domingo, 17 de junio de 2018

POEMAS DE SOPHIA DE MELLO


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(6 de noviembre de 1919, Oporto, Portugal - 2 de julio de 2004, Lisboa, Portugal)


Aquí

Aquí...
Aquí, depuesta al fin mi imagen,
Todo lo que es juego y es pasaje,
Dentro de las cosas canto desnuda.

Aquí soy libre -eco de la luna
Y de los jardines, los gestos recibidos
Y el tumulto de los gestos presentidos,
Aquí soy yo en todo cuanto amé.

No por aquello que sólo atravesé,
No por mi rumor que sólo perdí,
No por los actos inciertos que viví,

Sino por aquello donde resoné
Yen cuyo amor de amor me eternicé.

Biografía

Tuve amigos que morían, amigos que partían
Otros quebraban su rostro contra el tiempo.
Odié lo que era fácil
Me busqué en la luz, el mar, el viento.
Versión de Diana Bellessi



Día


Mi cara se mezcla con el día
Nubes tejados ramas y diciembre
Apasionada estoy dentro del tiempo
Que me abriga con canto y con imágenes

Tan abrigada estoy dentro de la hora
Que ni lamento ya la tarde antigua
Todo se vuelve presente y se demora
¿Será que el día me pide que lo diga?

Versión de Diana Bellessi

Día de mar en el viento...


Día de mar en el viento, construido
Con sombras de caballos y de plumas.

Día de mar en mi cuarto -cubo
Donde mis gestos sonámbulos se deslizan
Entre animal y flor como medusas.

Día de mar en el viento, día alto
Donde mis gestos son gaviotas que se pierden
Girando sobre las olas, sobre las nubes.

Versión de Diana Bellessi

Elegía


Aprende
A no esperar por ti pues no te encontrarás

En el instante de decir sí al destino
Incierta te detuviste enmudecida
y los océanos después sin prisa te rodearon

A eso llamaste Orfeo Eurídice-
Incesante intensa la lira vibraba al lado
Del desfilar real de tus días
Nunca se distingue bien lo vivido de lo no vivido
El encuentro del fracaso-
Quién se acuerda del fino escurrir de la arena en el reloj
Cuando se alza el canto
Por eso la memoria sedienta quiere venir a la superficie
En busca de la parte con la que no diste
En el ronco instante de la noche más callada
O en el secreto jardín a orillas del río
En junio

Versión de Diana Bellessi

En el punto

En el punto donde silencio y soledad
Se cruzan con la noche y con el frío,
Esperé como quien espera en vano,
Tan nítido y preciso era el vacío.
Versión de Diana Bellessi

 

Escucho


Escucho mas no sé
Si lo que oigo es silencio
O dios

Escucho sin saber si estoy oyendo
El resonar de las planicies del vacío
O la conciencia atenta
Que en los confines del universo
¡Me mira y me descifra

Sólo sé que camino como quien
Es mirado amado y conocido
y por eso en cada gesto pongo
Gravedad y riesgo

Versión de Diana Bellessi

Eurídice


Éste es el círculo que trazo alrededor de tu cuerpo amado y perdido
Para que cercada seas mía

Éste es el canto de amor con que te hablo
Para que escuchando seas mía

Éste es el poema -engaño de tu rostro
Donde busco la abolición de la muerte.

Versión de Diana Bellessi

La noche y la casa


La noche reúne la casa y su silencio
Desde la base desde el cimiento
Hasta la flor inmóvil
Apenas se oye latir el reloj del tiempo

La noche reúne la casa a su destino

Nada ahora se dispersa se divide
Todo está como el ciprés atento

El vacío camina en sus espacios vivos.
 


Luz de luna


Tómame oh noche en tus jardines suspendidos
En tus patios de luna y de silencio
En tus atrios de viento y de vacío.

¡Noche
Bagdad de bruces en tu río
País de brillos y de olvido
Con tu rumor de cedros y tu lento
Círculo azul del tiempo.

Versión de Diana Bellessi

Llamé por mí cuando cantaba el mar...

Llamé por mí cuando cantaba el mar
Llamé por mí cuando corrían las fuentes
Llamé por mí cuando morían los héroes
Y cada ser me dio señal de mí.
Versión de Diana Bellessi

Muerta


Muerta,
Qué clara eres,
Qué frescura quedó entre tus dedos...

Eres una fuente
Con piedras blancas en el fondo,
Eres una fuente que de noche canta
y silenciosamente
vienen peces de plata a la superficie de agua.

Muerta qué clara eres,
y florecida...

Eres la brisa
Que en un gesto de adiós pasa en las hojas,
Eres la brisa que lleva los perfumes y los derrama,
¡Eres los pasos leves de la brisa
Cuando en las calles ya nadie pasa!

Eres una rama de tilo donde el silencio florece,
Eres un lago donde las imágenes se inquietan,
Eres la secreta nostalgia de una fiesta
Que en los jardines murmura.

Cantando
Deslizando las manos por los muros
Pasas recogiendo
La sangre bermeja y madura de las moras.

Vas y vienes
Solitaria y transparente
y la memoria de las cosas te acompaña.

Muerta qué clara eres,
¡Y perdida!

