miércoles, 9 de diciembre de 2020

POEMAS DE FRANCISCO RODRIGUES LOBO

(Imagen tomada de internet)
(1580, Leiria - 4 de noviembre de 1622, Lisboa, Portugal)


Descalzo va a la fuente

Descalzo va a la fuente,

Leanor por la vegetación;

Es hermoso y no seguro.

 

El tallado está apedreado,

Pucarinho con rostro,

Falda color lima,

Nudillo de calcetín;

Cantar al amanecer, pisar

las flores en la vegetación:

es hermoso y no seguro.

 

Toma el volante en su mano,

Hecho de su toalla;

Con un soporte para el polipasto,

levante la trampilla con otro;

Muestra sus pies con asombro,

Que la nieve lo oscurezca:

Es hermoso, y no seguro.

 

Las flores, dondequiera que vaya,

si su pie es correcto para calzar,

son envidiosas sin color,

y de vergüenza con gracia;

Cualquier huella que hagas

Hace que la verdura florezca:

es hermosa y no segura.

 

Vale la pena no ver el sol,

por no tener un nuevo enemigo;

Pero está en peligro,

si se ve en la fuente;

Descuidado de este mal,

Uno verá en la fuente pura:

Es hermoso y no seguro.

 

Nosotros también estamos ya cerca de la Fuente;

Y, en lo que respecta al canto,

me temo que la venida aquí nos montará.

 

Dices bien; es mejor que nos desviamos, por

qué no nos ven ni siquiera en un sueño,

que, solo uno que nos ve, nosotros no los veremos.

 

Y más, si no me estoy quedando ciego, de aquí pongo

Que son los que acechan allá en el lío.

Solo cuidarlo me da vergüenza.

 

¿No quieres creerme? Adelante.

Dices muy bien, esos son sin falta;

¿Pasas como un hurón?

 

Madanela es la más alta de todas,

que aparece vestida de paloma;

Andresa también dice: no nos falta nada.

 

Oigo el pandero, oigo el pandero;

Vayamos detrás de esta zanja:

los encontraremos en el camino.

Ahora elimine estas zarzas con su bastón.

 

Hace mil años busco mi estrella

Hace mil años he estado buscando mi estrella

Y los Fado dicen que la tienen guardada;

Me levantaba por la noche y al amanecer, por

mucho que me levantaba temprano, no podía verla.

 

Ya no espero que la alcance

hasta después de que termine mi vida,

que debe estar en los cielos tan reensamblada

que solo podré disfrutarla y tenerla allí.

 

Pensamientos, anhelos, esperanza,

No te canses en vano, no hagas la guerra,

Hagamos un cambio más:

 

Para buscarme una vida segura

Dejemos todo lo que hay en la tierra,

Vayamos donde tenemos la buena fortuna.

 

Francisco Rodrigues Lobo, en 'Fénix Renascida'

 

Ojos feroces

Ojos feroces, quien quiera verte

La vista dará un precio si gira a tu alrededor,

Que aunque te perdí lo sentiste,

No se comprende la pérdida de no verte.

 

La gracia de esa luz no comprende

Quien ve el sol en tus ojos,

Que el Amor ciego que ciego les quita,

Con tus propios rayos lo defiende.

 

El ojo humano no puede saber

cuál es tu color, que la luz forzada

no permite mostrar tanta belleza.

 

Si yo, que lo vi cegado, aún pudiera ver,

Un color que vi, pero un color tan feroz

que no se parecía a la naturaleza.

 

Francisco Rodrigues Lobo, en 'A Primavera'

Tomado de:

https://www.citador.pt/poemas/a/francisco-rodrigues-lobo


ENDECHAS

 

Mis amores se van,

van junto al mar,

porque tú me llevas, aguas,

haznos volver. L

 

Abandonan esta tierra,

abandonan la montaña,

y en tierra extraña

buscan una nueva guerra;

La suerte los destruye

por darme tormento,

mueve el viento

y los hace subir;

Para que nos lleves, aguas,

volvamos.

 

 

 

Tú, oh mis cuidados

falsos y fingidos,

como

partis compartidos encomendados,

no oyes mis gritos

ni mis querellas;

Con el viento en las velas

y los ojos en el mar,

encuentras estas aguas

fáciles de pasar.

 

Cuando me dejaste,

Las aguas viste

X mis ojos tristes,

No tomaste;

¿Qué riesgos encontró

en su apacibilidad?

Cambiando la dicha

por este mar

Que son otras aguas

Para temer.

 

Aguas cristalinas,

Ligero y suave viento

Que por mi tomarte

Corres por mi mal,

Si el Amor no vale

A ti te ofrezco

Todo lo que sufro

Al verme partir:

Para que nos tomes, aguas, ¡

Haznos ser!

 

 

VIDA

 

 

Tajo hermoso mío, que diferente

te veo y te vi, ve ahora a verme:

nublado te veo, me entristeces,

claro que ya te vi, tu yo feliz.

 

 

 

La densa inundación ha cambiado para ti, la

cual tu amplio campo no puede resistir;

Cambié la visión de

mi vida feliz o infeliz.

 

Como somos partícipes del mal, estemos

en el bien. Oh! ¡Ojalá

todos fuéramos iguales!

 

Pero llegará la primavera fresca,

serás quien eras antes,

no sé si seré quien era antes.

Tomado de:

http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/portugal/francisco_rodrigues_lobo.html

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