CÁNTICO NEGRO
Versión de Mijail Lamas
¡«Ven por aquí», me dicen algunos con ojos dulces,
y me extienden sus brazos, seguros
de que sería bueno que yo les oyese
cuando me dicen «Ven por aquí»!
Los miro con ojos extenuados
(hay, en mis ojos, ironías y cansancios)
y cruzo los brazos
y nunca voy por allí…
Mi gloria es ésta:
¡crear deshumanidad!
No acompañar a nadie.
—Que yo vivo con la misma indiferencia
con que rasgué el vientre de mi madre.
¡No, no voy por ahí! Sólo voy por donde
me llevan mis propios pasos…
Si lo que quiero saber ninguno de ustedes me
responde,
¿por qué me repiten «Ven por aquí»?
Prefiero deslizarme por callejones cenagosos,
remover los vientos
como harapos, arrastrar los pies ensangrentados,
a ir por ahí…
¡Si vine al mundo, fue
para desflorar florestas vírgenes
y dibujar mis propios pies en la arena inexplorada!
Lo demás que hago no vale nada.
¿Cómo, pues, serán ustedes
los que me den impulsos, herramientas y coraje
para derrumbar mis obstáculos?…
¡En sus venas corre la antigua sangre de los abuelos
y aman las cosas fáciles!
Yo amo el Espejismo y lo Distante,
amo los abismos, los torrentes, los desiertos…
¡Anden! Ustedes tienen calles,
tienen jardines, tienen macetas,
tienen patrias, tienen techos,
y tienen reglas y tratados y sabios y filósofos.
¡Yo tengo mi Locura!
La levanto, como una antorcha, la dejo arder en la
noche sombría,
y siento sangre y espuma y cánticos en los labios…
Dios y el Diablo son quienes me guían, nadie más.
Todos tuvieron padre, todos tuvieron madre,
pero yo, que no comienzo ni concluyo,
nací del amor que hay entre Dios y el Diablo.
¡Ah, que nadie me obsequie intenciones piadosas!
¡Nadie me pida definiciones!
¡Nadie me diga «Ven por aquí»!
Mi vida es un vendaval que se soltó.
Es una ola que se ha levantado.
Y un átomo más que se anima…
No sé por dónde voy,
no sé a dónde voy,
— ¡Sé que no voy por allí!
RONDA DE LOS BRAZOS QUEBRADOS
Versión de Mijail Lamas
I
Al frente va mi alma, yo me arrastro tras de ella:
porque soy feo y triste,
pero mi alma es muy bella…
Sí, mi alma sabe esas palabras ebrias
que nos arrojan al infinito.
Cuando mi alma habla, su voz es un grito.
Grito de oro que agita la soledad del espacio,
y que Dios toma en su regazo.
¡Qué pena que mi alma
sólo con su voz de mi cuerpo hable!
¡Que el habla de mi cuerpo es intolerable,
pero mi alma es bella,
y yo he de pedirle que se calle,
he de darle la voz de mi lengua miserable!
II
—«¿Dónde hay una doctrina
que pueda poner de acuerdo
toda mi propia grandeza
con toda mi desgracia?
¿Qué Dios humano me dirá esa parábola divina?
¿Quién me hará ese milagro?
¿Quién me abrirá esa puerta?
¡Sea quien fuere,
(Dios o Satán, poco importa)
quiero llamarle mi señor,
abrazarme a sus pies como un esclavo!»
Pero en vano
lanzo al silencio mi pregón,
lo arrojo a la multitud que pasa:
—«¿Dónde hay una doctrina
que pueda poner de acuerdo
toda mi propia grandeza
con toda mi desgracia?»
III
¡Tierra del suelo, tapa mi boca!
—Tierra del suelo que piso a mis pies…
Arenas del desierto,
arenas que suben por el aire en torbellino,
¡ciéguenme!
