miércoles, 29 de noviembre de 2023

POEMAS DE ABDULLAH AL BARADOUNI


Conversación de pechos

 

Cómo olvidarlo, fingir que se olvida.

Él y los recuerdos y mi añoranza

 

y el deseo más cercano al corazón.

Entre nosotros dos, mil distancias.

 

Las ansias de abrazarle suenan en mi cuello

y su respiración alegra mi collar.

 

Cuando cae la oscuridad lo veo:

aparece en mis ensoñaciones y mis insomnios.

 

Oh, imagino sus brazos en mi cuerpo.

Se vanagloria y queda destetado mi cuerpo

 

como si nos fusionáramos en el lecho;

él recolecta mi boca, cosecha mi mejilla.

 

Me inclino en el lecho y sólo escucho

Hablar a un pecho con otro pecho.

 

Un sueño como certero me lo acerca

y las ilusiones me lo esconden y lo enseñan.

 

Veo su fantasma a ratos cariñoso

y a ratos, en sus pupilas rechazo.

 

Ojalá lo viera en el despertar de la mañana

y no a un rival que cante sus alabanzas.

 

Cada vez que se derretía en la sumisión

yo rechazaba y hacía perecer mi deseo,

 

Desafié sus miradas con mi desdén

y con el desafío se encendió su amor.

 

Fingí ignorarlo mientras mi corazón lo llamaba

y mi cuerpo por poco se quema en mi rechazo.

 

Luego me insiste y seduce mi cuerpo,

despótica, tiránica seducción de su seno.

 

Aquí: lo contengo entre mis brazos,

lo aprieto entre mi carne y mi piel.

 

Ojalá no le hubiera suplicado, ojalá le

hubiera borrado de mí, mis recuerdos y mi pasión.

 

Ojalá ¡infierno del abandono! supiera yo

quién es su amor, quién me reemplazará al alejarme.

 

Ojalá esté como yo, abandonado entre tristezas

así me echará de menos, recordará mi promesa.

 

Así sufrirá el amor, infeliz como yo que

estoy a solas con sus fantasmas y sus recuerdos.

 

 *     *      *

 

Así traduje el fin y la noche es

sombría como si fuera una ola de rencor.

 

Las tinieblas son tinieblas, por donde se mire

un destino aplastante que aterra y destruye

 

Callado, la arrogancia en sus pupilas

sediento como el arma en una mano canalla.

 

Las ilusiones son una procesión de errantes,

el arrogante va a rastras, y el errante es guía.

 

La ansiedad de la mañana va al capricho de las brisas

como el perfume en un capullo de rosa.

 

 

Un yemení en el país de los otros

 

·

 

¿De dónde soy? ¿Quién lo sabe?

¿Es que no tengo nacionalidad?

 

Mi linaje son banderas rojas

y conquistas doradas.

 

¿Por qué le soy extraño

a este silbato de madera?

 

Hermanos, soy oriundo de Saná,

mi madre es de Daba’a

 

¡Soy de Saná; de los montes de Huyaría!

¿Y qué es Saná, qué la Huyaría?

 

*    *    *

 

¿De dónde soy? Me abrasan

con el sarcasmo de su fingida ignorancia

 

Árabe, y no me conoce…

ni tan siquiera el mundo árabe

 

Mi padre –dicen– es yemení;

mi madre –dicen– es yemení

 

Pero me hicieron olvidar mi color,

mi boca… mis manos toscas

 

Años de hambre, de sed,

de jefes y sumisiones

 

Extraños sucesos que no se cuentan,

extraños sucesos para contar

 

*    *    *

 

¡Oh, viento!… Llevo a mi país detrás,

como yo, olvidado

 

Incluso mi tierra, ¡tierra mía!

como su gente, desterrada

 

Mi patria son viajes que pasan,

que regresan sin ilusiones

 

Andanza sin un comienzo,

distancias inhumanas

 

Guardas fronterizos alerta,

códigos paganos

 

Ciudades sin oídos,

muchedumbres nihilistas

 

Grandes mercados debajo

sin humanidad.

 

Primitivos ahogados

en máscaras modernas

 

Pese a que yo suplico

a todas las manos pétreas

 

*    *    *

 

Un país de mi país desterrado,

laberintos eternos.

 

¿De dónde soy?… Ignorado,

moviéndome sin identidad

 

Sin patria pero

engañado por el patriotismo

 

[octubre de 1972]

Tomado de:

https://msur.es/artes/abdula-baradouni/

 

 

Del exilio al exilio

 

Mi país es entregado de un tirano a otro,

peor tirano; de una prisión a otra,

de un exilio a otro.

Está colonizado por el

invasor observado y el oculto;

entregado de una bestia a dos

como un camello demacrado.

En las cavernas de su muerte

mi país ni muere

ni se recupera. Cava

en las tumbas mudas buscando

sus orígenes puros

por su promesa primaveral

que dormía detrás de sus ojos

por el sueño que vendrá

por el fantasma que se escondió.

Pasa de una

noche abrumadora a una noche más oscura.

Mi país sufre

en sus propias fronteras

y en tierras ajenas

e incluso en su propio suelo

sufre la alienación

del exilio.

Tomado de:

https://www.poemist.com/abdullah-al-baradouni/from-exile-to-exile#google_vignette

No hay comentarios.:

Publicar un comentario