martes, 16 de enero de 2018

POEMAS DE MARIN SORESCU

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(29 de febrero de 1936, Bulzești, Rumania - 8 de diciembre de 1996, Bucarest, Rumania)

Capricho

Cada atardecer
Recojo entre los vecinos
Todas las sillas disponibles
y leo versos para ellas.
Las sillas son extremadamente receptivas
A la poesía
Si uno sabe ordenarlas.

Todo esto
Me emociona
Y durante varias horas
Les cuento
Qué bellamente murió mi alma
Durante el día.

Nuestros encuentros
Son generalmente sobrios,
Sin entusiasmos
Inútiles.
De cualquier modo
Significa que cada uno
Ha cumplido con su deber
Y podemos seguir
Adelante.
Versión de Omar Lara

Desdoblamiento

En la noche alguien pasea con mis ropas
Y las lleva puestas.
En la mañana observo en los zapatos barro fresco.
¿Quién tendrá un modo de andar parecido a mi andar?

Desde cierto tiempo ha empezado
A vestirse también con mis pensamientos.
Cuando despierto ya no los encuentro jamás
Dónde los habré puesto.

Están usados, cansados, con ojeras alrededor de los ojos,
Se ve a las claras que alguien estuvo pensando con ellos
Toda la noche.

¿Quién tendrá un alma parecida a mi alma?
Versión de Omar Lara

He vendado

Vendé los ojos de los árboles
Con un pañuelo verde
Y dije: búsquenme.

Y los árboles me hallaron en seguida
Con una carcajada de hojarasca.

Vendé los ojos de los pájaros
Con pañuelo de nubes
Y dije: búsquenme.

Y me hallaron los pájaros
Con un trino.

Vendé los ojos de la tristeza
Con una sonrisa,
Y me halló la tristeza al día siguiente
En un amor.

Vendé los ojos del sol
Con mis noches
Y dije búsquenme.
Allí estás, dijo el sol,
Detrás de ese tiempo,
No te ocultes más.
No te ocultes más
Me dijeron todas las cosas
Y todos los sentimientos
A los que intenté vendar los ojos.
Versión de Omar Lara



La huida


Un día
Me levantaré del escritorio
Y comenzaré a distanciarme de las palabras,
De vosotros
Y de las cosas, una por una.

Veré en la lejanía una montaña
E iré hacia ella
Hasta que la montaña quede atrás.

Luego iré a la siga de una nube
Y la nube quedará atrás.

También el sol quedará atrás
Y las estrellas y todo el universo...

Versión de Omar Lara

Más allá

Esta mujer
Tiene a alguien en el baño.

Habla conmigo,
Me ama sinceramente,
Pero alguien aún zangolotea en su alma,
Más allá de mí.
Leo en sus ojos,
En el pelo,
En la línea de la vida de su mano
Que esta. casa no tiene sino una sola entrada,
Que oculta de mí a alguien en el baño.

O, digamos, en la casa vecina,
O en otra casa,
En algún lugar de la calle,
En otra ciudad o en otro bosque,
O en el fondo del mar.

Alguien está oculto allí,
Asediando mis pensamientos,
Escuchando mis pensamientos eternos
Con los ojos fijos en el reloj.
Versión de Omar Lara


Nos conocemos

Nos conocemos.
Nos vimos un día
En la tierra,
Yo iba por un lado de ella
Tú por el otro.

Tú eras así y asá,
Oh, eras como todas las mujeres,
Fíjate cómo he retenido
Tu rostro.

Yo me emocioné
Y dije algo con la mano en el corazón,
Pero no había manera de que me escucharas.
Porque entre nosotros pasaban todo el tiempo
Automóviles y aguas y especialmente montes,
En fin, todo el globo.

Me miraste a los ojos
Pero, ¿qué podías ver?
En mi hemisferio
Se había hecho justamente la noche.
Extendiste la mano: diste con una nube.
Yo abracé los hombros de una hoja.
Versión de Omar Lara

Pregunta


¿Qué día es hoy?
¿Lunes?
Pero lunes ya fue
La semana pasada.

¿Martes?
Martes fue también el año pasado,
Fue martes como que hay Dios.

¿Miércoles?
El siglo pasado, según he sabido,
Cayó en miércoles.

¿Jueves?
Un jueves fue arada
Cartagena,
Un jueves fue incendiada
La biblioteca de Alejandría.
Imposible que no haya pasado
Ni siquiera un día desde entonces.

