(8 de mayo de 1930, San Francisco, California, Estados Unidos)
Una vez acampando en el bosque Siuslaw
dormí bajo
los rododendros
las flores
cayeron toda la noche
temblando sobre
un pliego de cartón
con los pies
en la mochila
y las manos hasta el fondo de los
bolsillos
apenas si podía
dormir.
Me acordé de cuando estábamos en
el colegio
y dormimos juntos en una cama
grande y tibia
éramos los amantes más jóvenes
cuando cortamos
recién teníamos diecinueve.
Ahora
nuestros amigos se casaron
vos das clases de nuevo en
una escuela del este
No es que me importe
vivir así
las colinas verdes
la playa larga y azul
pero a veces durmiendo a la
intemperie
me acuerdo de cuando te tenía.
Una noche de primavera en Shokoku-ji
En mayo van a hacer ocho años
que caminamos bajo las flores de cerezo
de noche en un huerto de Oregon.
De todo lo que quería en ese
tiempo
ya me olvidé, menos de vos.
Acá, de noche
en un jardín de la capital vieja
siento el fantasma tembloroso de
Yugao
y me acuerdo de tu cuerpo fresco
desnudo bajo un vestido de
algodón.
Una mañana de otoño en Shokoku-ji
Anoche mirando las Pléyades,
con el aliento humeante a la luz
de la luna,
un recuerdo amargo como vómito
me atragantó.
Desenrollé la bolsa de dormir
sobre el tapete de un porche
bajo la espesura de las estrellas
de otoño.
Te me apareciste en sueños
(en nueve años, tres veces)
Salvaje, fría y acusadora.
Me desperté con vergüenza,
enojado:
Las guerras sin sentido del
corazón.
Ya casi amanecía. Venus y
Júpiter.
La primera vez que los vi
tan cerca.
Diciembre en Yase
Ese octubre,
cuando elegiste ser libre
en el pasto alto y seco junto al
huerto,
dijiste “algún día, quizás en
diez años”.
Después de la universidad te vi
una sola vez. Estabas rara.
Y yo, obsesionado con un plan.
Ahora pasaron diez años
y más: yo siempre supe
dónde
estabas—
Tendría que haber ido a verte
con la esperanza de recuperar tu
amor.
Todavía seguís soltera.
No lo hice.
Pensé que tenía que estar solo.
Hice eso.
Solamente en sueños, como esta
madrugada,
la intensidad abrumadora
de nuestro amor de juventud
me vuelve a la mente, a la carne.
Tuvimos lo que todos
se esfuerzan por tener;
y lo dejamos atrás a los
diecinueve.
Me siento milenario, como si
hubiera
vivido muchas vidas.
Y es posible que nunca sepa
si soy un tonto
o hice lo que me exige
mi karma.
Para los chicos
Las colinas nacientes, las pendientes
de las estadísticas
están ante nosotros.
la cuesta escarpada
de todo lo que sube
y sube, mientras todos
bajamos.
En el
siglo que viene
o el que le sigue,
dicen que
va a haber praderas y valles
donde encontrarnos en paz,
si lo logramos.
Para escalar estas cimas por venir
una palabra para vos, para
vos y tus hijos:
quédense juntos
apréndanse las flores
viajen livianos.
Quema controlada
Lo que los indios
de acá
tenían por costumbre hacer, era
quemar todos los años la maleza.
y en el bosque, desfiladero arriba,
mantener los robles y los pinos
altos y despejados
con la hierba debajo
y el kitkitdizze,
nunca tan combustibles
que un fuego pudiera encenderlos.
Ahora, la manzanita,
(un arbusto en todo su derecho)
se mezcla bajo los árboles nuevos
con los recortes de las madereras
y un fuego puede acabar con todo.
El fuego es un cuento viejo.
A mí me gustaría
con un sentido de servicio,
respetando las leyes
de la naturaleza,
ayudar a mi tierra
con una quema, una buena
quema.
(las semillas de la manzanita se abrirían después
de que el fuego les hubiera pasado por arriba
o después de pasarle a un oso por adentro)
Y entonces
sería más
como
antes
como cuando era de los indios
Fronteras
El límite del cáncer
se hincha contra la montaña —sentimos
una brisa nauseabunda—
y se vuelve a hundir.
Acá, los ciervos pasan el invierno,
En el desfiladero ruge una motosierra.
Diez días húmedos y los camiones del aserradero
tienen que parar, los árboles respiran.
El domingo el jeep doble tracción de la
Compañía Realty trae a los
buscadores, a los mirones, que le dicen
a la tierra
Abrí las piernas.
El estruendo de un jet arriba, y basta;
cada latido de la inmundicia del corazón
en las venas enfermas y gordas de Amérika
acerca más el límite
—Una excavadora tritura y babea
se da vuelta y vomita sobre los cadáveres
de arbustos desollados vivos
a cuenta de un hombre
de la ciudad.
