sábado, 24 de diciembre de 2022

POEMAS DE ALFREDO MARQUERIE (ALFREDO MARQUERIE MOMPÍN)

 



Poema Rascacielos

(4

Tatuaje eléctrico,

rojo arañazo del letrero,

vena rota de anuncio,

se desangra el chaflán en vías públicas

donde pastan rebaños de bocinas.

 

(5

Entretejido de ventanas,

geometría de estrellas

teorema iluminado,

dominó de la cuarta dimensión

-solo manos de Dios lo jugarían-

 

(6

Raíz cúbica de astros.

 

 

El reloj (1922)

Han sacado del desbán [sic],

en su caja polvorienta,

para mí un gran talismán:

el reloj que el tiempo cuenta…

Es un reloj de pared,

feo, antiguo y complicado;

mas es para mí, sabed,

un tesoro codiciado:

Señaló lento, muy lento,

todo el curso de mi vida;

y cuando le miro, siento

al par que agradecimiento

la nostalgia indefinida

que produce en mí honda pena.

Y es que sus pesas doradas

evocan horas pasadas

de santa alegría buena.

Hubo tiempo en que este hogar

alegró en ritmo candente.

¡Ya no le puede alegrar!…

¡Y al ir a las horas dar

tiene una queja doliente!…

Del desván ayer salido,

de su caja polvorienta,

al verle me ha parecido

un muerto que ha renacido

mi reloj que el tiempo cuenta.

Tomado de:

https://marquerie.emilioquintana.com/2022/04/29/el-reloj/

 

 

Romance del año en fuga

Romance del año en fuga

 

Van a dar las campanadas:

! tan, tan tan!… Así hasta doce.

El año viejo se fuga

y muere a la media noche.

 

Sombras de sueños se evaden

entre esferas y relojes

y amanecen llantos nuevos

aún sin bautismo de nombres.

 

¡Tacos de los calendarios

finos de tuberculosis

trasluciendo ya la fría

palidez de los cartones!

 

Sólo queda una hoja lacia

en el almanaque insomne

como en un árbol de invierno

desfrondado de emociones.

 

El año viejo se fuga

pero no en fuga de amores,

sí en fuga de presidiario,

de encubierto «escala-torres»

 

Y el penal del mundo bulle

ronco de tiros y voces

de alarma de centinelas

de cerrojos y de goznes:

 

¡¡Se ha escapado un preso, un preso!!…

El grito crece y se rompe,

repítenlo el mar y el viento

las estrellas y la noche,

los telescopios, las sombras

los ángeles y los hombres.

 

Pero el preso no se encuentra,

que su condena era doble

-doble de prisión y vida-

Y se fue… Dios sabe adónde.

 

En hosca celda de días

meten a otro preso joven

que escapará y morirá

como el viejo, a media noche.

……………….

 

Esta es la historia que cuentan

las manos de los relojes

cuando dan las campanadas

¡tan, tan, tan!… Así hasta doce.

 

 

Profesio fides (soneto)

¿Para qué definir ni argumentar?

La verdad no me sirve para nada;

si me dicen que no, doy la callada

por respuesta y así no hay más que hablar.

 

Siempre he creído que para cantar

la letra le da el aire a la tonada;

con tener eso en cuenta y voz sobrada,

guarde Dios a las Artes de Trovar.

 

Aprendí mi lección de castellano,

mas no en el aula ni en la librería,

sino del labio kismo del villano.

 

Y más que antigua o nueva desearía

ir legándole al tiempo poesía

que suene a eternidad de acento humano.

 

1926

Tomado de:

https://marquerie.emilioquintana.com/2022/05/07/poemas-de-junio/

 

 

[ELOGIO] DEL PITILLO DE 0,50

 

Pitillo de cincuenta:

mercenario de todos,

lanzadera

en la mano del necio y del filósofo,

del proletario y del poeta.

 

Enciéndete en la yesca de esta rima,

(para el tonto, plebeya;

para el crítico, cómica;

para el hermano, seria).

 

Como en las aleluyas de colores

naciste en hora buena;

capricho entre los dedos juguetones

de una castiza cigarrera

que pellizcó el montón anónimo,

regalo de la América.

 

Con tu tosca camisa, buen soldado,

que aguarda estoico el fin

con otros diecinueve hermanos.

¡Qué triste simbolismo!

los quintos... un paquete de cigarros.

 

Pitillo de cincuenta,

buen compañero, pájaro

que, con su jaula de papel comprara

en el jardín barato

-fragancias cosquilleras y picantes-

del estanco.

 

Pitillo de cincuenta:

maravilla en el tedio y el cansancio,

y sosiego en la cólera,

y paz en el dolor, y en el trabajo.

¡Da al alma una alegría verbenera

el tobogán de tu humo blanco!

 

Fumé el primer pitillo

en una tarde memorable,

ante el asombro de los otros chicos.

Y, como era a escondidas,

al salir a la luz me sentí cínico.

 

Y su lumbre bermeja,

en medio de lo oscuro de la noche,

jugaba a ser estrella.

 

Pitillo de cincuenta,

filósofo solmemne que declamas

cómo del sueño y del suspiro quedan

lo que de ti: colmados ceniceros,

pavesas.

Tomado de:

http://poesiaabierta.blogspot.com/2013/04/poesia-ultraista-ajaja-y-elogio-del.html

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