lunes, 8 de agosto de 2022

POEMAS DE ANA LUISA AMARAL QEPD

 


Testamento

 

Voy a partir en avión

y el miedo a las alturas liado conmigo

me hace tomar calmantes

y tener sueños confusos

 

Si yo muero

quiero que mi hija no se olvide de mí

que alguien le cante, incluso con voz desafinada,

y que le ofrezcan fantasía

antes que un horario estricto

o una cama bien hecha

 

Denle amor y el ver

dentro de las cosas

soñar con soles azules y cielos brillantes

en vez de enseñarle a bien sumar

y a pelar papas

 

Preparen a mi hija

para la vida

si yo muriera en un avión

y quedara desligada de mi cuerpo

y fuera átomo libre allá en el cielo

 

Que se acuerde de mí

mi hija

y más tarde que le diga a su hija

que yo volé allá en el cielo

y me torné deslumbrada alegría

al ver en su casa las sumas erradas

y las papas olvidadas en el saco

e íntactas

   

                  De Entre otras noches, trad. Lauren Mendinueta, Bogotá, Taller de Edición Rocca, 2013.

 

 

Las memorias más puras: o de lumbres

 

Ayer por la noche y antes de dormir,

la alegría más pura

 

de un cielo

 

en medio del sueño que se escapa, solemne

la emoción        y la alegría más pura

de un día entre niña y casi grande

 

y era en el pueblo,

levantarse a las seis de la mañana,

los ojos en los postigos de madera, el sonido

que hacían al abrirse, los postigos

en una habitación que no era la mía, el olor

de nombre ausente

 

pero era un olor

entre lo más fresco y la luz

que comenzaba    era el calor del verano,

la alegría más pura

 

un cielo tan del color de la sangre

que aún hoy, aún ayer antes de dormir,

las lágrimas brotan como entonces, y de repente,

el sol como un incendio largo

y el olor    los colores

 

Pero era estar allí, de pie, y joven,

y la muerte tan lejana,

y no había muertos ni su desfile

solo vivos, risas, el olor

la luz

 

era la vida, el poder de elegir,

o eso parecía:

 

la cama y las cascadas frescas de las sábanas

suaves como extranjeros que llegan a un país nuevo,

o los postigos        abiertos de madera

y el incendio            del cielo

 

Esto fue ayer por la noche,

este esplendor en lo oscuro y antes de dormir

 

……..

 

Hoy, los periódicos en esta mañana sin sol

hablan de cosas tan brutales

y tan encendidas, como pueblos sin nombre, sin luz

que amanezca su color y sus tiempos,

de muertos no por vidas vividas

sino por vidas cortadas    la violencia de ser

encima de esta tierra            sobre otros muertos

apenas recordados o ni siquiera recordados

 

Y pienso dónde está, dónde cabe,

esa pura alegría recordada

que tomó el pasillo de mi sueño

se acostó a mi lado ayer por la noche

 

retomada nuevamente    hecha movimiento,

bella mercancía para cesto de paja        muy bello,

como bello era el cielo de aquel día

 

¿Dónde cabe la alegría recordada

frente al incendio que vi      ayer por la noche?

¿dónde     los colores de la alegría?     su perfil tan nítido

como si fuese alimentado con átomos

en explosión

 

¿cómo volverse tiempo? ¿cómo fingirse tiempo?

 

….

 

Y sin embargo     los tiempos    cohabitan

Y el mismo            pasillo les da espacio

y lumbre

 

          De Oscuro, Trad. Luis Maria Marino, Zaragoza, Olifante, 2015.

