RETRATO DE UNA ROSA
© ALICJA MARIA KUBERSKA
La imagen en el caballete recreó una sinfonía de
colores.
surgiendo una doncella de muchos puntos y líneas.
El pintor inmortalizó su belleza en el lienzo.
Era la solitaria rosa del planeta del Principito.
Largos trazos subrayan la sutil curva de un cuello
esbelto
y la tersura de redondeados pechos
bajo la traslúcida blusa.
Tejió rayos de sol en rebeldes mechones del cabello,
despeñándose como una oscura y pesada cascada.
En su húmeda boca ligeramente abierta,
florecen rojos besos apasionados.
Brilla la felicidad en los ojos medio cerrados de la
modelo,
cual gotas de oro suspendidas en azul.
El amor y la pasión en la corona de espinas crean obras
maestras.
EN MARRUECOS
© ALICJA MARIA KUBERSKA
El calor se asienta como polvo en manos de los relojes
bajo el sol africano,
ralentiza los modos y las próximas horas apenas se
desplazan en su cara.
Momentos como arena de un reloj averiado se filtran
desapercibidos.
El viento atrapa partículas de minutos que derrama
sobre el área del desierto.
Adquiere nuevos matices y significados el pausado ritmo
de la vida.
- Disfruto el
té a la menta en los cafés marroquíes
mientras percibo la colorida multitud de transeúntes,
arreglo historias en coloridos arabescos de mis
recuerdos.
¡Inshaallah!
Repite un anciano con un rosario de madera,
en los huesudos dedos pasan las oraciones y las
cuentas.
Aprendí a esperar y no pedir impacientemente el día de
mañana.
Paulatinamente, me dirijo hacia el gran desconocido del
tiempo que fluye.
LAS MARAVILLAS DEL MUNDO
© ALICJA KUBERSKA
Nunca he estado en Hawái.
Desconozco las palmeras que bailan al viento.
Los rayos del sol no acarician mi piel,
el cálido magma no fluye del corazón de la tierra.
No he visto pender colibríes multicolores
cuales joyas vivas en las flores;
las hermosas y exóticas mariposas,
similares a los abanicos de Geishas Japonesas
no se elevan a mi alrededor.
No he ascendido las antiguas pirámides.
No he apreciado los tesoros de los faraones
ni el inmenso templo de Amón.
No danzo el flamenco español
ni ataviada estoy en delicado sari hindú.
El Amazonas no abre las puertas al verde paraíso
y la tundra desalmada no encauza al infierno blanco.
El océano no revela su riqueza submarina,
no saltan los delfines a la espalda de las olas.
No he conocido un amor eterno y feliz,
más no significa que no exista.
NIGERIA
(POEMA CONTRA EL GENOCIDIO)
© ALICJA MARIA KUBERSKA
¿Dónde están los oradores que proclaman ardientes
palabras de indignación?
¿Dónde están los políticos emitiendo conmovedoras
condolencias?
¿Dónde están los periodistas aullando el genocidio?
¿Dónde están los sacerdotes de todas las religiones
orando por los muertos?
¿Dónde están ustedes los humanos?
¿En dónde?
El mundo contemporáneo se asemeja a una copa,
llena hasta el borde de hipocresía,
duplicidad y mendacidad.
Te acuso del pecado de la muda indiferencia.
Nigeria llora con lágrimas de sangre,
empapándose en las fosas comunes
de sus hijos.
EL BALCÓN
(Tributo
a: Charles Baudelaire)
© ALICJA MARIA KUBERSKA
Desiertos salones parisinos, los amigos se han ido.
Sacude las adoquinadas avenidas el sol de agosto,
toma en sus brazos a la ciudad entera.
Las gruesas cortinas no son suficientes.
Arrastran las noches brisa fresca y un poco de
descanso.
La puesta de sol extingue la última gota de oro.
Las flores del mal ganan poder
como endereza las hojas el malévolo
y libera la intensa fragancia.
Recluido en su cuerpo, carece de potestad,
- impedido para un último discurso, ya no escribirá
más.
Debe vivir en el infierno de los recuerdos, en su
paraíso artificial,
acotado a las dimensiones de su apartamento.
Enfermeras vienen y van como las olas,
portan esterilidad, taciturnos días en las níveas velas
de sus chaquetas.
La embarcación ha sido despeñada por la tormenta,
concluye otra odisea.
Es posible llegar a la isla en una balsa, sobre el asiento
de la silla de ruedas.
Percibe el balcón, el tráfico y el bullicio de las
calles.
Se densifica la noche, decae cual tenebrosa ciega.
Paulatinamente, revela el silencio el embrujo de la
oscuridad.
La musa fiel ha vuelto y a su lado murmura:
"Sé que el arte y los momentos felices resurgirán
de nuevo".
Tomado de:
https://www.revistaelgolem.com/2019/07/13/poes%C3%ADa-de-alicja-maria-kuberska/
EL TREN
Subí al tren de la vida.
Sin nada
sin ropa
sin sentimientos
una hoja de papel en blanco.
El papel secante absorbe todo.
Salí cargada con fardos
de recuerdos e impresiones.
Los empaqué con esmero.
Algunos de ellos se desvanecieron, como
la tinta de letras antiguas.
Los até con cintas de todos los colores.
Estos blancos son mis
recuerdos insustanciales
y los negros son pesados y
traumáticos.
Encontré a muchos pasajeros,
a lo largo de este dilatado viaje.
Y polizones también.
Quienes fueron recogidos
en diferentes paradas.
Cada encuentro,
incluso éste, el más breve,
es como el destello de un sol dorado.
Aleteo de alas de mariposa
que ha enriquecido y colmado mi equipaje de
experiencias.
CONVERSIÓN
Es una pena que no pueda comprar un alma nueva.
En los supermercados, no hay ofertas especiales.
– ¡Nueva alma! ¡A la venta!
El alma vieja es disfuncional.
Es mucho más fácil tener una visión simplista del
mundo.
Mantén tus pies en el suelo y no tengas sueños.
Ser codicioso protege el corazón.
La vida tiene una dimensión física. Los ideales duelen.
Gana un lugar sobresaliente en la carrera de ratas,
descarta los sentimientos, las lágrimas.
Mi alma es capaz de perdonar.
No puede aprender a confiar de nuevo.
Se dice que no se entra dos veces en el mismo río.
¿Irrazonable? Tal vez.
No escucha a la razón.
Se aleja de la gente.
Tomado de:
https://revista.poemame.com/2019/05/10/3-poemas-de-alicja-maria-kuberska-poeta-polaca/

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