lunes, 3 de febrero de 2025

POEMAS DE JOSÉ LUIS HIDALGO


PESADILLA

i Retorcedura de la carne,

espantosa sensación

de una gota de plomo líquido

cayendo en la frialdad

del agua.

Sí. Ese cristal roto quiebra

el aire. O también

la espada - acero -

que se parte. Dientes duros

que no se doblan, y se rompen.

Latigazo en el Silencio,

de un ruido cualquiera

en el vientre

roto

de la Noche.

Tortura inmensa

la de esa serpiente, de frío,

en la carne, caliente.

Muros negros, de gritos

silenciosos, contra lo negro

en la Aurora olvidada

de Nunca.

Y, de pronto,

vacío

hacia dentro de uno mismo

- cayéndose dentro - en un pozo que no existe,

sin fondo

sin dimensiones

i dónde?

¡DONDE? ...

 

 

PALABRA

Busca la palabra,

una sola palabra,

la palabra exacta

que sea el grito del alma.

Los corazones la buscan

pero están ciegos. La palabra

aún no es. Cuando sea

tendremos que encontrarla.

Busca,

busca, poeta, la palabra.

 

 

[LLORANDO ESTAN]

A mi íntimo Eduardo, para

cuando se enamore.

Llorando están los colores

por tu paleta, Eduardo,

te están pidiendo pinceles

pero tú no quieres dárselos.

El azul te pide cielos

y el verde te está gritando

que quiere prados y montes ...

pero tú i no quieres dárselos!

Dormidos están los tubos

y los pinceles soñando

que su cabeza reposa

sobre duro lienzo áspero.

Yo no sé qué espíritu pasa

por la soledad del cuarto.

La ventana grita luz.

El silencio es triste y vago.

Eduardo ya no pinta

¿qué le ha pasado a Eduardo?

¡Cómo lloran los colores,

qué solo el lienzo en el cuadro!

Vuelve ya con tus pinceles,

olvídalo ya, muchacho,

i10 peor para un artista

es estar enamorado!

 

 

NUEVA

i Qué largas las horas mías!

pero las tuyas ¡qué cortas!

Qué tiempos nuevos y nuevos

qué instantes blancos y dulces,

qué de silencios redondos

- los ojos entre los aires

callados siempre, besándose

- sentirte siempre tan nueva

tan renovada

tan entera y tan completa;

metida, llena de límites,

de formas, de líneas y

¡siempre tan nueva y la misma!

 

 

IDA...

No, no. De pronto

ya no eres tú.

Te siento aquí, a mi lado

y te miro en los ojos, sí ... Pero no, tú no eres tú.

Te has ido de ti misma

y me quedo con tu ausencia ... ¿Con qué sueños?

¿Adónde?

j Qué lejanía la tuya

ahora que estás a mi lado!

¡Qué fríos más duros,

qué esquinas más cortantes

las de tu silencio!

Estás, sí, pero tú, no eres tú ...

 

 

EL SUICIDIO DE LA SOMBRA

Hubieran sido necesarios catalejos

para buscar su cuerpo.

Andaba errante y sin sueño

por dentro de las paredes.

No pudo pararse en nada.

Llevaba encima del aire

dos manos ensangrentadas.

Los hierros y las piedras

le quemaban la lengua.

El viento y la tierra

le agrietaba los ojos.

Los ruidos de las ciudades,

el llanto de los niños

le desdoblaba los oídos.

Un día se ahogó en el mar

con un pájaro muerto al cuello.

 

 

LA SOMBRA ASESINADA

Estoy guardando esta sombra asesinada

con una herida viva en la garganta.

No espero a nadie que me ayude

a buscar el cuerpo de esta sombra,

de esta sombra que yo no sé quién ha matado.

Con puñales de frío

la han clavado en el suelo.

Le han sorbido la sangre

no sé qué pulpos negros.

