(Apopa, El Salvador,1867 - Tegucigalpa, Honduras, 1908)
Canción del lunes
Fumas y cabes en un cenicero,
contemplas apagada
por el fuego
tu casa;
y miras la traición
del hombre al hombre
víspera
de otro día
sin mañana.
(La traición,
esa mano
que lava la otra
mano,
cuando las dos
emponzoñan
la cara).
contemplas apagada
por el fuego
tu casa;
y miras la traición
del hombre al hombre
víspera
de otro día
sin mañana.
(La traición,
esa mano
que lava la otra
mano,
cuando las dos
emponzoñan
la cara).
Orden social
Enseñan a escribir en las escuelas y a leer
entrelíneas en las cárceles,
persuaden a los gatos regándolos, rociándolos.
Contradecirlos
es hacer un nido
en el sombrero
del espantapájaros.
En la otra vida
allanarán la imprenta
donde publica hojas
inéditas el árbol.
entrelíneas en las cárceles,
persuaden a los gatos regándolos, rociándolos.
Contradecirlos
es hacer un nido
en el sombrero
del espantapájaros.
En la otra vida
allanarán la imprenta
donde publica hojas
inéditas el árbol.
VIENTOS DE OCTUBRE
¡Salud, vientos de octubre, bien venidos!
¡Al romper en alegre sinfonía,
Recordáis con tristeza el alma mía
Tiempos mejores para siempre idos!
La cometa de vuelos atrevidos,
Pintoresca y triunfante, que ascendía,
Y una puesta de sol, que era una orgía
De luces y matices encendidos…
Mirándose en el río gemebundo
Los cocoteros de sonante palma
Con su verde abanico siempre abierto…
Las golondrinas aturdiendo el huerto:
¡Sólo flores y luces en el mundo,
Sólo cantos y sueños en el alma!
Claroscuro
Hay horas en que siento
cansancio de la vida, aburrimiento,
en que en el mar de sombras en que lucho
me echo a pensar que ya he vivido mucho.
Y es que llevo un vacío
en el alma, tan hondo y tan sombrío
como esta inmensidad de mi deseo
que me hace suspirar por cuanto veo.
Y me asombra, me extraña,
bajo este afán eterno hecho montaña,
que aún esté en pie luchando con porfía
sin que haya encanecido todavía.
Pues para un joven viejo
que se ve del pasado en el espejo,
que no ama y de no amar se está muriendo,
la vida no es la bulla ni el estruendo:
algo que está en todo
y no está en nada, con el mismo modo
que, invisible, está el aire por doquiera
é impalpable la luz, vaga y ligera.
No sé si parto o llego,
no sé si en sombras o si en luz me anego,
mas siento, de los años a medida,
que me voy aburriendo de la vida.
cansancio de la vida, aburrimiento,
en que en el mar de sombras en que lucho
me echo a pensar que ya he vivido mucho.
Y es que llevo un vacío
en el alma, tan hondo y tan sombrío
como esta inmensidad de mi deseo
que me hace suspirar por cuanto veo.
Y me asombra, me extraña,
bajo este afán eterno hecho montaña,
que aún esté en pie luchando con porfía
sin que haya encanecido todavía.
Pues para un joven viejo
que se ve del pasado en el espejo,
que no ama y de no amar se está muriendo,
la vida no es la bulla ni el estruendo:
algo que está en todo
y no está en nada, con el mismo modo
que, invisible, está el aire por doquiera
é impalpable la luz, vaga y ligera.
No sé si parto o llego,
no sé si en sombras o si en luz me anego,
mas siento, de los años a medida,
que me voy aburriendo de la vida.
Luna de pueblo
Y hay en el mundo a toda hora un
eclipse de hombres.
Las nubes
En este caserío donde rondan
aullándonos los hombres y los ríos.
Donde en una emboscada,
en el desierto, la vida.
Víbora en combustión de sangre fría.
La que desmemoriados recordamos,
la vida.
eclipse de hombres.
Las nubes
En este caserío donde rondan
aullándonos los hombres y los ríos.
Donde en una emboscada,
en el desierto, la vida.
Víbora en combustión de sangre fría.
La que desmemoriados recordamos,
la vida.
Puercos pecadores
Puercos, pecadores.
Me voy porque
No tengo casa como ustedes.
Pero ya
sabe lo que son la Difunta Correa.
Ya le avisé a la Virgen, que tiene
mi carta.
¡Este es el escudo de Dios!
Me voy porque
No tengo casa como ustedes.
Pero ya
sabe lo que son la Difunta Correa.
Ya le avisé a la Virgen, que tiene
mi carta.
¡Este es el escudo de Dios!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario