LA ALEGRÍA DE LA MATERNIDAD
Por las noches hago trabajos peligrosos.
Ato grandes cuerdas
de ventana a ventana
y cuelgo diarios clandestinos.
Qué puedo hacer, la poesía ya no rinde.
Nos lo dijeron también otros, te dice.
Y después, hay algunos que cantan
la alegría de la maternidad.
Mi hija nació
como todos los niños.
Al parecer, tendrá también fuertes pies
para correr en las manifestaciones.
¿CÓMO LLEGAMOS?
¿Cómo llegamos a este lugar, de todos modos?
¿Qué le pusimos y qué sacamos de él?
Llevamos a nuestras espaldas
un nombre que no nos pertenece
caminos sin fin
que nunca fueron los nuestros.
Nos examinan como un zapato nuevo
que lleva alguien más
mientras soñamos con
grandes saltos sobre los mares
–en la sequía, bebes –como diciendo
¡mira, pero no toques!
¿Cómo llegaron a despilfarrarnos de esta manera?
Les pagamos hasta el último centavo
en retenciones!
Nosotros, que nunca tuvimos mucho en primer lugar,
renunciamos a todos nuestros derechos por adelantado…
Tomado de:
http://blogdeleonbarreto.blogspot.com/2020/10/3-poemas-de-jenny-mastoraki-grecia-1949.html
Tres poemas Sin Título
(del poemario Peajes (1972):
.
Entonces el caballo de Troya dijo
No, declino hablar con la Prensa.
Y ellos dijeron ¿Por qué?
Y dijo que él sabía nada de la matanza.
De todas formas,
siempre comía ligero en la tarde
y en su juventud
trabajó un período
como poni de madera en un tiovivo.
. . .
Cantaban una canción, una canción toda suya.
Pues, de sus camisas abiertas,
el barro de su patria,
las montañas, los olivares,
vertía palas por palas.
Y, de sus templos,
el anhelo se evaporaba
cómo se escapa el vapor
de la tapa de una maceta
y transmite ese vapor
algo de la tristeza del frijol
y el sabor amargo de la achicoria silvestre.
. . .
El silencio que crie
entre cuatro paredes,
en etapas tempranas
estuvo destinado a
volverse una canción
– profunda, oscura,
como agua en un pozo de los deseos;
como el bolsillo en el mandil de mi madre.
Dar a cada uno su porción.
Estirar como el gran mensaje de las grullas
en las calles, en las plazas,
en los urinarios públicos,
y en las salas de espera de las estaciones de tren.
Una canción como un salmo del Domingo de Ramos;
canción de pan y agua;
un canto de gente;
el canto de mí.
Negociaciones por el matrimonio
.
Durante ese tiempo todo brilla – resplandece – como en
las películas griegas.
Las negociaciones matrimoniales entre mi encanto y la
buena señorita – y estoy esperando afuera…siempre miedosa del derramamiento y
de la música, particularmente cuando tocan muy fuerte y todos abren y cierran
las bocas sin escuchar nada. Entiendes, ¿no? – que es bueno cuando alguien no
habla – en esas horas – en voz alta, fuerte, porque es posible despertarte y te
encuentres en los escalones – en el pleno verano – llevando pantalones blancos,
y bajo de una estatua. Esta noche estoy considerando volverme la chica-acróbata
que puede arrojarse de una peña. Inventaré unas palabras de jerigonza para
confundirles. Pero, aun así, comprenderás que eso es mi despedida, también mi
motivo hacerlo. Y bien – todos y cada uno buscarán su propio consuelo en la
dulzura mullida o en lo hondo de las profundidades…
Poemas de:
https://zocalopoets.com/2016/01/18/el-silencio-se-volvio-un-canto-la-poesia-de-jenny-mastoraki/

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