 

 

Matar es fácil

Asesiné (tan fácil) con la uña

un pequeño mosquito

que aterrizó sin permiso y sin licencia

en la hoja de papel

Era tan insustancial,

de alas imperceptibles a la vista,

que dejó, muerto en la hoja, un rastro

igual a casi nada

Pero era un rastro

con un resto de magia, un pretexto

de poema, y ​​con su linfa ardiendo

por un tiempo más breve

que mi vida

no dejaba de ser

un tiempo vivo

Abatido sin lanza ni puñal,

sin sustancia mortal

(digno cianuro o estricnina),

murió, víctima de una uña,

y volvió al polvo:

una efímera harina triturada

Mas ha de contener,

igual que sus parientes,

una cosa concreta,

que de aquí a unos cien años,

será la misma sustancia

la que alimenta la tibia de un poeta,

el rostro que se amó,

el pedazo de papel en el que escribo,

el más pequeño punto imperturbable

en la cola de un cometa

Tomado de:

https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Festival/Antologia/amaral.html

 

 

Lugares comunes

 

Entré en Londres

a un merendero cutre (no solo entre nosotros

hay merenderos cutres, entre los ingleses también

y ellos han tenido hasta más cosas, ahora

solo Escocia y un poco de Irlanda y esas

islitas, más allá)

 

Entré en Londres

a un merendero cutre, peor todavía que nuestros bares

de playa (esto es sólo para los que no pueden

hacerse una pequeña idea de lo que los ingleses

tienen por allá), era

muy pero muy cutre, no es que fuera mal intencionado, era cutre

como decimos, muy lleno de remiendos y con la cocina

sucia. Bien rascuache.

 

Claro que todos mis prejuicios

de mujer se me vinieron encima, porque en el merendero

sólo había hombres que comían tocino y huevos y jitomate

(si estuviera en Portugal, serían sándwiches de queso),

pero pensé: Estoy en Londres, estoy

solita, a mí qué me importan los hombres, los ingleses

ni se meten tanto con una como los nuestros,

y así…

Y, bueno, entré al merendero cutre, con árboles

de plástico en los rincones.

Sólo después de entrar vi a una mujer

sentada leyendo alguna cosa. Y me sentí

más fuerte, no sé por qué, pero me sentí más fuerte.

Era una tribu de veintitrés hombres y ella solita y

luego yo

 

Y pues pedí un café, que no estaba nada mal

para un merendero cutre como ése y el hombre

que me sirvió me dijo: There you are, love.

Se me antojó contestar: I’m not your bloody love o

Go to hell o algo así, pero después

pensé: Ya lo traen tan entrañado

en sus culturas, y su intención no era mala, y además

me voy en un ratito, tengo un vuelo

a mí qué me importa

 

Y pagué el café, que no estaba nada mal,

y estuve un rato así mirando en torno mío

viendo a toda esa tribu que comía huevos y jamón

y después vi la hora y pensé que el taxi

ya iba a llegar y yo tenía que marcharme.

Y cuando me iba a levantar, la mujer sonrió

como quien dice: That’s it

 

Y miró así en torno suyo el jamón

y los huevos, a todos los hombres que comían

y yo me sentí más fuerte, no sé por qué,

pero me sentí más fuerte

 

y pensé que al fin no importa si Londres o nosotros,

que en todas partes

las mismas cosas son

Versión de Paula Abramo.

Tomado de:

https://periodicodepoesia.unam.mx/texto/no-importa-si-londres-o-nosotros/

 

 

What's in a name

 

Pregunto: ¿qué hay en un nombre?

 

¿De qué espesura está hecho si se atiende,

 

en qué guerras se ampara,

 

paralelas?

 

¿Linajes, suelos serviles,

 

razas domadas por algunas sílabas,

 

pilares de la historia sobre leyes

 

que en fuego y llamarada se forjaron?