Eres la medianoche de la noche,
Eres la terraza que da al viento,
Eres una pena solitaria y franca,

Las sombras vuelven a bailar,
El perfume de las algas sacia el aire
y las ramas se recuestan sobre las ventanas:

Suaves cabellos de pena tiene la brisa.
Sola pasas al fondo de las avenidas.
No muestras tu rostro,
Pasas de espaldas con un vestido blanco.

¡Eres leve y dulce como un sueño!
El soplo de la noche se llena de angustia
y de mí surgen palabras solitarias:
Eres el perfume de infancia que hay en las rocas,
Eres el vestido de infancia que hay en los campos,
Eres la pena de infancia que hay en la noche.

Súbitamente
Alcanzo pierdo la forma de tu rostro:

¡Qué fresca eres!
Pasas y de tus dedos corren fuentes.
¡Qué leve eres,
Más leve que una danza!

Apenas llegaste, apenas volviste, apenas te vi
Ya en el fondo de los caminos te extinguiste:

Arena lisa y blanca que ningún paso pisa
Pena franca
Angustia fuente fresca y brisa.
Versión de Diana Bellessi

Nardo

Nardo
Pesado y denso
Opaco y blanco,
Hecho
De oscura respiración
Y de agitación nocturna.
Versión de Diana Bellessi

Noche

Noche de hoja en hoja murmurada,
Blanca de mil silencios, negra de astros,
Con desiertos de sombra y luna, danza
Imperceptible en gestos quietos.
Versión de Diana Bellessi

Si todo el ser al viento abandonamos...


Si todo el ser al viento abandonamos
Y sin miedo ni compasión nos destruimos,
Si morirnos en aquello que sentimos
Y podemos cantar, es porque estamos
Al desnudo, el propio dolor meciendo en sangre
Frente a las madrugadas del amor.
Cuando la mañana brille otra vez floreceremos
Y el alma beberá ese esplendor
Prometido en las formas que perdemos.

Versión de Diana Bellessi


“En estos últimos tiempos”

En estos últimos es cierto que la izquierda ha cometido errores
Ha caído en excesos confusiones ha practicado injusticias
¿Pero qué diremos de la larga tenebrosa y hábil
Degradación de las cosas que la derecha practica?
¿Qué diremos de la basura de su lujo —de su
Viscoso gozo de la nata de la vida— qué diremos
De su feroz ganancia y fría posesión?
¿Qué diremos de su sabia y tácita injusticia
Qué diremos de sus maquinaciones y negocios
Y del utilitario uso de sus ocios?
¿Qué diremos de sus máscaras coartadas y pretextos
De sus impuestos laberintos y contextos?
En estos últimos tiempos es cierto la izquierda muchas veces
Ha desfigurado las líneas de su rostro
¿Pero qué diremos de la meticulosa eficaz y expedita
Degradación de la vida que la derecha practica?

“Epidauro”

El cardo florece en la claridad del día. En la dulzura del día se abre el higo. Este es el país de lo externo donde cada cosa es:
traída a la luz
traída a la libertad de la luz
traída al asombro de la luz
Aquí estoy vestida de sol y de silencio. He gritado para destruir al Minotauro y el palacio. He gritado para destruir la sombra azul del Minotauro. Porque él es insaciable. Él come un día tras otro los años de nuestra vida. Bebe el sacrificio sangriento de nuestros días. Come el sabor de nuestro pan nuestra alegría del mar. Puede ser que tome la forma de un pulpo como en los vasos de Cnosos. Entonces dirá que es el abismo del mar y la multiplicidad de lo real. Entonces dirá que es doble. Que puede volverse piedra con la piedra alga con el alga. Que puede doblarse que puede desdoblarse. Que sus brazos rodean. Que es circular. Pero de pronto verás que es un hombre que trae en sí mismo la violencia del toro.
Solo podrás ser libre aquí en la mañana de Epidauro. Donde el aire toca tu rostro para reconocerte y la dulzura de la luz te parece inmortal. Tu voz subirá sola las gradas de piedra pulida. Y a tu encuentro regresará la teoría ordenada de las sílabas -portadoras limpias de la serenidad.
Traducción de Ángel Campos Pámpano

“Furias”

Expulsadas del pecado y de lo sagrado
Habitan ahora la más íntima humildad
De lo cotidiano. Son
Grifo que se estropea retraso de autobús
Sopa que se derrama de la olla
Bolígrafo que se pierde aspirador que no aspira
Taxi que no hay recibo extraviado
Empujón codazo espera
Burocrático desvarío
Sin clamor sin mirar
Sin cabellos erizados de serpientes
Con las meticulosas manos del día a día
Ellos nos deshilan
Ellas son la peculiar maravilla del mundo moderno
Sin rostro y sin máscara
Sin nombre y sin soplo
Son las hidras de mil cabezas de la eficacia que se avería
Ya no persiguen a sacrílegos y parricidas
Prefieren víctimas inocentes
Que en modo alguno las provocaron
Por ellas el día pierde sus largos planos lisos
Su zumo de fruta
Su fragancia de flor
Su alborozo marino
Y el tiempo se transforma
Em tarea y prisa
A contratiempo
Traducción de Ángel Campos Pámpano




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