lunes, 15 de agosto de 2022

POEMAS DE GYULA ILLYÉS


DIARIO DE UNA CARAVANA PERDIDA

 

 Sólo la brújula, manteniendo viva la esperanza,

          tartamudeaba, repitiendo sus paralizadas

 direcciones; con algo en alguna parte más allá

          a lo cual responder.

 

       Y por otro largo día

seguimos adelante a través de arena desértica.

 

 Luego al borde de riscos de piedra

                cubiertos de jeroglíficos.

 

 Línea tras línea, incoherentes, leyeron-

           arrugas sobre alguna frente demente.

 

      Una era antigua

 luchaba allí en tonos desesperados-

 

 Ya sin nada más que decir-

 

      Y sólo el viento gime.

 

 Arena en nuestros ojos. Entre dedos sudorosos, y

      tierra entre los dientes, arena.

 

 Sacrificamos al camello que conocía el camino...

        tuvimos hoy nuestra última comida.

Tomado de:

http://inutilesmisterios.blogspot.com/2016/12/dos-poemas-del-gran-hungaro-gyula-illyes.html

 

Una Frase Sobre La Tiranía

Donde haya tiranía,

está la tiranía

no sólo en calabozos

ni en bocas de fusiles,

 

no sólo en cuartos de tortura,

no sólo en las nocturnas

consignas de los guardias,

está la tiranía

 

no en los pliegos de cargos

ardiendo oscuros como el humo,

la confesión, ni el morse

del preso sobre el muro,

 

no sólo en la sentencia

fría del juez: ¡culpable!

está la tiranía,

y no sólo en las órdenes

 

de ¡Preparen! y ¡Fuego!

ni en los redobles,

ni en el modo en que arrastran

el cadáver al foso,

 

no sólo en las noticias

susurradas con miedo

a través de una puerta

furtiva y entreabierta,

 

en el dedo en los labios

indicando callarse,

está la tiranía,

y no sólo en el rígido

 

trazo como de rejas,

ni en el aullar luchando

mudo contra las rejas,

ni en la cascada

 

de lágrimas calladas

acreciendo el silencio,

ni en la pupila abierta,

 

está la tiranía,

y no sólo en los ¡Viva!,

ni en el ¡Bravo! y los cantos

que en pie todos corean;

 

donde haya tiranía

está la tiranía

no sólo en los aplausos,

las palmas incesantes,

 

las trompetas, la ópera,

la piedra en las estatuas,

el color del retrato

chillón y mentiroso,

 

no sólo en cada marco,

ya en el pincel estaba;

ni en el vibrar del auto

de noche y en silencio,

 

que se detiene

bajo la arcada;

 

donde hay tiranía, siempre

está presente

en todas partes, como

tu dios nunca estuviese;

 

está la tiranía

en el jardín de infantes,

el consejo del padre,

la sonrisa materna;

 

en el modo del niño

responder al extraño;

 

no sólo en el alambre

de púas, ni en las frases

gastadas que en los libros

duelen más que las púas;

 

está en el beso

de despedida,

al decir de la esposa

cuándo vuelves, querido;

 

en los que-tal triviales

que en la calle te llueven,

y ese apretón de manos

que de súbito aflojan;

 

al helarse la cara

de tu amor de repente,

pues en las citas

de amor está presente;

 

no sólo en los careos,

la confesión, las dulces

palabras embriagadas,

como mosca en el vino,

 

ni en tu sueño estás solo,

está la tiranía

en el tálamo, y antes

aún, en el deseo,

 

pues para ti lo bello

es lo que ya ella tuvo,

y con ella yacías,

mientras creías que amabas,

 

en el plato y el vaso,

la nariz y la boca,

en el frío y la sombra,

en tu cuarto y afuera,

 

como hedor de carroña

al abrir la ventana,

como cuando un escape

de gas llena la casa,

 

si estás hablando solo

es ella quien pregunta,

ni cuando fantaseas

te libras de ella,

 

se hace tierra de nadie

la vía láctea, los focos

la iluminan, minada,

los luceros: mirillas,

 

la celeste bóveda un campo

de castigo, pues en el doble

afiebrado de las campanas

está hablando la tiranía,

 

en el cura a quien te confiesas,

en sus predicaciones,

potro, templo y parlamento,

son otros escenarios suyos;

 

al abrir y cerrar los párpados,

siempre te mira;

como dolencia está contigo,

como el recuerdo,

 

y la rueda del tren, ¿la escuchas?

preso estás, preso, repite,

por las montañas y las costas

sigues oliéndola,

 

relampaguea y es ella

la que truena y deslumbra,

y al corazón lo paraliza,

inesperada;

 

está en la calma,

en los grilletes del hastío,

en la lluvia precipitándose

en barrotes hasta los cielos;

 

en la nevada que te encierra

como blanca pared de celda;

es ella quien te mira

por ojos de tu perro;

 

y estando en toda meta

ocupa tu futuro,

está en tu mente,

y en cada gesto tuyo;

 

como el agua a su cauce,

la sigues y la creas;

¿miras fuera del círculo?