 

Extirpado el nombre, quedará el amor,

 

quedaremos tú y yo, aun en la muerte

 

aun sólo en el mito

 

Y aun el mito (¡escucha!),

 

nuestra fugaz historia

 

que unos leerán como materia inerte,

 

quedará para el siempre del humano

 

Y otros

 

habrán de recogerlo siempre,

 

cuando su siglo carezca de él

 

Y entonces, amor mío, mi mayor fuerza,

 

seremos para ellos cual la rosa

 

O no, cual su perfume:

 

ingobernado libre

 

De What's in a name

 

Una botánica de paz: visitación

 

Tengo una flor

 

de la que no sé el nombre

 

En el balcón,

 

en común acuerdo

 

con otros aromas:

 

la flor del beso, un rosal,

 

una mata de hierba luisa

 

Pero esos son prodigios

 

de la mañana siguiente;

 

es que esta flor

 

generó hojas de verde

 

asombro,

 

minúsculas y leves

 

No la amenazan bomba

 

s ni románticos vientos,

 

ni misiles, o tornados,

 

ni ella sabe, aunque esté cerca,

 

de la sal inversa

 

que el mar trae

 

Y el cielo azul de Otoño

 

fingiendo Verano

 

es para ella una bendición,

 

con la poca agua

 

que le dio

 

Debe ser esto

 

una especie de paz:

 

un secreto botánico

 

de la luz

 

(de Entre dos ríos y otras noches)

Tomado de:

https://www.clarin.com/cultura/poemas-ana-luisa-amaral-portuguesa-gano-premio-reina-sofia_0_GDZW8Iq2n.html

 

 

INTERTEXTUALIDADES

 

 

 

Microscópica, casi,

 

una migaja entre las hojas de un libro

 

que ando leyendo.

 

 

 

Me prestaron el libro,

 

pero no la migaja.

 

 

 

En el misterio más esencial,

 

ella surgió con recato

 

en medio de dos párrafos solemnes.

 

Me perturbó el pensamiento,

 

quebró el hilo (ya tenue) de la lectura.

 

Seductora, intrigante.

 

 

 

Me hizo pensar en niveles para leer:

 

el tema del libro

 

y la migaja-tema del lector.

 

 

 

(era pan la materia consumida en medio

 

de dos párrafos y los ojos

 

consumidos: pasar la página, dos líneas leídas

 

la intriga del tiempo cuando era

 

y se levantó a preparar el pan

 

volviendo a otras líneas)

 

 

 

Me quedé con la migaja,

 

desconocida ofrenda del lector,

 

mas por juego o consumo

 

le dejé una migaja mía,

 

no marca de agua, mas de pan también:

 

 

 

un tema posterior para descifrar luego,

 

en posterior lectura

 

ajena

 

 

 

De Entre otras noches. Traducción: Lauren Mendinuetta, 2013

 

 

SÓLO UN POCO DE GOYA: CARTA A MI HIJA

 

 

 

Te acuerdas que decías la vida es una fila?

 

Eras pequeña y el cabello más claro,

 

pero iguales los ojos. En la metáfora dada

 

por la infancia, preguntabas del espanto

 

de la muerte y del nacer, y a quién se seguía,

 

y por qué se seguía, o de la total ausencia

 

de razón en esa cadena en sueño de ovillo.

 

 

 

Hoy, en esta noche caliente que estalla

 

en junio, tu cabello claro más oscuro,

 

quería contarte que la vida también es eso:

 

una fila en el espacio, una fila en el tiempo,

 

y que tu tiempo al mío seguirá.

 

En un estilo que me agrada, ese de un hombre

 

que un día habló de Goya en una carta a sus

 

hijos, quería decirte que la vida es también

 

esto: un arma a veces cargada

 

(como decía una mujer sola, grande

 

como un jardín). Darte dulce de leche, dejarte

 

testamentos, hablarte de tazones - es siempre

 

mirarte amor. Pero es también enseñarte a la

 

vida, atrincherarnos en fila discontinua

 

de mentiras, en cariño de verso.

 

 

 

Y yo quería hablarte de los nexos de la vida,

 

de quién la habita más allá del aire.

 

Y que el respeto entero e infinito

 

no precisa venir después del amor.

 

Ni antes. Que las filas son sólo útiles

 

como formas de mirar, maneras de ordenar

 

nuestro espanto, pero que son posibles puntos

 

paralelos, espejos y no ventanas.

