miércoles, 18 de mayo de 2022

POEMAS DE EDITH SÖDERGRAN

 


Dos poemas acuáticos

 

I

Mi vida era tan desnuda

como las grises peñas,

mi vida era tan fría

como las blancas alturas,

pero mi juventud se sentaba con ardientes mejillas

y se regocijaba: ¡ya llega el sol!

Y el sol llegaba y yo desnuda me tendía

todo el largo día sobre las grises peñas -

y entonces una fría brisa del rojo mar llegaba.

 

II

Entre las piedras grises

yace tu blanco cuerpo que se lamenta

de los días que vienen y se van.

Las leyendas que de niña escuchaste

sollozan en tu corazón.

Silencio sin eco,

soledad sin espejo,

el aire se torna azul por todas las fisuras.

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

El ansia de los colores

 

Porque soy pálida amo el rojo, el amarillo y el azul,

la gran blancura es melancólica como el crepúsculo

          en la nieve,

como cuando la madre de Blancanieves a la ventana se sentaba

          anhelando también para sí el rojo y el negro.

El ansia de los colores es el de la sangre. Si tienes sed

          de belleza

cerrar debes los ojos y mirar en tu propio corazón.

Pero la belleza teme al día ya las miradas excesivas.

Pero la belleza no soporta el ruido ni los movimientos excesivos -

 no debes llevar tu corazón hasta los labios,

perturbar no debemos los nobles anillos de la soledad y del silencio, -

¿se puede hallar algo más grande que un enigma sin resolver

          y con extraños rasgos?

Taciturna seré toda mi vida,

una habladora es como el gárrulo arroyo que a sí mismo se traiciona,

un árbol solitario seré yo en la llanura,

los árboles del bosque perecen de ansia después de la tormenta,

debo estar sana de pies a cabeza y tener dorados rayos en la sangre,

debo ser inocente y pura como una llama de húmedos labios.

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

El lago del bosque

 

Yo estaba sola en la soleada orilla

de un lago azul pálido del bosque,

en el cielo flotaba una nube solitaria

y en el agua una isla solitaria.

El dulzor de la canícula

de cada árbol goteó con perlas,

y en mi corazón abierto

se deslizó una gota pequeña.

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

El secreto de Eros

 

Roja yo vivo. Con sangre vivo.

No he renegado de Eros.

Mis rojos labios arden sobre tu frío altar.

Te conozco. Eros -

no eres hombre ni mujer,

eres la fuerza

que se sienta agazapada en el templo,

y que se alza más salvaje que un grito,

más violenta que una piedra arrojada,

lanzando al mundo las justas palabras de la anunciación

desde las puertas del templo del Todopoderoso.

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

Espuma

 

Bebemos la espumosa

champaña de la vida,

leves como espuma,

diáfanos,

corazones de champaña...

 

Ojos de champaña -

promesas te guiña el cielo.

 

Pies de champaña -

sigan las estrellas.

 

Espíritus de champaña.

¡la copa se entusiasma en su mano!

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

La noche estrellada

 

Inútil dolor,

inútil espera,

el mundo está vacío como tú risa.

Caen las estrellas -

noche fría y espléndida.

El amor sonríe en el sueño,

el amor sueña la eternidad...

Inútil temor, inútil pena,

el amor es menos que la nada,

de la mano del amor al abismo se desliza

el anillo de la eternidad.

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

La última flor del otoño

 

Yo soy la última flor del otoño.

Fui mecida en la cuna del verano,

fui puesta en guardia contra el viento del norte,

rojas llamas florecieron

en mis albas mejillas.

Yo soy la última flor del otoño.

Soy la simiente más joven de la primavera difunta,

es tan fácil ser la última en morir:

he visto el lago tan mágico y azul,

he oído latir el corazón del verano difunto,

mi cáliz sólo contiene la semilla de la muerte.

Yo soy la última flor del otoño.

He visto sus profundidades estelares,

he contemplado la luz de cálidos hogares lejanos,

es tan fácil seguir la misma senda,

cerraré las puertas de la muerte.

Yo soy la última flor del otoño.

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

No consigo asir el calor de tu voz...

 

No consigo asir el calor de tu voz,

las dulces palabras se aferran a mi oído,

tengo un lugar vacío en el pecho...

¿Qué hacer?

Mírame, estoy pálida, las mentiras me agotan,

me duele hablar, mira y óyeme,

en el macizo de flores aroma dulce el verano,

soy un árbol que destruirá la tormenta...

 

 

Nocturno

 

Noche de claro de luna pura como la plata,

oleaje azul de la noche,

reverberantes olas que sin hablar

una tras otra se suceden.

