sábado, 10 de septiembre de 2016

POEMAS DE JOHN GALÁN CASANOVA


Resultado de imagen para john galan casanova
(Colombia, 1970)

CAVILACIONES  DE  VIEJO,  3



Soy lo que me resta de memoria:
un desván de techumbre agujereada
desordenado de imágenes que elijo al azar
para nombrar los motivos de una feraz melancolía.

Allí logro hacerme a un tiempo
que los rigores del día
y un porvenir temeroso desvanecen.

Reclinado en todo aquello que he amado,
al abrigo de preciosos jirones de esplendor,
reposo en los intersticios
de esta recia contienda
que pierdo contra la muerte.


CAVILACIONES  DE  VIEJO,  4


En la noche,
sentados de espaldas
a lado y lado del lecho,
descubrimos nuestro cuerpo
con aire distraído.

No hacemos ruido.

La carne duerme hace tiempo.


CELEBRO  LOS  TEJADOS



I

Celebro los tejados:
su recia pertenencia a la intemperie,
su presencia desnuda de vanidades,
su intimidad sin orillas.


II

Arriba, el cielo.
Lienzo donde el viento
parece nunca decidirse
a plasmar definitivamente las nubes.


III

En los aleros de los muros,
las palomas.
De pronto dos,
de pronto una,
de pronto ninguna.


IV

Pendiente de la red del alumbrado,
en el armazón de una cometa,
pervive una estrella extinta.


V

Han talado un árbol.
De vuelo en vuelo,
brizna por brizna,
las aves desmantelan sus nidos
y emigran hacia los tejados.



VI

Celebro los tejados:
su soledad nos aligera.
El vuelo de los pájaros
alivia un peso
a nuestras espaldas.


PRÓDIGAS,  3


Con la minuciosa laboriosidad de una madre
recorro esta casa.
Me tardo en cada sitio.
Registro cada rincón.
Todo me resulta ajeno,
extraño.
Ningún recuerdo le calza
a la situación actual de mi alma.
Ni la nostalgia
ni el hastío
me deparan la posibilidad del pasado.
Si éste es el lugar donde he vivido
me pregunto entonces
en qué lugar habré muerto.


EL  AMOR  ABUNDA


Vivo en un país tropical.
El amor cae silvestre.
Lo veo caer sin afán.
Dejo que colme las calles y los andenes.

Mañana temprano
recogeré lo que quede de él
con una pala.

Sé que mañana en la mañana
el dolor no habrá acabado con todo.

Que pase el amor.

Yo lo veo pasar
tendido en la playa
como un turista.
Como si se tratara
de bandadas de alcatraces.

El amor
abunda.


EL  EROTISMO


El erotismo, la comedia, los fósforos.
Las voces, las formas, las llamas.

El velo cóncavo del paladar,
la aguda lengua,
las murallas abiertas de la risa.

El cuerpo humano, al fin,
nada más bello y negado.

El cuerpo femenino, rojo y negro,
rubio y azul aguamarina.

Los abrazos como red al aire,
el deseo como ancla,
el amor como lecho de agua
y los amantes como ángeles
reclamando y prodigando
favores mundanos.

44 year old

44 year old:
como un whisky ultrafino,
como las cenizas de Jimi Hendrix,
como un Volkswagen escarabajo,
como una cadena perpetua,
como un bizcocho viejo.
44 años
para aprender a peinarme,
y nada:
llegaré despeinado a la calvicie.
El cerebro como un chicle
demasiado masticado.
La sonrisa atada
al destino de la dentadura.
44 year old:
el pasado presente,
el pasado presiente,
el pasado creciente,
el pasado reciente,
el pasado resiente.

Apartamento 105

El edificio del frente
me roba el sol
de la mañana.
En la tarde
sus ventanas
me lo devuelven
reflejado.
De noche,
si las nubes lo permiten,
durante media hora
veo la luna
trepando sobre el penthouse.

Parque Simón Bolívar

El pato se desliza nítido
sobre la superficie del lago,
como un poema.
¿Y el poeta?
Al poeta no lo vemos,
viene siendo
las patas del pato chapaleando
bajo el agua turbia.

El recluso contemporáneo

Pago y archivo
el último recibo
del mes.
Descanso en paz
(y salvo)
una noche,
una noche,
una noche
con el sistema.

Escritura, 4


SOLIA Entrar en la noche de los armarios,
En Su denso follaje de almabres y algodón.