al espejo te espera,

 

te acecha, inútil escaparse,

eres guardián y preso,

en el olor de tu tabaco

y en el paño de tu vestido

 

penetra, hasta en tu médula,

quieres pensar, tu mente

no tiene otras ideas

sino las suyas,

 

al mirar ves apenas

la ilusión que te muestra,

y te cerca el incendio

del bosque, por el fósforo

 

que al lanzar a la tierra

no apagaste pisándolo,

y así te guarda prisionero

en casa, campo y fábrica;

 

no sabes ya qué es vida,

ni pan ni carne,

qué es amor ni deseo,

ni un abrirse los brazos,

 

así forja esposas el siervo

y él mismo se las asegura,

cuando comes ella se nutre,

para ella engendras tu hijo,

 

donde hay tiranía, son todos

un eslabón de su cadena;

su hedor emana de tu cuerpo,

tú mismo eres tiranía;

 

como topos al sol desnudo,

damos tumbos en las tinieblas,

apretándonos en un cuarto

tal como en el desierto;

 

pues donde está la tiranía

todas las cosas son inútiles,

incluso las canciones,

o cualquier obra;

 

pues estaba desde el comienzo

junto a tu tumba, es ella

quien dice lo que fuiste,

tus cenizas son sus esclavas.

 

(1950)

Traducción de RODRIGO ESCOBAR HOLGUÍN Y VERA SZÉKÁCS

Tomado de:

http://circulolateral.com/revista/articulos/073gillyes.html

 

 

COMPUTADORA PORTÁTIL

 

GENTE NUEVA EN LA COSTA

 

Una mujer elegante en traje de baño - Su

buena figura es su elegancia.

¡Qué apropiado! ¡Qué "elegante"!

Y qué dice cuando mira a su hijito y le

   grita:

"¡Te vas, Fercsi! ¡Cuidado que llueve!".

 

 

ARS POÉTICA

 

Trabajo Trabajo. Lo bello, lo bueno, lo útil,

en cuanto está listo, cobra vida.

Todo buen trabajo es un luchador por la libertad.

¡Sé fiel a ti mismo, crea cosas que la

   muerte no tocará!

 

 

VENIENDO DE LA ESTACIÓN

 

Las doncellas se apoyan en la línea dorada

y derraman el polvo delante de mí, detrás de mí,

mientras me alejo cabalgando alegremente;

mi esposa está sentada en el maletero.

 

 

MEMORIA

 

Amigas mías, oh bellas viejas,

cerré los ojos bajo tus besos.

¡No envejeces hoy, nunca!

No te recuerdo con mis ojos.

 

 

BIENVENIDOS LOS MALDITOS

 

Hubo felicidad. Si esto. Podemos estar asombrados.

Y podemos tocarlo.

 

Volvimos a ser mortales.

Podemos intercambiar nuestras percepciones,

los principios de hoy,

 

de esto y aquello, hasta de: "¡nos vamos a morir!"

es decir, lo que depara el futuro.

 

El corazón todavía caníbal

, he aquí, sale de su manso -

guarida salvaje.

 

Así podemos conocernos un poco, mientras algún material residual

de la planta milenaria del Jardín del Edén sigue trabajando silenciosamente en los secretos inocentes de nuestros cuerpos.

 

 

 

Mientras que las hormonas

crean un pequeño deseo divino de

 

comiendo nuestros cuerpos juntos, despeguemos hacia el

cielo por otro momento.

 

 

AUTOCRÍTICA

 

de Batsányi

 

Que

le quitaron el tintero, la pluma y el papel: sin sentido, indefenso,

en esta doble prisión de reclusión,

solo ahora sintió el hierro de las cadenas de sus piernas,

 

¡su torre celular en el invierno de Kufstein!

 

Luego, que ni siquiera consiguió un libro:

leyó su propio pasado como una novela,

cada vez más sombríamente; ¡como su revisor!

 

¡Qué cuarto! ¡Un cumplido! ¡Confusión de estilo!

¡Gran charla, poca acción! Acusación, lucha: "¡Maldición húngara!"

      Suerte que no está terminado -

 

¡Y como no tenía una punta de lápiz pequeña,

volvió a escribir su carácter con los dientes,

   chirriando, directo a los huesos!

 

 

NUESTROS DERECHOS

 

Como se agotan nuestros viejos tiempos,

se multiplican nuestros derechos ancestrales:

extorsiona ahora

lo que darás a los muertos:

 

¡tarde después! La furia del Rey Lear susurra: no dejes ni

una miga, ni una gota de lo bueno, luego irá a parar a la carroña del perro.

 

 

Una es la esclavitud: ¡no ser feliz!

Soy un exiliado y una estrella en ascenso.

De rodillas mientras haya tiempo;

mientras que el favor es compartido por los destronados.

 

Mientras tengas tiempo para arreglarlo,

ahora mismo, ¡que lo estás tirando!

¡Todo aquí! ¡Moriré y vosotros

, privilegiados, viviréis!

Tomado de:

https://mek.oszk.hu/04300/04340/04340.htm#31

 

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