domingo, 15 de julio de 2018

POEMAS DE JULES LAFORGUE


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(16 de agosto de 1860, Montevideo, Uruguay - 20 de agosto de 1887, París, Francia)

Resignación


Como necio parásito de un planeta oscuro,
en la infinidad sonora de clamores eternos,
aquí, lugar cualquiera, he nacido y vivo,
y sólo es mi deseo que se sepa y se detenga todo.
Que por un grito perdido en la tormenta
los océanos callen de pronto el aullido de sus olas,
que por traer flores a mi tumbra
los soles en masa dejen su Verbena.
¡Pobre corazón ingenuo! Rómpete, no eres nada.
Muchos otros murieron con ansias iguales
y la tierra siguió en su silencio.
Todo es duro, descorazonado, superior a ti.
Sufre, ama, espera siempre y baila
sin nunca exigir ese Porqué universal. 

Cisterna seca


Cobarde vi cómo el Arte partía, mi último dios;
ya no me estrecha lo Bello con su inmortal delirio,
siento que he perdido, pues con Él echó a volar
el éxtasis que aplaca a veces los viejos deseos.
Treinta siglos de hastío pesan en mi espalda
y concentran sobre mí su llanto y su culpa.
Nuestras manos olvidaron el trabajo que consuela.
No hay día en que no piense, miedoso, en la muerte.
Sordo a la ilusión de las multitudes,
me arrastro abatido hacia parajes lejanos,
todo acabó para mí, nada más espero.
¡Pero lates aún, deshecho corazón pobre!
¡Ah, si como antaño al menos lograra
el llorar que tanto bien hace a los niños!

Traducción Georges Perec



Domingo 2 



El domingo ejercito 
decir mi tercer 
Al hermanas de cuna. 
¡Orfeo, hermoso Orfeo! 
Harem, coryphaeus 
orillas del Alfeo ... 
Parsifal joven! 
Borla virginal 
En las paredes del mal ... 
Atrapados Prometeo!
Plá que percorreu 
Séculos ateus… 
Nabuco’nosor 
Moloch-esplendor 
Nosso imperador? 
Vós filhas de Eva 
Irmãs, berço e seiva, 
Destino que enleva! 
Salomé de Nada! 
Múmia embalsamada 
Dormem as amadas… 
Ofélia de tudo 
Vinde a mim (outubro) 
Sou surdo e sou mudo. 
Casta Salambô! 
A lua e seu halo, 
Lava meu mantô… 
Irmã Messalina! 
Ó pantera fina 
Rasga musselinas… 
E tu Cinderela 
Reprisa a novela 
Palco sem janela! 
Ou Paulo e Virgínia 
Vinheta bendita 
Dos céus das colônias… 
Ó louca psique! 
Pecado-nenê 
Sem quê nem pra quê…
***
Locuciones des Pierrots 
Jules Laforgue
Encore un libre; ô nostalgias 
Lomo de tres perros goujates genes, 
Lomo des saluts et des Argents, 
Lomo de la fraseología! 
Encore un de mes pierrots mort; 
Mort d'un chronique orphelinisme; 
C'était un coeur plein de dandysme 
Lunaire, miembro En un drôle de corps. 
Les dieux s'en vont; plus que des Hures 
Ah! za devient tous les jours pis; 
J'ai fait temps mon, je déguerpis 
Vers l'sinecura Incluido!

Locuciones de Pierrot 



Más otro libro; O la nostalgia 
Lejos de todo esto gentil, 
De tal dinero y el elogio, 
bien lejos de la fraseología! 
De nuevo uno de mis pierrots muerto; 
Orfelinismo que crónica, 
pleno corazón del dandismo 
Lunar en un cuerpo extraño. 
Nuestros dioses se van; hay cura, 
Días, de mal en peor, 
he hecho mi tiempo. Es mejor 
Sí, entregarse a la sinecura!

