DES-MINADO HUMANITARIO, UN PASO HACIA LA PAZ
No soy un fanático,ni una blanca paloma de la PAZ, todo lo contrario, me considero, un descreído, y a veces fatalista, pues no considero que el proceso en sí traiga los cambios necesarios, pero aun así, si soy consciente, de la necesidad que tiene el país, de entrar en una época de paz y reconciliación, pues es en ese instante, en donde verdaderamente se reactivará la economía de la nación
La Paz, un camino hacia el desarrollo
Claro, luego de más de cinco décadas de conflicto armado, somos un país herido, y casi quebrado, todo el presupuesto de las décadas anteriores se ha dedicado mayormente a equipar a un aparato militar, que poco aporta al proceso de avance del país, y por otra parte, se ha desestimado el papel de la educación, ciencia y tecnología, así como el verdadero desarrollo del agro.
Hacia un nuevo país
Este asunto del des-minado, me lleva a pensar, y por ende a reconocer la seriedad del proceso, y de la guerrilla misma, que no propone simples cambios a manera de maquillaje, sino que ha puesto a toda la nación a pensar y debatir, casi hasta la médula; pero esto es bueno, y como quedó demostrado durante el tiempo efectivo de la tregua unilateral, un país en paz es un país que avanza.
El des-minado, me llena de ilusiones, y esperanzas, nunca la guerrilla de las FARC, se prestó a des-minar, pues de alguna manera es descubrirse, y dar un voto de confianza al establecimiento.
Y, como bien lo dijo Romaña, todos confiamos en que quienes van a ocupar estos nuevos espacios rurales sea el estado, y no el aparato para-militar de la extrema derecha, que anda aun hoy fortalecido, y campeando por los territorios del país, amenazando, asustando y asesinando a los líderes del pueblo.
Esperemos, que sea este el inicio del fin del conflicto nacional, y así mismo el inicio de una nueva sociedad en donde todos tengamos voz, y por fin podamos sentirnos orgullosos de nuestra democracia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario