miércoles, 4 de enero de 2023

POEMAS DE THORKILD BJORNVIG



Tarde en una ciudad desconocida

 

¿Es esto la muerte?: en medio del alboroto de la fiesta.

Conversación, amigos y estrépito de música,

la amada descansando en mis brazos,

mientras el bramido como un zumbido melifluo

me invade el oído -me roza un frío helado.

Te vas. Detrás de ti se pierden las voces,

la música suena como un mosquito alto y lejano­

O bien: un instante los salones estuvieron llenos

ahora la luz se apaga. Lo que esperas

ocurrió hace mucho tiempo. Cierro los ojos, los oídos,

intento recordar imágenes y palabras­

entonces siento que una corriente gélida viene desde la puerta,

y oigo acercarse pasos a mi mesa,

y una voz baja que me dice: Tiene que marcharse.

 

Autorretrato

 

Ascendíamos girando constantemente, a través de luz y sombras, seguimos

hasta el paso, cerrado en invierno, acabado de desembarazar

de seis metros de nieve. Y después bajamos. Delante de nosotros, muy abajo,

un arco iris: por primera vez en mi vida visto desde arriba, por ello

 

no medio arco, no, entero, el perfecto círculo de luz,

la sombra del coche en el centro: un aéreo cubo negro

en el rojo y azul, violeta y púrpura de la flotante rueda celeste.

La vista elevó el corazón creando un instante de comunión con el milagro de la vida,

 

volvió a crear lo que dejábamos detrás, en un remolino, un humo de luz,

la negra playa de lava, la bahía azul, el deslumbrante mar de nubes y el marrón rojizo

de las sagradas islas de las montañas. Tan transparente y nítido,

indestructible, efímero, fue el regalo de despedida de las alturas.

 

Thorkild Bjornvig (Aarthus, Dinamarca, 1918-Samso, Dinamarca, 2004), Poesía nórdica, Ediciones de la Torre, Madrid, 1995

Traducción de Francisco T. Uriz

Tomado de Otra iglesia es imposible.

Tomado de:

http://unalbornozllenodenotas.blogspot.com/2015/10/thorkild-bjornvig-dos-poemas.html

 

 

el somormujo

 

Con la curva perfecta del cuello,

la lanza delgada del pico

me señala balanceándose

y sigue, como si fuera a bailar,

el más pequeño de mis movimientos,

elegante, fina y alerta –

pero su cuerpo es el de un pingüino,

mantenido erguido, pasivo, inerte.

 

No vuela como se esperaba –

en su pecho una mancha de aceite

se ha insinuado,

ha minado su poder y estropeado

su deseo de llamar, aparearse y reproducirse,

nadar, volar y bucear,

cazar, atrapar, devorar –

su alegría de estar vivo;

ha golpeado como una enfermedad mortal:

una gota, un germen que flota,

y la lepra mineral

pega las plumas a la capa pegajosa.

 

Reducido a solo jetsam

entre tablones y latas en la arena,

no sirve para nada, incapaz de pescar

arrojados por el agua, el aire y la tierra,

en su camino hacia el Hades del ciclo de vida:

cada cosa que disminuye lentamente -

observa mis movimientos atentamente

como a su alrededor camino en un círculo.

 

Pequeña deidad enferma,

perdido en las extensiones solitarias,

naturaleza, el poderoso nunca ha

los matices del deterioro tolerado

de la perfección a la pureza

obliteración; - sin problemas

que de fieras no dicta

reafirmaba el poder o la muerte directamente.

 

Por eso no lo intentaré en vano

para limpiar tu cuerpo de resbalones,

porque defenderías tu último descanso

con miedo salvaje, si tuviera que elegir

te levanta como si tuvieras que vivir. No,

la luna de esta noche es un amigo más íntimo

y las nubes, el cielo y que

tan tranquila esperas como tu fin.

Y te hundirás: tu último

movimiento perfecto - sin dejar rastro,

mentira extendida una forma sin forma

en este lugar fortuito.

http://johnirons.blogspot.com/2012/11/poem-by-danish-poet-thorkild-bjrnvig.html

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