martes, 8 de agosto de 2023

POEMAS DE VIRGINIA GRÜTTER ( Seudónimo de Virginia Teresa del Carmen e Inés)

 


LOA A LA HISTORIA

 

Y sin embargo sé que los gatos eran sagrados

En Egipto

Y que Tutankamen sólo es famoso

Por su sarcófago de oro.

Entre una y otra majadería

Y uno y otro dato

Va tanta gente estudiando la historia

Y va armando

Rearmando el tejido

De lo que fuimos

Y sólo a base de escarbar

Y leer muchos libros

Y observar muchas cosas

Y hablar con los viejos

Completaremos el rompecabezas

El jeroglífico

Y le ganaremos la carrera

Al tiempo

Y empataremos con nosotros mismos

Hacia adentro y afuera

Y nos lanzaremos

Ya sin ningún temor

Hacia delante

¡Loados sean

Los guías de ciegos

Que escarban como topos

Mientras nosotros

Damos los primeros pasos!

 


MALDICIÓN

 

Te condeno

a que sigas oyendo mi canto de campana

en el mar, el agua, en el viento.

Te condeno

a que sigas mirando mis ojos doloridos

en el sueño, en la luz, en el fuego.

Te condeno

a que escuches mi voz grave, amorosa,

en las hojas, en los ríos, en el eco

Te condeno

a que lleves mi recuerdo en la vida,

en la piel, en el alma, en el pecho.

 

(de Dame la mano, San José, C.R, Editorial Costa Rica, 1989)

Tomado de:

https://libroemmagunst.blogspot.com/2012/10/virginia-grutter-jimenez-3-poemas-3-ii.html

 

 

LA CONFESIÓN

Qué de flores marchitas, qué de rodillas,

Qué de horas arenosas y amarillas,

De candelabros,

Yo hincada siempre hincada y suplicando.

Golpeando no sé dónde por mis entrañas

Desesperada

Por encontrar pecados

Dentro del alma.

Era como meterse la mano por la boca

Para sacar un mono o una sompopa.

Algo muy feo

Para poder mostrárselo al cura añejo

Que me esperaba austero tras la cortina

De aquel confesionario de negra harina.

 

Los panes rotos

De mis sueños sencillos, hasta aquel foso

Yo le llevaba

Como prendas de buena enreligionada

Y así aprendía

A odiar mis vanidades con mis sortijas

Y a buscar males

Donde sólo habría habido noches serenas

Pero me hincaba

Muy dentro de mí misma y le espetaba

Todo lo que podía ir recogiendo

En mis horas de santo recogimiento

De cas y ortigas

De sierpes venenosas y lagartijas

Lo que juntaba

En horas de ejercicio desmelenada

Y así aprendía

A creerme lo de afuera y lo de arriba

Que yo inventaba

A base de mi histeria dosificada.

 

Vírgenes dolorosas en sus sitiales

Caras almidonadas tras los vitrales

Mirando al cielo

Enseñando el camino de aquel consuelo

Me contorneaban

Y yo buscaba el suelo con la mirada

Toda cohibida

De no ser aceptable para esa vida

Cual fruta fresca

Que quiere sacar savia de rama seca.

Aprendí a mentir males para los otros

Yo soy vieja maestra en esos modos

Y ahora estoy aprendiendo en esta vida

A no mentirme males para mí misma.

 

 

FLOR ROJA

Detrás de la vitrina

Está la flor fea

La flor triste e hirsuta

la flor de piedra

La flor que cuando llega

La madrugada

Sólo tiene un sentido

Con la mirada.

La flor del campo

Temblorosa

Busca el sol con los ojos

Entre las hojas

Y encuentra

Si agua le llega

Rumor de mariposas

En sus orejas.

El campo limpio

Donde los labradores

Hicieron sitio.

¡Y si no miren

ojos mortales

la flor de la amapola

Por los trigales!

 

La flor del nacimiento

Y la de la novia

Suelen ser siempre blancas

¿Porqué no rojas?

Roja es la vida

Rojos los pajarillos

Roja la espiga

Todo lo que revienta

Suele ser rojo

Si se tiene bien limpio

Entrenado el ojo.

Las flores blancas

Si se miran bien vistas

Si no son santas

También son flores

Son música y palabras

Son de colores

¡Y si no miren

Ojos mortales

Tomado de:

http://heredia-costarica.zonalibre.org/archives/2010/08/la-confesion-y-flor-roja-dos-poemas-de-virginia-grutter-jimenez.html

 

 

TÚ LLEGARÁS OLIENDO A MADRUGADA

 

 

Tú llegarás oliendo a madrugada

a musgo y a camino.

 

Traerás aún hojas desconocidas

Enredadas al pelo

Y no estarás cansado

Pero yo besaré tus ojos de águila

hasta secar la última lágrima

La última gota de sangre

Y con ramas de veranera y de bellísima

Limpiaré la pólvora

Que aún quede entre tus dedos.

 

 

LA VENTANA

 

Tenías dos pechos igual que yo

Y el pelo negro igual que yo

Y la boca pintada como yo la quería

Y usabas falda igual que yo

De tela floreada igual que yo

Y llevabas sandalias como yo

Y te arrastraban dos policias

Y dabas gritos en mitad de la calle

Y llevabas de rastras las sandalias

Y te sangraban los pies

Y desde adentro me llamó mi abuela

Y vino

Y cerró la ventana

Y me arrastró del pelo

Hasta lo más oscuro de la sala.

Tomado de:

http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/costa_rica/virginia_grutter.html

 

 

Castigo I

Girando en el parque negro. Todos son muros.

Muro el piso de tierra. Muros los muros.

Girando una tras otra en estrechos círculos,

Limpio y geométrico laberinto.

Es la hora del descanso. Camina y calla.

Mére Marí como un búho nos vigilaba.

Y así desarrollábamos aquella técnica

De hablar sin que lo note la carcelera.

De novios. ¿Y él te quiere? yo lo veía

Con su perfil oscuro como el día.

¿Vives donde tu tía?

Le llevarás mi carta. Soy de provincia.

Lujoso el uniforme, tristes las caras.

Mére Marí como un búho nos vigilaba.

Fue cuando descubrieron que mi padre no es católico,

Cosa que sólo rima con estrambólico.

Se acabaron los círculos y el coloquio,

Se me envió́ a la capilla a rezarle a Antonio,

Al que mejor pudiera hacer el milagro

De convertir al viejo en un hombre sabio

Capaz de salvar su alma de los infiernos

En que caería seguro si inconfeso

Se largaba del mundo —prueba terrible—

Sin hostias y aguas santas y otros melindres,

Independientemente de qué persona

Él fuera en este mundo que no es de broma.

Al carajo los santos y el santo fuego

Pues ni pies ni cabeza tenía este enredo.

Estas fueron mis santas reflexiones

Mientras en la capilla comía mamones

Que en secreto me diera la de la carta

Que ya yo había entregado muy bien doblada.

 

Virginia Grütter, Poesía de este mundo (San José: Editorial Costa Rica, 1999), 41-2.

Tomado de:

https://poetapachuco.org/posts/castigo-i-virginia-grutter

No hay comentarios.:

Publicar un comentario