sábado, 3 de octubre de 2020

POEMAS DE EMILIO ADOLFO WESTPHALEN

(15 de julio de 1911 -17 de agosto de 2001, Lima, Perú)


Cuál es la risa leve cubierta de espuma...

 

Cuál es la risa leve cubierta de espuma

Que anuncia el amor

Cuál la túnica desvanecida que oculta

Los lentos puñales ciegos del amor

Cual el momento en el cual aparece indudable

Benévolo golpe de sangre sobre la arboleda

Y los trozos de un cuerpo en estado de putrefacción

Aún se hacen visibles sobre la muralla de mármol.

 

Del fuego viene y en él acaba toda música...

 

Del fuego viene y en él acaba toda música

No hay diferencia entre música en incendio.

Las columnas del sonido concluyen en llamas.

Borbotean en el fuego las músicas.

Un magma ardiente danza y se arrebata.

Descuartícenme al fuego de la música-

En rescoldos de música entiérrenme

La dulce y terrorífica música

retiempla aire y ánimo.


El mar en la ciudad

 

¿Es éste el mar que se arrastra por los campos,

Que rodea los muros y las torres,

Que levanta manos como olas

Para avistar de lejos su presa o su diosa?

 

¿Es éste el mar que tímida, amorosamente

Se pierde por callejas y plazuchas,

Que invade jardines y lame pies

Y labios de estatuas rotas, caídas?

 

No se oye otro rumor que el borboteo

Del agua deslizándose por sótanos

Y alcantarillas, llevando levemente

En peso hojas, pétalos, insectos.

 

¿Qué busca el mar en la ciudad desierta,

Abandonada aun por gatos y perros,

Acalladas todas sus fuentes,

Mudos los tenues campanarios?

 

La ronda inagotable prosigue,

El mar enarca el lomo y repite

Su canción, emisario de la vida

Devorando todo lo muerto y putrefacto.

 

El mar, el tierno mar, el mar de los orígenes,

Recomienza el trabajo viejo:

Limpiar los estragos del mundo,

Cubrirlo todo con una rosa dura y viva.

 

El sueño

 

Los gérmenes poéticos del sueño resultaron ser, no como los pobres profesores, los mezquinos críticos realistas trataron de hacernos creer, un nuevo paraíso inalcanzable, un espejismo, sino los gérmenes nocivos y actuante, los útiles reactivos para corroer la infame realidad. El sueño no es un refugio sino un arma.

Los malos instintos de libertad danzan su ronda diabólica. ¡Fuera la conformidad, la resignación, la medianía!. En su esputo negro ahóguense

los bellacos, los explotadores, los que aprovechan la miseria de los más, y la maldita clerigalla, y el abominable espíritu religioso, y los fantasmas cristianos, y los mitos del capital, y la familia burguesa , y la patria infamante.

La libertad del hombre, es decir, el sueño acuñado en la realidad, la poesía hablando por la boca de todos y realizándose, concreta y palpable, en los actos de todos.

 

He dejado descansar tristemente mi cabeza...

 

