Jolly Fellow
A Jacques Baron
Cuando nació
algunos dijeron que tenía
filamentos de angustia en el lugar del corcho
de su cabellos
un tapón de corazón en el lugar del corcho
un tapón de corcho en el lugar del corazón
Padeció toda la familia
crujió el artesonado
más las hadas de bocas grandes como esos ríos que
arrastran las fiebres
cantaron al unísono
He 's a jolly fellow ¡Por Cristo!
He 's a jolly fellow
Sus manos eran labios
sus labios narices
y su frente un haba
seca y apretada como el peso del genio
cuando deja caer a plomo su peste pulmonar
sobre las espaldas de un adolescente que ha
crecido muy rápido
que cree todavía en la locura del viento
y en la frescura de las rosas de las huertas
Jovencísimo ya amaba la piratería
-o más bien la atroz bufonada- de las luchas
amorosas
las bocas pegadas a sus pies de cejas
el ataúd de los ombligos
los dientes clavados en sus uñas burlonas
Jovencísimo se aprovechaba ya de las amantes
de sus caricias deletéreas
pero más que nada le gustaba embriagarse
y vomitar como para escupir
todas las porquerías del cielo y de la tierra
He 's a jolly fellow ¡Por Cristo!
He 's a jolly fellow
Paseando silbaba
y los aires que salían de sus labios
divertían hasta a las hortalizas
que crecían en pequeños recintos extremadamente
desagradables
regadas por los llantos
las secretas poluciones de la tierra
A un ragtime sigue otro Una aventura vale por otra
en ese baño de cristales vacíos donde morimos
literalmente de hambre
Se encaprichó de un barco Se encaprichó de una
negra
Más tarde de un tocador
de un escabel
de un castigo
En fin lleva la existencia de un palo de silla
carcomido
mientras su viejo tapón cordial danza y se agita
como los pliegues de una cortina
He 's a jolly fellow ¡Por Cristo!
He 's a jolly fellow
Aún descansan los navíos en los muelles
mas los bolsillos están secos
Todos los pañoles no obstante descienden
y dan una vuelta en torno a los cristales des
lustrados en los antros de la nada
Cuando regresan
sus dedos y los cabos que penden de sus ropas
aparecen enmarañados de mujeres
pero él sólo silba y vomita de asco
porque no cogió nada
Transcurre toda su vida
de bar en bar para hacer llamear sus cálidas
borrachografías
de ciudad en ciudad
de plegaria en plegaria
Sus pies de manos están cubiertos de duras
callosidades
que oscurecen también sus pulmones de párpados
Mas un hermosa día se colgó
y alrededor de él se burlaban los pájaros
Entonces vomitó como solía
y de modo natural se dilataron sus ojos
«un buen trozo de salchicha nos sentaría mejor
gritaron los gusanos que le roían
He 's a jolly fellow ¡Por Cristo!
Ahora hay que comerse su cuerpo de glorioso mártir»
La dulce nieve de su cuerpo
de su vientre de rostro
de su pueblo de axilas
se fundió lentamente y sin canciones
bajo la caricia de esta miseria calma de las
vajillas
Un campanario se alza
crujen las persianas
más tarde las aves vuelven en bandadas
y más de un cántaro se raja
Danzaron hasta la noche los marineros
los vasos se vaciaron y se los separa
mas en una oscura calleja algunos mendigos hasta
el alba cantaron
He 's a jolly fellow ¡Por Cristo!
He 's a jolly fellow
Pero ahora ¿quién
quién ahora abrirá la ventana?
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Juventud
Bello zaguán del alba
reposo de los árboles que peinan la crin de las
nubes
¿beberé tu gran cubo de agua fresca
bajo el sol grávido de gavillas de mies?
En un teatro de la ciudad
ante vestidos negros envueltos en doradas pieles
se representa ese espectáculo detestable
la infancia del cuarto oscuro del pan seco y del
agua
mas ni una lágrima
borda las pestañas
ni un brillo
resplandece
De un lado a otro me paseo
la sierra de mi mirada corta circularmente los
horizontes
y permanezco erguido
punto negro del cetro
en medio de una corona circular
mi vida que se deshace tal un círculo en el agua
Me golpea la espuma El viento me arrastra
De niño no amaba el mar
a causa de sus manos frías
de su boca salada
lacio sabor anticipado de la muerte y las faunas
polares
mas se iluminaban
belenes
en la cripta de
muchas pestañas
y esperaba muchos
lechos de paja
nacarados por muchos
reyes magos
con brazos repletos
de regalos
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Lena
Pienso en ti
y tu imagen eleva en torno a mí una tan
indestructible fortaleza
que ni el ariete de las nubes
ni la paz blanda de la lluvia
prevalecen
oh mi cisterna de silencio
contra el muro horadado de estrellas en el que me
has plantado
Se arrastran los perros y la gente
se abre paso a codazos o lanza gritos
El tiovivo sin música del mundo
gira
Con su aureola de ojos infantiles
juego de sortijas del Paraíso
Sueño contigo
mi ciudadela sin fosos ni puentes levadizos
sin muros sin torres sin piedras ni matacanes
Me duermo bebiendo el vino demasiado denso de tu
sombra
que cubre con su arquitectura sin más peso del que
cabe en las balanzas
de luz y oscuridad
todos los montes y los campos
todas las viñas y países
Antes
se burlaba del buen tiempo mi boca
mientras que mis miradas nada temían tanto
como el ciclón del universo
ignorando si era una bestia
un árbol
un hombre
absurdos vientos me arrastraban
mis brazos batían los aires múltiples
y caía mi destino igual que las manzanas
Pero hoy
oh tú tan pálida
porque tú eres mi cielo y el doble espejo que los
muros repite
y viene el infinito en mi prisión
escucho el silbo de las nubes
no temo a nada ni a nadie
hablo a las nieves del invierno
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Nada ha concluido
No ha concluido de agitarse el mar
golpe de espuma y olas
que semejan ropajes desplegados
y la naturaleza se expande todavía
maremágnum de piedras y de hojas
Los restos de jornadas caedizas
sobre armarios de luna levantados
infectan las alcobas en donde el rayo irrumpe
la fúlgura bastarda y vacilante
de todos los desagües
Sin embargo
Oh mi rayo
mi relámpago regio
Cuando desciendas sobre
las montañas
rozándoles los belfos
oscuros toros cuyos flancos mugen
cual toneles que ruedan al fondo de las cavas
parodias de sarcófagos simulacros de tumbas
¿vendrás a rematar a esta bestia cansada
tú que sabes lucir abierto como el oro
tu destellante acero
tu capote de nubes
tus rodillas en tierra
como gallardo espada?
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Presagios
En torno a mi ojo
la tierra
En torno de la tierra
tu aire
el cielo que respiras mientras lo envenenamos
Oh mundo
escuché tu derrumbe de rayos
a través de la silenciosa hucha
donde duerme el pan dorado de los milagros solares
en la prisión del día cuyo río es el cántaro
Oh aire mío
¿se detendrán los rumores del corazón
porque habla la que conoce mi medida
como la playa conoce sus granos de arena
como la ciudad conoce sus calles y mansiones
como la mar mide en la grupa de sus golfos
el arco iris de las medusas
y la resaca de los muertos violentos?
Oh estación
¿se colmará el vacío del corazón
porque la tibia lluvia de un rostro
apareció entre las hojas?
Uniéndose dos bocas restañarán su desgarrón
estación de
tempestad
estación de sombra
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Tú
Mi libro de canto dorado que no quiero leer de
cabo a rabo.
Mi tarta de aniversario que no precisa de velas
para estar iluminada.
Mi alcohol que transporta sin náuseas ni dolor de
cabeza.
Mi banco para una inmaterial suerte de carpintería
Mi barco de recreo siempre listo para hacerse a la
mar.
Mi violín que se hace melodía en cuanto mi mano
roza sus cuerdas.
Mi arma de precisión no atacada por la herrumbre.
Mi aurora en los verdes jardines y en las pilas de
carbón.
Mi sendero del bosque jalonado de blancos
guijarros.
Mi fábula demasiado maravillosa para sufrir el
post-scriptum de una moraleja.
Mi castillo de torrecillas múltiples, desvanecido
apenas se baja el puente levadizo.
Mi unidad, en la presencia y en la ausencia.
Mi alfabeto -de arco iris a zodíaco- con viñetas
pintadas en los tonos más ácidos,
y en los tonos más suaves.
Mi desgarrón y lo que zurce
Mi prueba por el nueve.
Mi parte y mi todo.
Mi panacea.
Mi suerte.
Mi razón y mi sinrazón.
Mi frescor y mi fiebre.
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Una noche
En el alba de los sentidos
entre dos jardines de cerradas verjas
elevados rastrillos de hierro aprisionando las
hierbas y las gotas de agua
una negra mansión se perfila
de la cual amo la triangular pilastra
rematada por pesadas agujas a las que cual forzado
sujeta está la noche
No existe tregua
crepúsculo o aurora permanece la torre de agudo
tejado
el torreón sobrecargado de trampas
en torno al cual el tiempo monta guardia
auxiliado por sus nocturnos verdugos
A veces el ulular de una sirena
desciende de las oscuras orillas del río hasta las
ventanas del sesgado caserón
y su grito penetra las cortinas
aplasta los dorados baldaquinos
para ir extendiéndose hasta formar coágulos en el
pliegue de los tapices
fija desnudez
No existe tregua
el ladrido de los perros os acude a golpear la
sensual fachada
tras los cristales hombres y mujeres siguen
haciendo el amor
y más tarde los miasmas exhalados del río
lentamente se aguzan
Una reja de cuerdas dejará que se filtre la
acuidad del sonido
Esta voz ajustándose al hueco de todos los oídos
se ocultará en los nidos de termitas
en los huecos de muralla
propalándose por las canales gota a gota como el
agua
y gracias a ella sabrá mañana toda la ciudad
que cuando la lámina de las realidades materiales
termine de usar prodigiosa vaina de sueño
se desplomará la mansión
abismándose los durmientes
ahogados espantosos
en la reflectante marisma de los antípodas
viciados
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Tomado de:
http://amediavoz.com/leiris.htm
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