domingo, 31 de enero de 2016

POEMAS DE TADEUSZ RÓZEWICZ


Poeta Tadeusz Różewicz czerwiec  1979 r. soa PAP/PAI/Reprodukcja
(Polonia, 1921 -2014)


La espina

no creo
no creo desde que abro los ojos
hasta cerrarlos
no creo desde una orilla
hasta la otra
de mi vida
no creo
con la misma profundidad
con que mi madre
creía
no creo
al comer pan
al beber agua
al amar un cuerpo
no creo
en sus templos
en sus curas en sus signos
no creo
al pasar por la calle de una ciudad
por el campo
bajo la lluvia en el aire
dentro del resplandor
de la anunciación
leo sus parábolas
rectas como la espiga del trigo
y evoco a un dios
que no sabía reír
pienso
en un dios
pequeño y sangrante
que yace
en los blancos lienzos de la infancia
pienso
en una espina que desgarra
nuestros ojos nuestras bocas
ahora
y en la hora de la muerte

En la mitad de la vida

Después del fin del mundo
después de mi propia muerte
me encontré en la mitad de la vida
construyéndome
construyendo la vida
los seres los animales los paisajes
esto es una mesa —decía—
esto es una mesa
sobre la mesa pan y cuchillo
cuchillo para cortar pan
pan —alimento del hombre
al hombre hay que amarlo
—aprendía día y noche—
¿a quién debes amar?
yo contestaba: al hombre
esto es una ventana —decía—
esto es una ventana
detrás de la ventana hay un jardín
en el jardín veo un manzano
el manzano florece
pierde flores
se forman frutas
maduran
mi padre arranca una manzana
el hombre que arrancó la manzana
es mi padre
me senté en el umbral
esta anciana que pasa
arrastrando una cabra amarrada
vale más que siete maravillas del mundo
quien piensa y siente
lo contrario
asesina a la humanidad
esto es el hombre
árbol esto es
pan
los humanos comen para vivir
—me estaba repitiendo—
la vida humana es importante
la vida humana tiene peso
el peso de la vida
vale más que todas las cosas
creadas por los seres humanos
el hombre es un tesoro —insistía—

esto es agua —acariciaba
su superficie con las manos
dialogaba con el río
agua —decía—
agua buena
soy yo
el hombre le hablaba al agua
le hablaba a la luna
a las flores de la lluvia
a la tierra bajo sus pies
a los pájaros
y al cielo
no le contestaba el cielo
se quedó callada la tierra
si oyes una voz
brotando
de la tierra de los ríos del cielo
es una voz gemela
del otro

 Cuento sobre las viejas feas

me gustan las viejas
las viejas feas
malignas
ellas: sal de la tierra
no les da asco la basura
humana
son ellas que conocen el revés
de la medalla
del amor
de la fe
las viejas
vienen y van
mientras los dictadores
se hacen los graciosos
mostrando sus manos en sangre
las viejas feas se levantan
junto con el sol
compran carne frutas pan
lavan hacen la cocina
se quedan en las calles con brazos cruzados
y se callan
las viejas
son inmortales

Hamlet se agita dentro de su red
Fausto hace un juego vil y ridículo
Raskolnikov bate con su hacha
las viejas son
irrebatibles
sonríen levemente
muere el dios
las viejas se levantan sin hacerle caso
cada día
compran pan vino pescado
se muere la civilización
las viejas se levantan junto con el sol
abren las ventanas
tiran la basura
se muere el hombre
las viejas
lavan al difunto
entierran a sus muertos
siembran flores
sobre sus tumbas
me gustan las viejas
las viejas feas
malignas
creen en la vida eterna
ellas: sal de la tierra
corteza del árbol
mirando con sus ojos de humildes bestias
cobardía y heroísmo
grandeza y mezquindad
a todo le dan una dimensión
conforme a las exigencias del día
de su día cotidiano
sus hijos descubren América
perecen en las Termópilas
crucificados se desangran
conquistan el Cosmos
las viejas salen a las calles
junto con el sol compran leche
pan carne todavía falta pimienta
para el guiso
las viejas abren las ventanas
sólo los tontos se ríen
de las viejas
de las viejas feas
malignas
porque ellas son mujeres
hermosas
las buenas viejas hermosas
como huevos
secretos sin misterio
bolas rodando incansablemente
las viejas son
momias
como de gatos sagrados
pequeñas
todas arrugadas
y cada día más secas
manantiales frutas
o gordas
budas ensimismadas
cuando mueren
se les escapa
una pobre lágrima juntándose
con una sonrisa feliz
de jovenzuela

TALA DE ÁRBOL

                                  En memoria de jaroslav Iwaszkiewicz autor de: "Jardines" 

