CAFÉ CON PIERNAS
Macumba azúcar
San Cristóbal Tower
Armada Chilena en Valparaíso
Veruengo y Cía.
y un sorbo de pisco
con noche de Santiago
sin salvación y sin Allende.
[…]
Me reencontré con mi pasado
en La Moneda, ondeaba Chile
en las miradas perplejas
silenciadas de nuevo en un patio ajeno.
Saludos marciales
arrancaban recuerdos de plomo
y atardeceres en magas cortas.
[…]
Vestido de luna y ataviado de sol
así llevaba su cariño
olvidado, casi desnudo en mi amanecer.
RISALA ILA QADIS
No es la misma, sin duda
es diferente cuando camina su frente por la mar
reaparece desnuda al atardecer,
así es Qadis, espalda del agua
ofrenda del cielo a la luz
se eleva con su sombra a los sentidos,
su nombre es el deseo donde languidecen
efímeras historias de niebla.
Mis recuerdos cuando te miro
se reflejan desde Tánger
cuando se asoma desde mi corazón
para verte entre mi bahía,
risueña y sedosa
amarga como tu distancia.
Más entrañable que un adiós en un pasillo
Estrecho,
más sincero que una nube de verano,
así es nuestro amor,
con olor a sal.
No había sentimiento en su mirada
ciudades alocadas en su vientre
redes de lluvia en sus venas
así es el camino hacia Tánger.
Nada se correspondía, tentado
por un mar de cuerpos espumosos
siempre sombríos, coronados de sal,
y ese azul mojado en mi habitación
te aguardaba en mis ojos frondosos
expectante como si la mar no nos viera
se abría paso hacia el estrecho, de nuevo,
sin bahía
con voz de ola
y alma de ojos tristes.
***
I
Mis presagios son nubes cargadas de chocolatinas,
caramelos y serpentinas.
II
Ni añoro los jardines del Al-Andalus,
ni la luz de sus cielos, ni tampoco la sed de sus ríos,
sólo me faltan sus besos a la verita de mi orilla.
III
Soy hijo del Al-Andalus, esclavo de tus suspiros,
inmortal para tus deseos y guardián de tus latidos.
IV
Me sigue emocionando un verso, una palabra…
V
Mi clavel se muere en un vaso de agua,
y sigue oliendo a clavel.
VI
Declaro la poesía al mundo.
VII
Déjame, susurrarte al ombligo, arrimarte a mis deseos,
penetrarte en tus enigmas.
VIII
Quien no se ha visto apuntalando su alma.
Quien no ha visto la mar y no le ha lanzado una piedra.
IX
El pasado se llevó como rehén todos mis amores,
a cambio recibió como recompensa todos mis fracasos.
X
Me corté las venas con el filo de tu mirada.
Tomado de:
https://www.cervantesvirtual.com/obra/danzadelaire-seleccion-de-poemas/
Poema en 15 versos de trágica
Vida de poeta enamorado
Se asoma Lorca en la oscura
ciudad de Tetuán,
y en el balcón de sus labios
trepan versos de verde primavera,
y al alcanzar el aire
una voz,
desgarrada,
marcaba quejíos de Camarón
entre el silencio impuesto
por la sangre de la Novia.
La voz silenciada en su cielo
Y envuelta en una bocanada de aire
Fresco, que una Madre suspiraba
En lo más hondo de su Tierra.
Primavera en Bagdad
Qué distante es mi dolor
en tus fronteras.
El rumbo de tu historia
late en tus cafés, en tus calles,
en cada sorbo de aire quebrado.
Nadie escribió este amanecer
tampoco la cruel mañana en tus páginas.
Recitaban, airosas
tus finas arenas en versos
en todos los escaparates,
en Dow Jones subía tu precio,
en Washington subastaban tu honor
y mi rabia hundida
en café amargo de Bagdad.
RISALAT AMAL
(Carta de la esperanza)
Llegué con todas las alas del viento,
con la fuerza de la tierra,
entre lágrimas desnudas,
con sombras ajenas en la frente.
Buscándome entre llanuras saladas,
sin respuestas en la piel.
La lluvia recorría mis callados espejos,
en mi pecho rugían sueños
y la memoria descifrada
y fragmentada se adelantaba
a cada una de mis arrogancias.
Persistían mis dudas y yo ajeno
al viento,
a la luz,
a la mar…
Mis dudas siguen surcando tinieblas,
en todas las estaciones, para rememorar
el fuego de todos los hombres.
Todas las noches te sentía,
todas mis canas me delataban
ante tu piedad.
Mi amor se elevaba como mi mirada
hacia ti,
se alejaba de nuevo en todas las callejuelas de la Kasba,
se distraía en tu luz,
y mi incomprensión se encomienda
a tu inmenso atardecer en el Atlántico,
a tu despertar nocturno,
a la llana y simple mañana
sin ti.
Siempre quise alcanzarte en mis mares,
en cada travesía,
en el firmamento de tu regazo
frío y mojado que despiertas en mí.
Sólo tengo excusas para no verte,
ojos para ignorarte
y manos cansadas para susurrarte mis penas.
Si no me oyes, ¿por qué te escribo?
Si no estás, ¿por qué te encuentro
en mis oraciones?
¡Ya Ilahi!
Todo es transitorio.
Hasta mis versos te añoran,
se lamentan de tu ausencia
silenciada en mis sueños,
en cada rincón oculto de las olas,
en las aguas profundas
de mi Estrecho,
en la mirada tenaz
de mi firme convicción de tu existencia.
¡Ya Ilahi!
Tomado de:
https://www.cervantesvirtual.com/obras/autor/el-fathi-abderrahman-36751
ASCENDÍA EN NOCHES CERRADAS
Ascendía en noches cerradas
Ajena a sus mermadas mañanas.
El almuecín clamaba en sus sueños de ámbar
De tácito acuerdo arropaba su madrugada una esperanza
oscura
Como los ojos del miedo
En guantes de espinas y llantos sin ojos
Cargadas las miradas
Y ausentes los despertares.
Así, mientras recitaba los caminos lejanos
El abismo de la luna le rozaba las heridas
Todas ellas sin dolor
Sin piedad, así, de nuevo
Y mil veces esa noche sin nombre
con mucha luz y ciegas las esperanzas
de bajar mientras ascienden los miedos
en cada esquina del dolor
en la espalda ajena
en las espinas de Cristo
en las Zauia de enfrente
en tierra de nadie
en cada alambre suelto en mis venas,
crecía en mi mirada
ancha y espesa de mis hierros.
Me reclama el destino del desierto
De nuevo la travesía descalza,
En lo alto de mi frente
En toda luna
En la oscura lágrima africana.
Así concluye un sueño
En la nana de una madre.
Tomado de:
https://sergiobarce.blog/2021/03/09/un-poema-de-abderrahman-el-fathi/
La alborada en Tetuán
Evocaré mañanas de caricias
Lamentaré furtivos besos
Que nunca pude legarte,
Invadiré mi vida de ti
De la ausencia temblorosa,
Esa fútil emoción alargada
Como rizos de agua
En la despejada lluvia,
En la inquietud de vida
Huésped de la corteza
Cautiva tu mirada.
Pensé que regresarías
Serena, para abrazarme,
Calmar la frialdad
De tu ausencia como estaca,
Las mañanas de asfalto
Con olor a cauce en tu mirada
Como nube obsesiva
Que agita mi lluvia
Como ausencia de silencio
En ese ritual del viento
Con melenas rojizas
Cuando el cielo se peina
En el espejo de tu mañana
Tomado de:
https://communicationpapers.revistes.udg.edu/article/download/22351/26094/26308
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