Atrás queda un bosque que se aleja hacia el Ártico
y un desierto que todavía les pertenece a los paiutes
y nosotros tenemos que trazar
la línea acá.
Para Todos
Ah estar vivo
una mañana a mediados de septiembre
descalzo, vadeando la
corriente con los pantalones arremangados y
las botas en la mano, la mochila colgada,
el sol, el hielo en los bajíos
de las Rocosas del norte.
El brillo y el rumor del agua helada del arroyo, las piedras
rodando bajo los pies, chiquitas y duras como dedos
la nariz que gotea, fría,
ir cantando por dentro
la música del arroyo, música del corazón,
oler el sol en la grava
juro lealtad
juro lealtad al suelo
de Turtle Island
y a los seres que sobre él habitan
un ecosistema
en diversidad
bajo el sol
En gozosa interpenetración para todos.
En cuanto a poetas |
En cuanto a
poetas
Los Poetas de la tierra Que escriben poemas cortos, No necesitan ayuda del hombre. * Los Poetas del Aire Ejecutan los ventarrones más veloces Y a veces se tienden en los remolinos. Poema tras poema, Se recogen por su propia fuerza. * A menos de cincuenta grados El combustible no fluirá Y el propano permanece dentro del tanque. Los Poetas del Fuego Se incendian en el cero absoluto Amor fósil que vuelve a brotar. * El primer Poeta del Agua Estuvo seis años sumergido. Cubierto con algas marinas. La vida en su poema Dejó millones de huellas Minúsculas y diferentes Trazos entrecruzados en el lodo. * Con el Sol y la Luna En su vientre, El Poeta del Espacio Duerme. El cielo no tiene fin— Pero sus poemas, vuelan más allá del margen, como gansos salvajes. * Un Poeta de la Mente Se queda en casa. La casa está vacía Y no tiene paredes. El poema Se ve por todos lados, En cualquier lugar, Al instante. |
(Turtle Island, 1974) |
Marin-an |
El sol despunta sobre el soto
de eucaliptos bajo la pastura mojada, el agua casi está caliente, me siento en la ventana abierta & forjo una fumada. los perros ladran distantes, un par de cuervos chillones; el repicar del herrerillo enano en las alturas del pino— tras la fila de cipreses aparece la yegua y pace. un suave continuo rugir viene del valle lejano de la autopista de seis carriles—miles y miles de carros conducen hombres al trabajo. |
(The Back Country, 1968) |
Lo que debes saber para serpoeta |
todo lo que puedas sobre animales y personas.
los nombres de árboles y flores y hierbas. nombres de estrellas y los movimientos de los planetas y la luna. tus propios seis sentidos, con una mente observadora y elegante. por lo menos un tipo de magia tradicional: adivinación, astrología, el libro de los cambios, el tarot; sueños. los demonios ilusorios y los resplandescientes dioses ilusorios; besarle el culo al diablo y comer mierda; coger con su verga caliente y barbuda, cogerse a la bruja y a todos los ángeles celestiales y doncellas aromáticas y doradas— & entonces amar lo humano: esposas maridos y amigos. juegos de niños, historietas, chicle-bomba, las rarezas de la televisión y la publicidad. trabajo, largas secas horas de trabajo devoradas, aceptadas y vividas y finalmente amadas. agotamiento, hambre, descanso. la salvaje libertad de la danza, éxtasis solitaria silenciosa iluminación, éstasis peligro real, juegos de azar, y el filo de la muerte. |
(Regarding Wave, 1970)
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Los niveles |
los gatitos salvajes
nacieron en el techo juegan a los dioses del cielo retumbando sobre el cuarto. ¿era claude en la noche? ¿eran ladrones? nuestros pasos van al norte y encima la camada se encamina hacia el oeste un halcón navega sobre el tejado una serpiente se desliza bajo el piso ¿cómo hacen los halcones para cazar en la lluvia? Camino por el corredor: el alma de una ventruda nube. |
(The Back Country, 1968) |
Deslumbramiento |
para Richard y Michael el deslumbramiento, la seducción el diseño intoxicado y trémulo, ¿flores? ¿abejas? por qué gira esta semilla en todos lados, lo uno se divide a sí mismo, se divide una y otra vez. "todos sabemos a dónde lleva" cegadoras tormentas de polen dorado. —¿ir a tientas por ahí? el deslumbramiento y el barro azul. "todo lo que se mueve, canta" las raíces trabajan, y no se ven. |
(Turtle Island, 1974) |
Aguacate |
¡El Dharma es como un Aguacate!
