jueves, 3 de febrero de 2022

POEMAS DE JAMES JOYCE

 



Una oración.

 ¡De nuevo!

¡Ven, dame, otórgame toda tu fuerza a mí!

Desde hace mucho una palabra respira en el cerebro atormentado.

Su calma cruel, la miseria de la sumisión,

Suavizando su temor como para un alma predestinada.

¡Para, amor en silencio! ¡Mi destino!

 

¡Ciégame con tu oscura cercanía, oh, ten piedad, amado enemigo de mi voluntad!

Te reto a que no resistas el frío tacto que me da miedo.

¡Sácame de mí todavía!

¡Mi lenta vida! Dobla lo más profundo de mí, amenazando la cabeza,

Orgulloso por mi caída, recordando, de lástima.

¡Aquel que es! ¡Aquel que fue!

 

¡De nuevo!

Juntos, plegado por la noche, yacían en la tierra. Escucho

Desde lejos a su baja palabra respirar en mi cerebro atormentado.

¡Ven! Cedo. ¡Dobla lo más profundo de mí! Estoy aquí.

¡Dominador, no me dejes! Solo alegría, solo angustia.

Tómame, sálvame, cálmame, ¡O perdóname!

 

Querido corazón ¿Por qué me usarás así?

 Querido corazón ¿Por qué me usarás así?

Queridos ojos que gentilmente me reprenden

Aún sois hermosos—pero, ay,

¡Como está tu belleza disfrazada!

 

A través del claro espejo de tus ojos,

A través del suave suspiro de beso en beso.

Vientos desolados asaltan con gritos.

El jardín de sombras donde el amor está.

 

Y pronto el amor será disuelto.

Cuando sobre nosotros los salvajes vientos soplan.

Pero tú, querido amor, demasiado querido para mí.

¡Ay! ¿Por qué me usarás así?

 

Inundación:

 Marrón oro, sobre la inundación colmada.

Los racimos de las vides se elevan y balancean

Vastas alas sobre las jóvenes aguas.

Del día sombrío.

 

Un desperdicio de aguas sin piedad.

Se balancea y se eleva su crin salvaje.

Donde un melancólico día mira hacia abajo en el mar.

En aburrido desdén.

 

Elevación y balanceo, vid de oro,

Sus frutos arracimados a la inundación completa del amor.

¡Ondulante y vasto y despiadado como es tu

¡Incertidumbre!

 

Oigo un ejército cargando sobre la tierra.

 

Oigo un ejército cargando sobre la tierra.

Y el trueno de caballos que se hunden, espuma sobre sus rodillas.

Arrogante, en armadura negra, detrás de ellos de pie

Desdeñando las riendas, con látigos revoloteando, los aurigas.

 

Claman a la noche su nombre de guerra.

Voy a lamentarme en el sueño cuando escucho su lejano torbellino de risas.

Que escinden en la oscuridad de los sueños, una llama cegadora.

Resonando, resonando en el corazón como en un yunque.

 

Vienen agitando triunfalmente su largo, pelo verde.

Salen del mar y corren gritando por la orilla.

Mi corazón, ¿No tienes la sabiduría si no la desesperación?

Mi amor, mi amor, mi amor ¿Por qué me has dejado solo?

Tomado de:

https://academiaparaninfo.wordpress.com/2014/05/07/james-joyce-cuatro-poemas-escogidos-poesias-escogidas-en-ingles-traduccion-al-espanol/

 

Ella llora sobre Rahoon

 

La lluvia sobre Rahoon cae blandamente, blandamente cae,

Allí donde mi sombrío amante reposa.

Triste es su voz cuando me llama, tristemente me llama,

Cuando gris se alza la luna.

 

Amor, escucha

Cuán suave, cuán triste es su voz por siempre resonando,

Por siempre sin respuesta, y la sombría lluvia que desciende

Entonces como ahora.

 

También sombríos nuestros corazones, oh amor, reposarán y fríos,

Como su triste corazón reposa,

Bajo las ortigas grises como la luna, la tierra negra

y la lluvia murmurante.

