jueves, 14 de noviembre de 2019

POEMAS DE ALCIDES SPELUCÍN VEGA


(16 de agosto de 1895, Distrito de Ascope, Perú - 27 de mayo de 1976, Bahía Blanca, Argentina)


EL POEMA DE LAS HORAS

A Mario Spelucin


La hora increible


Raro instrumentos obsequian al viento
notas prohibidas e incomprensible....
!Es la medianoche! Dedos invisibles
han lanzado el disco del encantamiento.

Su cara de enferma, que el embrujamiento
de la luna ha dado gestos apacibles,
levanta mi ánima!.....! Y se oyen terribles
aullidos de perros que beben obsento!

!Palabras untadas de luz y armonía!...
!Gritos cabalíticos de honda poesía!...
!Caballos que piafan al soplo vernal!...

!Estatuas perdidas, jardinas lontanos,
y la eucaristía de unas finas manos
sobre la fogata que arde en mi frontal!

NO TE LLEVÉIS AL NIÑO…




¡No te llevéis al niño! ¡Sus manitas rosadas

te buscan en un tierno balbuceo de rezo!

¡Vuelve la celestía de sus claras miradas!

¡Que sepa mis caricias y comprenda mi beso!



Como un Eros heleno él ha sido travieso;

sus cabellos de oro los tejieron la hadas…

¿Cómo es posible entonces que le hayan hecho preso

los tan oscuros lazos de fuerzas ignoradas?



¡Anímalo, Dios mío! ¡Que sea el mismo infante

inquieto y pequeñito, cariñoso y amante,

que me ha dado este fuego lacerado de Amor!



¡Ahuyenta de su carne ese obscuro desmayo,

y en la rubia mañana de algún jocundo mayo

te llevará sus rosas más fragantes, Señor!



Fuente:

Spelucín, Alcides (1986 [1926]). El libro de la nave dorada. Lima: Instituto Nacional de Cultura.
Tomado de:


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