Crudo
abraxas
longaniza
un dibujo de Matisse por detrás del cristal partido
años de mala suerte
siglos de mala suerte
la mano se levanta del descanso
porque me pica la glotis
se levanta del descanso porque me pica el pellejo
se levanta porque me pica el prepucio
de todo el que me cruza por el frente
años de azoramiento
siglos de anonadamiento
kilómetros
prole
cuando te azoras me paseo por la calle
cuando me azoro
te paseas de la mesa al comedor
24 panes en mi regazo
como los pelos en las orejas de todos los hombres mayores
tribal
antropología
como los pelos en las orejas de todos los hombres mayores
hay que lamer las orejas de todos los hombres mayores
hay que hacer sacrificios
tramoya
bayoya
soya
me sigue picando la cara enrojecida
o mejor
para decirlo sin ascender
para decirlo apretando las muelas contra las muelas
me sigue escociendo el prepucio inapetente
butifarra
servilletas
los panes en mi regazo como pezones de huevo
¿para qué sirven las servilletas?
mientras mi oreja se enamora de otra oreja
no peluda sino pálida
no pálida sino prístina
no prístina sino próspera
beriberi
canon
hay que seguir el canon
hay que avanzar 24 kilómetros a través del cristal partido
aunque me pique la prole
y una oreja se me abarrote de soya
y otra oreja se me abarrote de todo lo que me cruce
por el frente
Sí pero no
Al amar a Gilbert Grape
no encontré́ la verdad
al pronunciar los nombres de los héroes de un país
y pronunciar mi propio sustantivo propio
y llamar a las gallinas que en el almácigo duermen
no encontré́ la verdad
al coger a mi madre por el cuello
para cuidarla y quererla
en la salud y en la enfermedad
hasta que la muerte nos separe
no encontré la verdad
al ser lo húmedo en el témpano
y lo seco en el abismo
no encontré la verdad
al ir caminando sola
no encontré la verdad
al comerme el arroz mío de cada día
y tomarme la leche mía de cada noche
no encontré la verdad
al volver de distantes riveras
con el ojo derecho abierto
y el ojo izquierdo cerrado
no encontré la verdad
al besar mi blanco diente reflejado en unos vidrios
encontré una flor dorada
por eso
jamás amaré a Gilbert Grape
jamás pronunciaré los nombres de los héroes de un país
jamás cogeré́ a mi madre por el cuello
jamás seré́ lo seco en el abismo
jamás iré́ caminando sola
jamás comeré́ el arroz mío de cada día
jamás volveré́ de distantes riveras
solo besaré mi diente
y deshojaré la flor
a ver si me sale bien
Tomado de:
https://circulodepoesia.com/2023/05/poesia-cubana-legna-rodriguez-iglesias-2/
Los médanos no
No puedo perseguir la chiva de Oscar Cruz
porque esa chiva no es mía
ni es mío el desierto
ni Oscar Cruz me pertenece.
Las ambiciones fluctúan
de todas las circunstancias
en las que he deseado participar
ninguna ha sido tan deseada
como esa persecución.
Colocando sobre mí el dedo de la autocrítica
me pregunto si merezco perseguir la chiva
¿incluso si la chiva no fuera de Oscar Cruz
soy merecedora de perseguirla?
¿incluso convirtiéndome en la chiva
soy merecedora de que Oscar Cruz me persiga?
De todos los abrazos que mi grandfather me dio
sólo uno me lo dio por la noche
y cuando me lo dio
hombre demente
habíame confundido con la patria.
Colocando sobre mí otra vez
el dedo de la autocrítica
me pregunto si haber sido confundida con la patria
fue una circunstancia que merecí.
La costumbre
Siempre le pido a mi mano
una paja matutina
con el dedo que le sigue al dedo gordo
para salir a la calle en forma
y enfrentarme al mundo
y vencer
el dedo del medio también me agrada
pero no tiene tanta movilidad
los dedos largos sirven para otra cosa
el anular y el meñique
inútiles por completo
más cuidado con el gordo
ese es un dedo que vale
por cinco
a mi mano no le falta
un solo dedo.
Tregua fecunda
Sobre el ataúd de mi grandfather
hay flores nacionales
ese hombre luchó en una guerra
hace más de sesenta años
una guerra por la libertad
liberarse de lo que lo ata
es la lucha común.
Sabía leer y escribir
con cierta facilidad
pero no mejor que yo
fue una lástima
que quien practica la autopsia
le dejara el marcapasos
en el fondo de su pecho
ahora bajo las flores
hay un marcapasos vigilándome
¿Qué esperaba mi grandfather de mí?
¿Qué sembrara una flor nacional
en el fondo de mi corazón mangrino?
