sábado, 17 de mayo de 2025

POEMAS DE AQUILES NAZOA -RECORDANDO SU NATALICIO-

 


Conversación con un Cochino

 

Cochino, buenos días.

Cochino, ¿cómo estás?

¿Qué me cuentas, cochino?

¿Qué novedades hay?

¡Espera! No te asustes:

no te vengo a matar.

Acércate, cochino:

cochino, ven acá.

Quédate aquí echadito

sin gruñir ni roncar,

y como dos amigos

vamos a conversar.

 

Tú no sabes, cochino,

qué lástima me da

saber que a ti la gente

no te suele nombrar

sino para hacer chistes

por lo hediondo que estás,

y que nadie en el mundo

se te puede acercar

sin decir: ¡fo, carrizo!,

sin decir: ¡fo, cará!

 

Yo, cochino, te admiro,

yo te admiro a pesar

de que con esa trompa

pareces un disfraz,

porque pese a tu aspecto

tan poco intelectual

y a ese absurdo moñito

que te cuelga de atrás,

ya quisieran, cochino,

los que te tratan mal

tener de tus virtudes

siquiera la mitad.

 

¡Oh imagen cochinesca

de la sinceridad!

Tú haces tus cochinadas

metido en tu barrial:

como eres un cochino,

te portas como tal

sin ocultarle a nadie

tu condición social.

Ni engañas ni te engañan:

tú vives y ya está;

sabes que mientras seas

cochino y nada más,

del palo cochinero

nadie te va a salvar,

y así esperando vives

tu toletazo en paz.

 

Hasta luego, cochino,

yo me voy a almorzar;

te prometo que el lunes

volveré a tu barrial

y si no te han raspado

volveremos a hablar.

Mas por si para entonces

no te vuelvo a encontrar,

acércate, cochino,

ven, acércate más,

para darte en la trompa

mi besito final.

 

 

Miguel y Su báquiro

 

Al pie de un guásimo

donde veíase

casi tan cómodo

como un sultán,

en su habitáculo

cerca de Antímano

tenía un báquiro

Miguel Guzmán.

 

Miguel teníalo

desde la época

en que, minúsculo,

lo capturó;

y como lástima

le dio comérselo,

igual que a un párvulo

lo prohijó.

 

Allá en Antímano

donde entre árboles

su granja avícola

tiene Miguel,

al pie de un guásimo

–como ya díjose–

amarró al báquiro

con un cordel.

 

A diario echábale

verduras pútridas,

conchas de plátanos

y hasta maíz;

 

y con tal régimen

fue en forma insólita

creciendo el báquiro

gordo y feliz.

 

Pero el cuadrúpedo,

bicho selvático,

no estaba cómodo

con trato tal,

y allá en su espíritu

como en un sótano,

su mala índole

seguía igual.

 

Hasta que el sábado,

dice el periódico,

cuando solícito

se acercó a él,

en forma súbita

y asaz diabólica

furioso el báquiro

mordió a Miguel.

 

Aquí hay políticos

que por estúpidos

o bien por líricos

sufriendo están

de los mismísimos

efectos trágicos

que de su báquiro

Miguel Guzmán.

 

 

Reláfica del negro y la policía

 

Oye, negra, ¿te ha fijao

la cantidá y la cuantía

de cuelpos de policía

que existen en la ciudad?

Pues cuéntalo, y si lo cuenta

uno, dó, tré, cuatro y tal,

si en la cuenta no te enreda

te va a caé pa atrá.

 

Policía con cachucha,

policía con pumpá;

policía de sombrero

y de cabeza pelá.

Y hasta policía mujeres

pal que se quiera casá.

Eso sí es policiera,

¡qué policiera cará!

Que si la criminológica,

que si la municipá,

que si la arta policía,

que si la de más allá,

que llegó la PTJ,

que si se fue la social,

que si estos son digepoles

y del Sifa lo demá;

que si esta es la civí,

que si esta es la militá,

que si esta no tiene rolo

sino que tira con gá,

que si este te afloja un tiro

y el otro te muele a plan

y en una radiopatrulla

te rueda el de más allá;

cualquiera te pone preso,

cualquiera te hace rodá,

que con o sin uniforme,

con sombrero o con pumpá,

en cuanto a rodalo a uno

todo lo ruedan igual,

pue la sola diferencia

que del uno al otro va,

e que depué tú no sabe

cuál de ello te va a soltá.

 

—Suéltame al negro, mijito,

–le dice tú a la Social–

y la Social te conteta

que vaya a la judicial,

la judicial que te endienda

con el cueppo ditrital,

y el cueppo que es asunto

de la gualdia nacional,

o de la alta policía,

o bien de la milital,

o bien de lo de cachucha,

o bien de lo de pumpá,

o bien de lo que trabajan

con la cabeza pelá,

o bien del que tira tiro

o bien del que tira gá,

o bien que si patatín

o bien que si patatán.

