29 de enero de 1915, Christianshavn, Dinamarca - 2 de marzo de 2002, Hornbæk, Dinamarca
HAMBRE
El kayac
sueña con un mar abierto, sin hielos.
El cuchillo sueña rojo. En las frías estrías de rifle
del hambre no se abre ala alguna.
El arpón apunta a mi escuálida mujer
y ve una foca detrás de su arrugada piel.
El cuchillo sueña rojo. En las frías estrías de rifle
del hambre no se abre ala alguna.
El arpón apunta a mi escuálida mujer
y ve una foca detrás de su arrugada piel.
Stilheden. Skitser fra Gromland, 1962
OJO DE FOCA
Te mira. Te tienta peligrosamente
para que te acerques.
Como el abismo profundo.
Como el agua oscura.
Te rodea
y te observa
desde la frontera del silencio.
Te mira. Te absorbe lentamente bebiéndote
hasta que tu ojo ve
lo que yo tranquilamente veo.
Me cierro en torno a ti.
Te transformo.
y no te dejaré nunca más.
Stilheden.
Skitserfra Gronland, 1962
LUCHA
Lanzar. Un tono en el aire.
El sedal que gotea se tensa.
El tranquilo perfil vespertino de la montaña.
La calma, profunda como un suspiro.
Rítmicamente tentador corre el carrete.
Y como un músculo en la oscuridad
sientes al salmón. Tu corazón late.
¡Ha picado!
Sólo el susurro del río y de la sangre.
El ritmo glorioso en el cuerpo,
como si tu corazón fuera un brillante pez de plata
luchando por liberarse.
Buscas hasta en lo más profundo.
Subes de nuevo como una sombra.
Oyes detrás del dolor la melodía de otro dolor.
Eres un pez en la corriente. Estás atado
invisiblemente al cantarín nervio delgado
del destino. Una fuerza domada
en redobles de tambor de agua.
Saltas con el anzuelo en los labios
a través de una lluvia de estrellas.
Te llevan las olas de dolor crepuscular
hacia la orilla.
Stilheden.
Skitser fra Gronland, 1962
ROSTRO
Los largos inviernos. Nieve. Frío. Oscuridad.
Una red de huellas de trineos. Blanca soledad.
Torres de hielo que perforan el cielo.
Abismos donde el día lucha con su sombra.
Pesos que levitan. Calma que se derrumba.
Agujeros de luz en la oscuridad donde duerme la hierba.
El espacio celeste, una gota de sonido que se rompe.
Nubes de pájaros. Colores. Paisajes a la deriva.
Signo sobre signo en un rostro.
Escritura de la vida.
Stilheden. Skitser Ira Grpnland, 1962
BANCO DE PECES
Calma envuelta en claridad menguante.
Ritmo.
Signos que siempre son clave.
Imágenes fugaces.
Titubeante como una música
de sombras redimidas.
Formas huidizas
que nada representan.
Dibujos camino de nuevos dibujos.
Sueños.
Presentimientos efímeros
borrados por vientos y corrientes.
Stilheden.
Skitser Ira Gronland, 1962
SARDINA
Soñé con salir una vez. Yacía abajo en el fondo
aplastada por cinco hermanas descabezadas
que cada día me aseguraban que para un pececillo
una lata era más segura que el Atlántico.
Pensé en muchas cosas raras. Les contaba
cuentos y fábulas a las otras.
Cantaba al mar y al gran banco
de peces de la vía láctea bajo el cielo.
Traté de despertarlas. Pero todas
dormían profundamente en espeso aceite
y estaban muy contentas con su situación
y con el orden total y mundial de la hojalata.
Soñé que San Sebastián iba a venir
saliendo de la bruma matinal del Atlántico
para liberar a todas las sardinitas del mundo
con su gran abrelatas dorado.
Anhelaba las aguas profundas. Me presionaron
hasta convertirme en una modosa sardina conformista
cuya espina dorsal fue pareciéndose a la de las otras,
suave y lacia como un aborto de lombriz.
Ya no soñaré jamás con el mar. Serenamente
he aceptado esta iglesia de hojalata
donde puedo descansar tranquila entre hermanas
mientras esperamos los últimos óleos.