Que en paz descanses, grandfather
ya escribí cosas, grandfather
y esa es la mejor revolución
que haré.
Cien años después
Todavía nada aquí
se parece a tu forma de pensar.
La ciudad está dividida
por una línea llamada Flagler Street
y por otra línea llamada Miami Avenue.
De modo que tenemos cuatro partes
norte y sur
este y oeste.
Tan simple como se dice
aunque un río
modifica el espacio.
Tan claro como se escribe
aunque un centro comercial
modifica el espacio.
La frustración de la semejanza
te convierte en enemigo.
Todavía nada aquí
se parece a tus recuerdos.
Estás en la Coral Way
apretando el botón del semáforo
para cruzar hacia allá
y eso no te trae
ningún recuerdo.
Estás en el Panther Coffee
mirándole los labios
a la mujer de la barra
y eso no te trae
ningún recuerdo.
Estás en Barnes & Nobles
mataperreando entre libros
que nunca vas a comprar
y eso no te trae
ningún recuerdo.
Estás en una estación de metro
Allapattah,
me parece
mirando en la basura
una flor de marihuana
y eso te hace
sonreír.
Estás en una oficina
de Niños y Familias
pidiendo comida gratis
junto a diez haitianos
y eso te recuerda
a un edificio en República
Dominicana
donde había diez haitianos
mezclando agua y cemento
desnudos.
Estás en la casa
de tu abuelo en Westchester
y por alguna razón
has olvidado
a esa persona.
Estás dando pedal
con el izquierdo: pedal
con el derecho: más pedal
los letreros que dicen
Little
Havana
te confunden.
Estás en la cocina
de una pizzería
poniendo tocino
sobre la masa
y eso ni te va
ni te viene.
Estás en el Jackson Hospital
sacándote los ovarios
in segura.
Alguien que amas
está contigo siempre
cada vez que te mira
bajas la cabeza.
A partir
del recuerdo original
en tu mundo original
serás tu semejante.
Alteración
y distorsión del recuerdo
en un espacio
moralmente
alterado.
Antecesor el recuerdo
y sucesor el recuerdo
no te quejes.
Todas las ciudades
están divididas
por una línea
o varias.
Tomado de:
https://rialta.org/legna-rodriguez-iglesias-poemas/
EL GRAN ARQUITECTO
Con esta frase no me refiero a Dios
ni a mí, en particular, que publiqué aquel volumen en el año dos
mil trece
con el asombroso título de La gran arquitecta.
Mi homenaje en el poema es para Oscar Niemeyer sagitario como yo
del mismo día quince
del mismo mes diciembre la misma cara de yonofuí.
Para él estas palabras,
escritas como si nada sobre un hormigón armado que fue su obra y su
pensamiento:
Es importante que sepas que estoy bajo los efectos de frutas
desconocidas.
Hace tres días llegué a este país y quien me trajo me dijo come.
También el internet se ha convertido en fruta.
Lo que te den, cómetelo.
Me veo a mí misma en una pantalla mirando una puesta que vi hace
diez horas.
Se acabó el tiempo. O mejor dicho, empezó.
Por eso estoy escondida tecleando en mi habitación. Me escondo del
internet y de todas esas frutas.
En la boca solo me cabe una fruta
pero ten la seguridad de que lo intentaré con dos. Lo que escribo
no es fruto de la creatividad.
Es fruto de la debilidad. En la unión está la debilidad
y en la separación está la fuerza.
FUNCIÓN GRAMATICAL
¿Cuál es tu función en la tierra?
Pelar ajos.
¿Por qué?
Las cáscaras hacen un nido que pareciera un estómago.
¿Para qué?
Forman la paja idónea donde poder recostar el óvulo.
El óvulo o
protuberancia localizada hacia la nuca.
Debajo del cerebro y antes del pescuezo exactamente ahí.
Hay un pozo y es la zona que recuesto sobre el lecho.
El hombre que es mi papá volando
semeja cáscaras apisonadas.
BACHILLER
Ayer se habló en titulares sobre la arquitectura vernácula,
forma de vivienda que abriga
techos de cinc y paredes de madera.
Me quedé pensando en ello toda la noche y parte de hoy
mañana fresca y propicia para el descanso, la teoría.
Es martes y aunque ovulando
me siento sobria, insensible,
un estado de relacionamiento
entre mi yo exterior y mi yo interior
que pudiera acoplarse a la ciencia, o por qué no,
a la arquitectura.
Nacida y criada en diseño indígena,
sentí vergüenza del hecho de no saber al respecto
sino la angustia que ofrecen,
fuera de lugar,
dos planchas bajo la lluvia.
