tierra,

pero soy más bien gris, y solo hablando

de generalizaciones, como un plebeyo

que nunca escuchó, fresco y lento,

los recuerdos de las mujeres en la

casa abarrotada , ahora vacía: un pozo de miedo.

 

Título del original: Els Aristocrates , de Les dones i els dies . Copyright © 1968 por Gabriel Ferrater

Tomado de:

http://www.beilharz.com/ferrater-e.html

 

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