Si redibitório (matrimonio) 



Mi alma tiene siete dones raros 
, y el número mayor que las obras- 
materiales, los microbios, por los miles, 
haz de mí campo de maniobras. 
¡El sufragio universal! 
Lo chicaneia insultos y gritos, 
a cada momento, a la menor señal, 
Entre mis mil cuerpos ocultos! ... 
Deseo vivir con éxito 
en un programa clásico, 
me asociando en el Congreso, 
en cierta Madama clásico. 
Uno puede pensar, en la agenda, 
para hacer copias para 
usted, usted mismo, cuando faltan,
sin embargo, una idea, más clara? ...
Traducción: Régis Bonvicino


POCO canción del corazón 


Era una enfermedad del corazón 
Lo que mamá murió, dijo el médico, 
y que voy a ir donde es 
dormir con ella. 
Escucho el latido de mi corazón, 
Y mamá me llama!
Todos se ríen de mí en las calles, 
de mis maneras torpes; 
Me veo como un chico borracho, 
mi Dios! Es el aire que me falta, 
tengo miedo de caer. 
Escucho el latido de mi corazón, 
Y mamá me llama!
A veces voy por los campos 
En el momento de la final del día 
y llorar, llorar, 
Y el sol, no sé por qué 
me parece un corazón ardiente. 
Escucho el latido de mi corazón, 
Y mamá me llama!
Ah, el Genoveva cercana 
quería mi corazón ... 
Oh, si quería! 
Soy amarillo, tan triste, 
que es de color rosa, alegre, hermoso. 
Escucho el latido de mi corazón, 
es que mamá me llama!
Sí, todo el mundo es malo, 
menos el sol en el oeste 
Y mamá. 
Y quiero ir a donde ella está 
durmiendo con ella. 
Mi corazón late, golpea ...
Mamá, eres tú que me estás llamando?
Traducción: Álvaro Moreyra


Madrigal


Sí, la vida es un párrafo de su triunfal camino, 
Pero qué sabés del destino, Marchas eternas, cansados 
Rica Amada de rodillas, Bella Entre las Bellas, 
Esta noche Tal Vez DESPUÉS de la fiebre del Vals 

sentir v llegar la muerte de un terremoto fatal 
¿Estás cadáver rubio con las vidriosas Pupilas 
Si IRA pudrir en su lecho de dulce de puntillas, 
LUEGO tiene Perderse anónimo en el turbión de vital importancia. 

O, quien sabe, tal vez usted florecerá Corazón 
En El Clavel Que Una Obrera en su regará ventana, 
E El clavel Será vendido un día en la vereda 

Y ESE que hoy te arrulla a los dados "oh alma mía" 
centavos POR Se lo Una Dara vulgar fulana 
Y tu oirás a ambos gime sobrio cama.



En lugar de los "últimos sacramentos"


"Me hizo llamar a tarde de otoño. 
En su mansarda un frío loco. 
Temblaba tísico, la piel de cera. 
Como la luz de una pobre vela. 
Su fuelle rugía como a viejo cuerpo 
Y la piel tomaba ahora ese tono 
Del verdín sobre el suelo de la morgue 
A lo largo quiere ocuparlo todo. 
-Viejo, mira un reventar, dijo con una sonrisa el pobre 
Qué heló el caracú en mi hueso. 
Para acabarla -sabés- quisiera un vampiro 
que desocupaba la espalda con una necesidad. 
Baje, calmo muy, Hasta el callejón que hay en la esquina 
Silbe tiene pollera blanca Primera que patina 
Oliendo un macho busca de Una mina.
Después de todo al moribundo 
Y de ponerla al tanto de su sombría tarea 
Vi que era furiosa la pechera. 
Mientras tanto, la cantidad de lugareños en el número de 
habitantes es más alta que la de la familia. 
Desistir, bosteza, hace una pausa; 
Luego como bajo a látigo lanzada, 
Su morro en llamas y su lengua rosada, 
Salta sobre el agonizante. 
El Siente el Soplo Rugiente 
¿Qué es la lava al correr? 
Los ríñones fríos hervir otra vez. 
Una chispa de loco celo estalla además de huecos huecos, pronuncia 
algunas palabras apretadas, como ecos. 
Los vi extensible a lo largo. Como en la roca pelada 
Un nudo de serpientes retuerce atosigada.
Sali. Los dejé en el medio de su lucha amarga estarán allí. 
Para el mañana siguiente ya está muerto. 
Pálido, muy chupado y su lecho yerto ". 