Lluvia arrolladora, convertida en vendavales,
ciclones, huracanes,
descrita por hombres, mujeres y niños,
con la siguiente expresión:
llovió más adentro que afuera.
Catástrofe, vacío, va sucediendo
en las casas aledañas a mi casa.
Los mayores te preguntan qué quieres ser al graduarte,
y tú dices sin dudarlo: carpintero.
MENTIRA MÁS GRANDE
Aquellos escritores de clase media alta y revolucionarios
y viejos y pedófilos, me miraban así como una fruta
sin jugo ni masa y sonreían cautelosos de mí,
pequeña sabandija lengüilarga:
la honestidad solo existe en tus pulmones.
He besado a muchos hombres y no me costó nada
besarlos también a ellos, por fin sabría
cómo huele, en realidad, la poesía, y qué significa,
qué mueve al universo, a veces lo detiene,
momentos mínimos. Por desgracia no lo supe.
Aquellos pómulos verdes, peludos o lampiños,
que besé con tanto amor, lo juro,
con tanto asco y deshonra,
sabían a hierba fresca, a flores de verano y sol,
y esa es la mentira más grande del mundo.
35 MILÍMETROS
Para discutir el hecho de la existencia de un tipo
de poema documental,
he visto el impacto de dos aviones
contra dos torres gemelas, un suceso ocurrido el once
de septiembre del año dos mil uno,
y que alcanzara en su momento gran popularidad.
Viéndolo así, después de más de una década,
sigo indiferente respecto a ello.
Sigo imperturbable y linda. La butaca es roja.
En mi comprensión solo hay edificios
destruidos con violencia por aviones,
gracias a los cuales murieron muchos hombres.
Me sumo al pésame de la muerte. Lo siento
tanto. Ofrezco mi condolencia pero no me duele nada,
levanto los ojos y los brazos y no me duele nada.
Tomado de:
https://www.nagarimagazine.com/una-oracion-y-otros-poemas-legna-rodriguez-iglesias
Diferencias entre el manager y el asistenta de manager
El asistente de manager
me da unos latigazos
superiores a los del manager
en cantidad y calidad.
Mientras el manager
quiebra el pellejo
pasados los treinta minutos
el asistente solo demora
quince minutos
o menos.
Después lame la herida
como un perro a un caballo
y me lanza un caramelo
de limón.
El manager no lame la herida
ni me lanza caramelos.
Solo en raras ocasiones
lo he sorprendido
mirándome la herida
de reojo
como un caballo a un perro.
Los cristales de limón
más dulces que ácidos
y artificiales
se derriten en la lengua
convirtiéndose en espuma.
Entre las tres y las cuatro
puede localizarse
un pequeño cementerio
de envolturas de papel
junto a mi estación.
Las doscientas calorías
de cristal y azúcar
no hubieran caducado
hasta después
del año y un día
tiempo límite
para convertirme
en residente.
A un residente
no le puedes
provocar heridas
ni aunque seas asistente de manager
ni aunque seas manager.
Con un residente
el cuento es otro.
A un residente
no le importa
que le pases la lengua
como un perro a un caballo
no le importan
el cristal saborizado
ni la lengua.
A un residente
hay que respetarlo.
Mientras tanto
aprendemos a
no tenerle miedo al manager
y tampoco miedo a su asistente.
Y aprendemos a
escupir el caramelo
en la basura
sin que el asistente de manager
nos vea.
Y aprendemos a
pedirle perdón al manager
si hacemos algo indebido
como por ejemplo
usar el teléfono
en horario de trabajo.
Y aprendemos a
pedirle perdón al manager
si hacemos algo en contra del negocio
como por ejemplo
quitarnos la gorra
de la cabeza
porque la cabeza
sin su gorra
pierde cualquier valor.
Las diferencias
entre el valor de la gorra
y el valor de la cabeza
son incomprensibles
pero obvias.
Incluso aprendemos a
cogerle cariño al manager
y cogerle cariño igual
al asistente de manager.
En el cariño
no hay diferencias.
Mc Donald contra Pollo Tropical
Las mujeres que trabajan
codo a codo conmigo
siempre comen afuera.
El grupo es impar
pero así y todo
se divide en dos
unas entran a Mc Donald
otras entran
a Pollo Tropical.
No sé dónde come el manager
pero nunca lo he visto
atravesando puertas
ni de Pollo Tropical
ni de Mc Donald.
Las puertas
que atraviesa un manager
permanecen a la sombra
de árboles antiguos
o rascacielos.
Codo a codo conmigo
viene mamá
queriendo atravesar
la puerta de Mc Donald
para quitarse la picazón.
Codo a codo conmigo
viene papá
queriendo atravesar
la puerta de Mc Donald
para chuparse los dedos.
