Del libro: “Pequeño dios de
la muerte”
RETRATOS DE GUERRA
5:30 A.m.
Presurosos
Por la calle
Cargan pesados morrales,
Una lluvia fina,
Minúscula
Empapa sus cabellos
La respiración agitada
El aliento
Expande sus fosas nasales
El fin de semana
Van de compras
Suben al bus,
Se pierden
En la distancia
Aquí
La guerra
Es un rumor,
Una canción
Que se repite
En la buseta
Apenas
Un sonido ambiental
Una jovencita
De incipientes senos
Y mirada tímida
Exhibe su andar,
No sabe que
En su pequeño
Universo de libros
Un maestro envejecido
Espera paciente
Un lugar
Bajo su falda
De cuadros.
Dos pequeños
Juguetean con sus risas,
Se esconden
En los laberintos
Del recuerdo
Recogen flores
De su jardín inventado,
Dos pequeños
Auguran
En un balde
De arena
Castillos y temores,
Canciones y soles
Aletean con sus sombras
Al aire de la tarde
Izan cometas
Con cola de trapo
Y patean
Pelotas ajadas
Heridas entre las rocas
Del viejo parque
Dos pequeños
Mi sombra y yo
Jugamos al escondite
En las grietas de la vida
Del amor y las promesas
Quedan las palabras no
dichas,
Los discursos
Que se dejaron
Sobre la mesa,
Ese último
Cigarrillo compartido
Del dolor
Permanece el dolor
Intacto
¿Acaso el olvido?
¿No era otra posibilidad?
RETRATO 6:50
En el bus de la mañana
Los enamorados rozan
Sus cabellos húmedos
Recién salidos
De las duchas
Sus corazones
Están tibios
La noche aún respira.
El tiempo
Lo entendí
Cuando el amor
Desató su odio
Sobre mí.
De la cama
En donde
Hacíamos el amor
--a cualquier hora del día--
Extraño
Las palabras de despedida
Cuando las historias
Para contar
Se acabaron
Dimos rienda suelta
A nuestras manos
Hicimos el amor
Cerca de la ventana
Fue sexo triste
No volveré
A tu piel
Así no salga más
De mi soledad
En la tarde pinté
Pájaros
Para ti
Sabía que tu vuelo
Era inminente.
Fabriqué muñecos
De plastilina
Para ahuyentar
Mi soledad
Gravé mi voz
Para tener
Con quien hablar
Soñé paraísos
Para creerme ángel
Corté mis cabellos
Para verme decente
Dejé de consumir
alucinógenos
Para compartir la alegría
Y ahora
Soy otro
Extraño
Mis quejas
Al amanecer
“Poemas inéditos”
El tiempo
Se deshizo entre mis dedos,
Los sueños
Un pedazo de cáliz
Que hervía
Con el palpitar de la
sangre.
La muerte
Asoma por mi ventana,
Me guiñe el ojo,
Me ofrece sus labios,
Ata mi sueño
A su vientre
Hasta arrastrarme
A la calle
Y en el sueño
Me entrega
Sus caricias.
Desde esta orilla
El agua bulle
Es el grito de auxilio del
naufrago,
Llega como una dulce
canción,
La canción del lamento
Del moribundo…
Su camino…
Cada paso con su sonido
Cada sonido con su signo
Cada signo,
Como un camino
Delicado
Con mesura
Sin lástima
Lleva
A la otra orilla
De la muerte.
La noche
Desgrana
Las palabras
Sobre el regazo
Del poeta
Y este,
Organiza las nubes
Sobre la ciudad
Que silente
Muere entre los gritos
De sus muertos
Al amanecer.
A media noche
La calle se llena de
sombras,
Las luces de los faros
Se mueven inquietas
Entre las manos
Que aplauden
Al ritmo de la música
Las horas activas
En los burdeles
De los sueños…
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