martes, 1 de febrero de 2022

ANGEL ÁSPERO “PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA ANTONIO SALVADO CIDADE DE CASTELO BRANCO” AÑO 2021

 



PRIMERO QUIERO REFERIRME AL LIBRO COMO OBJETO:

Es una bella edición bilingüe, es un objeto bello, cómodo y muy acorde con lo que uno va a encontrar en su interior; este diseño lo prepara para dar inicio a una lectura bastante interesante y reveladora.

 

ÁNGEL ÁSPERO, LAS MEDITACIONES DEL MONJE POETA 

Esta es la impresión que me da el libro: de estar frente a in monje sabio, un monje de las cosas cotidianas elevadas a fuerza de una profunda meditación paciente; ahora nos entregamos al libro en pleno con el sosiego de la portada, pero con la angustia del título: Ángel Áspero

La palabra Ángel, tiene un enorme peso, culturalmente y más aún en el contexto latinoamericano, somos queramos o no, hijos herederos de la cultura judeo-cristiana y en nuestros genes estas palabras tienen el peso sagrado sembrado por nuestros ancestros europeos fruto de la conquista.

 

A partir de aquí, el poeta nos recibe sin contemplaciones con el poema “Ángel Áspero”, y desde aquí, desde este recibimiento qué nos deja atónitos nos lleva de la mano por una serie de laberintos; y, aunque su lenguaje es muy fluido, lleno de hermosas imágenes y por lo tanto dolorosas. Pues del dolor también se desprende la belleza.

 

El poeta Román, nos muestra unos textos que van de lo apacible de la poesía Zen y los Tankas, a esa poesía lírica, y dolorosa de las tradiciones líricas que conocemos; por eso he disfrutado tanto este libro, pues no se va en malabares y si encuentra un punto equidistante entre dos culturas poéticas tan lejanas en tiempo y distancia, pero, que en el caso de la poesía Zen ha venido enriqueciendo el mundo de la poética latinoamericana desde diferentes autores como Rubén Darío, Tablada, Paz, y tantos otros que se han nutrido. Nuestro poeta Venezolano Román nos nutre con sus textos llenos de reflexiones e imágenes que no distan en su forma y contundencia de los Haikús o los Tankas y que es muy afortunado es su muy buena resolución final. Vemos que la parte final del libro hace un capitulo adicional: “TANKAS EN TRIBUTO AL MONJE ZEN Y POETA SAIGYO”, esta parte realmente es reveladora, pues aquí de desenmaraña la intertextualidad y está la llave del libro, me explico: vemos textos no muy extensos, epigramáticos y reflexivos, pero aquí encontramos el espíritu del poeta, esa condición monacal, el sacerdocio de la palabra, ese Ángel que medita desde la palabra pero que a la vez es Áspero porque así es lo cotidiano, la vida misma. El resto de reflexiones espero logre hacerlo querido lector a partir de los textos qué aquí les comparto, espero repliquen esta información.

 

Veamos algunos poemas:

 

 

ÁNGEL ÁSPERO

Ángel áspero, anidado al rigor salobre

 

De tus lágrimas          Ya, en el cielo,

Tu rostro se hizo barro.

Y las explosiones blancas de las alas

Me ofrendan,

 

 

Sólo una firme uña de sangre.

 

lluvia

Siembras la sangre.

 

Cosechas animales

De lluvia. Tu oficio

Será desarraigarle gruñidos

A los nombres de la tierra.

 

 

ENCRUCIJADA

La casa se desgrana

Liego del zancudo

Atrapado en un aplauso.

Queda – a lo lejos-

una piedra de sal,

pequeña como el día,

ahorcado hueso

más débil del reloj.

 

IGLESIA

Tras el rezo, una cortina de cicatrices.

 

Algo de arenisca

en la boca

nos traza un zumbido

de sahumerio.

 

Abandonamos

el discurso

a las larvas

del más borroso púlpito

 

DOS POEMAS TEMPLARIOS

I

Desde un punto inusual

de incertidumbre

 

y ceguera,

 

brilla el ojo en el centro

de la pirámide.

 

A pesar de los días.

A pesar de las noches,

tiemblo desde mi casa negra.

 

II

Un lugar de diosas,

sólo de diosas ni en el cielo

ni en la tierra.

Desaparezca el paraíso.

 

Desaparezca el infierno

de los que se descifran

en las cruces herméticas

de las galletas Oreo.

 

Un lugar de diosas,

sólo de diosas

desde tu carne,

hacia mi respiración.

 

DE ESPALDAS

 

Pensar

Es muy oscuro.

Es vientre

Donde

Tu día nace

En un ojo

Del temblor.

 

 

TRIPTICO ZEN

 

I

Basho terminó

comiéndose la rana

con aguas quietas.

 

II

Tierra y árbol;

La lluvia arremete

Junto al trueno.

 

III

 

Despierta el sol:

Eres lluvia, lámpara

Desde mis labios.

 

BIOGRAFÍA

 

Cada día entiendes menos

La avidez de ser útil al mundo.

Y dejas caer un trazo más,

Sobre la fecha de tu nacimiento.

 

Te obligas a no nacer.

Te resistes a no morir;

A levantar del cielo esos signos

Ablandados por la lluvia.

 

Aprendiste de la eternidad

Que costras y mosquitos,

Son solo plomizos

Emblemas de lo impávido.

 

 

RECHINAR

 

Cada noche

Es una nueva tela

Para tu callar.

 

Ahora, llueve

Entre los grillos

Y los dientes de estas llaves.

 

EN VOZ BAJA

 

Cristo de los ríos,

 

Afuera el azogue

De estornudos naturales.

 

El día ha vuelto

Al aceite

De los santos fatigados.

 

AVE DE CRISIS

 

I

Flor ácida

De la doncella,

Ave de crisis,

Vestida

De erupciones

Al aletear

Y desnudarse.

 

II

Usaba traje negro

 

Cuando volaba

Desnuda.

 

LO DES/NOMBRADO

Cuando preguntan

Tu nombre, pronuncias

El nombre del templo.

 

Cada árbol del bosque

Se arraiga al instante

En que recitas un haiku.

 

Entonces, el viento,

ha de germinar

en estos lagos breves.

 

FOUCAULT

 

No tan después, el viento

cae sobre esa antropología

carente de Dios y su silencio.

El poeta George Bataille,

profanación y ausencia.

 

Se pregunta el origen

Y cobra logos en el incienso,

Sí la boca no rebela un ave

En nacimiento de lo tenue.

O el gesto pulcro de la sangre.

 

IV

Leo temblores

Son ramas sin pájaros.

Sólo pájaros,

Picoteando las nubes

Sólo ramas temblando.

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