He dejado descansar tristemente mi cabeza

En esta sombra que cae del ruido de tus pasos

Vuelta a la otra margen

Grandiosa como la noche para negarte

He dejado mis albas y los árboles arraigados en mi garganta

He dejado hasta la estrella que corría entre mis huesos

He abandonado mi cuerpo

Como el naufragio abandona las barcas

O como la memoria al bajar las mareas

Algunos extraños sobre las playas

He abandonado mi cuerpo

Como un guante para dejar la mano libre

Si hay que estrechar la gozosa pulpa de una estrella

No me oyes más leve que las hojas

Porque me he librado de todas las ramas

Y ni el aire me encadena

Ni las aguas pueden contra mi sino

No me oyes venir más fuerte que la noche

Y las puertas que no resisten a mi soplo

Y las ciudades que callan para que nos aperciba

Y el bosque que sé abre como una mañana

Que quiere estrechar el mundo entre sus brazos

Bella ave que has de caer en el paraíso

Ya los telones han caído sobre tu huída

Ya mis brazos han cerrado las murallas

Y las ramas inclinado para impedirte el paso

Corza frágil teme la tierra

Teme el ruido de tus pasos sobre mi pecho

Ya los cercos están enlazados

Ya tu frente ha de caer bajo el peso de mi ansia

Ya tus ojos han de cerrarse sobre los míos

Y tu dulzura brotarte como cuernos nuevos

Y tu bondad extenderse como la sombra que me rodea

Mi cabeza he dejado rodar

Mi corazón he dejado caer

Ya nada me queda, pata estar más seguro de alcanzarte

Porque lleva prisa y tinieblas como la noche

La otra margen acaso no he de alcanzar,

Ya que no tengo manos que se cojan

De lo que está acordado para el perecimiento

Ni pies que pesen sobre tanto olvido

De huesos muertos y flores muertas

La otra margen acaso no he de alcanzar

Si ya hemos leído la última hoja

Y la música ha empezado a trenzar la luz en que has de caer

Y los ríos te cierran el camino

Y las flores te llevan en mi voz

Rosa grande ya es hora de detenerte

El estío suena como un deshielo por los corazones

Y las alboradas tiemblan como los árboles al despertarse

Las salidas están guardadas

Rosa grande ¿no has de caer?

 

La mañana alza el río

 

La mañana alza el río la cabellera

después la niebla la noche

el cielo los ojos

me miran los ojos del cielo

despertar sin vértebras sin estructura

la piel está en su eternidad

se suaviza hasta perderse en la memoria

existía no existía

por el camino de los ojos por el camino del cielo

qué tierno el estío llora en su boca

llueve gozo beatitud

el mar acerca su amor

teme la rosa el pie la piel

el mar aleja su amor

el mar

cuántas barcas

las olas dicen amor

la niebla otra vez otra barca

los remos el amor no se mueve

sabe cerrar los ojos dormir el aire no los ojos

la ola alcanza los ojos

duermen junto al río la cabellera

sin peligro de naufragio en los ojos

calma tardanza el cielo

o los ojos

fuego fuego fuego fuego

en el cielo cielo fuego cielo

cómo rueda el silencio

por sobre el cielo el fuego el amor el silencio

qué suplicio baña la frente el silencio

detrás de la ausencia mirabas sin fuego

es ausencia noche

pero los ojos el fuego

caricia estás los ojos la boca

el fuego nace en los ojos

el amor nace en los ojos el cielo el fuego

el fuego el amor el silencio

 

Mundo mágico

 

Tengo que darles una noticia negra y definitiva

Todos ustedes se están muriendo

Los muertos la muerte de ojos blancos las muchachas de ojos rojos

Volviéndose jóvenes las muchachas las madres todos mis amorcitos

Yo escribía

Dije amorcitos

Digo que escribía una carta

Una carta una carta infame

Pero dije amorcitos

Estoy escribiendo una carta

Otra será escrita mañana

Mañana estarán ustedes muertos

La carta intacta la carta infame también está muerta

Escribo siempre y no olvidaré tus ojos rojos

Es todo lo que puedo prometer

Tus ojos inmóviles tus ojos rojos

Es todo lo que puedo prometer

Cuando fui a verte tenía un lápiz y escribí sobre tu puerta

Esta es la casa de las mujeres que se están muriendo

Las mujeres de ojos inmóviles las muchachas de ojos rojos

Mi lápiz era enano y escribía lo que yo quería

Mi lápiz enano mi querido lápiz de ojos blancos

Pero una vez lo llamé el peor lápiz que nunca tuve

No oyó lo que dije no se enteró

Sólo tenía ojos blancos

Luego besé sus ojos blancos y él se convirtió en ella

Y la desposé por sus ojos blancos y tuvimos muchos hijos

Mis hijos o sus hijos

Cada uno tiene un periódico para leer

Los periódicos de la muerte que están muertos

Sólo que ellos no saben leer

No tienen ojos ni rojos ni inmóviles ni blancos

Siempre estoy escribiendo y digo que todos ustedes se están muriendo

Pero ella es el desasosiego y no tiene ojos rojos

Ojos rojos ojos inmóviles

Bah no la quiero

 

No es válida esta sombra...

 