Tiene partes increíblemente maduras, Pero aún buenas. Y otras verdes y duras Sin mucho sabor, Como para quienes gustan de los huevos bien cocidos. Y la piel es delgada, La semilla redonda y enorme En el centro Es tu propia Naturaleza Original— Pura y tersa Casi nadie la parte en dos O trata de ver Si crecerá. Dura y resbalosa, Parecería Que debieras plantarla—entonces Escapa de los dedos— Se va. |
(Turtle Island, 1974) |
Sin |
el silencio
de natura por dentro. el poder adentro, del poder exterior. el camino es todo lo que pasa—no termina en sí. el final es, gracia—sosiego— alivio, no redención. cantando la evidencia la evidencia del poder interior. |
(Turtle Island, 1974) |
Sólo una vez |
casi en el ecuador casi en el equinoccio justo a medianoche desde un buque la luna llena en el centro del cielo. Caleta de Sappa cerca de Singapur
Marzo, 1958
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(The Back Country, 1968) |
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Artemisa |
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Artemisa, Artemisa, y sólo porque te vi desnuda— pues CORRE y recupera tu maldita virginidad yo, yo necesito alimentar a mi jauría. |
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(The Back Country, 1968) |
Dando y dando |
una caña cortada que flota
una especie de Lady Komachi más sabia que yo lo mejor de tu belleza escondida siempre, yū "un resplandor de hojas rojas en oscuros bosques" en tus ojos grises. extranjera mírame he vivido hambriento, solitario, frío pero no solo ¿cómo estar solo contigo? Danae a la luz del sol y las estrellas, viento, olfateado en todas las alturas de la mente. en verdad no vas a ninguna parte me gustaría ir contigo, a la roca, al espacio —no puedo blandir este amor mío que se queda corto junto al tuyo. |
(The Back Country, 1968) |
Nansen |
Te encontré una mañana lluviosa
Después de un tifón En un surco de bambúes en Daitoku-ji. Trapo luido, mojado Y chillón, gateabas bajo la barda Hacia mi mano. Abandonado ahí para morir. Te llevé a casa bajo mi gabardina. "¡Queso, Nansen!" y respondías a gritos Y venías corriendo. Pero nunca creciste, Enanito patizambo y vivaz— A veces inapetente, a menudo tosigoso Lloriqueando amargamente por un interno dolor. Ahora, delgado y viejo, no comes Sino leche y queso. Sentado en un poste Bajo el sol. Resistes con resignado Descontento. No te hicieron bien. Yo te salvé Y tus tres años de vida han estado llenos De blanda, inflexible pena. |
(The Back Country, 1968) |
El baño público |
la muchacha del baño
vistiéndose, frente al espejo la muchacha del baño con un bello lunar y falda roja me mira: ¿soy acaso diferente? el bebé acostado, salpicado con agua caliente silencioso, mueve los ojos inescrutablemente mea. las hijas él detiene y enjuaga a sus dos hijitas que se retuercen, chillan por el-jabón-en-los-ojos, exprimen sus propias cabelleras con serias manos de esposas, me clavan una mirada, apuntan, mientras les enjabona y lava sus colitas regordetas y apretadas les revisa las orejas, & las mete en una tina caliente. con un granjero joven y bronceado un viejito arrugado y un estudiante que canta noche de paz. —ondeamos y flotamos como las algas rosa encarnado en la luz vaporosa. la vieja demasiado gorda y vieja para cuidarse sólo está ahí sacudiéndose ociosamente el rocío de su mata. la joven indiferentemente mira, se seca el cuello un tímido brote de vello unos puntitos por senos —el año próximo se vestirá escondida. los hombres en cuclillas enjabonados y flexibles tersa densa piel, músculos largos— veo a los hombres desnudos y muertos tendidos en las playas noticieros, la guerra |
(The Back Country, 1968) |
Música de agua corriente ii |
Clara corriente
clara corriente Tu agua es luz para mi boca Y una luz para mi cuerpo seco tu fluir Música, en mis oídos, libre, ¡Fluyendo libre! Contigo en mí. |
(Regarding Wave, 1970) |
El llamado de lo indomable |
*