¿Viernes? ¿Sábado?
Yo ya oí hablar en cierta ocasión
De los días éstos,
No me vengan con historias.

¿Tal vez Domingo?
El tiempo anterior al génesis
Se llamaba domingo.
Lo recuerdo perfectamente.

Dios mío, todos los días han sido.
¿No nos ha quedado ni siquiera un día
Nuevo?

Versión de Omar Lara

Shakespeare

Shakespeare creó el mundo en siete días.
En el primero hizo el cielo, los montes, los abismos
Del alma.
En el segundo hizo los ríos, los mares, los océanos
Y demás sentimientos,
Y se los entregó a Hamlet, Julio César , Cleopatra y Ofelia,
A Otelo y otros,
Para que se enseñorearan en ellos con sus sucesores
Por los siglos de los siglos.
El tercer día reunió a todos los hombres
Y les enseñó los gustos:
El gusto de la felicidad, el gusto del amor, el gusto
De la desesperación,
El gusto de los celos, el gusto de la gloria.
Entonces fue que negaron unos individuos que se habían retrasado.
El Creador les acarició, compasivo, la cabeza,
Y les dijo que no les quedaba sino hacerse
Críticos literarios
Y negar su obra.
El cuarto y el quinto día los reservó a la risa.
Liberó a los payasos
Para que hicieran sus cabriolas
Y dejó a reyes, emperadores
Y otros infelices divirtiéndose.
El sexto día solucionó unos problemas administrativos:
Desencadenó una tormenta,
Enseñó al rey Lear
Cómo llevar su corona de paja.
Habían quedado algunos desechos del génesis
Y creó a Ricardo III.
El séptimo día echó una mirada para ver si le quedaba algo por hacer.
Los directores de teatro ya habían llenado la tierra con carteles,
Y Shakespeare consideró que después de tanto esfuerzo
Valía la pena ver también él un espectáculo.
Pero antes de esto, sintiéndose sumamente agotado,
Se fue a morir un poco.
Versión de Omar Lara

Simetría


Iba tranquilamente
Cuando de pronto, frente a mí
Surgieron dos caminos:
Uno a la derecha,
y el otro a la izquierda,
Según todas las reglas de la simetría.

Me quedé inmóvil,
Cerré los ojos,
Estiré los labios,
Tosí,
Y tomé por el de la derecha
(Exactamente el que no debía,
Como se comprobó más adelante).

Caminé por él como pude,
Está de más abundar en detalles.
Luego frente a mí se abrieron dos
Precipicios:
Uno a la derecha,
Otro a la izquierda.
Me lancé por el de la izquierda,
Sin pestañear, sin siquiera precipitarme,
Me lancé con todo por el de la izquierda,
El cual, ay, no era el sembrado con plumas.
A rastras seguí avanzando.
Me arrastré cuanto pude,
y de pronto, frente a mí
Se abrieron amplios dos caminos.
«¡Yo les enseñaré!» -me dije-
Y me empeñé otra vez por el de la izquierda,
Con hostilidad.
Equivocado, muy equivocado, el de la derecha era
El verdadero, el verdadero, como se dice, el gran camino.
Y en la primera encrucijada
Me consagré con todo mi ser
Al de la derecha. Y nuevamente
El otro fue el que debí tomar el otro...
Ahora están por terminarse mis provisiones,
El bastón de mis manos envejeció,
Ya no echa brotes
Para estar a su sombra
Cuando me embarga la desesperación.
Las piedras desgarraron mis tobillos,
Crujen y gruñen en mi contra,
Puesto que me he mantenido en una permanente
Equivocación.

Y he aquí que otra vez ante mí se abren
Dos cielos:
Uno a la derecha,
El otro a la izquierda.

Versión de Omar Lara

Señales


Si tropiezas con una silla
Es buena señal, llegas al paraíso.
Si tropiezas con una montaña
Es mala señal, llegas a la silla.
Si tropiezas con la Osa Mayor
Es buena señal, llegas al paraíso.
Si tropiezas con un caracol
Es mala señal, llegas al caracol.
Si tropiezas con una mujer
Es buena señal, llegas al paraíso.
Si tropiezas con un mantel
Es mala señal, llegas al cajón.
Si tropiezas con una serpiente
Es buena señal, ella muere y tú llegas al paraíso.
Si la serpiente tropieza contigo
Es mala señal, mueres tú y ella llega al paraíso.
Si mueres tú
Es mala señal.