Al contacto con la oscuridad
varios fragmentos acudían
De la mis habituales ProVision Días:

incesable el rumor de la casa
SUMANDO EL habitantes quehacer del SUS

culpabilidad y confusión afecto
Al advertir la muerte
En La humanidad del abuelo menguante

Las Manos de mi madre,
artesanías febriles SUS,
La piel áspera que suavizaba con Limón
antes de dormir.

Tantas MANIFESTACIONES,
tanta vida que Ahora tienen la intención de emitir
Al contacto con él oscuro
de esta página en blanco.





Escenas PARK, 2


La alegría de la niña
Vuelve el tiempo
que el anciano se balancea.

La pequeña silla de madera
reconcilia cada mañana
estos extremos de la vida.

 AL PIE DE LA LETRA, 5


En la mesa,
como una taza humeante,
EL sirvió poema.

Jahr TOMO
las tientas
concluirlo.

es Leído
en segundos.

más baja
en la hoja,
deshielo
Contra el viento y marea,
de la Sima del silencio
al mar es una traducción
de la lengua.


Aerolitos en la autopista


¿Hasta cuándo hemos de surcar
raudos la noche
como aerolitos en la autopista?
Husmeando de sitio en sitio,
sin establecernos,
siempre zarpando,
siempre de salida.
Mirad a ese anciano
recostado en la puerta de su casa:
¿alcanzaron a verlo?
Yo lo vi
desde mi vacío a 100 km/h.
Ese hombre lento y acabado
tiene más posesión del universo
que cualquiera de nosotros,
patas de mosca,
saltando de un video a otro,
de un amor a otro,
de una emisora a otra.
Pisando frenéticas huellas
en pistas de baile,
como queriendo borrar
cada rastro del camino recorrido.
Tan hermosos, tan modernos, tan indolentes.
Todos juntos, todos solos,
todos cerca, pero no lo suficiente.

14’287.893’850.128


Allá,
el teléfono debe estar repicando sin parar,
cada campanada como una sonda de radar
por todo el apartamento.
Acá,
yo solo escucho un pito tenue y pausado
con intersticios de silencio
que quisiera interrumpieras con tu voz.
Pero no estás,
y como no estás
decido entonces
marcar un teléfono de 14 cifras:
14’287.893’850.128.
Es un teléfono celeste,
donde tampoco contestan.
Es un teléfono del futuro,
de cuando nuestras ciudades contengan
tan monstruosa aglomeración de gentes.
Ni tú, ni Dios, ni el futuro
me contestan, ¡coño!
Mejor compro un pan con esta moneda,
o se la doy a un mendigo.
He apostado tres veces
a que caiga cara
y ha salido siempre sello.

De: AY-YA (2001)La fama

Yo digo que la fama
tiene pésimos planes de mercadeo
para nuestro gremio.
Llega demasiado tarde,
como uno de esos viajes a Tierra Santa
que ofrecen a los abuelos
cuando ya no logran discernir entre Egipto y Palestina.

¿Para qué sirve la fama en la vejez?
¿Para perturbar el tiempo de la siesta
de entrevista en entrevista?
La fama va mejor con la juventud,
cuando aún tenemos ánimo
para la vagamundería.

Haciéndose presente
desde un principio,
la fama traería un beneficio adicional:
el novel escritor
podría dedicar a su labor
la energía que consume día tras día
su delirio de grandeza.

De: Árbol talado (2010)Lavaplatos en U.S.A.

Abro el grifo
y me sumerjo
en el río del tiempo.

El lavaplatos
es la cascada de la infancia
encogida por los años.

El agua cae
y hace que se arruguen
las yemas de mis dedos.

Ante montañas de loza
como único horizonte,
no me quejo:
el trabajo es simple,
da para ahorrar
unos buenos dólares.

Al regresar a Colombia
construiré una piscina
en el patio de la casa.

Todo bajo control, 3


Somnoliento,
Joel Holmes abre su última cerveza
y sigue mirando las noticias.
El huracán brama
desde el Golfo de México,
llegará a la ciudad
pasada la medianoche.

En los últimos años
Joel ha visto muchas tragedias
en vivo y en directo,
pero nunca imaginó
el desastre así,
fuera de la pantalla,
a la puerta de su casa.

¿A dónde ir?
Es demasiado viejo
para alcanzar el techo.
Los que tenían carro
partieron
en la mañana.
En la tarde
creyó oír el timbre:
algún vecino rezagado,
la policía tal vez.

En el estadio
los refugiados abarrotan
cada centímetro.
El presidente
no tiene prisa alguna
en encarar las cosas,
Joel tampoco.