 

Traducción de José Antonio Álvarez Amorós

 

Mi amor está con un ligero atuendo

 

Mi amor está con un ligero atuendo

Entre los manzanos,

Donde las brisas bulliciosas más anhelan

Correr en compañía.

 

Allí, donde las brisas joviales moran para cortejar

A las tempranas hojas a su paso,

Mi amor va lentamente, inclinándose

Hacia su sombra que yace en la hierba.

 

Y donde el cielo es una taza de claro azul

Sobre la tierra risueña,

Mi amor camina lentamente, alzando

Su vestido con grácil mano.

 

Traducción de José Antonio Álvarez Amorós

 

Una flor donada a mi hija

 

Frágil la blanca rosa es y frágiles son

Las manos que la dieron

Su alma está marchita y es más pálida

Que la difusa onda del tiempo.

 

Como la rosa frágil y hermosa: aún más frágil es

El silvestre prodigio

Que en tus ojos ocultas,

Mi pequeña de azuladas venas.

 

Traducción de José Antonio Álvarez Amorós

 

Ecce Puer

 

Del oscuro pasado

Nace un niño;

De gozo y de pesar

Mi corazón se desgarra.

 

Tranquila en su cuna

La vida yace.

¡Que el amor y la piedad

¡Abran sus ojos!

 

Traducción de José Antonio Álvarez Amorós

Tomado de:

https://www.zendalibros.com/5-poemas-james-joyce/

 

Contemplando las barcas en San Sabba[1]

Oí sus jóvenes corazones

 

al amor dar un vistazo sobre los remos

 

y a las hojas de la pradera suspirar:

 

¡No más regresos, nunca más![2]

 

¡Oh corazones, Oh hierbas suspirando,

 

en vano sus banderas enamoradas sollozaran!

 

Nunca más la voluntad salvaje del viento que pasa

 

regresará, nunca más regresará.

 

La Crítica del Sábado, 1913.

 

Yerbas

 O bella bionda,

 

Sei come l’onda![5]

 

De dulce rocío fresco donde apacible brilla

 

la luna tejiendo una red callada,

 

en el jardín donde todavía una chiquilla

 

reúne las yerbas de la ensalada. [6]

 

 El rocío de la luna en su pelo estrellas presta

 

y a la luz de la luna besa su joven ceja

 

y, recolectando, ella al aire manifiesta:

 

¡Tan hermosa como la ola es, hermosa eres tú!

 

Sé mía, te lo ruego, la cera en mi oído [7]

 

me resguarda de la cantinela oportuna

 

y mi corazón está por ella protegido

 

quien reúne yerbas de la luna.

 

Revista de Poesía, 1917.

 

He aquí al niño [8]

En un oscuro pasado

 

un niño brotó;

 

con alegría y pena

 

mi corazón lloró.

 

Calmado en su cuna

 

la vida alarga.

 

¡Amor y piedad

 

abran su mirada!

 

Vida joven se respira

 

sobre el cristal;

 

el mundo que no era

 

viene a habitar.

 

Un niño duerme:

 

Y un viejo se ha ido.

 

¡Oh, padre huérfano

 

perdona a tu hijo!

 

Poemas reunidos, 1932.

 

[1] San Sabba es una ciudad ubicada en Trieste.

[2] Verso tomado de la ópera de Puccini La Fanciulla del West.

[5] Fragmento de una vieja canción popular en Italia

[6] Existen hipótesis sobre este verso, donde la niña que recoge las hojas es Ophelia de Hamlet.

 

[7] Clara alusión al pasaje de la Odisea donde Ulises cubre sus oídos con cera y se hace amarrar al mástil del barco.

 

[8] Joyce compuso este poema rindiendo homenaje primero a su padre John Joyce quien falleció en 1931. El año siguiente, en febrero, James Joyce celebraría la llegada de su nieto. Aunque es visible que el titulo tiene vínculos con las palabras de Pilato, es inevitable pensar que Joyce recupera un antiguo tópico como lo es el niño y el anciano.  

Tomado de:

https://camposdeplumas.com/2021/10/31/james-joyce-poemas/

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