El pesado viejo en su cama por la noche Oye cantar al Coyote en el monte lejano. Todos los años de ranchero y minero y leñador. Un católico. Un nativo californiano. y los Coyotes aúllan en su Octogésimo año. Mañana, Llamará trampero Al gobierno que usa el hierro contra los Coyotes. Mis hijos van a perder esta Música que ya comenzaban A querer. * Los exácidos de las ciudades Convertidos al Gura o Swami, Hacen penitencia con lustrosos Pesados ojos, y dejan de comer carne. En los bosques de Norteamérica, La tierra del Coyote y el Águila, Sueñan con la India, de dichosas y eternas alturas asexuadas. Y duermen en cúpulas geodésicas Calentadas con petróleo, Adheridas como verrugas En los bosques. Y ahuyentan el canto del Coyote pues temen el llamado de lo indomable. Y vendieron sus cedros vírgenes, los árboles más altos en millas, A un leñador que les dijo, "Los árboles están llenos de bichos". * El gobierno decidió finalmente Emprender la guerra a más no poder. La derrota es antiamericana. Y la emprendieron por aire, Con ellos sus mujeres peinadas de crepé ponían esmalte de uñas en los disparadores. Y nunca cayeron ya que se les hizo que el piso era procomunista. Y sucio. Y los insectos pactaban con el Viet-Cong. Así que bombardearon y bombardearon Día tras día, sobre el planeta cegando gorriones rompiéndole los tímpanos al búho astillando troncos de cerezos enrollando y atascando los intestinos del venado en las rocas abatidas y polvosas. Todos estos americanos en ciudades especiales allá en el cielo Arrojando venenos y explosivos Por Asia primero Y después por Norteamérica, Una guerra contra la tierra. Cuando concluya no habrá lugar Donde un Coyote pueda esconderse. envío Me gustaría decir Que Coyote está para siempre en ti. Pero no es cierto. |
(Turtle Island, 1974) |
Este Tokio |
Paz, guerra, religión,
Revolución, no ayudarán. Estas semillas de horror en el ágil Pulgar y el goloso cerebrito Que aprendió a bajar plátanos Con una vara. Millones de nosotros despreciables Para el otro o para el mundo O para sí, víctimas de lo real O de la mente — este mundo ¿Es sólo un sueño? O la vida humana Una pesadilla injertada en la solidez Del planeta — mental, mental Escalofrío del sol — alabanza de La malvada libertad submental con De Sade O altísimo resplandor dantesco del Dios O Luz o Vida o Amor sin fin O simple angelito de oropel en el Acaramelado cielo de los pobres— Divinidad mental o belleza, todos, Platón, Santo Tomás, Buda, Dionisio de la Cruz, todos Infiernos de penas o placeres o Lo que en sentido o carne Lógica, ojo, música, o Mezcla de todas las facultades & el pensamiento tienden—tienden— a esto: Este abigarrado departamento del rico. El confort de los E.U. para sí. El par de chicas temblorosas Cachondeándose para dar un espectáculo Mil yens ante nosotros hombres —En un cuarto helado— y darle de cenar A su familia. Este revoltijo engendro de Alambre polvo rieles cuadras de hojalata Bebés, estudiantes, borrachines. Vivimos En el encuentro del sol y la tierra. Vivimos —vivimos— y todas nuestras vidas Conducen a esto, esta ciudad, Que ya es el mundo, esta Desesperanza donde el amor al hombre O el odio al hombre pueden no importarle A nadie, ama si así lo quieres o Contempla o escribe o enseña Pero date cuenta en lo más hondo tú Que lees, todo lo que has pisado Está terremotamente podrido y es materia mental Que tiembla, la libertad es un vacío, Paz guerra religión revolución No ayudarán. |
Diciembre 27, 1956 |
Anotación de Kyoto |
Ella dijo que vivió en Shangai cuando niña
Y se cambió a Kobe, y después a Kyoto, durante la guerra; Mientras se ponía un delgado sostén blanco. Me encaminó a la escalera y todas las chicas Seria y educadamente dijeron cuídate, afuera del burdel en el frío aire nocturno. |
(The Back Country, 1968) |
|
Dos cervatos que no vieron laluzesta primavera |
Un amigo en un tipi en las Rocallosas del Norte salió a cazar cola blanca con un .22 y acechó a la manada que dormía la siesta, disparó contra un macho, eso pensaba. "Era una hembra y estaba cargada con un cervato." Curó la carne sin sal; la rebanó en el sentido de sus fibras. Una amiga en la Sierra Norte le dio a un venado con su coche. Iba tranquilamente frente a los faros, "Y cuando la destazamos había un cervato —así de largo— y flaco— bien formado. Tenía manchas. Y sus pezuñas eran blancas y blanditas." |
(Turtle Island, 1974) |
Civilización |
Ésta es la gente que complicó las cosas.
nos pescarán por miles y nos pondrán a trabajar. El mundo se va al infierno, con todas estas aldeas y caminos. Las parvadas de patos silvestres ya no son lo que solían ser. Escasean los bisontes. Denme mis plumas y ámbar * Un grillo diminuto en la página mecanografiada de "Kyoto nació en la canción de primavera" se acicala al compás del Clavecín bien temperado. Dejo de escribir y lo miro a través de un cristal ¡Qué bien articulado! ¡Qué limpio! Nadie comprende el REINO ANIMAL. * Cuando los arroyos crecen Los poemas fluyen Cuando los arroyos se vacían Apilamos piedras. |
(Regarding Wave, 1970) |
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