Recuerda imágenes del 11 de septiembre,
la invasión a Irak,
el tsunami en Indonesia…

¿Acaso le gustaría verse
sobreaguando en el tejado
o izado en una canastilla
sobre las calles sumergidas?

El presentador confirma
la entrada de Katrina
al Estado de Luisiana.
La electricidad
se interrumpirá
de un momento a otro.

Joel alcanza
sus píldoras,
las traga
con el sorbo
de cerveza
que le queda.

Ha sido
un televidente anónimo
toda la vida.
Mañana será
una anónima víctima.

Pródigas, 4

Ningún licor,
ni siquiera éste que mi padre
gozoso de mi regreso, me brinda
embriaga la ansiedad
que me incitó a partir un día;
el vientre
de las mujeres extranjeras
tampoco la detuvo.
Ahora
que me encuentro limpio
ornado con hermosos atavíos
y mientras los sirvientes
aderezan el lomo de la bestia
degollada en mi honor
resiento
la sonrisa presuntuosa del gentío
orgulloso de mi fracaso
y el gesto hosco de mi hermano
quien no perdona que nuestro padre
me haya perdonado


El coraz ´ n portátil
I
Se porta el coraz ´ n como una moneda.
Se arroja en cada fuente
esperando un golpe de suerte
(o de soledad).
II
Nunca escasea el coraz ´ n.
No bien lo has perdido
y ya está el vacío en el pecho
acuñando uno nuevo.
Lo importante es no perder el vacío.
III
Lanza tu coraz ´ n desde las azoteas
como un suicida.
No dejes de advertir:
PELIGRO.
Justo es que quien intente atraparlo
sepa a qué atenerse.



El erotismo
El erotismo, la comedia, los fósforos.
Las voces, las formas, las llamas.
El velo cóncavo del paladar,
la aguda lengua,
las murallas abiertas de la risa.
El cuerpo humano, al fin,
nada más bello y negado.
El cuerpo femenino, rojo y negro,
rubio y azul aguamarina.
Los abrazos como red al aire,
el deseo como ancla,
el amor como lecho de agua
y los amantes como ángeles
reclamando y prodigando
favores mundanos.


El olvido no existe
El olvido es un asilo
donde recluimos lo pasado
para evitar que devore
al porvenir.
Basta una precisa señal del tiempo
para que el recuerdo cautivo
escape aleteando
y preste el servicio de añoranza o de sabiduría
que requiera nuestra vida
en ese instante.
¡Oh, sí! La memoria es una caja negra
que conserva lo esencial de la experiencia
de accidente en accidente.
Hay que tener fe en este mecanismo.
El olvido, como tal, no existe.


Amores, amores, amores

Amores, amores, amores,
mil clases de amores.
Amor niño, amor lejano,
amor represado, negado y reclamado.
Amor vicio, inmortal, ingenuo.
¿Qué es el coraz ´ n?
¿Un venado o un cazador solitario?
¿Huyes o construyes? ¿O visitas?
¡Ah, visitas! Eres cosmopolita,
amor turista, televidente.
El amor y la experiencia loca.
El no querer refrenar el hocico
por doquier vital.
¿Pueden tejer dos de la misma hebra?
¿Jugar a las gallinitas y a las cachetadas del amor?
El amor y la disolución:
“hubiera sido, hubiera sido posible”,
la frase más triste del mundo.
¡Qué ínfulas de arroz nupcial!
¡Y qué carencias!


Poema de la primera vez

Hay algo irrecuperable
en descubrir a un desconocido.
Ofrecerse ante la vista y el tacto
de quien hasta entonces
sólo nos ha tratado vestidos
entraña un acto de desprendimiento
poco común.
Si la ocasión permite
hacerlo sin vehemencia,
hay algo de paternal y fraterno
en desatar los cordones,
desajustar los broches
y bajar las cremalleras.
De este modo
las prendas van quedando en el suelo,
como espigas segadas por el deseo.
Suele sobrevenir entonces
un instante en que la caja negra se abre
y retiene para siempre
un olor, un gesto, algún escorzo del cuerpo.
Luego vendrá lo de costumbre en estos casos:
las caricias, las precauciones, el delirio, el hastío,
el amor, la obsesión, las despedidas.