No es válida esta sombra

despertad pequeños ríos:

cuando yo os llevaba en los brazos

y mirábais con ojos más puros

me he dado contra mi cuerpo

qué dura sombra

mi garra no te alcanza

en esta ausencia quien me ha mordido

llevo un sigl0 bajo la sombra

la noche crece y nadie creía que creciera tanto

nadie oye estos golpes pregunto fuera

tan hondo como la mina tan hondo como mi cuerpo

resuena tan fuerte el silencio

tan tristes estas lágrimas que no han de cruzarse nunca

me levantaba o es que caía más sombra

quien creyera que tanta noche encerraran tus ojos

me ha ahogado esa hondura negrura

recuerdo un hombre que daba sus pasos

miraba y había cosas

pero

cosas o eran cosas o eran

no recuerdo

un hombre miraba

si pudiera partir en dos este sueño

una parte para el dolor

otra para encontrar

aunque fuera una imagen difuminada borrada

de hombre que supiera algo más que dar unos pasos

que mirar algo que se aleja tanto de ser un árbol

como un pensamiento que regresa de ser un pensamiento

se despega una nada tras otra

crece una nada sobre nada

y había ríos que se iban en vueltas y derechas

y había árboles con algo más que ramas y algunas hojas

el sol no hacía en vano su camino

y tantas risas me dijeron que la luz también nace de sonidos

entrechocados

pero como has vomitado ese mundo

y ahora si vas a la deriva o si no derivas

nada alcanzas y una sombra llama a otra

uno masca nada suena .

masca sombra con sombra da golpes

me habré perdido en mi cuerpo

acaso las tinieblas hablan de puntillas

y tú vas en su seno

toda la noche eran unos puntos inmensos

o eran ojos, o eran noches sin estrellas que me subían

apagaban las madrugadas

me deslumbra esta noche

la muerte que mira con los ojos de los vivos

los muertos que hablan con los loros de los vivos

cuidado no despierten no duerman cuidado

 

Poema

 

Tal vez nada

pueda compararse

a hacer el amor

en un lecho

de salsa de tomate,

si no es hacerlo en uno

de trozos menudos

de carne de res

recién sacrificada.

 

Ritual de arena

 

¿Cómo suenan los címbalos

los crótalos de huesos

el cuero humano del tamboril?

el concierto bulle y remueve

capas densas de corteza terrestre

desgaja estrellas fugitivas

mientras cielos arremolinados

se desgarran entre sí

al compás de soles descuartizados

en la danza renovadora de caos

Caos absorbente luz y tiniebla.


Salido de madre

 

¿Es cierto que ya no sabes

Adónde vas ni qué quieres?

Te zampas moscas racimos

Culebras de piel de rosa

Rimeros de miel silvestre.

Hierve el agua en tu garganta

Cascas lo que encuentras

Y nada te repleta.

Requintas apedreas desgarras

Has perdido compostura y camino.

Río -me dueles en los ojos y en el vientre.

¿Qué te haría la madre

Que así deliras y destruyes

Mi pueblo mi casa

Te llevas el borrico pardo

La palmera sin sombra

El cementerio completo?

¿Eres río sin madre

O mar recién parido

Estirándote lo más que dé

Tu hambre y tu codicia?

Río  vuelve a ser río

No te quiero tan grande.

 

Se mece suavemente al viento...

 

Se mece suavemente al viento

La mujer que ha brotado blanca y desnuda

En la copa del ciprés

Con una pequeña corona de oro sobre la cabeza

Y encima de la corona un ojo de piedra verde

Que mira fijamente.

 

Un hombre se inclina sobre el cuerpo desnudo de una mujer...

 

Un hombre se inclina sobre el cuerpo desnudo de una mujer

Y lentamente extiende con la lengua sobre él

Un líquido rosado

El cuerpo queda todo húmedo brillante y encendido

Luego con los dientes hace aquí y allá

El signo el amor

Pequeños puntos blancos que adornan la piel oscura

La mujer cierra los ojos dilata las narices

A veces a pesar suyo un suspiro entreabre sus labios.

Tomado de:

http://amediavoz.com/westphalen.htm

 

Cuál es la risa leve cubierta de espuma

 

Cuál es la risa leve cubierta de espuma

Que anuncia el amor

Cuál la túnica desvanecida que oculta

Los lentos puñales ciegos del amor

Cual el momento en el cual aparece indudable

Benévolo golpe de sangre sobre la arboleda

Y los trozos de un cuerpo en estado de putrefacción

Aún se hacen visibles sobre la muralla de mármol.