Queja de otro domingo


Era un paisaje de octubre muy al viento,
que recorta, hoy domingo, la ventana
con su celosía de través, ya fuera de uso,
donde cuelga, ¡desde cuándo!, un par de polainas
manchando con dos blancas siluetas un lampiño paisaje.

Un ocaso mal hecho que supura lo lívido;
el rincón de una lavandería de tejas podridas;
en medio, el Val-de-Grace, cual quien precide;
cinco árboles juguete de mezquinas ráfagas
que vetean un cielo inundado de lívidas vendas.

Luego, los esqueletos de glicinas deshilachadas
presa de ráfagas todavía más ruines.
¡Oh días que suceden a la boda!, ¡oh retales de encaje!
Bastante acuan la fibra estas glicinas
enroscando su agonía en las hebras.

¡Ah!, ¿qué es lo que yo hago, aquí, en este aposento?
Versos. Y más tarde, ¿qué?, ¡sórdida babosa!
¡Cómo! La vida es una, y tú, bajo esa escafandra,
con tus eternos cuentos te repites.
¿Siempre habrás de ser el que cuida del cuarto?

Fue un paisaje de octubre al viento…



Queja del feto del poeta


¡Hastiado! ¡Adelante!
A trepanar la noche, de viscosas raíces,
a través de mi madre, amor todo él albúmina.
¡A lo claro! al feraz, al almo estambre
de un sol naciente

¡A cada quien su turno! Hora es de emanciparse,
¡que mi porte inédito irradie de los limbos!

¡En marcha!
De una estepa de moco a salvo, a nado,
¡que me amamante el sol! y, babeante de dorada leche,
caiga yo en el arrullo, en el blando regazo de las nubes,
expertas viajeras,

En sueños, ¡ya sabes!, viviría timado por un alma
aventada entre faldas y frescores.

¡En marcha!
A arrullarme entre nubes de nata y, de la mano
azulada de Dios y ante millares de ojos encendidos,
¡a encallar en el reino de los vinos bizarros!
Valor.
Allí, allí yo me desgajo…

Allí comulgaré, la faz hacia Oriente,
bajo la especie de incoscientes besos.

¡En marcha!
¡Doblad, campanadas de noche! ¡Filtro, sol consistente!
Adiós, florestas del acuario que, incubándome,
sembrásteis germen tal en mi crisálida.

¿Tengo frío? ¡Adelante!
¡Oh!, madre mía…

Amamantad cuanto podáis, Señora,
a éste —¡lo más solo de Vos!— pobre y díscolo niño.



Queja de la vela de la media noche polar


El Globo hacia el imán
acude puntualmente,
azulado de mares;
sobrevuela ciudades,
y redes de convoyes
que a pellizcos avanzan.

¡Y mi costa en sollozos!
No lejos de San Malo,
un poblado entre humos se afana
y bajo el campanario,
donde un gallo arrogante rechina
se guarda el exvoto de un nauta.

Hacia los cirios, hacia la vidriera
de un altar de corales,
extiende con aire embelesado
una joven Madona
su bello corazón de rubíes
que agoniza entre rayos.

Sí. Ahíto de sangre, un gran corazón,
buen corazón sangrante
que de la noche al alba
y del alba a la noche
se desvive no pudiendo sangrar,
sí, ¡sangrar más todavía!



Queja del ángel incurable


Te expiro mis entrañas cuajadas de cenizas,
El viento que fermenta entre toses de tiernos parajes.

¿Qué fue de los guantes de abril y los remos de antaño?
El espíritu de lunáticas garzas solloza en el estanque.

    ¿Y vosotras, las dulces
      de antaño?

Pía el aguzanieves a esclusas congeladas;
Va la amante hostigada por los lamentos de las alamedas.

Pero, ¿sabes tú, loca, dónde vas sin el chal?
Pasear, olvidada de los ojos voraces, allá lejos…

    —Por alamedas
      ¡allá lejos!