Poema de la única vez

Estoy absorto en estudiarte,
en recordar tus vestigios,
en descubrir una clave para descifrarlos.
Quiero conocerte
como se conoce un escondite,
aprehender tus sombras y tus fugas,
tus grietas y desperfectos.
Quiero ducharme contigo.
Para tragarte, para sacudirme
y azotarme contra ti.
Escribo esto
con entusiasmo y urgencia
luego de que te has ido.
Ahora,
mientras tu calor aún no acaba
en mi piel,
estás perdida.
Me queda la basura del amor:
espermicida, pelos caídos,
fragancias en retirada…
No es una herencia tan infeliz.


Poema de la última vez

No hay más preguntas.
El deseo es más bien
el recuerdo del deseo
rodando en cámara lenta.
El sudor es el llanto indiscreto
de la despedida.
La lengua murmura voces de aliento,
suaves caricias para limar
las últimas asperezas.
Los amantes se abrazan
como hermanos siameses
antes de la separación de los cuerpos,
antes de arduos días de convalecencia
en que se intentará establecer
el número preciso de ausencias.
No tiene que ser la última vez.
Pero es como si lo fuera.


Del amor muerto

Aquí no cabe ya
la pregunta
por el más o por el menos.
La terca pregunta por el quizás
ya no tiene sentido.
El amante difunto
no tiene ventanilla de reclamos.
Su partida
nos deja a solas
con el amor.
¡Y qué experiencia!
Qué experiencia
si se sabe regresar en silencio.
Husmear por su casa
y encontrar a su padre adentro,
mirarlo a través del cristal,
tan lejano y tan real
como cualquier otro padre.
A solas con el amor,
a solas con el dolor,
ya no cabe la pregunta
por el más o por el menos.
Pudimos amar más,
pudimos amar menos.


El exceso

El exceso de T.V. no remuerde.
El exceso de alcohol es obligatorio.
El exceso de trabajo es legal
y perjudica la salud.
El exceso de velocidad
es la rebeldía de los lerdos.
El exceso de drogas no da abasto.
El exceso de sexo no se siente.
El exceso de luz eclipsa la noche.
El exceso de noche es elixir de fantasmas.
El exceso de campesinos
acampando frente a las alcaldías.
El exceso de plagas que no atajan los pesticidas.
El exceso de estudio sin pasión,
de mediocridad dentro y fuera del salón.
El exceso de sordo llanto y de ira
en las voces de los niños.
Y los madrazos,
los portazos y los trancazos a los objetos.
El exceso imposible del amor.
El exceso de la danza de la muerte.
El exceso de lujo, de codicia, de violencia.
El exceso nuestro de cada día.


Del dolor extremo

Y si el amor de la tierra no alcanza,
si el verde mundo no nos consuela,
si la congoja es tanta,
entonces es hora,
es la legítima hora
de llevar la mirada hacia arriba
y devorar las provisiones
de azul blancura divina.
Cualquiera naufraga en un vaso de mundo,
pero la víctima es a la vez el mensaje,
la botella y la tabla de salvación.
El dolor no tiene hijos únicos.
No te hagas el solitario:
integras una vasta multitud.


Hastío de mi soledad

Te has quedado solo porque te ha dado la gana,
[es cierto.
Pero hoy te encuentras aburrido de tu soledad;
[nadie parece querer fijarse en ti.
Al sentir el teatro vacío el ego se larga a hablar de
 [crisis, incomunicación
y angustia existencial.
Imaginas ser atropellado por un carro o que te
[asestan una puñalada
y que, entonces, a algún cuarto de hospital van a
[llegar todos en llanto,
arrepentidos, desesperados por tu diagnóstico
[reservado.
Hasta ahí todo marcha bien y te hallas a gusto en
 [tu estado de coma.
El problema es que no eres capaz de morir y poco
 [a poco comienzas a mejorar
y las visitas comienzan a desertar y los familiares
[en el pasillo discuten
los honorarios de los médicos y crees descubrir en
 [su mirada reproches como:
¿Acaso no podías cruzar la calle con cuidado?
O: ¿Qué hacías en ese antro a las seis de la mañana?


Las putas y los poetas

Los poetas llegan
caídos de la borrachera
y hablan y hablan y hablan.
Poeta que se respete
carga un poema
en el que ha escrito
sobre nosotras, la libertad,
el alcohol y otras lindezas.
Ellos saben
que aquí se les celebra todo
siempre y cuando traigan plata.
Sin plata no hay poema que valga


El inmortal

Soñé mi epitafio.
No tenía lápida
ni tumba.
Era una simple nota
pegada con cinta
y decía:
Estoy en la biblioteca.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario