miércoles, 4 de junio de 2025

POEMAS DE NADIJA REBRONJA


los músicos en el metro

 

somos el espacio en blanco

enmarcado en el cero

el círculo es el horizonte

el círculo es el nudo

a la garganta

 

clara para oscar, el pianista

 

caminas por el mundo

como sobre las teclas del piano

a veces tocas forte

a veces adagio

no puedes alcanzar el final del teclado

porque en realidad las teclas

están en tus zapatos

 

 

irena, cuando visita polonia

 

salí de Auschwitz

hice bolita la entrada del museo

compré agua

me senté en el autobús

volví a Cracovia

almorcé

olvidándome la dieta

comí el postre

intente leer un libro

lo cerré

avergonzada

avergonzada

me dormí

 

 

nadia, la marroquí de la que compré las castañetas

 

yo y mi otredad

rara vez nos encontramos

solo a veces

en silencio

juntas comemos cruasanes

nos miramos a regañadientes

y en principio negamos

que la otra existe

 

los que me encuentran

siempre notan a ella

porque dicen de conocerla ya

a mí en principio

ni me notan

Tomado de:

https://revistapingpong.blogspot.com/2016/04/poemas-de-nadija-rebronja.html

 

 

luis, sobre algunas personas

 

mientras ella dormía

él se estaba afeitando

en el espejo cazó

el rostro de ella

la miraba

miraba

y sintió

que se parecía a alguien

encontró la forma de los ojos del dictador

los labios del criminal

el mentón del horrendo general

las orejas del carcelero del campo

se despertó

y se fue a hacer voluntariado

en el orfanato

como cada día

 

 

esma, para oscar, el amigo

 

ayer encontré

un mapa geográfico en tu rostro

intenté comprender

si nací al lado de tu ojo

o en la cercanía de los labios

aunque siga sin entender

porque eso pueda importar

 

si sonríes

tal vez en tu rostro haya

algún terremoto

o la disolución de yugoslavia

y tu ojo se mueva al lado de tu oreja

tal vez nazca

como tu hermana gemela en motril

aunque todavía desee

que todo eso pueda ser

del todo, del todo insignificante

 

 

asto, en lengua quechua

 

en los nombres de las calles

me envuelven

las ideologías

llevo montones de identidades

y ni me devuelvo a recogerlas

cuando ruedan abajo

por la montaña

Tomado de:

https://www.laotrarevista.com/2016/03/nadija-rebronja-poemas/

 

 

frederic, artista fotógrafo, a granada

 

 

 

existen paisajes

 

perfectos para el crimen

 

allí donde la ciudad te abraza

 

aprieta entre las palmas de construcciones gigantes

 

y deja que te escurras en las curvas de las calles

 

allí donde las fuentes lavan el recuerdo de tu propio nombre

 

allí el criminal te permite

 

que revivas solo en las plazas

 

las aceras

 

y las muchachas sonrientes en ellas

 

 

hicham, farmacéutico, en el patio de una casa morisca

 

 

 

en alguna otra ciudad

 

que también se llama granada

 

yo no me llamo hicham

 

y he muerto en tiempos de franco

 

mirando como acribillan a Lorca

 

hacia la muerte me ha llevado por mano

 

la poetisa ar-rukaniya

 

me ha dicho que la llave para la vida

 

son los versos en las paredes de la alhambra

 

 

 

en esta ciudad

 

que también se llama granada

 

yo me llamo hicham

 

estoy sentado en el patio y leo

 

el libro con los versos de las paredes de la alhambra

 

no tengo miedo de las paredes

 

y tiro la llave para la vida

 

porque la forma del tiempo es un círculo

 

y yo siempre estoy en granada

 

y no importa

 

cómo me llamo

Tomado de:

https://www.revistaaltazor.cl/nadija-rebronja-2/

 

 

Sombras para piano

1.

 

tecla blanca

 

-un músico callejero tenía la flauta y el violín. una vez lo escuchó un hombre con una bolsa muy grande y un abrigo enorme. la bolsa y el abrigo  tenían decenares de bolsillos, y los bolsillos tenían centenares de compartimentos. en cada uno había una novela. el hombre metió un euro en el sombrero del músico. en cada agujero de la flauta se asentaron cientos de novelas. en cada cuerda del violín se posaron cientos de novelas.

