(Pacho, Cundinamarca, 1928 - Bogotá, 6 de noviembre de 1985)
Olvido
Se me olvidó tu nombre,
no recuerdosi te llamabas
luz o enredadera,
pero sé que eras agua
porque mis manos tiemblan
cuando llueve.
Se me olvidó tu rostro y
tu pestaña
y tu piel por mi boca
transitada
cuando caímos bajo los
cipreses
vencidos por el viento,
pero sé que eras luna
porque cuando la noche se
aproxima
se me rompen los ojos
de tanto querer verte en
la ventana.
Se me olvidó tu voz, y tu
palabra,
pero sé que eres música
porque cuando las horas
se disuelven
entre los manantiales de
la sangre
mi corazón te canta.
PARA SEMBRAR COLORES.
Al preparar la tierra
en su cuerpo anhelante
no produzcas dolor
en sus entrañas,
ábrela simplemente
sin herirla,
aliméntala
con jugos minerales,
toma en tu propia mano
la semilla
para que la revuelvas
con tu sangre,
deposítala envuelta
en melodías,
cúbrela con tu aliento
como un padre,
y por último
riégala
en la mañana
y en la tarde
con el agua que brota
de la montaña madre
sin permitir jamás
que la toquen las
lágrimas.
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