Soy el custodio de esta sombra,

de esta luz muerta sin penumbra,

muerta por alguien. Muerta.

 

 

LA SOMBRA SIN ECO

Emparedada en el yeso

tan quieta estaba y tan fría

que creí que ya era muerta.

Le pregunté,

yo le dije ... Pero no me contestaba.

Le derrumbé en la cintura

las piedras de las ciudades.

Quise cortarle el silencio

con hachas hechas de aire.

Pero nada.

Le pregunté, le preguntaron:

en las esquinas del viento

mil vírgenes desnudas,

debajo de las piedras

mil ángeles celestes.

Paisajes, vientos y nieblas

le preguntaban.

Pero ella estaba muda,

no pudo decirnos nada.

(Nieves frías y calientes

en la soledad lloraban

largos sueños sin respuesta

con las cortinas echadas).

 

 

... Y NO TE QUERRAN LOS ANGELES

... Y no te querrán los ángeles

si continúas llorando.

No bajarán cuando duermas

a limpiarte los zapatos.

Mañana por la mañana

subirá el sol a lo alto

y tú saldrás a la calle

con los zapatos manchados ...

 

 

NO TENGAS MIEDO AL RUIDO

No tengas miedo al ruido

que se oye fuera,

es el viento que corre

sobre la hierba.

No tengas miedo al viento

que él es tu amigo,

el viento Sur es bueno

para los niños.

Y cuando venga el día

saldrás al campo

y jugarás con el viento

sobre los prados.

 

 

CANTEMOS A LAS FLORES

Cantemos a las flores

que hay sobre la hierba,

ya el sol nos ha traído

toda la primavera.

Mi falda corre,

tu lazo vuela,

las niñas guapas

que den la vuelta ...

i La dimos todas!

Las niñas buenas

jugando al corro

ninguna es fea.

Cantemos a las flores

que hay sobre la hierba,

ya el sol nos ha traído

toda la primavera.

¡Que gire, que gire,

que gire la rueda! ...

 

 

LA FEA

Con los rayos de la luna

te estoy tejiendo una falda.

Con los relumbres del río

voy a limpiar tus sandalias.

El corpiño te lo haré

con las flores de la acacia.

Si los mozos no te miran

cuando vayas a la plaza,

no salgas más a la calle

y enciérrate bien en casa

 

 

A LA MADRE DE UN AMIGO MUERTO

(A la madre de Manolo Concha)

¡Cómo bramó tu madre contra tu cuerpo muerto!

Se arrojó de su vida al fondo de tu fosa,

con un duro relámpago ardiendo en la mirada.

Pisó la seca tierra con su llanto terrible

y te llamó: ¡Manolo! ... Pero tú te callabas

Lo mismo que tu vida, así parió tu muerte,

en tus ojos heridos la luz se desangraba.

En el pecho doblado su corazón pequeño

como un caballo huído, sin luz, se desbocaba.

Ella murió tu muerte. Nadie en el mundo, nadie

amó tanto tu cuerpo cuando en él ya no estabas.

 

 

[QUERER]

Querer....

Y la palabra

es ella misma sola

tenerte entre mis brazos

y siempre no llegar....

(Es como si en lo hondo

del más oscuro sueño

huyera ante mis ojos

una estrella imposible

tan sólo presentida ... y quedarse ya así

con la palabra viva

entre las manos

quiero....

 

 

[MI NOMBRE]

Mi nombre escrito por tu mano era

otro nombre de quien no conozco

y tu conoces bien mejor que yo....

 

 

[TODA LA NOCHE]

Toda la noche negra y sola que me espera

es el túnel que me lleva de ti a ti.

Une dos claros días

donde estás tú, callada, mía, mía!

 

 

[Y QUISIERA]

Y quisiera marcharme

de ti ya para siempre ... Por tener la alegría

de volverte a encontrar!

