(Grebenac, Voivodina, 29 de junio de 1922 — Belgrado, 5 de enero de1991)
El cactus
Pincha
En la bermeja nube de la palma
La lluvia también miente
Pincha las lenguas candentes
De mulas y soles
Y con cuchillos besa al cielo
No piensa casar a su sombra
Y con la belleza de las lejanías
Engaña al viento
Pincha los muslos generosos
De noches versadas y olas ingenuas
No piensa casar a su risa verde
Y muerde el aire
La roca que lo parió
Tiene razón
Pincha pincha pincha
De “Lista”, en Corteza
22
Nuestro día es una manzana verde
Partida en dos
Te miro
Tú no me ves
Entre nosotros está el sol ciego
En las escaleras
Nuestro abrazo despedazado
Me llamas
No te oigo
Entre nosotros está el aire sordo
En los aparadores
Mis labios buscan
Tu sonrisa
En el crucero
Nuestro beso atropellado
Te di la mano
Tú no la sientes
El vacío te ha abrazado
En las explanadas
Tu lágrima busca
Mis ojos
Por la noche mi día muerto
Con tu día muerto se reúne
Solo en el sueño
Recorremos los mismos paisajes
De “Lejos en nosotros”, en Corteza
“El canto pacificador”
Los guerreros limpian las armas
Y se jactan de la batalla
Que ganaron mañana
Que ganarán ayer
Los cantores comulgan el canto con el vino
De las nubes de gloria
El canto sobrio no se deja
Se queja consigo mismo
En él los cantores son piedras preciosas
Los guerreros una serpiente de fuego
Que pare y come las piedras
En él el canto es viento
El último viento portador de fuego
Los guerreros vuelan con los cantores
En la ebria nube de gloria
Y cantan el canto que no oyen
Negra sea tu lengua negro tu mediodía negra tu esperanza
Sea todo negro menos mi honor blanco
Esté mi lobo en tu garganta
Sea la tormenta tu lecho
mi miedo la almohada
ancho tu campo de desasosiego
tu aliento de fuego tus dientes de cera
Ahora mastica glotón
Mastica cuanto quieras
Sordo sea tu viento sordo sordas flores de ceguera
Sea todo sordo menos mi fuerte rechinar de dientes
Mi halcón esté en tu corazón
Terror tu madre sea desolación
***
He borrado tu cara de mi cara
He rasgado tu sombra de mi sombra
Allanado en ti las colinas
Convertido en montes tus llanuras
He desnortado en ti las estaciones
He puesto boca abajo todo el mundo desde ti en torno a ti
He enrollado el camino de mi vida
Mi impenetrable mi imposible camino
Ahora, precisamente, intenta encontrarme
UN DRAGÓN EN EL VIENTRE
Un fiero dragón en el vientre
En el dragón una roja cueva
En la cueva un cordero blanco
Alimentamos el dragón con tierra
Lo queríamos domar
Y robar el antiguo cielo
Nos quedamos sin tierra
No sabíamos dónde ir luego
Montamos en la cola del dragón
El dragón nos miró furioso
Nos dio miedo nuestro propio rostro
En los ojos del dragón
Saltamos a las fauces del dragón
Nos agachamos detrás de sus dientes
Y esperamos que el fuego nos salvara
UNA PALOMA EN LA CABEZA
Una paloma transparente en la cabeza
En la paloma un arca de cerámica
En el arca un mar muerto
En el mar una maravillosa luna
Partimos la paloma
Hicimos pedazos el arca
Partimos el mar muerto
Acometimos el mar
Llegamos al fondo
Hondo bajo el fondo
Vimos la paloma transparente
Y en ella una joven luna
Llegamos a la superficie
Alto sobre la superficie
De nuevo vimos la paloma
En ella una luna llena
Empezamos a beber el mar muerto
NADA
Nada estabas dormida
Y soñabas que eras algo
En el algo prendió fuego
la llama se retorció
En agonías ciegas
Tú despertaste nada
Y calentaste tu dorso
Con la llama del sueño
No viste la agonía de la llama
Mundos enteros de agonía
Miope es tu espalda
Nada te dormiste de nuevo
Y soñaste que eras nada
La llama se apagó
Sus agonías recibieron su mirada
Y también ellas dichosas se apagaron
Roja botita perdida
Mi tatarabuela Sultana Urošević
Navegaba por el cielo en una tina de madera
Y cazaba nubes lluviosas
Con el lobuno y demás ungüentos
Hacía otros muchos milagros
Pequeños y grandes
Después de su muerte
Seguía entrometiéndose
En los asuntos de los vivos
La desenterraron
Para enseñarle a comportarse
Y enterrarla mejor
Ella yacía con las mejillas sonrosadas
En su caja de roble
Solo en un pie llevaba
Una botita roja
Con huellas de lodo frescas
La otra botita perdida
La buscaré hasta el final de mi vida
Poema de la gran urbe
Hace poco me dijo mi mujer
Por la que haría todo
Me gustaría tener
Un pequeño árbol verde
Que me siguiera por la calle corriendo
“A las semillas”
Uno siembra a otro
Lo siembra en su cabeza
Aplana bien la tierra
Espera que la semilla germine
La semilla le vacía la cabeza
La convierte en ratonera
Los ratones se comen la semilla
Enseguida se mueren
En la cabeza vacía se instala el viento
Y pare brisas multicolores
“Loba de fuego”
1
La loba yace
Al pie del cielo
Su cuerpo de brasas vivas
Está revestido de hierba
Está cubierto de polvo solar
Las montañas en su pecho
Se levantan amenazando
Y bajan perdonando
Por sus venas braman los ríos
En sus ojos relampaguean los lagos
En su corazón infinito
Las menas se derriten de amor
En el séptuple fuego
Los lobos juegan en su espalda
Y viven en su vientre transparente
Antes del primer aullido y después del último
2
Encierran a la loba
En el fuego subterráneo
Allí la obligan a construir
Torres de humo y
Amasar panes de carbón
La ceban con brasas solas
Y la abrevan
Con la caliente leche mercurial
La obligan a aparearse
Con hurgones candentes
Y taladros oxidados
La loba se aferra con los dientes
A la rubia estrella
Y se hace regresar al pie del cielo
3
Atrapan a la loba con cepo de acero
Tendido de uno a otro horizonte
Quitan de su hocico el bozal dorado
Y arrancan las hierbas secretas
Entre sus piernas
Azuzan contra ella amarrada
Perros rastreros y perforadores del viento
Para deshonrarla
La cortan en pedazos
Y la dejan
A las tenazas buitreras
La loba recoge con su lengua cortada
Agua viva de las fauces de las nubes
Y se compone de nuevo
4
La loba se baña en el azul
Y lava las cenizas caninas de su cuerpo
En el fondo de los torrentes
Que corren por su cara inmóvil
Desovan los relámpagos
En sus fauces abiertas
La luna esconde su hacha de día
El sol de noche sus puñales
El latido de su corazón de cobre
Acalla las lejanías ladradoras
Y adormece el gorjeante aire
En los abismos
Bajo sus boscosas cejas
Los truenos están dispuestos a todo
5
La loba se levanta sobre sus patas traseras
Al pie del cielo
Se levanta junto con los lobos
Petrificados en su vientre
Se levanta despacio
Entre el mediodía y la medianoche
Entre dos guaridas lobunas
Se levanta con dificultad
Liberando de una guarida su hocico
De la otra su grande cola
Se levanta con un grito salado
Atorado en su garganta seca
Se levanta muerta de sed
Hacia un punto claro en la cima del cielo
Hacia el abrevadero de estrellas fugaces
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