sábado, 31 de julio de 2021

POEMAS DE SANDOR CSOORI

 


(3 de febrero de 1930, Zámoly / 12 de septiembre de 2016, Pest County, Hungría)


HISTORIA DE TODOS LOS DIAS

 

Levantarse

y encender el fuego de la estufa,

en el cerebro después del aspar del humo,

en los ductos de los huesos fríos de insomnio,

y buscar el camino a la mano,

desde la mano al vaso de bebida,

los remanentes de las cenizas de ayer en los vacíos de la cara,

tal vez una tormenta de viento empujada por los pájaros

pueda revivirlos todavía,

y vagar

de un cuerpo a otro,

y como reyes nómades: buscar el terruño cotidiano,

y, habiéndolo encontrado

o no,

pasar la noche en la carpa de una única sonrisa,

y caminar en la Creación como un extraño,

para respirar en el amanecer

veneno de los árboles,

el polvo de hierro de los pueblos,

para ir a todas las guerras.

para usar las hojas de lilas alrededor del cuello

como un collar de perro

y, entendiéndolo todo

y entendiendo nada, separarme de lo que amo

y enardecerme por lo que he amado,

descaradamente, como el hombre alquilado

de mi propia vida.

 

 

MEMORIA DE LA NIEVE

 

A veces el invierno cambia de idea

y comienza a caer la nieve,

en copos gruesos, desesperadamente,

como si asustada de que no verá el mañana.

Es mejor descolgar el teléfono,

desconectar el timbre de calle,

hervir a fuego lento vino con clavos de olor,

hojear entre cartas del pasado

y mirar mi vida pasada

como si no hubiese ocurrido.

Como si ningún cañón me hubiese mirado en los ojos,

ni unos ojos lascivos,

ni ninguna mano gastada se extendiera nunca hacia mis

                                                                            [manos

y todo lo que fuese política, amor

y el clamor de las campanas

me esperasen como a través de la distancia de un océano.

Es mejor imaginar

que yo podría llorar sobre mi cabeza perdida;

el viento sopla los brotes de lilas sobre camas,

torsos y desordenadas almohadas.

Y yo podría pararme ante el juicio final

junto a buenos amigos, con una camisa finita, un saco li-

                                                                                [viano,

más allá del humo, las tabernas. Cementerios.

Miraría a un país

que está envileciéndose fuertemente.

En mi cabeza el recuerdo de la nieve;

nieve, nieve-

el yeso de una catedral

pelándose silenciosamente.

 

 

EN CASA, DE NOCHE

 

La luna está llena esta noche

y no puedo dormir.

Me escapo a Zamoli sobre suelas

hechas de grandes hojas de bardana.

Un bicho me pasa zumbando

y un perro ladra.

 

Nuestro abrevadero está lleno de agua rancia,

está lleno de mi sombra.

Y el granero está abierto de par en par

como un desvalijado mausoleo.

 

¿Quién va a cuidar las cosas de noche?

¿Quién va a cubrir el aljibe con la cubierta de madera

antes de irse a dormir?

Padre se consume bajo un acolchado de plumas,

madre en el cementerio.

Cerca su cabeza en el bosque

con toda la quietud de mi vida.

 

Me quedo ahí largo rato, insonoros sondeos

bajo la luz de la luna.

Tal vez su muerte fue un descuido

y ella está volviendo para trillar

los negros porotos de agosto.

 

Pero sólo un ganso grita en su sueño

con una voz lastimera.

Sólo un murciélago de las celdas de la muerte

hace rodar la lata vacía

del aljibe.

Tomado de:

http://inutilesmisterios.blogspot.com/2013/07/sandor-csoori-poeta-de-hungria.html

 

Noche de agosto

Mira, una mano barre las estrellas

    desde el cielo de agosto,

como si mi madre barriera las migas de la cena de la mesa en casa.

Su delantal, deslizándose de vez en cuando, huele a perejil

     y cebollino

El dulce aroma de su jardín desaparecido

     enviándome a dormir a tu lado esta noche otra vez.

Tomado de:

https://poets.org/poem/august-evening

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