LILITH
Si hubiera estado contento con la manzana
Me endurecí por él desde la sombra del agua;
ni conoció a las bestias por mis nombres; o ser capaz
para enhebrar mi encanto a través del prado custodiado;
si, feliz en la costilla y un solo pelo
Me vestí de sudor para él y pensó mujer,
no había visto ni escuchado el aire brillante
habla con el; o creyó a mi demonio espejo,
Yo que soy hija del vaso de Dios;
o si se hubiera quedado quieto con la brujería, cabalgado
la araña-centauro de su sangre encantada
- ¿Cómo podía perder, querer o conocer un Edén?
Los ángeles lo desenvainaron; Eden me echó
atando mi ausencia en su amor.
¿Cuáles son el verdadero jardín y la duda?
¿Cómo puede distinguir mi imagen de mi tumba?
Me buscará en su corazón,
y encontrarme, y no saber si soy Eva.
"TODOS ERAN ENCANTADORES Y CON ALMAS VIVAS ..."
Todos eran encantadores y con almas vividas
engendró su hermosura en cosas despiadadas:
en tortuosas redes de piedra, milagros
de artesanía sin aliento, la creación de alas.
Para algunos eran artífices, flaxen-miembros
y vino lloroso de los ojos emplumados de los ángeles;
algunos tenían corazón de águila y se avergonzaban
de languidez humana, miembros no como los de un águila.
Eran una respiración dorada;
una luz sedosa se movía a su alrededor mientras caminaban.
Todos eran portadores de ejes, la rueda
un girasol, un giro de la tierra.
Todos fueron espíritus de una hora, un acto,
brillando en las máscaras que hiciste hermosa.
ADÁN FUERA DEL EDÉN
bonae
sub regno Cinarae ...
(Horacio)
Él conoció, pero nunca vio, a los Querubines,
la corona de Beltane excluida de la espada Cefeida,
o la puerta de oriente irreal. Para él,
las barreras se encuentran dentro o debajo,
su mismo exilio. Sombras del Edén, sí:
su compañero (ojos de reojo y dientes vulpinos)
Ofrenda en vano de su desnudez;
los pájaros aventureros, los bestiarios vivos,
que vino a la mano todavía de su amo
matorrales y ramas; y, más doloroso que estos,
la cercanía inalcanzable, la vista estropeada,
de toda su alegría.
Este mundo no estaba a gusto:
¿Qué pasa con el inmenso tiempo indefendible, la noche,
negro terminal de lo desordenado
cazadores que se arrastraban y gritaban? No mas la luz
el vínculo de su nombre los mantuvo: cómo abatir
el horno atronador del león; soportar la oleada de furia
ambarina en el tigre,
de malvado marfil de lobos, el silencio
de odio polvoriento en la serpiente; el gris
estremecimiento volcánico de poder - trompeta y zumbido -
dios de la lava, gigante? O quedarse
el anillo de planetas hambrientos que vio arder
más allá de su fuego, fuego salvaje que se encorvó y yacía
y encorvado y tendido, bobinas apretando y girando?
Los terrores de la oscuridad finalmente murieron;
pero ¿hubo consuelo en los estandartes de la mañana?
Un nuevo paraíso sin duda yace en algún lugar del pasado
horizontes eventuales y lo conocido;
se aventuró, fue rechazado y buscó horrorizado
los pocos acres descortés de su propiedad.
Y así: la agonía sin lluvia del trigo,
la carne lúgubre del campo, su hueso gris y pedernal
que rompió la mano sobre el espacio, el calor
de cosecha parsimoniosa, y el rojo
Lilith de la guerra sobre las cosechas, la hazaña
herida de la amapola en el vientre del pan.
Aturdido por el trabajo en el suelo donde gay
y cardos lobos, los estranguladores azul ceniza, se extienden
-
apresurados y apiñados y desviados, y día a día
saltaron con dientes de dragón, se regocijaron y no fueron
asesinados -
vio su tiempo caer hoja por hoja.
Esta copa era profunda, no para ser llena a la ligera;
pero, pena o culpa, no había conocido lo peor:
los aires del Edén no debían calmarse;
Dios, que lo perdonó mucho, pero lo dejó maldito
con memoria (¡oh cuchillo!), y solo vidrio
de conocimiento entre él y todo lo que primero
hogar inefable. Eso no cambiaría ni pasaría;
y debe mirar un rato, ya, años
había usado extrañeza otoñal, y el strass
de escarcha apareció un emblema. Entonces que lagrimas
sus flores salobres bebieron, y qué nieve oscura
de alas descendieron sobre ergoticas orejas!
Cayeron árboles conmemorativos; los manantiales se agotaron;
los perros familiares estaban cegados; refugio de rocas
desgastado a formas bestiales; y hace mucho tiempo
el desierto vino fisionándose como una viruela
en la granja para la que no tenía remedio.
Escuche una vez más la horrible paradoja:
si Edén hubiera sido amurallado o empañado, o
el hombre mismo trasladado a una tierra
donde ese verano inmortal ya no ardía;
sí (en su pasión por la pérdida, sus celos y
dolor insoportable), fueron también afectados el Edén:
nada había sido demasiado asesino para soportarlo.
Pero los corazones deben marchitarse, los sentidos y el amor
deben enfermar,
cuando la miseria contempla la bienaventuranza:
en rosas, no en percheros, se acelera el tormento del
infierno;
que el infierno es más profundo desde donde se ve un cielo.
UN VILO EN TIEMPO DE GUERRA
Mis cartas sobre la repisa de la chimenea
están llenos de sentimiento invernal;
el amor inglés por las amnistías
cubre bloques de hierro con pintura
que ahora pueda recibir
saludo no creo.
Una noche de relinchos trae a casa
a cada uno su pequeña fe huérfana;
tarde como siempre, fuerte de vergüenza,
respiran las trompetas altruistas:
anualmente el mundo espera
un salvador que ella rechaza.
¿Quién puede, en esperanza pastoral de esto,
¿Olvidas el rugido del arma?
- donde en campos y fábricas
los rebaños agotados están esparcidos
cuyo Belén de sangre
no lleva estrella ni Dios.
Te mando el anodino de siempre
que adula y propicia
- la caridad de Auld Lang Syne,
fichas, propinas, el resplandor que saluda
el barajado anual de
seis peniques de amor;
pero festejar, aunque distante ahora,
la temporada que lo conquistará
con lazo firme de pluma y arado,
foso de canto y garganta de órgano:
Convoco a la tierra
nuestro propio nacimiento eterno.
Tomado de:
http://terencetiller.com/acarolin.html
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