lunes, 16 de enero de 2023

POEMAS DE VELEMIR KHLEBNIKOV



NECESITO BIEN POCO

 

¡Necesito bien poco! Un mendrugo de pan

y sólo una gota de ligero

cielo sobre mi cabeza,

¡estas nubes sobre la colina!

 

 

PERSONAS, GENTE Y LOS AÑOS

 

Personas, gente y los años

Corren y escapan para siempre

Como el río más allá de la orilla.

El vidrio flexible de la naturaleza revela

Las estrellas -una red, los peces- nosotros,

Dioses- los productos de la imaginación en lo profundo.

Tomado de:

http://inutilesmisterios.blogspot.com/2015/02/otros-20-poetas-rusos.html

 

 

1.

Rey negro danza delante de la multitud,

 

Y hechiceros aporrean el tom-tom.

Grandes mujeres negras se ríen fuerte y grosero,

Títeres se tiñen la boca, y arden.

La sucia pava de ampolla,

Algunos huesos de pájaro, y un niño.

Nuestro Padre Mayor Auxiliante Sol

Nos golpea distraído-ignorantes.

Siete veces pasa la luz

Siete veces de la tierra al sol.

Miramos y vemos a la oscuridad volverse fría.

Miramos y vemos Réquiem.

Rey negro danza frente a la multitud,

Y los hechiceros aporrean el tom-tom.

 

 

2.

Surcantes elefantes, batiendo colmillos de marfil

Que parecían piedra blanca

Detrás de las manos de un artista.

Venados en rodada, con las cornamentas enroscadas:

Parecían abrazados en antiguos coitos,

En tironeantes ardores y adulterios.

Los ríos se lanzaban al mar:

¿Parecía? La mano de uno estrangulaba el cuello del otro.

 

 

3.

Relumbrante-letra guiñante-ala,

Delicada langosta

Carga su panza-canasto

Con pasto agua-de-pradera.

¡Ping, ping, ping! pitar-silbar,

Canta-canto.

¡Maravilla ala-del-cisne!

¡Ausencia de nochidad! ¡Resplandor!

 

 4.

Vivo con alegres mareas,

Un Koran verde-primavera,

Mi álamo despierto temprano espera

Los emisarios del alba.

Listo para atrapar el pez-sol

En el lago azul de lo alto,

Arroja sus mallas

Y prolijamente enreda el bramido de los toros,

Un cabeza de trueno lento

Y la brillante fragancia de una tormenta de verano.

Mi caña de pescar de álamo,

Torre natural,

Tu arrojas tus verdes redes

Alto y a lo lejos de tu tronco

¡Y ahí está! el dios de la primavera

Boquiabierto, un pez-sol asombrado

En el fondo-del-bote

De cada refulgente hoja.

La verde boca saluda al alto cielo,

¡Se lo come! Trampas para dioses-sol,

Mi alto-vuelo álamo

Con rugido de cornetas y soplido-de viento

Desata un golpazo

Que lava el prado

Con una oleada de azul vodka.

Tomado de:

http://inutilesmisterios.blogspot.com/2011/11/cuatro-poemas-de-velimir-khlebnikov.html

 

 

EXORCISMO CON RISA

 

 

 

¡Ah, sonreíd, reidores!

 

¡Ah, engreíd, risueños

 

¡Que reís con risotadas! ¡Qué hazmerreír ridículos!

 

¡Ah, reíd risiblemente!

 

¡Ah, sonrisueños ríentes — risoteos de irrisorios risibles!

 

¡Ah, risibilidades, ridícula risica de irrisibles rientes!

 

Ristoleros, ristoleros,

 

Risos irrisorios, risadas reidoras,

 

Irrisorios, irrisorios

 

¡Ah, sonreíd, risueños!

 

 

 

(Traducción Javier Lentini)

Tomado de:

https://eltrueno.com.py/2022/10/18/khlebnikov-el-poema-a-partir-de-un-sola-palabra/

 

 

Dios, fue cosa tuya

 

Dios, fue cosa tuya

Habernos creado mortales.