Codo a codo conmigo
viene un haitiano
pidiéndome dinero
y amor.
Lo empujo contra la puerta
de Pollo Tropical
y el haitiano sale más limpio
que como entró.
Lo empujo contra Mc Donald
y el haitiano sale tieso
el blanco de sus ojos
tiene salsa de tomate.
Me olvido de la importancia
de la poesía
y también de la importancia
de la ciencia
Mc Donald se ha convertido
en un país natal.
Las mujeres que nacen en Mc Donald
defienden su idiosincrasia
y no entran a Pollo Tropical.
Así mismo las que nacen
en Pollo Tropical
defienden su doctrina
y no entran a Mc Donald.
El manager no tiene
adoctrinamiento
por eso es un hombre
que ha triunfado.
Por más que mi doctrina
sea la de las esponjas
todavía no he triunfado.
Y por más que me atraigan
cierto tipo de puertas
impulsándome fuerte
hacia ellas
con toda la intención
de atravesarlas
todavía no he triunfado.
Aún puedo ver
a las poblaciones
moviéndose de un lado
al otro de la calle.
Las veo desde mi querido
país natal.
Como buena trabajadora
yo también como afuera
les digo hasta mañana
y atravieso la puerta
de un Liquor Store.
Tomado de:
https://revistapingpong.blogspot.com/2016/08/tres-poemas-de-legna-rodriguez-iglesias.html
Nudo
El espíritu y el cuerpo
se casarán bajo un macramé
yo soy el espíritu
vi doce pájaros tocando el xilófono
en el mar
era un mar con falso techo
y estoy segura de que los pájaros traían para mí ágatas
he defecado ágatas para no casarme nunca
Vivaldi confirmará su alegre interpretación
Vivaldi es un dulce
debo escucharlo
el espíritu llevará velo y cola
aunque el cuerpo también llevará velo y cola
desde la transparencia veré doce pájaros tocando el xilófono
en el mar
sin embargo sobre mi lengua hay una plancha de hierro
la lengua me pesa
mi espíritu me pesa
adentro de su bolsillo Vivaldi tiene mi alma
xilófono y poesía son la misma cosa
pájaro y xilófono son la misma cosa
tocar la poesía con una plancha de hierro
es algo bien diferente
pero la toco.
Los caminos
Morí de muerte y nací de vida
y respiré los algodoncillos más invisibles del aire
tanto que padecí trastornos respiratorios
pero lo que más me costó trabajo
fue caminar por ti
querida cuerda
que estabas floja.
Curiosidades
Cada primero de agosto
en la joven Inglaterra de catedrales y puentes
sus habitantes cocen el pan
para San Pedro Encadenado
y es un baile
una embriaguez
una festividad genuina
yo cozo el pan para mí
sin ser agosto la aurora
yo construyo para mí
otros puentes y otras catedrales
y lleno la baranda de mi puente
de medianas turquesas
el pan que le cocieron a San Pedro Encadenado
nadie quiso comérselo por púrpura
como el asma en el Teatro Kabuki
y la sangre en la cabeza de la estatua
mi pan no está ceñido a torpes unidades
mi pan descongestiona la ley de la semilla
si no es por la boca
será por cualquier lado.
Querida lluvia:
Soy hija de Engels.
También soy escritora. Escribo un libro de cuentos.
Quizá lo lea cualquier gente. La condición es que quiera.
El tío Marx tiene una máquina de escribir. Me
prometió que cuando se quitara la barba sería mía. Aunque el tío
Marx
adora su
barba.
Papá tiene otra máquina de escribir. Pero está rota
y arreglarla cuesta al menos un montón de publicaciones.
(... )
Papá y mamá se están separando.
Antes, a mamá le gustaba que papá la llevara a ver
puestas de sol, y a papá le gustaba que mamá le comprara gel para
el pelo.
Ahora papá ya no invita a mamá porque dice que es
invierno. Y mamá le responde que siempre ha existido el invierno y
las puestas
de sol nunca se han terminado. Y papá continúa con eso de que este
invierno es
auténticamente extraño. Entonces mamá resuelve no comprar más gel
para el pelo.
En realidad mamá no
puede vivir sin las puestas de sol; y papá no puede vivir sin su
gel;
por lo que yo no puedo vivir sin mamá y papá.
Han llegado juntas la noche y Tú.
Papá busca su paraguas. Mamá tiene ganas de llorar.
Papá también tiene ganas de hacerlo, aunque el paraguas le tape la
cara.
Entonces mamá se arrepiente y se saca de la manga un gel para el
pelo. Papá
guarda el gel en su bolsillo y sonríe asomando una puesta de sol.
Tomado de:
https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/98-99/rodriguez.html

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