 

 

 

Y que todo está bien y es bueno: fila

 

u ovillo, dos cabezas en un mismo cuerpo,

 

o un dragón sin fuego, o unicornio

 

amenazando con llamas muy vivas.

 

Como el cabello claro que tenías en ese tiempo

 

se volvió castaño, pero aún claro,

 

y la metáfora hecha por la infancia

 

se reveló tan cierta en el poema. Se revela

 

tan útil para hablar de la vida, esa que,

 

sin tazones, intactos o partidos, sigue

 

siendo buena, aunque en disonancia de ovillo.

 

 

 

No sé qué te dirán en un futuro más cercano,

 

si quién así habita los espacios de las vidas

 

tiene ojos do gigante o cuernos asombrosos.

 

Porque te amo, deseaba un antídoto

 

igual a un elixir que te hiciese grande

 

do repente, volando, como hada, sobre la fila.

 

Pero al amarte, no puedo hacerte eso,

 

y en esta noche cálida rasgando junio,

 

quiero hablarte de la fila y del ovillo

 

y de todas las formas diversas de amar,

 

pero hechas de pequeños sonidos de espanto,

 

si lo justo y lo humano se abrazan allí.

 

 

 

La vida, hija mía, puede ser hecha

 

de metáfora otra: una lengua de fuego;

 

una camisa blanca color de pesadilla.

 

Pero también ese bulbo quo me has dado,

 

y que ha florecido ahora, pasado un año.

 

Porque hubo tierra, algún agua leve,

 

y un balcón liberándole los pasos.

 

 

 

Traducción inédita: Diana Bellessi

 

 

NEWTON O EL EXILIO

 

 

 

Ampliando el compás

 

él organiza el mundo,

 

parece repetir,

 

correcto y lento,

 

lo que la razón pretende revelar

 

 

 

Y así exilia para siempre

 

el sueño

 

 

 

Pero en esa corrección

 

premeditada,

 

no hay sosiego, ni siquiera amor:

 

sólo tiempo aprisionado

 

la soledad, paz cambiada por paz

 

- igual al lento aletear

 

sin alas

 

 

 

Ajeno le es el fulgor

 

de la creación coincidente a la caída

 

ajeno le es también el error

 

más terrible:

 

la gloria de sentir en las manos un hilo de tierra,

 

sosteniendo un hilo de luz

 

 

 

La luz de un sol perfecto y frío,

 

calcula.

 

los puntos del compás

 

midiendo y limitando,

 

y acierta, exacto,

 

el mundo

 

 

 

Dejará descendientes,

 

será maestro

 

de los que han de venir

 

en hordas por los tiempos,

 

con el compás en las manos,

 

codiciando yardas a yarda las fronteras

 

junto a la periferia de la mirada

 

 

 

Pero no verá dragones,

 

ni faunos, ni sirenas,

 

ni tendrá unicornios a su lado,

 

ni sabrá bordar tapicerías

 

sepia que estallen en pupila y mares,

 

ni nunca tejerá el dolor y la alegría

 

 

 

Y nunca se darán sus profecías,

 

ni leerá bandada de estorninos

 

en una danza inter estelar

 

 

 

Frío y ausente,

 

enmarcado en frío,

 

 

 

será de él el compás

 

y la soledad

 

 

 

Sólo pulsará en el tiempo

 

el corazón

 

de aquel que lo creó

 

 

 

De Ana Luisa Amaral, Antología Poética. Traducción: Nidia Hernandez, 2012

 

 

LA GÉNESIS DEL AMOR      

 

 

 

Tal vez un intervalo cósmico

 

poblando sin querer la vida:

 

tal vez quásar que la inundó de luz,

 

la transformó en materia tan densa

 

que la escindió

 

la retuvo suspendida

 

en el espacio –

 

 

 

Eran formas cadentes

 

como estas:

 

 

 

Imágenes como bóvedas del cielo,

 

asombrosas igual al asombro en el que nacerían

 

las primeras preguntas sobre los dioses.