Cuídate de esta señal
Y de todas las otras.

Himno


Los árboles tienen, en vez de raíces,
unos santos
que se levantan de la mesa
y se arrodillan debajo de la tierra
para rezar.

Solamente los nimbos
se han afuera afuera,
estos árboles,
estas flores.

Nosotros a la vez también seremos
unos santos,
rezando que nuestra tierra
permanezca redonda y bendita
para siempre.


Bailas


¡Baila, alma mía!
Abre la puerta de la biblioteca y baila
entre tantos hombres tan sabios
que han dejado las cabezas
sobre los libros
sobre la bandeja de Salomé.

Ellos son tus mejores amigos.
Y todos te Dicen Ahora Que Bailes
Porque solo de los eres tú Capaz de Hacer todos los Movimientos
Que Ellos empezaron,
y La belleza del juego
sin perder Dębe sí.



Él divisó la luz ...


Él divisó la luz en la tierra
y usted mismo
para ver como estáis.

¿Sanos? ¿Valientes?
¿Cómo la pasáis con la felicidad?

Gracias, no me responde.
No tengo tiempo para respuestas,
solo puedo hacer preguntas.

Pero me gusta aquí.
Hace calor y esta bien
y hay tanta luz que
la misma hierba comienza a crecer.

Y aquella chica, ¡Eh aquí!
Me mira con tu propia alma.
No, querida, no te molestes en amarme.

Sin embargo, solo tomaré un café.
Solamente de tu mano.
Me gusta cómo sabes prepararlo
muy amargo, de veras.



Agüeros


si te encuentras con una silla,
es de buen agüero, llegas al paraíso.
Si te encuentras una montaña,
es de mal agüero, llegas a la silla.
Si te encuentras la Osa Mayor,
es de buen agüero, llegas al paraíso.
Si te encuentras con un caracol,
es de mal agüero, llegas dentro del caracol.
Si te encuentras con una mujer,
es de buen agüero, llegas al paraíso.
Si te encuentras un mantel,
es de mal agüero, llegas al cajón.
Si te encuentras con una serpiente,
es de buen agüero, se muere y tú llegas al paraíso.
Si la serpiente te encuentra a ti,
es de mal agüero, te mueres y ella llega al paraíso.
Si te mueres,
es de mal agüero.

Guardado de este agüero
y de todos los demás.


CLEPSIDRA

No sé si me vacío
o me lleno.

Idéntico tributo de arena,

de ida
y vuelta.




ESCUCHO...


Escucho lo que dice el mundo

al pasar a mi lado.
Procuro formarme en lo posible
un bagaje de conocimientos.

Pero, demasiadas conjunciones,

preposiciones e interjecciones.
¡Vaya, tantas partículas de unión,
como si no estuviéramos estrechamente unidos!


LA CREACIÓN



El Universo estaba concluido 

puso el sol
en lugar de punto.

Sobrevino un temblor,

le quitó el punto
y todos los planetas 
vinieron a montones
sobre mí.

Y ahora es preciso que haga,

también el Universo
una nueva frase.


INFIERNO


La culminación es que todos los tormentos
deben ser soportados
en la mayor calma
para oír cómo engordan
los justos en el Paraíso.


PENSAMIENTO


Que viene la muerte
y, entonces, toda esta tensión
me pasa.




A USTED


Mi rostro me parece conocido,

pero no recuerdo de dónde.

¿No era usted, por cierto,

con quién me reía de la vida,
pegando la nariz al espíritu
del mundo
como a un escaparate?

En el semblante usted tiene una arruga

que me recuerda cierta historia
moderna, contemporánea.

Si no me engaño, he visto vuestros ojos

maravillados por varias cuestiones habituales,
tristezas, noche, miedo.

¿Tienes algún pariente, una mano, un pensamiento,

algo valioso o parecido
en el sol
y en las demás estrellas fugaces?

Puedo jurar

que usted era el que se ha enamorado
eternamente 
de aquella muchacha,
cuyo nombre se te escapa siempre.

Ah,

todo me parece muy conocido
en usted
hasta los días que no han sido
y los que van a ser.


A LO ICARO



Anduve de mendigo entre los pájaros
y me dio, cada uno,
una pluma.

