martes, 11 de agosto de 2020

POEMAS DE GERALD BRENAN

 Gerald Brenan: “Cosas de España” - De Verdad digital

(7 de abril de 1894, Sliema, Malta -  19 de enero de 1987, Alhaurín el Grande, España)

EL BOSQUE

 

Innúmeras enredaderas escalan sin cesar

de árbol en árbol, de rama en rama.

El rocío cae y cae todo el tiempo

aunque no se pueda vislumbrar.

Pájaros sobre los extremos de las ramas,

adormecidos, lo sienten caer en gotas.

 

La luna y las estrellas yacen allí arriba

aunque no puedes verlas brillar,

el ruiseñor entona una canción de amor;

se podría aBrmar que por amor suspira,

pero sabes que está casado,

y disfruta una dulce felicidad.

 

En la oscura laguna solitaria

la noche de jarra clama al mar.

¿O se está quejando a la luna

de que por poco si roza el prado?

El lagarto cruje pasos en las hojas,

escuchando cómo golpea la brisa mañanera.

 

El búho, blanco búho, está revoloteando alrededor,

más blanco que la luna cremosa y pálida,

más blanco que la nieve del invierno, silencioso

(que resuene en la tenue laguna)

mientras aletea,

aunque con su grito resuena el bosque.

 

Ahora está muy oscuro el bosque.

Es justo antes del amanecer.

 

Escucha, ¿es la alondra en vuelo

que canta a la mañana tempranera?

Claro que lo es, así que vamos a escuchar

hasta que avistemos las gotas de rocío brillar.

 

Ahora desciende la luz, o más bien emerge el crepúsculo.

Nunca se distinguen brillantes días aquí.

Observa la precipitada huida de la luz de las estrellas,

que se baten en retirada cuando el amanecer se acerca.

Mira, el sol ha mostrado su ala

sobre el borde dorado del cielo.

 

El tordo, orgulloso tordo, está allí, posado,

cantando en esa rama encostrada de rocío.

Nunca hubo canción tan hermosa

como la canción que está cantando ahora.

Allí se aposenta y canta.

El bosque resuena con sus cantos.

 

El águila agita sus alas doradas,

y chillidos brotan hacia el cielo.

La alondra con cresta se eleva y canta.

Resuena el prado cuando se eleva;

Hasta ahora ha volado lejos, tan lejos

que su canción se encuentra dispersa por el camino.

 

Venecia, enero de 1913

(Después de tomar hachís)

 

MUERTE EN EL BOSQUE DE COVIN

 

La paz de los árboles

caerá sobre ti;

alargados brazos esplendentes

en brillante luz de luna serán tuyos para siempre.

Y todos los racimos de flores y estrellas

te esperarán en el palacio eterno;

y por los pasillos sin fin la luz de la luna

vendrá a ti como mujeres extrañas en un sueño.

¿No goteará inmóvil el rocío de los árboles fulgentes?

¿No soplará el viento en la colina?

¿No he de yacer allí frío e inmóvil?

 

Abril de 1916


ANTES DE LA GUERRA (PRE-WAR)

 

Ah, ¿el prado de hierba trepará alto,

luchará por intentar llegar por encima de las flores,

por el amor que alberga el firmamento,

por el anhelo que comparte?

 

Ah, ¿levantarán las flores la cabeza,

cabezas mustias desde el césped,

de su cama fresca y musgosa,

si amasen el verdoso musgo gris?

¿Y alzaría yo un ojo nostálgico

para así ennoblecer mis esperanzas y mi corazón

si fuese dulce el día que hoy pasaba,

si la alegría compareciera para no marcharse?

 

Miserden, junio de 1913

 

LA GUERRA

 

Deambulo por jardines abandonados,

y arranco las últimas flores de noviembre.

Los ladrillos caídos sobre las rutas de acceso;

la madera podrida, todavía pintada de verde,

fue una vez el enrejado de las enramadas

que una vez estuvieron envueltas en madreselva.

Los caracoles han salido de la caja de la frontera.

El musgo es verde sobre las rocas.

Las flores de roca, todas muertas.

Veo la cabeza seca de un girasol.

¡Oh, girar no más con las horas!

Se marchitan todas tus flores amarillas.

 

Hébuterne, noviembre de 1915.

Tomado de:

https://buenosairespoetry.com/2016/09/07/poemas-selectos-del-aegb-de-gerald-brenan/

 

LA LUNA URDE EL SILENCIO

 

Vi los cipreses.

Vi las estrellas de agujas.

Pero la luna urde el silencio.

 

Los grandes pinos se agitaron.

El cielo permanecía azul como una serpiente.

Pero la luna urde el silencio.

 

¿De qué sirve decir

el mundo es bello, hermoso,

cuando la luna urde el silencio?

 

Todo habla de amor.

Todo habla de la noche.

Pero la luna urde el silencio.

 

Se hace el silencio fuera.

Se hace el silencio en el interior.

La luna urde el silencio.

 

Se hace el silencio en mí.

Se hace el silencio en ti.

La luna urde el silencio.


AVES FÉNIX

 

En la calle los amantes conversan,

intercambian elogios.

Entre sus formas, mis pensamientos tristes caminan:

aves Fénix a la caza de palomas.

 

Aves Fénix rotas y rayadas y grises,

todavía furiosas por una vida enfurecida.

El fuego que consume sus venas durante el día

lega al anochecer un remanente de sangre y ceniza.

Tomado de:

https://buenosairespoetry.com/2016/09/29/el-instante-magnetico-gerald-brenan/

 

 

"Él pensaba que era joven"

paroles

Él pensaba que era joven;

Luego, subiendo Storgler Pass

cuando la nieve se caía,

toda la sangre abandonó su rostro.

Tuvieron que llevarlo a cuestas

a cuestas para no volver

 

¡Y pensaba él que era joven! que era joven! que era joven!

 

Él pensaba que era joven;

luego, al ver una chica bonita

sentada, sola y triste,

le arrojó su “hola” son sonrisa.

Ella se congeló como

la cabeza de una Gorgona.

 

¡Y pensaba él que era joven! que era joven! que era joven!

 

Él pensaba que era joven;

Luego, al verse en la cama

con su tiempo cortejada,

“¿Qué? ¡Sólo una vez!” ella dijo.

“Una vez, en la noche, noche sin fin!”

 

¡Y pensaba él que era joven! que era joven! que era joven!

 

Él pensaba que era joven;

Luego, arreció un dolor lejano.

Se extendió como Panzer Cops

hasta golpear corazón y sesos.

Tres días y ya estaba muerto, ya estaba muerto.

 

¡Y pensaba él que era joven! que era joven! que era joven!

Tomado de:

https://triomudo.bandcamp.com/track/l-pensaba-que-era-joven-de-g-brenan

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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