 

 

[PIENSO A VECES]

Pienso a veces que el mar es la nostalgia

de lo que siempre está: Nostalgia de nostalgia,

de un irse de sí mismo a su recuerdo

más azul, más hondo, más eterno ...

Y pienso en nuestro amor que algunas veces

sueña con la idea de no serlo,

en huir de sí mismo y contemplarse

aún más alto, más puro, más sereno ...

 

 

[EL AGUA DE MI SUEÑO]

El agua de mi sueño te refleja

en tu yo verdadero.

Viene la hosca piedra que me tiras ...

ahora ya estoy despierto.

 

 

[COMO LLAMA ...]

Como llama en el vientre de la noche

se ahínca tu querer en mis entrañas.

Y como a noche negra lo iluminas.

Como ríos en las aguas del océano

se me adentra en las venas tu dulzura.

Y como agua con el agua crece.

Como árbol que entierra sus raíces

te entierras en mi carne perdurable.

Y árbol de amor sobre mi tierra brotas.

 

 

[TU MANO]

Tu mano abierta al sol

como una espiga

un rumbo en cada grano prisionero.

Con los ojos cerrados

por tus rumbos me pierdo.

Tomado de:

https://centrodeestudiosmontaneses.com/wp-content/uploads/DOC_CEM/BIBLIOTECA/EDICION_OTROS/hidalgo_bolsillo_1997.pdf

 

 

Algo más

 

Nunca he sabido si acaso la muerte

era algo más que tocar una rosa

y sentir que sus pétalos rojos

se ocultaban, de pronto, en la sombra.

 

Me he perdido de noche en un bosque

y vino a encontrarme la luz de la aurora,

y he comprendido que el sol encendido

dora de nuevo las lívidas lomas.

 

Porque la muerte no toca a los hombres

cuando en lo oscuro sus cuerpos se borran.

Sabe la tierra que late su entraña,

sabe la noche que todo retorna.

 

Sólo los hombres no saben. Pensamos

que el corazón es igual que la rosa.

 

 

Hoguera de amor

 

Este día que viene a mis labios

exprimiendo su zumo de oro,

moja el alma en su triste belleza,

y la embriaga de sueños remotos.

 

Todo acaba en su luz amarilla.

Los recuerdos se borran, y de otro

me parecen las manos que tocan,

me parecen las cosas que lloro.

 

No pensar en las hojas que sufren

y olvidar el dolor de sus troncos.

No saber si las nubes que nacen

vuelven ya de un oscuro retorno…

 

Mas sentir en el pecho, encendida

por el viento que trae el otoño,

una hoguera de fuego que, alegre,

quema el mundo con un amor loco.

 

 

Imposible

 

Nunca la palma blanca del amor

podrá tocar en ti y abrir las fuentes

de un alegre vivir, limpio y desnudo,

que cante como un pájaro en tus sienes.

 

Nunca, porque el amor deja a los hombres

cuando dejan de serlo con la muerte.

Como sombra de nube, si se apaga

la luz, también el amor muere.

Tomado de:

https://www.zendalibros.com/5-poemas-jose-luis-hidalgo/

 

 

«Muertos bajo el agua»

Los que estáis en el mar con vuestro sueño,

igual que los que en tierra con la muerte,

jamás veréis el cielo de los pájaros,

donde una rosa azul se desvanece.

Muertos ya sin remedio, reposando

bajo el ojo luciente de los peces:

el aire que en la tierra respirabais,

ahora es agua mortal que os detiene.

Único y solo mar, donde la noche

se tiñe de verdor, extrañamente.

Altos prados de sueño que, hacia arriba,

crecéis bajo la luna refulgente…

Pero la mar redonda, con sus muertos,

rueda por el espacio, dulcemente.

Lágrima del Señor, va resbalando

por su mejilla azul, llorando siempre.

Tomado de:

https://trianarts.com/jose-luis-hidalgo-muertos-agua/#sthash.1CnX2AlN.dpbs

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