 

el cero, el universo,

 

la solidez de la tierra redonda y luminosa,

 

esperando Admastores que la domestiquen,

 

o fuegos fatuos incendiando miradas,

 

o marineros ciegos, ávidos de luz,

 

de la línea que, acompasada

 

divide cielo y

 

mar

 

 

 

Quásar es poco, porque la palabra roza

 

lo que la piel descubrió. Y tampoco la piel

 

alcanza:

 

pequeño meteoro en implosión

 

 

 

Estatua luminosa, tal vez,

 

esperando la paz (aunque haya ausencia

 

de creencia o de fe) y, profano el diseño

 

de esos extraños animales,

 

semi monjes, malditos

 

deslumbrados,

 

y una visión tal vez

 

en la penumbra serena de algún

 

claustro

 

 

 

Tal vez así tendría algún

 

sentido

 

la génesis del amor

 

 

 

De Ana Luisa Amaral, Antología Poética. Traducción: Nidia Hernandez, 2012

 

 

RELATIVIDADES

 

 

 

Albert Einstein tenía el cabello hirsuto

 

y blanco con la edad,

 

y nariz husmeadora junto al tiempo.

 

 

 

Y así dejó el verso

 

más perfecto:

 

velocidad al cuadrado

 

en ecuación de luz

 

 

 

Agitando por el espacio

 

la energía mil igual a la masa

 

(las veces que lo puse

 

en otros versos)

 

 

 

Mas era de mirada larga,

 

los párpados tan tristes

 

de tanto ver más allá de nosotros:

 

melodías de sueño y teoría,

 

filamentos hirsutos junto al sol,

 

hongos, acordes

 

 

 

Y en la corriente cuántica de las cosas,

 

entender que lo más ancho

 

es lo que no se ve:

 

 

 

cuadrado inconsciente

 

generando,

 

encendido y blanco,

 

una eme ce ofensiva:

 

 

 

por moderno y feroz

 

auto de fe

 

 

 

De Entre otras noches. Traducción: Lauren Mendinuetta, 2013

 

 

KAMASUTRAS

 

 

 

Tira toda la ropa

 

al suelo.

 

Deprisa. Sin momento seductor

 

ninguno

 

 

 

Las prendas en pedazos,

 

desmayadas,

 

tumbadas por el suelo.

 

Desde lo más pesado a lo infinitamente

 

más leve

 

 

 

Y deja la luz

 

prendida. Sin seducción

 

ninguna. Una luz por lo menos

 

de 60 watios.

 

O sino cruda,

 

de supermercado.

 

 

 

Escoge armario,

 

lugar escuadrado

 

donde los cuerpos

 

no puedan descansar.

 

Sin ningún tipo

 

de preliminar,

 

asáltame

 

vestida:

 

 

 

que yo tenga toda la

 

ropa. Desde lo más pesado

 

a lo infinitamente más

 

leve.

 

Luces todas prendidas

 

Deprisa

 

y de repente

 

 

 

Pasemos a la cocina

 

Y allá, en una poética de manos,

 

en suprema gimnasia del mirar,

 

comamos lentamente,

 

como saber hindú,

 

los restos del asado sobrante

 

de la cena

 

 

 

A la luz

 

fosforescente

 

y seductora, en lo más

 

preliminar,

 

lanza contra el fogón,

 

por encima del hombro,

 

la copa de cristal

 

(de las de pie alto!)

 

 

 

Que el suelo,

 

al serle agudo como asfalto,

 

le enseñe el kamasutra

 

en última edición!

 

 

 

Traducción inédita: Diana Bellessi

Tomado de:

https://www.nuevayorkpoetryreview.com/Nueva-york-Poetry-Review-3264-100-poesia-portuguesa-ana-luisa-amaral

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