jueves, 7 de junio de 2018

POEMAS DE HUMBERTO MEGGET


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(1 de mayo de 1926, Paysandú, Uruguay - 5 de abril de 1951, Montevideo, Uruguay)


[XLIV] 

vamos a marchar en fila 
vamos a marchar jugando 
los perros tras de los perros 
las flores junto a los tallos 
diciendo cosas los labios 
diciendo cosas las aguas 
detrás los frutos los jugos 
detrás las hojas los árboles 
vamos a marchar en fila 
vamos a marchar jugando. 

[LXI] 

Hay una nube 
una nube 
la cargada de agua 
la cargada 
la que espera derramarse 
la que se derrama 
hay una nube 
una nube colgada 
una nube que aún no ha agujereado el viento 
una nube de agua perfumada 
hay una nube arriba 
una nube 
una nube cargada 
una nube que ríe y que se orina 
hay una nube arriba 
bien arriba 
una nube resfriada. 

TENGO GANAS DE RISAS RAQUEL

tengo ganas de risas raquel 
ganas de ir al cine a ver aquella película 
ganas de ver las rosas y no ver las rosas 
tengo ganás de tomar el café con leche 
y beber 
beber 
beber 
beber aquello y esto 
y lo que tú das 
y lo que yo ofrezco 
ganas de ir y no ver aquella película 
tengo ganas de ti y de aquél 
pero más que de ti y de aquél 
tengo ganas de coca y de raquel 



VA A DORMIRSE UNA LUZ 

Va a dormirse una luz sobre mi frente 
una luz en el cuarto este que toco 
en el cuarto este de aguas que no bebo 
de hojas mal impresas 
y de estufas calientes. 
Va a dormirse una luz 
una luz que se estira en varias líneas 
que no tiene 
ni boca 
ni estornudos 
ni dedos para pies 
ni pies sin dedos 
sobre mis dientes mordiendo una manzana. 
Va a dormirse una luz 
hasta mañana. 


YO MI SOBRETODO VERDE 

Yo mi sobretodo verde 
yo mi cáscara de nuez 
yo mi gota de agua 
mi río 
mi árbol 
yo corcel galopando en una orilla 
brazos del viento descansando en los árboles 
me acostaré tal vez quién sabe en dónde 
en el polvo o en un mosquito 
para ser el grito de un cocodrilo 
o las manos abrazadas al fondo de un río y 
o en una hoja caído 
en una gota de agua envuelto 
para no volver nunca 
puedo seguir mucho tiempo deambulando en los aires 
tal vez tenga la forma invisible de un microbio 
o quizá esté en el aletear del vuelo de una mosca 
hay tanto 
tanto espacio para volar mi cuerpo inútil 
tanto manantial donde poner mis pies frágiles 
tantos redondeles blancos en los ojos cerrados 
que en mi inconsciente voluntad de estar, así 
no estoy solo. 

Cuando tú estés dispuesta 

Cuando tú estés dispuesta 
comeremos 
un pedazo de manzana en automóvil 
y cuando regresemos 
de una higuera recogeremos higos 
y alimentaremos a gorriones vagabundos 
cuando tú estés dispuesta 
se sobrentiende 
nos entretendremos en aprender el idioma de lombrices 
en dibujar con carbones caravanas de hormigas 
y luego subiremos como por un tronco hacia la montaña 
y plantaremos la primera flor para sonrisa de los aviadores. 
Cuando tú estés dispuesta haremos tantas cosas 
nos pondremos a descansar bajo las palmeras 
y a descubrir cómo se hacen el amor los grillos 
luego correremos con nuestras alforjas al mar 
y las llenaremos de espumas 
que agitaremos en el espacio para que formen sobre 
nuestros cuerpos techos 
que cobijarán el secreto de nuestras representaciones nocturnas 
siempre 
claro está 
cuando tú estés dispuesta. 

LVII 

Yo tenía una voz 
botas de niño recién puestas 
bombacha campesina más que rota 
herida en las rodillas 
era una voz que dominaba 
a gigantes pequeños de juguete 
que hiciérame anidar entre gorriones 
y madurar la mente entre los hombres 
que cortaban los árboles y el césped. 
Yo tenía una voz tan pequeña 
que hacía con ella collarcitos 
y ataba tantas cosas a su corazón de trigo 
que un día hasta a una niña tuvo presa 
a una niña de ojos de dedales 
con pestañas de fibra de los linos 
a una niña de niña más que niña 
que tomando a mi voz entre sus dedos 
la convirtió en palabra de los ríos 
y me quedé sin ella.* 


XLVII 
ahora que todo gira 
vamos a cantar un rato 
el niño está en la pradera 
la madre lo está llamando 
ahora que todo gira 
vamos a reír un rato 
los gatos con los ratones 
y el hombre con sus zapatos 
ahora que todo gira 
vamos a dejar los llantos 
que se bautice a los perros 
a las cabras y a los patos 
ahora que todo gira 
vamos a cantar un rato 
que afuera todo es manzana 
y adentro todo es naranjo* 


LIII 

cómo se ensancha este mundo 
cuando tú niña caminas. 
Tienes los ojos de troncos 
y tus dedos son bordados 
del agua de las colinas. 

Cuando yo tenía tantos años como menos de la mitad de los que tengo
Iba de blanco vestido
En la mano derecha yo llevaba bolitas para jugarle a los niños
Y en la izquierda una disposición a acariciar las cabezas que me
Gustasen por el camino
Era una época de deseos
Una época de desear tener un caballito
De caminar por el surco descalzo con las manos llenas de semilla
Cuando yo tenía tantos años como deseos
Las niñas rezaban el catecismo
Y yo las esperaba en las noches a lo oscuro para darles un susto
Era una época claro en que los vestidos se usaban por las rodillas
Una época en que dar un beso era un gran sacrificio
Yo vivía descansando mis tobillos sobre el barro
Y después de mediodía cuando todos dormían
Me escapaba a la cocina a hacer tortillas con huevos de pajaritos
Era una época claro de tomar al sol por las puntas de sus dedos
Y de calentarnos los pies con la luna
Era una época claro de grandes sacrificios
Cuando debíamos juntar la leña seca para amontonarla en la cocina
O cuando debíamos por la noche bañarnos con el agua no muy tibia
Era una época claro de tantos sacrificios como horas yo tenía
Y en que uno no se olvidaba de la primera niña vista desnuda
Del primer golpe dado o recibido en el rostro del amigo.

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