sábado, 21 de junio de 2025

POEMAS DE HU XIAN




El árbol

 

Los enamorados se juntaron debajo del árbol.

También vino el anciano, ensimismado en sus recuerdos.

Cuando no hay nadie la copa del árbol cuelga sola,

y el tronco, un pilar olvidado es un suceso en desarrollo.

Una vez soñé con sus raíces

como un grupo de ascetas:

demasiados años en la oscuridad,

ahora solo les interesa la luz de mi sueño.

—Es imposible que todos los árboles se conviertan en sabios.

Unos morirán de las burlas y otros

de culparse a sí mismos. Y entonces,

algunos eligen vivir en secreto, ocultándose entre otras cosas.

Y los demás aprenderán a caminar entre sus hojas,

lidiando con su excesiva pasión.

 

 

Fuera de la ventanilla

 

Solo, en el tren, cansado del largo viaje,

podrásdartecuenta de que aparte del silbato ocasional del tren

hay otros sonidos que nunca se han detenido en este invierno.

Fuera de la ventanilla, la tierra gira

como un disco compacto.

Rostro pegado al frío vidrio, escucha con atención:

La suave pero majestuosa voz de las montañas;

El tiple de los gansos salvajes, casi quieto y adherido a las nubes grises;

En el campo profundo, un campesino: agachado el cuerpo,

como un grano de polvo en el disco:

un sonido tan débil que apenas se escucharía.

 

 

De la isla Yongxing a Qilianyu (1)

 

1

Después del rugido de los aviones de combate,

los pájaros comenzaron a cantar de nuevo.

Su alegría fue consumida por los turistas.

Y el bullicio es hoy superior al de las aeronaves

que pasan por encima de las nubes.

 

2

No, este no es simplemente otro lugar.

Estas pequeñas islas donde no conocías

la tormenta, el coco y el cangrejo ermitaño

que acaba de subir a la playa.

Esta es nuestra tierra ancestral.

 

3

El viento agita las escévolas de la playa.

¿Qué dijo el viento?

Piedras y corales tienen edad.

¿Por qué el mar no envejece?

Alguien está sacando ostras del arrecife.

La hermosa puesta de sol no se puede usar para

intercambiar las ostras en sus manos.

El mar ha recogido tanto azul del cielo,

pero todavía necesita llegar

al mapa con el tipo de azul correcto.

 

4

No puedo decir que esta cadena de pequeñas islas

es como un collar

al igual que una patria no es solo una belleza.

También quiero que sean niños traviesos

jugando todo el día sin preocupaciones.

También espero que sean siete hermanos jóvenes,

vibrantes, duros y fuertes.

 

5

Tal vez esto es tan bueno como puede ser el amor,

olas arremolinándose sobre el arrecife, y éste

inmóvil, tranquilo, firme, como si todas las palabras fueran innecesarias.

Tal vez esta es la mayor felicidad,

un coco cae al agua y se menea entre las olas,

ahora contiene un agua diferente en su interior.

Tomado de:

https://www.laotrarevista.com/2020/07/hu-xian-insecto-en-el-ambar/

 

 

Leyendo las montañas en Pingwu

 

 

Amo estas montañas y ríos que se deshacen una y otra

vez, amo los peligrosos barrancos,

tal como amo los tiempos turbulentos del pasado.

Inclinadas las rocas. Amo

el orden controlado por la furia.

 

… Entre los ecos, la tierra

de repente se arquea. Amo la fuerza rota

en el aire, también los recuerdos que aquella capturó

sobre las cicatrices y las estrellas.

 

Amo la cumbre de la montaña, pero también

amo la roca gigante que rueda desde la cima hacia abajo

por su amor al abismo:

Por el resto de la vida, un corazón fallido

ama los grandes desastres.

 

 

En Nanjing

 

En Nanjing, me gusta escuchar

las campanadas del Templo Jinghai. Si decido

esquivar los ruidos de la gente,

por ejemplo, evitarlos a las ocho de la mañana,

prefiero caminar por las avenidas Yihe o Luojia.

He recogido hojas caídas, en algún instante

cartas enviadas por alguien no identificado.

 

A veces, en el restaurante giratorio

observo desde arriba la ciudad, como un cielo estrellado,

sus centros cambiantes entre luces y sombras,

rotando lentamente.

 

A la orilla del río, o en el camino

de los elefantes de piedra,

todo lo que surge ante mis ojos

parece revelar una ignota lejanía.

Diviso la montaña Zhongshan, donde hay

pabellones y alturas verdes, parecen contener en sí mismos las antípodas del mundo.

 

 

Farolas

 

En las profundidades del universo, flotan

los agujeros negros.

Las estrellas más lejanas están sumergidas

en el azul oscuro.

 

Paso por un pequeño camino.

Bajo una farola aparece la sombra.

Percibo el apego de la sombra: la luz

es su hogar.

No quiere irse.

 

Y yo necesito seguir caminando, como disculpándome,

como avanzando por un área desconocida.