Una ansiedad incesante
reina entre las copas

un árbol marcado
para su tala
con una señal blanca de aniquilación
todavía respiraba
sus brazos y ramas
arañando
las nubes huidizas

las hojas temblaban y languidecían
sintiendo muerte

los árboles no se mueven
de un lugar a otro
en busca de alimento
no pueden escapar
de la sierra
y el hacha

una ansiedad incesante
reina entre las copas

el corte de árboles es una ejecución
desprovista de ceremonia

escupiendo aserrín
la sierra mecánica
penetra en la corteza la pulpa y el corazón

como rayo
herido por un lado
colapsó
y cayó entre la maleza
con todo su peso muerto
aplastó césped y hierbas
delgadas leves briznas
y temblorosas telarañas

junto con el árbol
destruyeron su sombra
transparente
ambigua
imagen
signo
que aparece
en la luz
del sol y la luna

Las diligentes raíces
aún no tienen sospecha
sobre la pérdida del tronco
y la copa

lentamente
la muerte de la superficie del árbol
penetra la tierra

las raíces de los árboles vecinos
se tocan
traban relaciones
y vínculos
junto a hombres y animales
los únicos sensibles seres vivientes

creados a imagen
y semejanza de los dioses

Los árboles
no pueden ocultarse de nosotros

Niños nacidos
sin dolor en clínicas
que maduran
en discotecas
destrozados por la luz artificial
y el sonido
boquiabiertos ante la pantalla de la tv
no conversan con árboles

Los árboles de  la infancia talados, quemados
envenenados muertos
reverdecen sobre nuestras cabezas
en mayo
esparcen hojas encima de las tumbas
en noviembre
crecen dentro de nosotros
hasta la muerte

 Lo no dicho


ahora empezamos la conversación
las palabras ocultan
lo que ha pasado
antes
más allá de nosotros
sin salida

todavía no lo sabes

extiendes los brazos
piensas que estoy
en el mismo lugar
en que me dejaste

miras alrededor
te alejas
por un callejón sin salida

estás ahí
inmóvil poco clara
la verdad llega despacio
a tu corazón

nuestras palabras se quedan sin techo

 REGRESO


De repente se abrirá la ventana
y mi madre me llamará
es tiempo de regresar

se abrirá la pared
entraré en el cielo con zapatos enlodados

me sentaré a la mesa y bruscamente
contestaré las preguntas

no me pasa nada dejadme
en paz. Con la cabeza entre las manos
sigo sentado. Cómo les
voy a hablar a ellos de este largo
y enredado camino.

Aquí en el cielo las madres con agujas
tejen bufandas verdes

zumban las moscas
mi padre dormita cerca de la chimenea
después de los seis días de trabajo.

No - no les puedo
decir que el hombre se lanza
a la garganta del hombre. 

.....

Entre tantos quehaceres
muy urgentes
he olvidado
que también es necesario
morir

imprudente
descuidé este deber
o lo cumplía
superficialmente

a partir de mañana
todo cambiará

empezaré a morir cuidadosamente
con sabiduría y optimismo
sin perder el tiempo

LA TRENZA


Cuando ya habían afeitado
a todas las mujeres del transporte
cuatro obreros barrieron
y apilaron el cabello
con unas escobas de madera de tilo

Bajo los cristales limpios
yace el cabello rígido de las asfixiadas
en las cámaras de gas
entre el cabello hay agujas para el pelo
y peines de hueso

No deja que se entrevea la luz
no lo mece el viento
no lo acaricia una mano
ni la lluvia ni unos labios

En grandes cajas
se amontona el cabello seco
de las asfixiadas
y una pequeña trenza gris
con su lazo
de la que tiran en la escuela
los chiquillos traviesos.


CASITA DE NAIPES

.
Mi chica
construyó una casa 
de naipes de colores
.
mi chica
tararea una canción
sobre unas rosas blancas
.
quisiera amarla
mirar el azul puro
de sus ojos
.
los asesinados
con la sonrisa quebrada
se carcajearon
.
en las palmas de mis manos
manchas rojas
manchas rojas
.
en las rosas blancas
en las paredes blancas
manchas rojas
.
los asesinados
destruyen la casa
a mi chica
.
los asesinados
reparten los naipes
con el rostro putrefacto

BALADA SOBRE UN FUSIL

.
Hijito hijito palomita mía
por qué gritas en la noche
Hijito hijito corazón mío
qué te ha pasado
.
Mamá mamá
estaban aquí en casa
transpasaron tu corazón
me cortaron la cabeza
quemaron nuestra casa
.
Mamá
dónde está mi fusil
.
Hijito hijito
qué es lo que has soñado
la guerra ya terminó
nuestra casa está aquí y es blanca
los árboles florecen en el jardín
.
Hijito hijito palomita mía
quçe te ha pasado
.
Mamá mamá
dónde está mi fusil
he escuchado sus pasos
he visto sus rostros
ocultos en la oscuridad
.
Hay que matarlos
la guerra no ha terminado
hay que matarlos
en Grecia en España
en China en Indonesia
incluso debajo de la tierra
.
Porque si no vendrán aquí
y quemarán nuestra casa
y cortarán los árboles
y transpasarán los corazones.

1 comentario:

  1. Poemas realmente poderosos, como los que siguen haciendo falta. Muchas gracias por compartirlos.

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