Tomado de:

https://www.zendalibros.com/5-poemas-emilio-adolfo-westphalen/

 

CÉSAR MORO

 

Por un campo de miga de pan se alarga desmesuradamente

una manecilla de reloj

Alternativamente se iluminan o se apagan en ella unos ojos de

cangrejo o serpiente

Al contraluz emerge una humareda de pestañas caladas

Y dispuestas como una torre que simulara una mujer al desvestirse

Otros animales más familiares como el hipopótamo o el elefante

Hallan su camino entre el hueso y la carne

Una red de ojos de medusa impide el tránsito

Por el arenal que se extiende como una mano abandonada

A cada paso una bola de marfil dice si el aire es verde o negro

Si los ojos pesan iguales en una balanza cruzada de cabellos

Y encerrada en un acuario instalado en lo alto de una montaña

Rebalsando a veces y arrojando a veces como una catapulta

Cadáveres rosados o negros o verdes de niños a los ocho extremos

Cadáveres pintados según las cebras o los leopardos

Y que al caer se abren tan hermosamente como una caja de basura

Extendida en medio de un patio de mármol rosado

Atrae a los alacranes y a las serpientes de aire

Que zumban como un molino dedicado al amor

 

Aparte un hombre de metal llora de cara a una pared

Visible únicamente al estallar cada lágrima

 

CIUDAD ESCONDIDA...

 

Ciudad escondida entre los labios

Ventura o tempestad o torrente

Ciudad igual a una corriente de aire

Entre una hoja de afeitar y una pestaña abandonada

 

EL AMOR HA CAMBIADO...

 

El amor ha cambiado de rostro

De cada uno de los párpados de cera

Pende una pesa de bronce reluciente

Al extremo de un hilo de 50 centímetros

Un imperdible largo como una mano

Está clavado en la nariz formando un ángulo

De 20° con el meridiano de Greenwich

El rostro vuela pesadamente entre el día y la noche

Sin saber con cuál de las medallas quedarse

 

TÉRMINOS DE COMPARACIÓN

 

¿Caminar por la vida como por encima del mar,

Sostenidos por la fe, la desesperanza o la indiferencia?

 

¿Posarse sobre ríos callados o tumultuosos,

Atraídos por una mirada o una sonrisa?

 

¿Abrazarse a cuerpos de fuego que se ahogan irremediablemente

En la propia corriente sanguínea, cálida o fría?

 

¿Penetrar en oscuras columnas de humo

Con la entereza de la flor bajo la guillotina?

 

¿Cubrirse las heridas con mantas de agua en ascuas

O con una canción multiplicada al infinito?

 

¿Devorar espinas suaves como la caricia primera,

Irresistibles como el sollozo del moribundo?

 

¿Arriesgarse por la cuerda floja que sostiene

Luz y tiniebla, el leve temblor de lo que va creándose,

El ronco crepitar de lo extinto sin remedio?

 

¿Tratar de detener con lanzas de fuego

La huida del minuto, insaciable celoso,

Girando y perdiéndose al azar,

Caracola absorbida por la tempestad de arena?

 

¿Estrangularse con el primer grito de júbilo

Y palpar nada esparcida por doquiera?

 

Todo podría servir de término de comparación,

Justificable nada más que como puro engaño.

 

Pero, ¿qué sería recuperable si antes no fue

Sacudido, renegado, desdicho, trasfigurado?

 

POEMA INÚTIL

 

Empeño manco este esforzarse en juntar palabras

Que no se parecen ni a la cascada ni al remanso,

Que menos trasmiten el ajetreo del vivir.

 

Tal vez consiguen una máscara informe,

Sonriente complacida a todo hálito de dolor,

Inerte al desgarramiento de la pasión.

 

Con frases en tropel no llegan a simular

Victorias jubilosas de la sangre

O la quietud del agua sobre el suicida.

 

Nada dicen tampoco de la danza de amor y odio,

Alborotada, aplacada, extinta,

Ni del sueño que se ahoga, arrastrado

Por marejadas de sospecha y olvido.

 

Qué será el poema sino un espejo de feria,

Un espejismo lunar, una cáscara desmenuzable,

La torre falsa más triste y despreciable.

 

Se consume en el fuego de su impaciencia

Para dejar vestigios de silencio como única nostalgia,

Y un rubor de inexistente no exento de culpa.

 

Qué será el poema sino castillo derrumbado antes de erigido,

Inocua obra de escribano o poetastro diligente,

Una sombra que no se atreve a aniquilarse a sí misma.

 

Si al menos el sol, incorrupto e insaciable,

Pudiera animarlo a la vida,

Como cuando se oculta tras un rostro humano,

Los ojos abiertos y ciegos para siempre.

 

VOCACIÓN DE MÁRTIR

Aspirar a convertirse en esa hojarasca que arde en las

pupilas doradas de ciertas mulatas.

Tomado de:

http://www.contranatura.org/literat/biblioteca/Westphalen-Belleza_de_una_espada.htm#08

 

 

 

 

 

 

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