Una erguida de buitre,

una roja de ave del paraíso,
una verde de colibrí,
una parlanchina de papagayo,
una asustadiza de avestruz-
¡cuántas alas me dieron!

Me las puse en el alma

y comencé a volar.
Vuelo erguido de buitre,
vuelo rojo de ave del paraíso,
vuelo verde de colibrí,
vuelo parlanchín de papagayo,
vuelo asustadizo de avestruz
¡Cuánto he volado!


ADÁN


Pese a estar en el Paraíso,
Adán se paseaba por los senderos preocupado y triste
porque no sabía qué más le faltaba.

Entonces Dios confeccionó a Eva

de una costilla de Adán.
Y al primer hombre tanto le agradó el milagro,
que en ese mismo instante
se palpó la costilla que seguía,
sintiendo los dedos hermosamente fulminados
por unos senos firmes y muslos suaves
perfilados por notas musicales.
Una nueva Eva había surgido ante él.
Precisamente, había sacado un espejito
y se pintaba los labios.
"¡Esto es vida!" había suspirado Adán
y creó, incluso, una más.
Y siempre así, tantas veces la Eva oficial
volvía las espaldas
o iba al mercado tras oro, mirra e incienso,
Adán daba a luz una nueva odalisca
de su harem intercostal.

Dios observó

esta desenfrenada creación de Adán,
lo llamó y reprochándolo divinamente,
lo expulsó del paraíso
por surrealismo.


HISTORIOTERAPIA


Cuando sufro de insomnio,
por la noche, antes de acostarme
tomo un atlas histórico
con un poco de agua.

Y, en tanto espero el resultado,

sigo con el dedo
el imperio de los hititas
y, después de un rato,
debo recomenzar con todo desde el principio,
porque, en verdad, el imperio de los hititas
es el imperio de los egipcios
o, más bien, el de los asirios...
el de los medo-caldeos...
el de los persas...

Si así están las cosas, pienso yo,

puedo dormirme
tranquilo.

REVELADO

Ayer he fotografiado únicamente piedras
y la última piedra se parece a mí.
Anteayer -sillas-
y la que ha quedado
se parece a mí.
Todas las cosas se parecen
terriblemente a mí...
Tengo miedo.


EL PASAPORTE


Este pasaporte
está escrito en mis huesos,
cráneo, falange, fémur, espinazo
y ordenado en tal forma
que se pueda leer muy claramente
mi derecho a ser hombre.


DE ESPALDAS


El reloj se ha vuelto de espaldas
al tiempo.
Enfermo, el reloj, al presentir el fin,
tal vez haya pensado
en un paraíso de objetos que se mueren,
donde los relojes dan la hora solos,
de acuerdo al corazón de Dios,
los despertadores señalan día y noche
la resurrección de las estrellas.

ARCADA

Hoy he visto un ojo
que me amaba.
Advertí bien que me recibiría
bajo su ceja.

Pero llegó una nube

y el ojo se cerró.
Tal vez se haya asustado
y huyó por la mejilla
junto al otro ojo,
junto a la frente
y junto a la boca
que no me ama.


COMPLICADO


La naturaleza escribe muy enrevesado.
Yo había conseguido
descifrar ciertas páginas,
pero las transcribí de prisa
con imposible escritura.

La A se parece a la O,

la O a la Z,
esta a la T
y todas a la G.

No se intimiden,

es aparente, sin embargo, el parecido,
como para una criatura
toda palabra tiene igual significado:
mamá.

Y, finalmente,

¿porqué tendrían que encontrar palabras
es estos renglones?

He sido pintor y estos asuntos

no son sino bocetos
de las arrugas de mi frente.

UNA MUJER...


Una mujer
se sube a un árbol
y el hombre le sostiene con ambas manos
la escalera.

Echa a volar

un pájaro en el cielo
y un niño le sostiene
el aire.

Una estrella amanece

en el cielo
y la tierra le sostiene
el cielo.




1 comentario:

  1. Un aporte: fe de erratas. En el poema Shakespeare, verso quince, dice:
    "Entonces fue que negaron unos individuos que se habían retrasado..." y debe decir "Entonces fue que llegaron unos individuos que se habían retrasado..."
    En lo demás, Marin Sorescu un gran poeta, a quien sigo por años. Un gran aporte Fausto Marcelo.

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