jueves, 2 de julio de 2015

POEMAS DE MAÏACOVSKI

¿SE ATREVE? 

Yo emborronaré el mapa de lo vulgar
vertiendo la pintura en un vaso.
En un plato de gelatina mostré
los pómulos oblícuos del océano.

En las escamas de un pez de hojalata
leí la llamada de nuevos labios.
Y usted
¿se atreve
a tocar un nocturno
en la flauta de los canalones?
 



ADOLESCENTE 



La juventud tiene mil ocupaciones.
Estudiamos gramática hasta atontarnos.
A mí,
me echaron del quinto año,
y fui a apolillar las cárceles de Moscú.
En nuestro pequeño mundo doméstico,
para las camas aparecen poetas de pelo rizado.
¿Qué saben estos líricos anémicos? 

A mí, pues,

me enseñaron a amar en la cárcel.
¿Qué vale comparado con esto,
la tristeza del bosque de Boulogne?
¿Qué vale comparado con esto,
los suspiros ante un paisaje de mar? 

Yo, pues,

me enamoré de la ventanilla de la cámara 103,
de la "oficina de pompas fúnebres".
Hay gente que mira al sol todos los días
y se enorgullece.
"No valen mucho sus rayos" -dicen.
Pero yo, 

entonces,

por un rayito de sol amarillo,
reflejado sobre mi pared,
hubiera dado todo en el mundo.
 





Poemas de 1912 a 1917:
(Versiones de Lila Guerrero)
*
Poemas de 1917 a 1930:
(Versiones de Lila Guerrero)


De "Viajes de Ida y Vuelta" 1923
(Versiones de Lila Guerrero)
Poemas de 1912 a 1917:
(Versiones de Lila Guerrero)

¡A Lilita!

En vez de una carta

En vez de una carta.
El humo del cigarrillo consumía el aire,
El cuarto parecía un capítulo
del "Infierno" de Kruchoni¹.
¿Recuerdas,
detrás de esta ventana,
por primera vez,
acaricié tus manos extasiado?
Hoy, sentado estoy,
y tengo el corazón aprisionado.
Pasarán los días,
y tal vez,
me echarás, insultándome.
Ya no entraré en el oscuro pasillo de tu casa,
con las manos temblando.
Saldré por fin,
y arrojaré mi cuerpo a la calle,
salvaje,
enloquecido,
desgarrándome desesperado.
No hace falta eso, querida,
mi buena amiga,
mejor despidámonos ahora.
Igual mi amor,
será una cadena que colgará siempre de ti, adonde vayas.
Déjame llorar en un último grito,
la amargura de mis quejas ofendidas.
Si a un buey lo matan de trabajo,
se echará a descansar sobre la hierba fresca.
Para mí,
más que tu amor, no me consuela nada.
Y tu amor ni con el llanto me otorga algún descanso.
Si el elefante busca reposo
se acostará solemne sobre la arena ardiente.
Para mí,
No hay otro sol más que tu amor,
aunque no sepa dónde estás, ni con quién.
Si así viviese atormentado el poeta,
cambiaría el dinero y la gloria por su amada,
mas para mí,
no hay sonido más alegre,
que el sonido de tu nombre amado.
Y no me arrojaré al abismo,
y no tomaré veneno,
y no podré apretar el gatillo en las sienes.
Para mí,
tu mirada,
tiene más fuerza y poder,
que el filo de cualquier navaja.
Mañana olvidarás,
que yo te he coronado,
que el alma florecida la he consumido de amor.
Días de trajín barrearán el carnaval desordenado,
y las cuartillas de mis versos se perderán.
..
Acaso alguna vez mis páginas, cual hojas secas
te obligarán a detenerte,
a respirar con avidez.
Déjame,
aunque más no sea,
alfombrar con mi última amargura,
tu paso que se aleja.

¹Poeta imaginista contemporáneo de Mayacovski

* * * * *
A mí, al autor, dedico estos versos

Cuatro,
pesadas como un golpe.
Al César lo que es del César,
y a Dios lo que es de Dios,
y al que es como yo,
¿dónde se mete?
¿Dónde estará listo ese ataúd?
Si yo fuera pequeño,
como el océano grande,
parado de puntas,
en las crestas de las olas,
en flujo nocturno,
acariciaría la luna,
¿Dónde hallar una amada
que a mi se parezca?
Esa no cabe en este cielo pequeño.
¡Oh, si yo fuera mísero,
como un millonario!
¿Qué es para el alma el dinero?
¡Un ladrón insaciable!
A mis deseos de horda desenfrenada,
no alcanza el oro de todas las Californias.
Si yo fuera tartamudo,
como Dante o Petrarca,
le encendería sólo a ella el alma,
y ordenaría que con mis versos se consuma,
y mi palabra,
y mi amor,
como un arco de triunfo,
suntuoso,
dejaría pasar,
las amantes de todos los siglos.
¡Oh, si yo fuera como el trueno callado,
galopando,
haría estremecer la tierra envejecida!
         ¡Sí!

