los músicos en el metro
somos el espacio en blanco
enmarcado en el cero
el círculo es el horizonte
el círculo es el nudo
a la garganta
clara para oscar, el pianista
caminas por el mundo
como sobre las teclas del piano
a veces tocas forte
a veces adagio
no puedes alcanzar el final del teclado
porque en realidad las teclas
están en tus zapatos
irena, cuando visita polonia
salí de Auschwitz
hice bolita la entrada del museo
compré agua
me senté en el autobús
volví a Cracovia
almorcé
olvidándome la dieta
comí el postre
intente leer un libro
lo cerré
avergonzada
avergonzada
me dormí
nadia, la marroquí de la que compré las castañetas
yo y mi otredad
rara vez nos encontramos
solo a veces
en silencio
juntas comemos cruasanes
nos miramos a regañadientes
y en principio negamos
que la otra existe
los que me encuentran
siempre notan a ella
porque dicen de conocerla ya
a mí en principio
ni me notan
Tomado de:
https://revistapingpong.blogspot.com/2016/04/poemas-de-nadija-rebronja.html
luis, sobre algunas personas
mientras ella dormía
él se estaba afeitando
en el espejo cazó
el rostro de ella
la miraba
miraba
y sintió
que se parecía a alguien
encontró la forma de los ojos del dictador
los labios del criminal
el mentón del horrendo general
las orejas del carcelero del campo
se despertó
y se fue a hacer voluntariado
en el orfanato
como cada día
esma, para oscar, el amigo
ayer encontré
un mapa geográfico en tu rostro
intenté comprender
si nací al lado de tu ojo
o en la cercanía de los labios
aunque siga sin entender
porque eso pueda importar
si sonríes
tal vez en tu rostro haya
algún terremoto
o la disolución de yugoslavia
y tu ojo se mueva al lado de tu oreja
tal vez nazca
como tu hermana gemela en motril
aunque todavía desee
que todo eso pueda ser
del todo, del todo insignificante
asto, en lengua quechua
en los nombres de las calles
me envuelven
las ideologías
llevo montones de identidades
y ni me devuelvo a recogerlas
cuando ruedan abajo
por la montaña
Tomado de:
https://www.laotrarevista.com/2016/03/nadija-rebronja-poemas/
frederic, artista fotógrafo, a granada
existen paisajes
perfectos para el crimen
allí donde la ciudad te abraza
aprieta entre las palmas de construcciones gigantes
y deja que te escurras en las curvas de las calles
allí donde las fuentes lavan el recuerdo de tu propio nombre
allí el criminal te permite
que revivas solo en las plazas
las aceras
y las muchachas sonrientes en ellas
hicham, farmacéutico, en el patio de una casa morisca
en alguna otra ciudad
que también se llama granada
yo no me llamo hicham
y he muerto en tiempos de franco
mirando como acribillan a Lorca
hacia la muerte me ha llevado por mano
la poetisa ar-rukaniya
me ha dicho que la llave para la vida
son los versos en las paredes de la alhambra
en esta ciudad
que también se llama granada
yo me llamo hicham
estoy sentado en el patio y leo
el libro con los versos de las paredes de la alhambra
no tengo miedo de las paredes
y tiro la llave para la vida
porque la forma del tiempo es un círculo
y yo siempre estoy en granada
y no importa
cómo me llamo
Tomado de:
https://www.revistaaltazor.cl/nadija-rebronja-2/
Sombras para piano
1.
tecla blanca
-un músico callejero tenía la flauta y el violín. una vez lo
escuchó un hombre con una bolsa muy grande y un abrigo enorme. la bolsa y el
abrigo tenían decenares de bolsillos, y
los bolsillos tenían centenares de compartimentos. en cada uno había una
novela. el hombre metió un euro en el sombrero del músico. en cada agujero de
la flauta se asentaron cientos de novelas. en cada cuerda del violín se posaron
cientos de novelas.