En revancha te lanzaremos

El dardo envenenado de la tristeza.

El arco está presto.

 

 

El alimento del palomo

 

Bebisteis el entibiado aliento del palomo

Y, entre risas, le llamasteis insolente.

Para él, que curvó el pico entre vuestros labios pintados,

Las alas palpitantes ¿erais vos su paloma? ¡Es difícil!

Una bandada de oropéndolas sobrevoló

El cuerpo como un triángulo de alba,

Ocultando con el crepúsculo de sus ceños

Los espejos matutinos de los mares.

Cayeron tan bajo como el canto de los zares.

Detrás de esa paja resplandeciente,

Como el viento cuando el tiempo es de oro,

Quizás el vuelo lanzado desde la colina

Tenía su conocido estremecimiento.

Y las patas purpúreas del palomo

Se hundieron en su cabello.

Regresó volando, helado de otoño,

Junto a los suyos en desgracia.

 

 

Criatura

 

¡Criatura!

Si los ojos se han cansado de ensancharse,

Si aceptas el nombre “fraternal”,

Y yo el de los ojos azules, juro

Llevar muy alta la flor de tu vida.

Es que soy como tú, he caído de una nube,

Me he sometido a muchos males,

Por no ser conveniente,

Siempre insociable,

Por todos inamable.

Si quieres seremos hermano y hermana,

¿Acaso no somos gente libre en una tierra libre?

Nosotros hacemos las leyes, las leyes no hay que temerlas,

Y moldeamos la arcilla de los actos.

Lo sé, eres preciosa, una flor azul celeste,

Y me siento tan bien, y tan de repente,

Cuando hablas de Sochi

Y se ensanchan los tiernos ojos.

Yo, que he dudado tanto tiempo y de tantas cosas,

De pronto creo para siempre

Lo que está allí grabado,

En vano tala el leñador…

Escaparemos a muchas palabras inútiles.

Servirte, simplemente, la misa matutina,

Como el peludo pope de larga melena,

Beber los arroyos azules de la pureza.

Y no temeremos los nombres terribles.

 

 

Histrión solitario

 

Y mientras sobre Tsárkoie Seló

Resbalaban el canto y las lágrimas de Ajmátova

Yo, deviniendo la madeja de una bruja,

Como un cadáver, somnoliento me arrastraba por el desierto

Donde agonizaba la imposibilidad:

Histrión fatigado

Avanzando pese a los obstáculos,

Y durante ese tiempo la frente ensortijada

Del toro subterráneo de las cavernas sombrías

Masticaba y comía hombres ensangrentados

Entre el humo de amenazas obscenas.

Y arropado en la voluntad de la luna,

Como el vespertino errante con su abrigo de sueño,

Saltaba en mi pesadilla sobre los abismos

De roca en roca.

Caminaba ciego mientras

El viento de la libertad me impulsaba

Y golpeaba con su lluvia oblicua.

Y arranqué la cabeza de toro con mi carne y poderosos huesos

Y la colgué del muro.

Como el guerrero de la verdad, la sacudí sobre el mundo.

¡Mirad!

¡En la frente ensortijada por la que antes quemaron a las masas!

Y con espanto

Comprendí que nadie podía verme,

Que había que sembrar ojos,

¡Que el sembrador de ojos debía llegar!

 

 

Aquí vagaba hechizado

 

Aquí vagaba hechizado

Aquí vagaba asediado

Por la jauría de perros de las palabras impresas

Que soñaban con morder mi cadera de azur.

Yo era la única grieta

Por donde el futuro

Caía en el cubo de Rusia.

Mi propia embriaguez

Era la gárgola para el mañana,

Para la cesta de lágrimas del mañana.

Nadie se alzaba durante las noches.

Lo que me consumía y torturaba –¡será, sí!

Como perro salvaje

Recorro la pista sagrada

Entre los viejos mares gigantes.

Sobre el sendero estelar,

Al resplandor del estelar refugio nocturno,

¡Oh espléndido tabique negro!

Tomado de:

https://www.revistaaltazor.cl/velimir-jlebnikov-2/


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