(7 de abril de 1894, Sliema, Malta - 19 de enero de 1987, Alhaurín el Grande, España)
EL BOSQUE
Innúmeras enredaderas escalan sin cesar
de árbol en árbol, de rama en rama.
El rocío cae y cae todo el tiempo
aunque no se pueda vislumbrar.
Pájaros sobre los extremos de las ramas,
adormecidos, lo sienten caer en gotas.
La luna y las estrellas yacen allí arriba
aunque no puedes verlas brillar,
el ruiseñor entona una canción de amor;
se podría aBrmar que por amor suspira,
pero sabes que está casado,
y disfruta una dulce felicidad.
En la oscura laguna solitaria
la noche de jarra clama al mar.
¿O se está quejando a la luna
de que por poco si roza el prado?
El lagarto cruje pasos en las hojas,
escuchando cómo golpea la brisa mañanera.
El búho, blanco búho, está revoloteando alrededor,
más blanco que la luna cremosa y pálida,
más blanco que la nieve del invierno, silencioso
(que resuene en la tenue laguna)
mientras aletea,
aunque con su grito resuena el bosque.
Ahora está muy oscuro el bosque.
Es justo antes del amanecer.
Escucha, ¿es la alondra en vuelo
que canta a la mañana tempranera?
Claro que lo es, así que vamos a escuchar
hasta que avistemos las gotas de rocío brillar.
Ahora desciende la luz, o más bien emerge el
crepúsculo.
Nunca se distinguen brillantes días aquí.
Observa la precipitada huida de la luz de las
estrellas,
que se baten en retirada cuando el amanecer se
acerca.
Mira, el sol ha mostrado su ala
sobre el borde dorado del cielo.
El tordo, orgulloso tordo, está allí, posado,
cantando en esa rama encostrada de rocío.
Nunca hubo canción tan hermosa
como la canción que está cantando ahora.
Allí se aposenta y canta.
El bosque resuena con sus cantos.
El águila agita sus alas doradas,
y chillidos brotan hacia el cielo.
La alondra con cresta se eleva y canta.
Resuena el prado cuando se eleva;
Hasta ahora ha volado lejos, tan lejos
que su canción se encuentra dispersa por el camino.
Venecia, enero de 1913
(Después de tomar hachís)
MUERTE EN EL BOSQUE DE COVIN
La paz de los árboles
caerá sobre ti;
alargados brazos esplendentes
en brillante luz de luna serán tuyos para siempre.
Y todos los racimos de flores y estrellas
te esperarán en el palacio eterno;
y por los pasillos sin fin la luz de la luna
vendrá a ti como mujeres extrañas en un sueño.
¿No goteará inmóvil el rocío de los árboles
fulgentes?
¿No soplará el viento en la colina?
¿No he de yacer allí frío e inmóvil?
Abril de 1916
ANTES DE LA GUERRA (PRE-WAR)
Ah, ¿el prado de hierba trepará alto,
luchará por intentar llegar por encima de las
flores,
por el amor que alberga el firmamento,
por el anhelo que comparte?
Ah, ¿levantarán las flores la cabeza,
cabezas mustias desde el césped,
de su cama fresca y musgosa,
si amasen el verdoso musgo gris?
¿Y alzaría yo un ojo nostálgico
para así ennoblecer mis esperanzas y mi corazón
si fuese dulce el día que hoy pasaba,
si la alegría compareciera para no marcharse?
Miserden, junio de 1913
LA GUERRA
Deambulo por jardines abandonados,
y arranco las últimas flores de noviembre.
Los ladrillos caídos sobre las rutas de acceso;
la madera podrida, todavía pintada de verde,
fue una vez el enrejado de las enramadas
que una vez estuvieron envueltas en madreselva.
Los caracoles han salido de la caja de la frontera.
El musgo es verde sobre las rocas.
Las flores de roca, todas muertas.
Veo la cabeza seca de un girasol.
¡Oh, girar no más con las horas!
Se marchitan todas tus flores amarillas.
Hébuterne, noviembre de 1915.
Tomado de:
https://buenosairespoetry.com/2016/09/07/poemas-selectos-del-aegb-de-gerald-brenan/
LA LUNA URDE EL SILENCIO
Vi los cipreses.
Vi las estrellas de agujas.
Pero la luna urde el silencio.
Los grandes pinos se agitaron.
El cielo permanecía azul como una serpiente.
Pero la luna urde el silencio.
¿De qué sirve decir
el mundo es bello, hermoso,
cuando la luna urde el silencio?
Todo habla de amor.
Todo habla de la noche.
Pero la luna urde el silencio.
Se hace el silencio fuera.
Se hace el silencio en el interior.
La luna urde el silencio.
Se hace el silencio en mí.
Se hace el silencio en ti.
La luna urde el silencio.
AVES FÉNIX
En la calle los amantes conversan,
intercambian elogios.
Entre sus formas, mis pensamientos tristes caminan:
aves Fénix a la caza de palomas.
Aves Fénix rotas y rayadas y grises,
todavía furiosas por una vida enfurecida.
El fuego que consume sus venas durante el día
lega al anochecer un remanente de sangre y ceniza.
Tomado de:
https://buenosairespoetry.com/2016/09/29/el-instante-magnetico-gerald-brenan/
"Él pensaba que era joven"
paroles
Él pensaba que era joven;
Luego, subiendo Storgler Pass
cuando la nieve se caía,
toda la sangre abandonó su rostro.
Tuvieron que llevarlo a cuestas
a cuestas para no volver
¡Y pensaba él que era joven! que era joven! que era
joven!
Él pensaba que era joven;
luego, al ver una chica bonita
sentada, sola y triste,
le arrojó su “hola” son sonrisa.
Ella se congeló como
la cabeza de una Gorgona.
¡Y pensaba él que era joven! que era joven! que era
joven!
Él pensaba que era joven;
Luego, al verse en la cama
con su tiempo cortejada,
“¿Qué? ¡Sólo una vez!” ella dijo.
“Una vez, en la noche, noche sin fin!”
¡Y pensaba él que era joven! que era joven! que era
joven!
Él pensaba que era joven;
Luego, arreció un dolor lejano.
Se extendió como Panzer Cops
hasta golpear corazón y sesos.
Tres días y ya estaba muerto, ya estaba muerto.
¡Y pensaba él que era joven! que era joven! que era
joven!
Tomado de:
https://triomudo.bandcamp.com/track/l-pensaba-que-era-joven-de-g-brenan
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