Med salen
i ryggen, 1963
SOBRE LA PERFECCIÓN
Cada vez que vaya escribir el poema perfecto,
y es algo que intento una y otra vez,
la mano se me pone a temblar y me ataca el reumatismo
y la estilográfica echa borrones.
y cuando estoy tranquilo y se ha aplacado el reumatismo
y mi estilográfica escribe persistentemente,
es mi mujer la que entra cada dos minutos
a preguntar si he terminado ese poema.
y cuando por fin logro redimido
a través de dolores y zozobras,
falta ese temblor, ese reumatismo yesos borrones
que tiene lo perfecto, si es que existe.
Tosserier i udvalg, 1981
SOBRE EL TORMENTO DEL POETA
El papel blanco es tan blanco como la nieve
y yo estoy de un humor de lo más negro
porque tuve una excelente idea determinada
para un poema sobre una doncella de la Avenida de la Esperanza
y un domador de leones pelirrojo.
Pero
ahora la idea ha desaparecido, la he perdido,
y el domador está sentado nervioso y abatido
porque ¿qué coño puede hacer él si YO no sé
qué se hace con una doncella en la Avenida de la Esperanza?
y el domador está sentado nervioso y abatido
porque ¿qué coño puede hacer él si YO no sé
qué se hace con una doncella en la Avenida de la Esperanza?
Tosserier i udvalg, 1981
CADA
PEQUEÑA VELA
Ni
el torturador me asustará
Ni la caída final del cuerpo
Ni los cañones de los fusiles de la muerte
Ni las sombras en la pared
Ni la noche cuando en el suelo
Se sostiene
la última estrella tenue del dolor Pero la indiferencia ciega
De un mundo despiadado e insensible
Acostado el caparazón quemado
de una granja albanesa
Un viejo Babushka
sostiene a un bebé llorando en sus brazos
Un soldado del otro lado
Un hombre de corazón y orgullo
rompe filas, deja su rifle
y se arrodilla a su lado
Él le ata las heridas
Él le da comida
Y calma al niño que llora
Ella le da la absolución Entonces, a
través de la gran división,
Él toma su camino hacia atrás a través de la quebrada
China de su vida
Y allí, en la acera,
El serbio samaritano gira ... Se da
vuelta y saluda ... Adiós
Y cada pequeño vela
Cada pequeña vela
Enciende una esquina de la oscuridad ...
Enciende una esquina de la oscuridad
Cada pequeña vela
Cada pequeña vela
Enciende una esquina de la oscuridad
Enciende una esquina de la oscuridad
Cada pequeña vela enciende una esquina de la oscuridad
Cuando la rueda del dolor deja de girar
Y la marca deja de arder
Cuando los niños pueden ser niños
Cuando los desesperados se debilitan
Cuando el mar rueda para saludarlos
Cuando la ley natural de la ciencia
saluda a los humildes y los poderosos
Y las mil millones de velas encendidas
enciende el lado oscuro de cada mente humana
y cada pequeña vela
enciende una esquina de la oscuridad ...
Ni la caída final del cuerpo
Ni los cañones de los fusiles de la muerte
Ni las sombras en la pared
Ni la noche cuando en el suelo
Se sostiene
la última estrella tenue del dolor Pero la indiferencia ciega
De un mundo despiadado e insensible
Acostado el caparazón quemado
de una granja albanesa
Un viejo Babushka
sostiene a un bebé llorando en sus brazos
Un soldado del otro lado
Un hombre de corazón y orgullo
rompe filas, deja su rifle
y se arrodilla a su lado
Él le ata las heridas
Él le da comida
Y calma al niño que llora
Ella le da la absolución Entonces, a
través de la gran división,
Él toma su camino hacia atrás a través de la quebrada
China de su vida
Y allí, en la acera,
El serbio samaritano gira ... Se da
vuelta y saluda ... Adiós
Y cada pequeño vela
Cada pequeña vela
Enciende una esquina de la oscuridad ...
Enciende una esquina de la oscuridad
Cada pequeña vela
Cada pequeña vela
Enciende una esquina de la oscuridad
Enciende una esquina de la oscuridad
Cada pequeña vela enciende una esquina de la oscuridad
Cuando la rueda del dolor deja de girar
Y la marca deja de arder
Cuando los niños pueden ser niños
Cuando los desesperados se debilitan
Cuando el mar rueda para saludarlos
Cuando la ley natural de la ciencia
saluda a los humildes y los poderosos
Y las mil millones de velas encendidas
enciende el lado oscuro de cada mente humana
y cada pequeña vela
enciende una esquina de la oscuridad ...
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