sábado, 7 de junio de 2025

POEMAS DE JENNY MASTORAKI


LA ALEGRÍA DE LA MATERNIDAD

 

Por las noches hago trabajos peligrosos.

 

Ato grandes cuerdas

 

de ventana a ventana

 

y cuelgo diarios clandestinos.

 

Qué puedo hacer, la poesía ya no rinde.

 

Nos lo dijeron también otros, te dice.

 

Y después, hay algunos que cantan

 

la alegría de la maternidad.

 

Mi hija nació

 

como todos los niños.

 

Al parecer, tendrá también fuertes pies

 

para correr en las manifestaciones.

 

 

¿CÓMO LLEGAMOS?

 

 

¿Cómo llegamos a este lugar, de todos modos?

 

¿Qué le pusimos y qué sacamos de él?

 

Llevamos a nuestras espaldas

 

un nombre que no nos pertenece

 

caminos sin fin

 

que nunca fueron los nuestros.

 

Nos examinan como un zapato nuevo

 

que lleva alguien más

 

mientras soñamos con

 

grandes saltos sobre los mares

 

–en la sequía, bebes –como diciendo

 

¡mira, pero no toques!

 

¿Cómo llegaron a despilfarrarnos de esta manera?

 

Les pagamos hasta el último centavo

 

en retenciones!

 

Nosotros, que nunca tuvimos mucho en primer lugar,

 

renunciamos a todos nuestros derechos por adelantado…

Tomado de:

http://blogdeleonbarreto.blogspot.com/2020/10/3-poemas-de-jenny-mastoraki-grecia-1949.html

 

 

Tres poemas Sin Título
(del poemario Peajes (1972):

.

Entonces el caballo de Troya dijo

No, declino hablar con la Prensa.

Y ellos dijeron ¿Por qué?

Y dijo que él sabía nada de la matanza.

De todas formas,

siempre comía ligero en la tarde

y en su juventud

trabajó un período

como poni de madera en un tiovivo.

. . .

Cantaban una canción, una canción toda suya.

Pues, de sus camisas abiertas,

el barro de su patria,

las montañas, los olivares,

vertía palas por palas.

Y, de sus templos,

el anhelo se evaporaba

cómo se escapa el vapor

de la tapa de una maceta

y transmite ese vapor

algo de la tristeza del frijol

y el sabor amargo de la achicoria silvestre.

. . .

El silencio que crie

entre cuatro paredes,

en etapas tempranas

estuvo destinado a

volverse una canción

– profunda, oscura,

como agua en un pozo de los deseos;

como el bolsillo en el mandil de mi madre.

Dar a cada uno su porción.

Estirar como el gran mensaje de las grullas

en las calles, en las plazas,

en los urinarios públicos,

y en las salas de espera de las estaciones de tren.

Una canción como un salmo del Domingo de Ramos;

canción de pan y agua;

un canto de gente;

el canto de mí.

 

Negociaciones por el matrimonio

.

Durante ese tiempo todo brilla – resplandece – como en las películas griegas.

Las negociaciones matrimoniales entre mi encanto y la buena señorita – y estoy esperando afuera…siempre miedosa del derramamiento y de la música, particularmente cuando tocan muy fuerte y todos abren y cierran las bocas sin escuchar nada. Entiendes, ¿no? – que es bueno cuando alguien no habla – en esas horas – en voz alta, fuerte, porque es posible despertarte y te encuentres en los escalones – en el pleno verano – llevando pantalones blancos, y bajo de una estatua. Esta noche estoy considerando volverme la chica-acróbata que puede arrojarse de una peña. Inventaré unas palabras de jerigonza para confundirles. Pero, aun así, comprenderás que eso es mi despedida, también mi motivo hacerlo. Y bien – todos y cada uno buscarán su propio consuelo en la dulzura mullida o en lo hondo de las profundidades…

Poemas de:

https://zocalopoets.com/2016/01/18/el-silencio-se-volvio-un-canto-la-poesia-de-jenny-mastoraki/

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