Un cuadro
Mi
cara está dibujada en tu mano
Pues,
cuídate al moverla
Mi
cara está bien dibujada
Así,
enciende tus bosques con mi fuego
Y
enciéndeme con una caricia.
* * *
y yo
porto todas las órbitas
en los
fuertes brazos de mi espejismo
soy
una mancha en un destino prófugo
y los
destellos-relámpago que retan
el
manto de mi silencio
han
anhelado
la
intoxicación del sueño
que
siempre me persigue
y
obstaculiza el espacio de eternidad.
en un
pequeño aeropuerto
de
algún pueblo
me
despido de gente que no conozco
y
recibo a extraños.
Entonces
entierro mi vida en las cenizas
en un
pequeño aeropuerto
en
alguna ciudad
y el
equipaje me observa
y saca
su larga lengua
ridiculizando
mi estúpida sonrisa
y yo
recibo a gente que no conozco.
Y me
tapo los oídos con fuerza
para
no estallar interiormente
ante
el rugido de los aviones que pasan
***
El
poeta trata
de
mezclar sus sueños con tinta.
suaves
gotas emergidas
del
terror del exilio,
y yo
dormí con la tristeza de la frase.
el
poeta intenta
salir
de su prisión
y se
enrosca en el alma de su poema
y una
poetisa sufre
entonces
él la abraza
violentamente
uniéndose
en
escrituras rituales.
***
Esta
tarde nos pertenece
permaneceremos
a sus
puertas, silenciosos
observando
cosas
mientras
desaparecen
en la
boca de la ciudad
mientras
la muerte reluce
en
cada esquina.
Hoy
contamos una nueva historia,
una
que aún no se ha derrumbado.
La
lujuria por la interpretación
me
convoca
a
contemplar
las
posibilidades para emprender el viaje
Furia
La
tempestad de polvo cayó bruscamente
Voz
que rugía afuera
Tornado
que elevaba las ramas
Y
azotaba las puertas
Humus
del juego loco de razonamiento singular
Y
todos se callaron bruscamente
Dejando
por todas partes ruinas danzando en el
vacío
En la
angustia abrí mi ventana
El
espacio, belleza polvorienta y pálida
Gemía
de agotamiento
Como
si Natura le acordara una corta
tregua
Antes
de la segunda tempestad
A mí
me prodigaba un sentimiento nuevo
El
capricho de Natura me sorprende
Se
rompe ante la puerta
Cuando
le abro, se levanta
En su
locura perfecta me arroja en su tormenta
Cuando
ordeno los cofres del alma
Viene
a confundirlos
Así se
burla de mí, calma después tumulto
locura
pura después sumisión
Natura,
cuadro gris de alturas
Que un
bosque la befe, que una mano la acaricie,
Ella
lanza su asalto
Sin
embargo cuando hice de ella mi abrigo
se
sometió a mi toma
La
encerré en un jarrón de cobre
Y la
tiré al mar
Después
entré por las bajas puertas de la ciudad-
exilio
No vi
más su espectro que marchaba siempre
Delante
de mí
De ella
ninguna huella percibí
Pero
sus gemidos rugían en mi cabeza
Me
habitaba aún
Arranqué
mi cabeza y me plegué por siempre
Ella
puede atacar de todo lado
En mi
ventana miro siempre
Miro y
espero el signo del comienzo
El
instante del asalto.
Tomado
de:
https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/74_75/kwuari.html
LAS VELAS DEL DILUVIO
Para
privarse de libertad
no se
necesita generales y cañones,
armas
de destrucción masiva
y
plataformas pagadas.
Es
suficiente que la estatua de un tirano se levante
en una
plaza llena de gente
para
que se vean las palomas caer una tras otra
y la
sabiduría llevar el sombrero de la obediencia.
***
Las cafeterías abiertas para los desempleados
e
intelectuales fugitivos de hogares donde solo se escucha el eco.
Las
celdas equipadas para las voces disidentes,
para
los que están fuera de lugar
y los
que vuelan fuera del rebaño.
La
ciudad dominada por los tiranos.
Las
guerras libradas por los demonios.
La
tierra que no para de girar como un molino.
MODERNISTAS EN EL DESIERTO
Hablamos
de cosas que no entendemos.
Modernistas
en el desierto.
El
último chiste en un mundo lleno de chistes malos.
Estamos
acusados de este espacio como las mariposas en los cementerios.
Pero
es el desierto;
la
arena que cubre todo,
zarzas,
palmeras, casas de poesía
y
naves del desierto.
Modernistas
contra la voluntad de la naturaleza
Tomado
de:
www.elheraldo.hn/binrepository/90-soad-al-kuwari_5327131_20230822094924.pdf

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