-luego esas novelas fueron escuchadas por los transeúntes que se
preguntaban cómo puede el músico saber todo de sus vidas.
2.
tecla negra
–si eres un músico en el metro, entonces tocas una música que se
mueve a quien-sabe-que velocidad por hora.
-entonces te mueves demasiado rápido para ser cuerpo, eres solo
música.
3.
tecla blanca
–era filósofo, pianista, estudiante de hidronaútica con el plan
de ser capitán de barco, candidato para actor porno, trabajador en una
plantación. cada cuatro años en algún libro encuentra un nuevo yo y le entran
ganas de romper el mundo. yo le conocí cuando era pianista. entonces leyó la
divina comedia. rompió el piano y dejo atrás ochenta y ocho mundos en ochenta y
ocho teclas.
existen exactamente treinta y seis melodías que suenan como si
él las hubiese compuesto y exactamente cincuenta y dos cuentos que suenan como
si él los hubiese escrito.
4.
tecla blanca
–cuando se desató el fuego, en el conservatorio hubo exactamente
diecinueve instrumentos heridos: los violines, pianos, guitarras y un arpa muy
antigua. no hubo muertos. enfrente del conservatorio, escondidos en el sótano,
unas personas se calentaban quemando un libro con el título novela sobre
chaikovski. no hubo ni muertos ni heridos sobre la gente. solo el autor de la
novela, hacía tiempo, se había suicidado.
una orquesta similar había tocado en un café. la orquesta de los
instrumentos heridos. cada viernes a las dos interpretaban a chaikovski. en una
esquina del café, siempre estaba encendido el fuego.
5.
tecla negra
–todos los libros quemados son el aire que respiramos. todos los
que cayeron son el suelo debajo de nosotros, el suelo sobre el que construimos
refugios y casas. todos los escritores prohibidos y olvidados laten en nosotros
cada vez que no los recordamos, derrochan letras y palabras que alguna vez
alguien encontrará. la letra o puede a través de las palabras rodar por la
garganta, volverse un aro, volverse un nudo alrededor del cuello.
-así suelen morir los olvidadizos.
6.
tecla blanca
–una vez ardió una gran biblioteca. un muchacho miraba los
cientos de libros ardiendo. ese muchacho después fue un escritor que nunca
publicó ni un libro, ni escribió ningún libro. los había inventado y cantado
por cientos. los versos los escribía en idiomas que ya no existen, en los
cuales “yo miro al río” y “el río me mira” se dicen de la misma manera. en esos
idiomas, todo lo que tocas, te toca, todo lo que cantas, te canta. cada
hablante de esos idiomas era espejo y reflejo.
en ese escritor cada día se encendían y ardían sus libros.
7.
tecla negra
–pasó una parte de la eternidad en la jaula mostrando a los
visitantes el extraño color de la piel, la mirada extraña, la sonrisa extraña.
tal vez, dicen, era más desdichado que los que tenían la piel disecada, cuyos
dientes eran adornos de armario. huyó en la fecha que en algún lugar es un día
festivo.
-cada fecha es en algún país el día de la victoria sobre la
injusticia. cada fecha es también, a la vez, el día en el que ocurrió una gran
injusticia. en las festividades grandes les cortan la lengua a la gente y la
obligan que hable, que cante himnos, que piense en los colores de la bandera,
en los colores de la piel, que tenga miedo del contacto.
8.
tecla blanca
–desde un extremo del mundo un rey empezó a construir el muro
más largo del mundo. desde el otro extremo, otro rey empezó también a construir
el muro más largo del mundo. los reyes competían en la largueza del muro, y los
esclavos morían agotados de tanto construir. un día los muros se encontraron y
los esclavos se miraron. entre los dos muros quedó el hueco de apenas un metro.
-si no fuera por el hueco, ese de verdad sería el muro más largo
del mundo.
Tomado de:
https://circulodepoesia.com/2022/10/poesia-serbia-nadija-rebronja-2/

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