Tras una larga caminata, al darme la vuelta, la farola

de un charco de luz

en el suelo se ha hecho un diminuto brillo

que aún se ve en la distancia.

 

Quizás, alguien camina en lo profundo del cosmos

y las estrellas son farolas.

Yo he pasado por la última y entro

en la oscuridad total.

El universo es majestuoso,

pero no es más pequeña que él

la soledad de un minúsculo sendero sobre la Tierra.

Sigo marchando, y el sonido de mis pasos

parece el eco remoto de alguien que anda desde muy lejos.

 

 

Leer

 

 

Si lees demasiado rápido,

el lector que llevas dentro desaparecerá.

Lo que nos atormenta no son los pensamientos,

ni la ruptura de una mala suerte,

sino la paciencia en un discurso narrativo.

 

El libro está en el estante, como un pedazo de pared rota

guardado en una colección.

—Sigamos leyendo, para que la tormenta se escape

de las páginas apretadas.

O, esperemos un minuto,

para permanecer en la breve quietud

antes del rugido.

 

Gran caos en el mundo, eso no es importante.

Más importante es que

en un libro recién cerrado,

la tormenta destructiva

haya vuelto,

para vigilar el silencio que abraza a un corazón inquieto.

 

 

Momentos jóvenes

 

 

En el piso de arriba, un niño toca el piano,

repite una simple sonata sin cesar.

—Conoce algunas notas, otras no.

Al escucharlo, siento que esos sonidos discordantes

están marcando el tono

para este momento de vida.

 

En la habitación de al lado,

mi madre y mi tía chismorrean

sobre asuntos menores

y un dios al que ambas adoran.

 

El río fluye por la ventana,

llevando sus secretos en la misteriosa corriente,

una fuerza controladora

de la que aún no estoy al tanto.

 

En la pared, en una foto amarillenta,

mi abuela, con las manos blancas

sobre un apoyabrazos

negro como la tinta,

joven y serena, parece también aguzar el oído.

Tal vez, escucha el milagro que se repite

en las profundidades de la sonata.

 

 

Insecto en el ámbar

 

Él sabe observar ahora, como también lo sabía en el momento de morir.

La lenta solidificación le quitó la ansiedad y el miedo inicial.

Incluso se ve más vivo después de su muerte.

 

Estás casi vivo—, se dice a sí mismo, —excepto que

no puedes moverte ni envejecer, estás igual que antes.

 

Le parece curioso tener nuevas ideas.

Como no puede almacenarlas en la quietud que lo rodea, las mantiene en el fondo de su corazón.

 

La luz proyecta su sombra como un deseo en el mundo exterior.

Sus ojos compuestos ven innumerables deseos, por ejemplo:

Debajo de sus pies inmóviles, siempre está colocada una escalera

brillante, casi invisible, moviéndose lentamente

y confundiendo su larga quietud por un breve instante.

Tomado de:

https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Festival/31/HuXian/

 

 

Campos de caña de azúcar

En esta vida puede que pases ocasionalmente por campos de caña de azúcar,

 

puede que atravieses por casualidad la madrugada de los pobres.

 

Los días son amargos, pero la caña es dulce.

 

A la caña no le importan los cambios del mundo humano.

 

Tiene una dulzura persistente, envía el azúcar, sin falta,

 

a los días que preparamos café.

 

Algunas veces, susurraba el bosque de cañas y un pobre

 

estaba con su dios: encierra la amargura en la boca.

 

Y cuando habla, siempre son dulces sus palabras.

 

El molino de azúcar tampoco está lejos.

 

Muy poderosa es la máquina: saca azúcar y escupe residuos.

 

—El impulso ya pasó hace tiempo, pero este acero y su fuerza saben

 

algo que el azúcar y el campesino ignoran.

 

En esta vida, puede que pases eventualmente por campos de caña de azúcar.

 

En la tenue neblina, los vástagos acaban de brotar del suelo,

 

junto a las extensas marcas de cuchillo del año pasado.

 

 

Los grillos

En las profundidades del universo, flotan los agujeros negros.

 

Las estrellas más lejanas están sumergidas en el azul oscuro.

 

Paso por un pequeño camino.

 

Bajo una farola aparece la sombra.

 

Percibo el apego de la sombra: la luz

 

es su hogar.

 

No quiere irse.

 

Y yo necesito seguir caminando, como disculpándome,

 

como avanzando por un área desconocida.

 

Tras una larga caminata, al darme la vuelta, la farola

 

de un charco de luz en el suelo se ha vuelto un diminuto brillo

 

que aún se ve en la distancia.

 

Quizás, alguien camina en lo profundo del cosmos

 

y las estrellas son farolas.

 

Yo he pasado por la última y entro

 

en la oscuridad total.

 

El universo es majestuoso, pero no es más pequeña que él

 

la soledad de un minúsculo sendero sobre la Tierra.

 

Sigo marchando, y el sonido de mis pasos

 

parece el eco remoto de alguien que anda desde muy lejos.

Tomado de:

https://nubeconica.cl/hu-xian/

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