 

-luego esas novelas fueron escuchadas por los transeúntes que se preguntaban cómo puede el músico saber todo de sus vidas.

 

 

2.

 

tecla negra

 

–si eres un músico en el metro, entonces tocas una música que se mueve a quien-sabe-que velocidad por hora.

 

-entonces te mueves demasiado rápido para ser cuerpo, eres solo música.

 

3.

 

tecla blanca

 

–era filósofo, pianista, estudiante de hidronaútica con el plan de ser capitán de barco, candidato para actor porno, trabajador en una plantación. cada cuatro años en algún libro encuentra un nuevo yo y le entran ganas de romper el mundo. yo le conocí cuando era pianista. entonces leyó la divina comedia. rompió el piano y dejo atrás ochenta y ocho mundos en ochenta y ocho teclas.

 

existen exactamente treinta y seis melodías que suenan como si él las hubiese compuesto y exactamente cincuenta y dos cuentos que suenan como si él los hubiese escrito.

 

4.

 

tecla blanca

 

–cuando se desató el fuego, en el conservatorio hubo exactamente diecinueve instrumentos heridos: los violines, pianos, guitarras y un arpa muy antigua. no hubo muertos. enfrente del conservatorio, escondidos en el sótano, unas personas se calentaban quemando un libro con el título novela sobre chaikovski. no hubo ni muertos ni heridos sobre la gente. solo el autor de la novela, hacía tiempo, se había suicidado.

 

una orquesta similar había tocado en un café. la orquesta de los instrumentos heridos. cada viernes a las dos interpretaban a chaikovski. en una esquina del café, siempre estaba encendido el fuego.

 

5.

 

tecla negra

 

 

–todos los libros quemados son el aire que respiramos. todos los que cayeron son el suelo debajo de nosotros, el suelo sobre el que construimos refugios y casas. todos los escritores prohibidos y olvidados laten en nosotros cada vez que no los recordamos, derrochan letras y palabras que alguna vez alguien encontrará. la letra o puede a través de las palabras rodar por la garganta, volverse un aro, volverse un nudo alrededor del cuello.

 

-así suelen morir los olvidadizos.

 

6.

 

tecla blanca

 

–una vez ardió una gran biblioteca. un muchacho miraba los cientos de libros ardiendo. ese muchacho después fue un escritor que nunca publicó ni un libro, ni escribió ningún libro. los había inventado y cantado por cientos. los versos los escribía en idiomas que ya no existen, en los cuales “yo miro al río” y “el río me mira” se dicen de la misma manera. en esos idiomas, todo lo que tocas, te toca, todo lo que cantas, te canta. cada hablante de esos idiomas era espejo y reflejo.

 

en ese escritor cada día se encendían y ardían sus libros.

 

7.

 

tecla negra

 

–pasó una parte de la eternidad en la jaula mostrando a los visitantes el extraño color de la piel, la mirada extraña, la sonrisa extraña. tal vez, dicen, era más desdichado que los que tenían la piel disecada, cuyos dientes eran adornos de armario. huyó en la fecha que en algún lugar es un día festivo.

 

-cada fecha es en algún país el día de la victoria sobre la injusticia. cada fecha es también, a la vez, el día en el que ocurrió una gran injusticia. en las festividades grandes les cortan la lengua a la gente y la obligan que hable, que cante himnos, que piense en los colores de la bandera, en los colores de la piel, que tenga miedo del contacto.

 

8.

 

tecla blanca

 

–desde un extremo del mundo un rey empezó a construir el muro más largo del mundo. desde el otro extremo, otro rey empezó también a construir el muro más largo del mundo. los reyes competían en la largueza del muro, y los esclavos morían agotados de tanto construir. un día los muros se encontraron y los esclavos se miraron. entre los dos muros quedó el hueco de apenas un metro.

 

-si no fuera por el hueco, ese de verdad sería el muro más largo del mundo.

Tomado de:

https://circulodepoesia.com/2022/10/poesia-serbia-nadija-rebronja-2/

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