Junto a los marmolistas (¡un hermoso negocio todavía!)
Chapotea atascado un convoy, a merced de la lluvia.

Un hoyo, que aspergue un cura viejo y aburrido,
Se abre como un bostezo a este liberado ser.

    Y he aquí que se le arroja
       al fondo.

Los molinos, aspas ayer alegres, hoy desvencijados,
Tienden sus brazos, mira, en lo alto y lo seco de la loma.

Allí yace, poco importa quién. ¿Es que acaso serías diferente?

Traslúcido de amor, ¡oh Caballero-Errante!

    Chasquea, ¡escuálido
      errante!

Aullar junto a los lobos, amar a las muchachas
Y el tacto sentir de sus manos mojadas en raras vajillas.

Mi viejo querido, ¡no hay otra salida! Aunque, en fin
Vivir sigue siendo aquí abajo la parte mejor.

    ¡No! Vajillas
      ¡de aquí abajo!

¡Más allá aún más seguro que la propia verdad! ¡Alas
de una hostia febril, robada a ciudades sensuales!

¿Y cómo? Ni Dios, ni el arte, ni mi fiel hermana;
¡Alas tan sólo! ¡En el blancor sofocante! Por siempre,

    ¡Sí! Alas
       por siempre.

En verdad que para un corazón mal encajado
La estación dicha otoño es puro devaneo.


Pequeñas miserias de octubre

Cada octubre empiezo a enojarme.
Las cien gargantas de las fábricas arrojan humo al cielo.
Las pollas están engordando
para el día de Navidad.

Así que rebuznaré en nuestras almas blanqueadas y atrofiadas
y derretiré mil icebergs sobre los viejos pergaminos,
los miedosos misticismos
de las religiones.

Encuentra un espíritu decente? Bastante difícil.
¿Legitimidad? Por supuesto. Es un patio bien cuidado,
pero ¿quién va a bendecir nuestras cocinas
hasta el final?

Diré mis oraciones nuevamente a la Era de Hielo Nieve,
y grito al viento, '¡Tú también, viejo pedo torcido!'
porque nada te quitará una carga
así.
(Y con la Nieve, cae la pena. El tipo fulminante.
Esas personas que siempre ves con los corazones de cuero?
Alguien debería lanzarles una línea,
pero ¿lo harán alguna vez?)

Entonces, sí. Puedes rasgarte los oídos, pero es un deporte tonto.
Porque nada, no las estaciones, el arte, los cielos,
vale dos centavos de falda
y un par de ojos.

Mira, dulce. Dos centavos de falda y una cremallera inmóvil,
y dos centavos por valor de apariencia y lo que viene después. . .
seguramente ese es el remedio
para el tedio. 

La canción de un niño pequeño con un corazón hipertrofiado 

Mi mamá, dice el doctor,
murió porque algo la sorprendió,
Tra-la-la-la!
Mi pobre mamá
Él dice que yo también iré
a dormir con ella abajo,
y cuando mi corazón late así,
¡es una llamada de mamá!

Cuando salgo, todos
dicen: Por qué se va a caer.
¡Pobre chappy,
está borracho y feliz!
Por cada paso que
doy, me tambaleo, me atraganto y me duele.
Mi corazón se agita,
¡es una llamada de mamá!

Salgo de la ciudad
Para ver cómo se hunde el sol,
no debería hacerlo,
pero no lo lamento.
¡El sol es un corazón, digo,
sangrando su sangre!
Mi corazón late día y noche,
Es mamá llamando!

Si el pequeño Eleanore
tomaría mi corazón antes
¡Estalla dentro de mí!
Ella no puede soportarme,
porque soy un caso sin esperanza,
y ella es una cara sonrosada,
mi corazón se mueve a tal velocidad,
¡es una llamada de mamá!

No, todos me hacen inteligente,
excepto el corazón de la puesta del sol,
Tra-la-la-la,
Y mi mamá.
¡Oh, cómo quiero ir
a dormir con ella abajo!
Mi corazón está latiendo así que,
Mamita, ¿no estás llamando?

traducido por Jethro Bithell 


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