 

Que si uno que tocan pito,

que si el que no toca ná,

que si el que usa la pitola

con el piquito pa trá,

o la lleva en la cintura

lo mimo que una empaná,

pa dale muelte a la novia

ca vez que la va a limpiá;

que si el que lleva manopla,

que si el que tiene black jack

que si el que lo rueda a uno

sin etale haciendo ná,

que si el que llega a lo robo

después que el ladrón se va;

policía con capucha,

policía con pumpá,

policía que trabaja

con la cabeza pelá…

¡Y no te lo cuento todo

porque me voy a enredá!

Tomado de:

https://www.revistapalimpsesto.com/aquiles-nazoa-poemas/

 

 

MURMURACIONES DE SOBREMESA
CON JACQUES PRÉVERT

En estos tiempos no se puede creer en milagros

hoy al cortar el pan salió volando un pollo

luego supimos que era una broma del panadero

ya decía yo.

En estos tiempos no se puede creer en el amor

anoche nuestro hijo mayor

se tragó a su novia mientras le daba un beso

luego se disculpó diciendo que había sido sin querer

ya decía yo.

En estos tiempos no se puede

creer en lo que pintan los pintores

Picasso acaba de pintar un caballo

comiéndose el corazón de una muchacha

pero el cuadro se titulaba

muchacha comiéndose el corazón de un caballo

ya decía yo

 

 

PUEBLO Y MÁS PUEBLO

Salvo algún chisme —siempre una bobada—

que muy de tarde en tarde lo recorre

y en su fastidio apenas lo socorre,

en este pueblo nunca pasa nada.

Siempre parece ser de madrugada,

y se diría que ni el tiempo corre

si no se oyera en la distante torre

de vez en cuando alguna campanada.

Pero, mientras escribo, por la acera

pasa un tropel de gente a la carrera

en dirección del cruce de caminos.

Y cuando salgo a ver: —Pero ¿qué pasa?

Ya responde una vieja en la otra casa:

— ¡Que se volteó el camión de los cochinos!

 

 

AL TUERTO LÓPEZ

Tuerto López, me estoy pasando el día

en un desvencijado poblachón

donde no turba la monotonía

sino el paso fugaz de algún camión.

Nada le falta: ni la pulpería

con su burro amarrado de un horcón,

ni la municipal chismografía

de las solteras sin composición.

Hay una paz asnal que no convida

sino a echarse a dormir, porque la vida

es, mi querido Tuerto, por acá,

intransitable y sorda como esta

calle por donde a pleno sol de siesta

pasa el bobo diciendo: —Bá, bá, bá...

 

 

CASA CON TRES VENTANAS

Tiene la casa grande tres ventanas:

dos a la Calle Real y una al camino;

las tres, no obstante su color mohíno,

conservan su altivez de veteranas.

Ante sus rejas todas las mañanas

me detengo un momento, me imagino

que adentro, de fastidio pueblerino

se mueren tres románticas hermanas.

¡Quién las viera!, me digo, y como advierto

que un postigo ha quedado medio abierto,

me subo al ventanal, sudando arrobas...

Y al llegar meto el ojo ansiosamente:

Ni muebles hay allí ni se ve gente.

La sala es un depósito de escobas

 

 

SIGUEN APARECIENDO GATICAS

Lucho Gatica, el popular cantante

que de América en todas las naciones

ha roto multitud de corazones

con su voz de carnero agonizante,

tiene un hermano —a él muy semejante—

que le viene pisando los talones,

pues el tercio también canta canciones

y dicen que su voz gusta bastante.

El hermano en cuestión se llama Arturo,

y si a Lucho se asocia, de seguro

que muchas damas enloquecerán.

Pues si están ya con uno como están,

¡quién aguanta a esas viejas y a esas chicas

escuchando cantar a dos Gaticas!

 

 

EL OCASO DE DON JUAN

Estamos en el mes de los difuntos:

antaño de este mes lo más notorio

era que el del país en muchos puntos

daban en los teatros el Tenorio.

Pero ya de Don Juan y sus asuntos

sólo se ocupa un público irrisorio

cuyos participantes, todos juntos,

no alcanzarían ni para un velorio.

¡Pobre Don Juan! Tus célebres trastadas

son, a las de estos tiempos comparadas,

hazañas que no valen una locha.

Ya no dan sino risa tus querellas,

y respecto a burlar a las doncellas,

hoy cualquier sobador te da la mocha.

Documento para la historia de nuestros partidos políticos

Tomado de:

https://albaciudad.org/wp-content/uploads/2021/06/Coleccio%CC%81n-Bicentenario-Carabobo-47-Nazoa-Aquiles-Humor-y-Amor-de-Aquiles-Nazoa.pdf

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