Póstrenme,
vientos que pasan silbando…
Olas del mar que se derrumban
(¡ah el mar…!),
¡llévenme!
Estoy harto de luchar,
ya no puedo.
(Mas no querría languidecer en mi camastro…)
Tomado de:
https://circulodepoesia.com/2009/08/la-poesia-de-jose-regio/
Sabiduría
Como todo me cansa,
comencé a vivir.
Empecé a vivir sin esperanza ...
Y a morir cuando
Dios quiere.
Antes, o mucho o poco,
siempre había esperado:
A veces, tanto, que mi loco sueño
voló de las estrellas a lo más raro;
Otros, tan pequeños,
que nadie más se conformaría.
Hoy no espero nada.
¿Para qué, espera?
Sé que nada es mío si no lo tengo;
Si quiero, es solo mientras solo quiero;
Solo desde lejos, y en secreto, puedo seguir amando.
. .
Y llegará a la muerte cuando Dios quiera.
Pero con esto, ¿qué tienen las estrellas?
Siguen brillando, altos y hermosos.
Amor y muerte
Canción cruel
Cuerpo anhelante.
¡Soñé que te postraría
y te ataría a
mis músculos!
¡Ojos de éxtasis,
soñé que bebías
Melancolía de
hace siglos!
Boca
salvaje , rosa salvaje
¡Soñé que te pondría
pétalo!
Pechos rígidos,
soñé que te mordería ¡
Hasta que sentí
vómitos!
¡Vientre de mármol,
soñé que te chupaba,
y se escurría
como un cáliz!
Piernas de estatua,
soñé que te abriría,
en fantasía, ¡
como porches!
Pies de sílfide,
¡Soñé que te quemaría
en la lava
de estas manos codiciosas!
¡Cuerpo anhelante,
flor del placer sin ley!
¡No salgas, sueña! mátame
como lo soñé.
Tomado de:
https://www.citador.pt/poemas/o-amor-e-a-morte-jose-regio
SONETO DE AMOR
No me pidas palabras, ni romances,
ni expresiones, ni alma ... Abre mi pecho,
deja caer pesados párpados,
y apriétame sin miedo.
En tu boca debajo de la mía, en el medio,
Nuestras lenguas se buscan, locas ...
Y que mis flancos desnudos vibren en la maraña
de tus ágiles y delgadas piernas.
Y en dos bocas una lengua ..., - unidos,
intercambiaremos besos y gemidos,
sintiendo nuestra sangre mezclarse.
Entonces ... - ¡abre los ojos, amada mía!
Enterradlos bien en los míos; no digas nada ...
¡Deja que la Vida se exprese sin disfraz!
EPITAFIO DE UN POETA
¡Las alas no caben en el ataúd!
La púa de luto no coincide
con su mirada seria, pero, al fin, feliz;
Tampoco corbata y zapatos.
¡Sácalo y dale la púa!
¡Quítate los zapatos de charol!
¿No ves que él, desnudo, parece más
una piedra o una estrella?
Bueno, tíralo al suelo duro así,
Te consolarás:
¡Déjalo respirar al menos muerto!
ONOMATOPEYA
Niño,
Casi pequeño,
Pequeño, triste,
En este mundo solo ...,
Niño, ríndete ¡Que
tengan piedad!
Ríndete, chico,
Que el mundo es estúpido ...
Deja tu violín,
Toca el sol y la piedad.
Cada suspiro te
cae al suelo en el polvo ...
Canta el tiro-liro
Tiro-liro-ló.
Deja tu violín,
que no es tu destino.
Ríndete, muchacho, ¡
que tengan piedad!
Niño,
Triste y pequeño,
Pequeño, triste,
Solo en este mundo ...,
Chico, ¡ríndete!
Juega al sol-and-do.
Canta el tiro-liro, repipiro-piro,
Canta el repipiro, tiro-liro-ló.
Tomado de:
https://www.escritas.org/pt/jose-regio
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