domingo, 10 de septiembre de 2023

POEMAS DE TOYIN ADEWALE GABRIEL


Respuesta

 

¿Quién abrirá el depósito de los trofeos,

cuando los elefantes desaparezcan

como polvo entrando en una aspiradora?

 

¿Quién relatará el drama de los teatros

al aire libre?

¿Quién recorrerá los laberintos, buscando

hongos en jardines desaparecidos?

 

¿Quién podrá escalar las ramas de los árboles,

hacia el castillo al que nunca llegarás?

¿Quién caminará las sesenta millas directo a la soledad,

atravesando la ruta entre la esperanza y la desesperación

delgada como un hilo?

 

Recuerda las reliquias del hielo, la voz

del bosque, tan desnuda, gruñendo en invierno.

Recuerda la primavera de ardillas negras,

verdaderamente traviesas, grandiosas y triunfantes.

Recuerda el el verano fluyente, de abejas embriagadas,

una llamada telefónica inesperada desde California.

Recuerda el viento abundante y rojo y dorado,

la nostalgia del otoño.

Tomado de:

https://frases-poemas.blogspot.com/2010/06/respuesta-toyin-adewale-gabriel_17.html

 

 

Escúchate a ti mismo
(En memoria de Durban)

 

¿Dónde hay una palabra para asir el borde de las aguas azules

cuando las olas luchan como esposas rivales?

 

¿Dónde hay una palabra para asir una mujer

cuando ella corre, corre, corre...

 

¿Dónde hay una palabra para sofocar el fuego

cuando un cielo carece de hogar?

 

Escúchate a ti mismo.

Escucha la murmuración de los mares,

lavando las piedras del fogón de Nombolisa.

Escucha a la esperanza vagabunda

balanceando ganchos de ropa en los semáforos en verde.

Escucha al hombre que no puedes tocar

los niños esposados, la inocencia despojada.

 

 

Música

 

 

Mediodía, bajo un sol que perdió su fuego,        

tu arpa azul sacia su sed de canción,

desplegando sus acordes, alas de fuego,

arqueándose de puntillas, una entrometida,

desenterrando las edades, como una

bebé hambrienta empujando un pezón en su boca.

 

Arpa desenterrando un tesoro,  

aquí estoy, una perla toma asiento en mi trasero.

Ofréceme una danza, hálame cerca,

nutre mis trenzas y yo

ascenderé, peldaño a peldaño,

más allá de los corredores oxidados,

más allá de los ríos dolorosos,

más allá de los labios que no puedo besar.

 

Me alzaré sobre la tierra

junto a las aguas del reposo.

 

 

Llegadas

 

 

¡Noche de pan, noche de promesas

Noche brillo de estrella, noche faro!

 

Toda la noche camino contigo por vías gemelas

bajo una ducha de confeti plateado

la trompeta nos urge a las encrucijadas

escucha los cuernos quejumbrosos

en los surcos de mi herida abierta

tú y yo y las millas bostezantes

bajo el árbol de papayo

hemos firmado los tronantes tambores

si la luna declama ahora nuestros nombres

si las estrellas murmuran sobre adioses

sé que volarás a casa sobreviviente

los cactus se volverán fecundo barro

 

 

Gorée

 

 

Llegamos al acantilado, un precipicio 

gritaba abajo, la muerte dormía allí,

roncando en las aguas aguamarinas

bajo la fortaleza francesa, fumadores de ganya*,

colgaban náufragos de árboles espinosos.

 

Viajamos durante un rato, un poco despistados

encontramos los baobabs, brillando en el crepúsculo

susurrando cuántos se perdieron, cuántos nunca retornaron

sin saber por qué, balbuceábamos como bebés     

en la casa de esclavos, olores como recuerdos nos atraparon

en la reunión de caminos a la entrada del no retorno

 

nos embarcamos hacia la venta a través del mar interminable,  

la mixtura de voces, las noches sin cubierta

cuando hace señas la esperma de un amo, los niños se esparcen

como polvo de harmatán*, qué puede decir el portugués;

sólo que nosotros también estábamos aquí, aquí, pisoteando hombres y peces

 

aquí, los volcanes se volvieron roca y arena,

los baobabs viven para contar el cuento a un

museo de mujeres, encendidos colores se desposan

al sol, rojo ladrillo para la pérdida, turquesa para el goce,

verde para un hombro elegante envuelto en un bubú*

 

En la avenida de los baobab,

se reclinan griots*, rasgueando balafones*

dígannoslo a nosotros, estas cosas que olvidamos

el jardín de plantas del desierto

las ruinas de los cañones. 

 

 

 

* Ganya, uno de los tantos nombres que Canabis posee en oriente.

 

* El harmatán es un viento alisio continental que sopla del este sobre el Sahara y el África occidental.

 

*Griot: Príncipe poeta.

 

* Balafón (palabra francesa) es un instrumento musical compuesto por láminas como las del xilófono y con calabazas como resonadores. Nota del traductor

 

* Bubú (Boubou, en francés) es término malinké –Guinea- designa una amplia y larga túnica que visten los africanos.

Tomado de:

https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/74_75/adewale.html

 

 

Nueve para la noche

 

        (un poema de acción de gracias en mi 38 cumpleaños)

Como una mata de maíz llegada a la estación

Como cascabeles en mis pezones

Como el pañuelo lila que Ángel quiere compartir

Soy un bolso de cuero marrón

lleno de cosas viejas y nuevas

 

Mirando a los 40 a la cara

Quiero ser aguas tranquilas

Vino sobre las lías

El pelo corto volando con la brisa

 

Soy la voz eterna,

pisoteada y aun hablando,

de la fe aprendida en los acantilados donde

las lágrimas no sirven, los amigos se pierden y la sabiduría

se gana en las tormentas.

 

Soy un corazón empapado de contradicciones,

compadecido de voces de niños.

Soy un mosaico rodeado de canciones.

He sido un tonto en las cortes de Ahitofel.

 

Fortalecido por la lucha de la lengua,

tengo un cofre lleno de cuentos humanos,

historias de los cruces de la vida, fichas de mentirosos,

bebés míos, polvo de Johnson fresco.

 

Y poesía, mi viejo amante

me acompaña a tu palacio

donde vengo a estar tranquilo

en la roca más alta que yo.

Tomado de:

https://www.african-writing.com/aug/toyin.htm

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