Sombras caen sobre el camino,

los arbustos de la playa lloran quedamente,

negros gigantes vigilan la plata de la ribera.

Silencio profundo a mitad del estío,

sueño y ensueño.

la luna deslizándose sobre el mar

blanca y tierna.

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

Nuestras hermanas van en trajes multicolores...

 

Nuestras hermanas van en trajes multicolores,

nuestras hermanas están a la vera del agua y cantan,

nuestras hermanas están sentadas sobre piedras y aguardan,

tienen el agua y el aire en sus cestos

y los llaman flores.

Pero yo arrojo sobre una cruz mis brazos

y lloro.

Alguna vez fui dulce como una hoja verdeclara

pendiendo muy alto en el aire azul.

Y fue entonces que dos espadas en mí se atravesaron

y el vencedor me llevó a sus labios.

Tan tierna era su rudeza que no me quebré,

puso una fulgurante estrella sobre mi frente

y me abandonó estremecida por las lágrimas

en una isla llamada invierno.

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

Presentimiento

 

Oh tú, cuerpo mío, el más glorioso entre los gloriosos,

cómo sabes tú que tienes poderío?

Este brazo es lo que el siglo necesita.

El rayo está sentado en mi mano y un día habrá de fulminar,

el hombre verá su luz azul y comprenderá.

Sólo soy una más entre tantos y los otros

son más fuertes que yo,

pero yo soy el escudo que la gente ha de ver,

yo soy la esencia y el eslabón que vincula.

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

Primero quisiera escalar el Chimborazo...

 

Primero quisiera escalar el Chimborazo

en mi propia tierra

y pararme allí sin aliento

con la corona del triunfo.

Luego quisiera escalar la montaña de la fama

a la que sonríen los dorados trigales del mundo

y pararme allí feliz

contemplando las rosas.

Y al final he de escalar la montaña del poder,

aún no conquistada,

desde donde las estrellas sonríen más dulces

bendiciéndolo todo.

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

Tú, que nunca saliste de tu huerto...

 

Tú, que nunca saliste de tu huerto,

¿no has estado jamás anhelante junto a la verja

viendo por soñados senderos

fundirse la tarde en azul?

¿Y no has sentido lágrimas interiores

quemarte la lengua como un fuego vivo

al ver desaparecer un sol rojo como la sangre

por caminos que nunca habías hollado?

 

 

Un deseo

 

De todo nuestro mundo soleado

sólo deseo una banca en el jardín

donde un gato se asolee...

Allí me sentaré

con una carta en mi regazo,

con una breve carta sólo.

Ése es mi sueño...

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

 

Vierge moderne

 

No soy mujer. Soy un neutro.

Soy un niño, un paje y una osada decisión,

soy un rayo risueño de un sol escarlata...

Soy una red para todos los peces golosos,

soy un brindis en honor a todas las mujeres.

soy un paso hacia el azar y la ruina,

soy un salto en la libertad y en el yo...

Soy el murmullo de la sangre en el oído del hombre,

soy un escalofrío del alma, el ansia y la negación de la carne,

soy el anuncio de nuevos paraísos.

Soy una llama inquisitiva e intrépida,

soy agua, honda mas audaz hasta las rodillas,

soy fuego y agua sinceramente unidos por libre decisión.

 

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

Tomado de:

http://amediavoz.com/sodergran.htm

 

 

En la tumba de Nietzsche

¡Padre extraño!

Tus hijos no te defraudarán,

vienen por la tierra con los pasos de los dioses,

frotándose los ojos: ¿Dónde estoy?

 

© por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

 

 

El tren blindado

Cincuenta coches de esperanzas cargué para tu América.

 

Regresaron vacíos... Cargamento de

 

decepción

 

Ahora envío un tren blindado con máscaras pétreas en los ojos de buey amenazantes:

 

miles de vagones repletos regresan a casa.

© por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

 

 

Los trenes del futuro

Derriba todos los arcos triunfales:

los arcos triunfales son demasiado bajos.

¡Haz sitio para nuestro fantástico tren!

 

© por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

 

 

A Pie Tuve Que Cruzar El Sistema Solar

A pie

tuve que cruzar el sistema solar

antes de encontrar el primer hilo de mi vestido rojo.

Ya me siento a mí mismo.

En algún lugar del espacio pende mi corazón,

temblando en el vacío, de él brotan chispas

hacia otros corazones destemplados.

 

© por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

Traducido por Johannes Göransson

Tomado de:

https://allpoetry.com/Edith-Sodergran y versiones libres de este blog. Gracias.

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