Con todo el poder de mi voz,
arrancaré un grito enorme,
y los cometas romperán sus colas encendidas,
cayendo de tristeza.
Yo mordería la noche,
con los rayos de mis ojos,
¡Oh, si yo fuera,
opaco como el sol,
mucha falta me hace su resplandor,
no daría mi brillo a esta tierra absurda,
y pasaría arrastrando mi amor astro!
¿En qué noche,
delirante y terrible,
me han parido?
¿Qué Goliath me ha engendrado,
tan grande,
y tan desdeñado?

Escrito en 1916 y publicado en 1918 en el almanaque de poesías
"El salón primaveral de los poetas".

* * *
Barato se liquida
A ti, mujer,
a quien enredo en conmovedora aventura,
o a ti, transeúnte, a quien miro simplemente.
Todos pasan temerosos apretando los bolsillos.
¡Ridículos!
¡A los pobres,
qué pueden robarles!
Pasarán los años
lo sabrán ustedes,
tal vez, yo,
candidato a dos metros de la morgue municipal,
soy infinitamente más rico,
que cualquier Pierpont Morgan.
Al cabo de tantos y tantos años,
ya no viviré,
moriré de hambre,
o un tiro me pegaré
a mí,
al de fuego,
me estudiarán los profesores,
hasta los puntos y las comas,
y hablarán de dónde y cómo,
y cuándo vivió y nació...
Y desde la cátedra,
un idiota de frente saliente,
recordará a Dios o al demonio.
Se inclinará la muchedumbre,
adorándome inquieta,
y no me reconocerán.
Yo no soy yo.
Dibujarán una cabeza,
con cuerpo o con aureola,
y todas las estudiantes,
antes de dormirse,
soñarán acostadas sobre mis versos.
Soy pesimista -dicen-
¡Ya lo sé!
¡Siempre habrá aprendices en la tierra!
Pero al fin,
escuchádme:
todo lo que posee mi alma,
todo,
¿a ver quién se atreve a medir esta hondura?
Toda la maravilla,
que en la eternidad adornará mi paso,
y aún mi propia inmortalidad,
que tronando por todos los siglos,
juntará a mis admiradores de rodillas,
en el mundo y siempre,
¿todo eso quieren?
lo doy enseguida,
por una sola palabra,
cariñosa,
humana.
¡Gente!
¡Venid, levantando polvo por las avenidas,
aplastando cuerpos, pisando rostros!
Venid de toda la tierra.
hoy,
en San Petersburgo,
en la calle Nadiézda¹
por menos de un kopek²
se liquida una valiosísima corona,
por una palabra humana.
¿Barato, verdad?
¡Anda,
prueba encontrarla!

¹Calle donde vivió Mayakovski
² Moneda rusa que equivalía a un céntimo

Publicado en la revista "El Nuevo Satiricón" en 1916
* * *
El violín y algo nervioso

El violín se estremecía, imploraba,
y sollozó de súbito,
tan infantil
que el tambor no se contuvo;
-¡Bien, bien, bien!
Y cansado, sin escucharlo hasta el fin
desapareció por la agitada calle Kusnieski¹
La orquesta escuchaba indiferente,
el llanto del violín,
sin palabras, ni compases,
sólo un plato tonto repicó:
-"¿Qué es eso?
-¿Cómo es eso?"
Cuando el Xilofón,
con el rostro de bronce
sudado,
gritó:
-"¡Tonta!
¡Llorona!
¿Por qué no te callas?".

Me levanté!
Tambaleando pasé entre las notas
ante el agachado horror de los pupitres,
y grité, no sé por qué:
-"¡Dios mío!"
y me arrojé al cuello de madera.
-"¿Sabe, violín, una cosa?
Somos terriblemente parecidos.
Yo también grito,
y no sé demostrar nada.

Los músicos se reían:
-"¡Qué metejón!
Se fue con la novia de madera
¡Cómo tiene la cabeza!
Y a mí qué me importa...
Yo soy bueno.
-"¿Sabe, violín, una cosa,
Vamos a vivir juntos?
¿Eh?"

¹Calle donde vivió Mayacovski.
Publicado en la revista "El teatro y la caricatura" en 1914

* * *
¡Escuchen!

¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hace falta,
quiere decir que alguien quiere que existan,
quiere decir que alguien escupe esas perlas?

Alguien, esforzándose,
entre nubes de polvo cotidiano,
temiendo llegar tarde,
corre hasta llegar hasta Dios,
y llora,
le besa la mano nudosa,
implora,
exige una estrella,
jura,
no soportará un cielo sin estrellas,
luego anda inquieto,
pero tranquilo en apariencia,
le dice a alguien:
"¿Ahora estás mejor, verdad?
¿Dime, tienes miedo?"
¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hace falta,
quiere decir que son necesarias,
quiere decir que es indispensable,
que todas las noches,
sobre cada techo,
se encienda aunque más no sea una estrella?

Publicado en "La revista de los futuristas" en 1913.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario